Mi primo, el hijo de mi prima II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pasamos el día con mi primo, haciendo todas las actividades de camping, cocinar, limpiar e ir a tomar sol a la playa a la tarde.
Estuvimos toda la tarde a la orilla del río, nadando de a ratos, haciendo recorridas por la playa mirando las chicas tomar sol, (él, a mi me interesaba mas ver a los muchachos sudar bajo el sol), tomamos algunas cervezas en el barcito de la playa y asi fue llegando la noche.
Volvimos al campamento, comimos algo que habia sobrado del mediodía y nos dispusimos ir a las duchas a higienizarnos.
En las duchas andaban todos los machos desnudos por ahi mostrando sus atributos, grandes y chicos, peludos y lampiños, era un desfile de penes y culos para todos los gustos.
Como habia mucha gente nos decidimos a ducharnos los dos juntos en un mismo cubículo.
Como el espacio no era muy grande estabamos bastante estrechos en ese lugar, lo cual hacia que nos rozaramos de continuo, debí hacer un enorme esfuerzo de concentración para que mi verga no comenzara a ponerse dura.
Mi primo enjabonaba su musculoso cuerpo con una lentitud que me dio mucho a pensar que se estaba exibiendo, lo que me encantó, y dejé que lo hiciera tranquilamente.
Pasaba sus manos por sus gordas y peludas bolas, formando espuma, que la distribuía con su mano por su vergota y haciendo presión retiraba la piel de su prepucio, dejando ver su rojo y lustroso glande. Esto todo sin que se le pusiera aun dura.
– Creo que el sol me calcino hoy – dijo, mostrandome la marca que habia en su cintura, donde el sol habia coloreado su piel y la protección del bermudas lo habia protegido, quedando una diferencia de color muy notoria.
Mi primo es de piel blanca, y de pelos negros, tanto en su cabeza como todo el vello que los cubre en su pubis y las axilas, tambien tiene bastante vello en sus piernas, pero el resto del cuerpo es lampiño, nada de pelos en su pecho ni en sus nalgas.
– Eso te pasa por no ponerte protección, y eso que te avise, luego te doy una locion post solar para que te pases.
– Ok.
Terminamos de ducharnos, salimos envueltos en nuestras toallas a secarnos y vestirnos en el vestidor.
Retornamos al campamento, la noche se iba poniendo cada vez mas calida y humeda, signo que tendriamos lluvia, y posiblemente tormenta.
Ubicamos el pequeño iglu donde dormiamos debajo de un toldo de modo tal que si llovia fuerte no nos mojaramos, acomodamos todos los elementos para que quedara todo bien organizado y nada se mojara y nos dispusimo ir a dormir pues ya se habia echo bastante tarde.
Como estabamos muy acalorados, nos quedamos solo con nuestros slips, y ni nos tapamos con la sabana.
– Hey primo, te olvidaste de darme esa locion postsolar, realmente me arde mucho la piel por el sol.
– Espera que la busco en la mochila y te la doy, le dije
Busque la locion en mi mochila y se la pase para que se la colocara
– Me la pasas tu, porque en la espalda no puedo
– Si, ningún problema, le dije contento de poder acariciarlo a mi antojo
Se coloco boca abajo y me monte sobre el a horcajadas sobre sus piernas, me puse un porcion de locion en gel sobre las manos y comence a pasarselo por su hombros, masajeaba sus anchos hombros, bajando por esa musculosa espalda adolescente.
Saltee las nalgas y bajandome de sus piernas, se las fue embedurnando con la locion refrescante.
– Esto realmente se siente muy bien, dijo
– Si, es una loción muy buena
– Si, y ademas tu das unos masajes muy buenos
– Me alegro que te guste
Terminado su parte trasera, le aviso que ya habia finalizado
– Y en el frente me puedes pasar tambien?
– Si, como no primo, ningun problema
Se puso de frente, dejando ver como dentro de ese estrecho slip, un enorme bulto se apretaba.
Hice como que no me daba cuenta de nada y le comence a pasar locion por su pecho, deteniendome a proposito sobre sus tetillas que enseguida se pusieron erectas.
Mi primo tenia sus ojos cerrados, y pequeños suspiros de placer dejaba escapar.
Lentamente deslice mis manos por su pecho hacia su vientre, pasando muy lentamente por la linea del slip, haciendo que mis dedos se metieran por debajo del elastico y rozaran el borde superior de sus pendejos.
El bulto del slip era cada vez mas grande, dandome cuenta que esto a mi primo le estaba gustando muchisimo.
Luego pase nuevamente a sus piernas, pero ahora por la parte delantera.
Tomando locion con mis manos, pasaba ambas manos por cada pierna, masajeandolo suavemente y rozando apenas los huevos que estaban durisimos. Mi primo debe haber estado por explotar, pero nada dijo, solo sus leves suspiros lo delataban que la exitación que sentia era enorme.
– Bueno, primo, ya terminé.
– Ok, muchas gracias, realmente tus masajes fueron deliciosos
– Ja, ja, creo que si, se nota que te gustaron, le dije en sorna.
Me acomode en mi colchon dispuesto a dormir, dejando a mi primito muy caliente.
A la madrugada el sonido de truenos y las luces de relampagos hizo que me despertara, pero lo que mas me sorprendió fue sentir el aliento de mi primo muy cerca de mi nuca.
Y sobre todo sentir la presión de su enorme y dura pija sobre mis nalgas, mi primo se estaba sobando contra mi culo descaradamente.
Hice como que seguia dormido y lo deje hacer, queria ver hasta donde llegaba.
Enseguida note como su mano buscaba bajarme el slip, con pequeños e imperceptibles movimientos, ayude a mi primo a lograr su cometido.
Cuando logró bajar mi slip hasta la mitad de mis piernas, siento que nuevamente me apoya su verga en mis nalgas, buscando meterla entre la linea de mi raja.
Estabamos tan traspirados por el calor y la humedad que su pija se deslizaba suavemente por mi culo.
En un momento la desliza por debajo de las nalgas logrando ponerle entre la abertura de mis piernas.
Con el sudor de nuestros cuerpos, ese lugar debe haber sido un calido y rico agujero, mi primo comenzo a moverse haciendo como que me cogia.
Esto me encanto y me recalento, haciendo que mi verga se pusiera dura.
Mi primo paso su mano por delante y notando que mi verga estaba empalmadisima comenzo ha hacerme una rica paja mientras se masturbaba entre mis piernas.
Estuvimos asi un rato, yo apretandole su pija con mis nalgas y piernas y él apretando mi pija con su mano.
En un momento comenzó a bombear freneticamente, haciendo lo mismo con su mano, lo que nos hizo acabar los dos a la vez con largos y ruidosos suspiros.
Largamos grandes chorros de semen por todo el interior de la carpa, los mios fueron a dar contra las paredes de la carpa y sobre el colchon, y los de el quedaron atrapados entre mis piernas.
Ya un poco mas relajados, mi primo se ve que se durmió sin quitarse de encima mio.
Aunque hacia calor y habia mucha humedad me gusto muchisimo sentirme abrazado por este lindo macho.
Termine de deslizar mi slip dispuesto a terminar la noche totalmente desnudo, como sentia que tambien estaba mi primo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!