MI PRIMO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace algún tiempo cuando, estudiaba la preparatoria tuve que mudarme con unos familiares, ya que la escuela en que quede tras el examen se encontraba lejos de la casa de mis padres pero cerca de la de mis tíos, ellos viven en una casa justa a sus necesidades, tienen dos hijos Estela y Josué con quienes yo me llevo bien ya que nuestras familias, a pesar de la distancia, siempre han convivido de manera armoniosa y amigable.
En aquel entonces Estela tenía 13 años y Josué 22, como ya mencione la casa de mis tíos es acorde a sus necesidades entonces solo hay tres habitaciones en ella, la de mis tíos, la de Estela y la de Josué con quien por obvias razones me tocaría compartir habitación, a pesar de que nos llevábamos bien, mi primo no estaba muy seguro de compartir su espacio vital conmigo (ya saben la edad, las hormonas, internet, etc.) sin embargo bajo insistencia de sus padres cedió.
Mira hijo –dijo mi tío al momento de organizarnos- mientras traen la cama de Juan (así me llamo) compartirás cama con él durante unos cuantos días después de ello todo será más simple, ¿te parece bien?
Está bien papá –dijo Josué con un ligero tono de disgusto-
Perdona todas las molestias que te he causado primo, prometo que te recompensare de alguna forma –le dije yo con el afán de tranquilizarlo-
Tras varias semanas después de comenzada la escuela aun no traían mi cama y por ende seguía durmiendo junto con Josué, una noche, no recuerdo si era jueves o viernes yo estaba durmiendo, cuando un movimiento me despertó, era mi primo que se masturbaba mientras veía su teléfono, tras darme cuenta de la situación quise volver a acomodarme para así dormir sin incomodar a mi primo pero él parecía haberse percatado de mi despertar, entonces me tomo de las comisuras y acerco mi cara a la suya y me dijo:
¿Qué pasa primito? ¿Te asusta lo que ves? –hablando con un tono pícaro-
Debo decir que siempre he sabido que soy gay pero por miedo a las represalias no lo digo a pesar de que mi familia directa lo sabe, además, nunca me imaginé estar con mi primo ya que a pesar de ser apuesto no es muy mi tipo, sin embargo, me arme de valor en ese momento y le dije:
Claro que no, esto no me asusta, finalmente es una respuesta a una necesidad fisiológica, tú no tienes de que apenarte ni yo de que espantarme – lo dije en un tono serio para no parecer nervioso y tras eso me acomode nuevamente para dormir-
Primo… Juan… Juan –susurro Josué tras un rato- ven, acércate, tengo un poco de frio. –tras ello él se acercó a mí, pero yo seguía somnoliento-.
Poco a poco se acercó a mí hasta el punto de estar pegados, me tomo de la cintura y arrimo mis glúteos a su pelvis dejándome sentir su pene erecto, debo admitir que eso me éxito y me exalto haciéndome despertar pero le dije a Josué:
No puedes hacer eso somos primos, somos familia –hable con un tono un poco más autoritario que la última vez-
Pues yo digo que a mi primo se la arrimo –dijo él en tono burlista y luego comento- además yo sé que esto te gusta, eres gay, lo puedo ver a leguas
Al oír eso me petrifique, y solo pude contestar con una pregunta:
¿Quién diablos te dijo eso? No lo soy
¿Estás seguro? Porque quiero hacerte sentir muy bien
Tras decir eso aplico más fuerza con su pelvis en mis nalgas, me abrazó y comenzó a besar mi cuello y espalda. En ese instante no sabía qué hacer, estaba muy excitado pero también asustado, pero, él solo me siguió besando y abrazando y tras ello me dijo:
Hoy no –en un tono muy relajado-
Yo me tranquiliza peo él no me soltó, después de quedarme dormido no supe que más sucedió. A la mañana siguiente desperté y todo parecía normal, y yo pensé que solo había sido un señoleo no fue así, ese día mis familiares se preparaban para ir a visitar a una tía de mi tía y por ello yo me quedaría, mientras se preparaban pusieron la radio a todo volumen, yo comenzó a limpiar la habitación que compartía con Josué, pero alrededor de treinta minutos después el salió del baño y entro a la habitación con una toalla en la cintura y el pelo mojado, él cerró la puerta y parecía disponerse a vestirse, pero cuando me agache para recoger las cosas del buro el acerco su pene a mis glúteos, yo me asuste y le dije:
¿Qué sucede contigo? –obviamente me encontraba algo sorprendido ya que según yo todo había sido un sueño-
Tranquilo primito, sé que esto te gusta, aun siento tu respiración agitada mientras mis labios recorrían tu lindo cuello –él se acercaba más y más a mí al decir esas palabras y al estar frente a frente me besó con todo descaro-
¡No lo hagas! Por favor no lo hagas no quiero perder la amistad que tengo contigo –dije acelerado-
No la perderás, incluso ganaras algo más –dijo tranquilo, y tras ello me beso nuevamente con una pasión aun mayor y esta vez correspondí.-
Josué –exclame en un gemido-
Gime todo lo que quieras Juan, ellos no nos escuchan pero yo a ti si y adoro oír como el placer invade tu cuerpo.
Me arrojó a la cama y comenzó a quitarme la ropa, él no tenía nada puesto y en un momento solo sentí su tibio cuerpo sobre mi haciendo fricción, comenzó a besarme igual que la última vez mi cuello, espalda, mejillas, pecho y abdomen, dejo mi boca para el final y tras ello comenzó a lamer mi ano, era una sensación simplemente exquisita, sentía como su lengua masajeaba lentamente esa zona de mi cuerpo mientras dejaba su tibia saliva en mí, tras ello paso a mi pene y testículos, los cuales mamaba con una maestría exorbitante, sentía como si estuviera en el cielo o más allá, nunca en mi vida había tenido una sensación igual.
El volvió a besarme en la boca, fue un beso que correspondí con toda mi pasión al igual que Josué, después de ello acerco su pene a mi ano y me dijo:
Sé que eso te ha hecho llegar a las nubes, pero esto te llevara a las estrellas –hablo con un tono de voz tan seductor que solo enmudecí-
Él se colocó lubricante en el pene y masajeo mi orificio, luego de unos minutos comenzó a hacer presión, su pene no entraba, así que aplico más fuerza, cuando lo hizo se introdujo en mí su glande y debido a ello solté un gran gemido, yo me sentí un poco avergonzado a pesar de que la música nos cubría, pero él sea cerco a mí, acaricio mis mejillas y de nuevo me besó, yo me tranquiliza y seguimos, él presiono de nuevo fuertemente y esta vez entro todo su pene, comenzó a moverse muy rápido, sentía como a que hermoso pene entraba y salía de mí , luego se movió en círculos e introdujo nuevamente con fuerza ese gran cuerpo fálico en mí.
Todo se calmó un instante pero luego Josué me cargo con su pene aun adentro y me llevo a su escritorio en donde nuevamente inicio ese movimiento rápido que tanto me enloquecía, después de unos minutos así su teléfono comenzó a sonar, era su novia, yo, por un momento pensé que eso terminaría con todo, Josué contesto y puso el altavoz y escuche a su novia decir:
Vas a venir conmigo hoy –usando un tono seductor con el que yo pensé que todo acabaría-
No, lo siento, pero tengo algo muy importante que hacer –al decir esto mi primo comenzó a envestirme frenéticamente de todas las formas que pudo, yo quería gemir pero no quería que su novia nos escuchara-
¿Más importante que yo? –Dijo ella con capricho-
Si, mas importante –cuando Josué hubo dicho estas palabras se acercó a mi oreja, la mordisqueo, e beso el cuello y me dijo al oído- ya no nos molestará mi amor-
Fue una sensación que impactante, impresionante, única y duradera que jamás he vuelto a sentir. El siguió moviéndose como una fiera, apretó mis pectorales y acaricio mi abdomen luego me llevo a la cama y se colocó de misionero y mientras su pelvis chocaba con mis nalgas el lamia, masajeaba y presionaba mis pezones, incluso los mordisqueo también un poco, no aguantamos mucho así, él empezó a gemir fuerte y me masturbo a la par de esos gemidos, yo eyacule primero y todo mi semen se quedó en mi abdomen luego el saca su pene y justo en ese momento se deslecho sobre mí, luego comenzó a lamer todo el semen de mi cuerpo, tanto el suyo como el mío, recogiéndolo todo con su boca y finalizo dándome un beso lleno de ese dulce néctar de los dioses.
Unos minutos después de haber terminado apagaron la música y mi tío toco la puerta
¿Josué vas a ir con tu tía? –pregunto mi tío
No, no iré papá –estoy algo ocupado- contesto mientras se acurrucaba junto a mí en posición de cucharita-
Está bien, le daremos tus saludos –pronto todos se fueron y solo quedamos él y yo pero al poco rato sonó el teléfono de la casa-
Josué me llevo en sus brazos a contestar mientras seguíamos desnudos, que llamaba era mi mamá que quería hablar con mi tía pero cuando le dije que estábamos solo Josué y yo me pidió comunicárselo
Lamento tantas peripecias que te hemos hecho pasar con juan, discúlpanos por favor Josué pronto llevaremos su cama y todo quedara resuelto- dijo ella en un tono de angustia-
No te preocupes tía, no es necesario, compartir cama no me molesta, es más, de ser por mí no la traigan es solo un gasto innecesario para ustedes así que no se preocupen mas –se despidió de mi mamá y colgó el teléfono-
¿Por qué dijiste eso? –pregunte yo-
Por qué ahora eres mío y no dejare que te vayas con nadie más ni que te alejes de mi –se acercó me beso, me abraso y volvimos a la habitación de la cual tengo tantos gloriosos recuerdo pero eso es para otra ocasión.
FIN
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!