Mi Primo Carlitos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Este relato sucedió hace ya muchos años, yo contaba con 16 y en esos tiempos uno de mis tíos volvió del exterior del país a establecerse con su familia, como toda cosa nueva yo iba de visita muy frecuentemente a su casa, mi tía tenía un hijo de mi misma edad con el cual nos volvimos amigos enseguida de conocernos, de tal forma que frecuentemente nos encontrábamos en su casa o en la mía en nuestros ratos libres. Como todos los chicos de esa edad muy pronto abordé el tema de las chicas, cosa para la cual el no demostraba mayor interés pero que no llamaba mi atención en ese momento.
Una tarde que no había clases fuí de visita a su casa y mi primo estaba solo ya que sus padres trabajaban, comenzamos a hablar de todo un poco y en un momento me invitó a ver una película que tenía escondida y que solo en esa oportunidad podríamos mirarla por estar solos y sin mayores.
La película era porno y trataba sobre sexo bisexual, nuestra temperatura subió tanto que sin acordarlo comenzamos a masturbarnos ambos, tan excitados estábamos que en un momento tomó mi verga entre sus manos y me pajeó de una forma que me enloqueció, acelerando y disminuyendo el ritmo de forma increíble, como si supiera lo que yo sentía, mientras lo hacía me preguntaba: te gusta papi? y me hacía decirle todo lo que me gustaba a tal punto que se calentaba por mis exclamaciones de placer. luego de un rato y cuando vió que iba a eyacular me dirigió una mirada llena de vicio tras lo cual me dijo, te voy a hacer algo que te va a gustar más todavía.
Se metió toda mi pija en su boca y después dejó solo la cabeza de mi verga entre sus labios mamando como un bebé para que saliera la leche, eso me hizo perder la cabeza aún mas,nunca había sentido tanto placer y el hambre de pija que demostraba me tenía tan caliente que no me importaba nada ya, no me importó cuando buscó mi boca y nos besamos apasionadamente jugando con nuestras lenguas y comiendonos mutuamente, de la misma forma tampoco me importó cuando tuve su verga en mi boca, saboreandola y tratando de darle el mismo placer que el me había procurado a mi unos momentos antes, a esa altura y no sé como ya estábamos desnudos los dos, en un 69 descontrolado que desbordaba lujuria y que no queríamos terminar nunca, después de no sé cuanto tiempo mi primo empezó a dar unos espasmos y llenó mi boca con su leche, como pudo me dijo que no la tragara, sacó su pija y me comió la boca tomandose el su propio semen y lamiendose, luego volvió a mi miembro y lo chupó con mas ganas, se acomodó de nuevo para otro 69 pero esta vez me puso su ano rosado y perfumado para que se lo lamiera, no me hice esperar y comencé a cogerlo con la lengua, metiéndola un poco mas adentro y cada vez mojando su culito delicioso. cuando estuvo bien mojado y ya el era el que se movía para que mi lengua entrara y saliera dejó de chupar mi pija y puso su rodilla derecha sobre un escritorio, ante mi vista quedó su culo redondo y jugoso listo para ser penetrado, me dijo, cogeme que estoy muy caliente, no me hice esperar y comencé de a poco a meterle la verga como el me lo indicaba, cuando se la metía comenzó a gemir como una niña y eso me volvió a enloquecer, se la introduje toda de una vez y lentamente se empezó a hamacar haciendo un movimiento delicioso que me volvía una fiera sin control, mientras lo cogía me miró y entrabrió sus labios pidiendo otra vez mi boca, sin dudar lo comí a besos al mismo tiempo que lo penetraba, nunca voy a olvidar los suspiros de placer y gemidos que emitía, la voz de mariconcito pidiendome que lo cogiera mas y los besos de lengua mas mojados que he dado y recibido en mi vida, así seguimos por mucho rato, situandonos frente a un espejo que permitía ver como mi miembro desaparecía dentro de su culo y como me apretaba y aflojaba a voluntad haciendome sentir en el cielo.
Cuando supe que iba a eyacular lo tomé fuertemente de la cintura y se la metí hasta el fondo, lo llené de semen y soltó un ahhh que todavía hace parar mi pija cuando lo recuerdo a pesar de los años. como pudimos nos tiramos en el sofá y continuamos besandonos por otro rato, antes de que llegaran sus padres nos bañamos juntos y me hizo otra mamada, me preguntó si me había gustado y que dependía de mi que lo repitieramos o no, por supuesto que aquello fué solo el comienzo de muchas otras veces que me encantaría poder contar aquí.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!