Mi Primo
Mi primo mayor me enseña a ser sumiso con él y lo disfruto mucho.
Mi Primo
Mi madre y mi tía son madres solteras y siempre han sido muy unidas y como mi primo era bastante mayor, pues me dejaban al cuidado de él mientras mi mamá hacía jornadas completas en la escuela y mi tía turnos de 48 horas en el hospital.
Cuando yo era niño, literal un morrillo, siempre sentía atracción por mi primo, siempre quise besarlo y tocarlo, me encantaba cuando eran los días de alberca y el andaba solo en bóxer al igual que yo.
Tocó el día ya cuando yo tenía como 7 años y él 17 años que lo encontré encuerado con uno de sus compañeros de escuela. Yo le conté a mi mamá que mi primo se besaba con gente de su escuela sin ropa. Mi madre lo veía muy normal porque yo decía «gente» o «compañeros» mi madre lo tomaba como «muchachas». Total, los años pasaron y yo cada que me quedaba en su casa podía oírlo o verlo cogerse a alguien en el patio para no ser descubierto por mi tía (cuando ella estaba en casa) o cogía en la sala o en el baño si es que la casa estaba sola o solo estaba yo de compañía.
Pasaron los años y entonces él tenía 19 años y yo 9 años y lo vi cogiendo con alguien que definitivamente era de mi edad. En plena edad de la calentura y el despertar sexual junto con las ganas que le tenía a mi primo me llevaron a preguntarle al chavo.
¿Se siente rico?
Yo no había tenido sexo jamás y por eso no sabía cómo se sentiría si yo no tenía vagina. El chavo dijo «te dolerá, pero te va a encantar».
Fue uno de esos días en los que me quedé con mi primo y él ni tenía clases en la facultad, ahí le pregunté si el solo tenía interés en los chicos, él dijo «siempre» y yo le pregunté «como supiste que te gustaban» y ya me dijo que «siempre se besaba con niños desde pequeño y cuando era adolescente quería estar completamente desnudo con los chicos”.
¿En este punto le pregunté solo sobre sexo homosexual y cuando la cosa ya estaba en cochinada total ya le solté la pregunta “cogerías con algún familiar?».
El me miró y entendió perfectamente a lo que me refería y me dijo «tengo fantasías con Raúl» (un tío) (sobra decir que él también era gay de closet y después de un tiempo lo convencimos de tener un encuentro entre los tres).
Yo le pregunté recostado en la cama y me abrí de piernas (ese día recuerdo que hacía calor así que estaba con un short muy corto de licra y me primo estaba en bóxer, con ese cuerpo tosco y con pelo en las piernas y en la parte baja del abdomen, en el pecho, en los brazos y con barba (desde adolescente la testosterona lo hacía lucir mayor).
Se acostó sobre mí y recuerdo que me dijo «te tengo ganas desde hace tiempo» y por primera vez, me besó, no fue lento, fue brusco y desesperado, yo también los estaba.
Recuerdo que me llevo al baño y dijo que me tenía que preparar, abrió la regadera y mientras nos bañábamos y nos besábamos, él me tocaba en todas partes y me obligó a agacharme y poner mi culo al aire, él me estaba limpiando.
Después de un rato, me arrojo a la cama sin siquiera secarnos y continuamos con el beso.
Él solo dijo «será mejor que seas un buen putito, me gustan fáciles y dispuestos».
Yo era un chico idiota y caliente, así que no dudé en decirle «seré más puto que todos» así sin más me agarró del pelo y me obligó a ponerme en cuatro y me obligó a tragarme su verga, tenía una rica verga de más o menos 19 cm y era bien gruesa y llena de venas, me daba esa sensación de que vomitaría en cualquier instante y que me estaba ahogando, pero me encantaba su pene, aunque en aquel tiempo no pasaba de poder tragarme la punta, pero lo disfruté. «Chupa como paleta, mueve la lengua ¡Tus dientes, puto!» Amaba como me hablaba, amaba todo de él y mientras se la chupaba el me empujó para acostarme y después se puso sobre mí, pero su cabeza estaba entre mis muslos y la mía entre esos peludos muslos.
«Sigue chupando» me dijo, yo seguí mamando como podía mientras sentía su lengua y sus dedos entrar en mí. Sentí como si mi culo ardiera y se soltará por sus dedos, el no duró mucho haciendo eso y solo movía sus caderas como si mi boca fuera un culo que se cogía mientras yo trataba de no vomitar.
No dijo nada, solo me dio la vuelta, se colocó detrás de mí y me la ensartó con fuerza, yo lloraba, gritaba y pataleaba, me dolía mucho y sentía que me haría del baño en ese instante. Él tomo mi cabeza y la hundió contra las almohadas y el colchón y siguió embistiéndome con fuerza, yo solo podía llorar y pedirle que parara. Él me ignoró por completo, no sé cuánto tiempo fue, pero empecé a sentirlo distinto, el tocaba una zona muy rara que me daba cosquillas en todo el cuerpo.
Dejé de tomar esa posición tan sumisa y traté de mover mis caderas, él se quedó quieto y yo también y luego me dijo «dale tú» así que me empecé a mover lo más rápido que podía (realmente torpe y sin saber lo que hacía). Él se río.
Me sacó su verga y me dio vuelta solo para ensartármela de nuevo con fuerza, yo mantuve los ojos cerrados todo el rato y cuando los escuché decir «me encantas» abrí los ojos y vi la mejor imagen de mi vida, su cuerpo cubierto de sudor y rojo en varias zonas, su boca abierta jadeando por aire y sus ojos mirándome. Se acercó y comenzó a besarme, se detuvo y me dijo «te voy a hacer el mejor de los putos» y me embistió con fuerza, mucha fuerza mientras me besaba y yo me enrollaba tanto como podía en él.
Después de un rato se vacío en mí y cuando eso pasó yo también acabé, es decir, que tuve un orgasmo seco, y ahí lo vi de nuevo, ese cuerpo sudado, jadeante y lleno de fluidos. Él de nuevo se acercó a mí y me besó, pero esta vez con calma y ya solo me dijo «te sigo teniendo ganas».
Ahí comenzó todo.
gran relato como sigue
Me encantan tus relatos.
Seria genial si pudieras hacer una continuacion del relato de otro usuario que se llm «pillando a mi papa y con mi hermanito».
Creo que seria una buena historia.
Que rico