Mi primo Gustavo, mi maestro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por joaquinbalbo.
Me llamo Joaquín, tengo 40 años, soy casado, con dos hijos, trabajo en la ciudad de Concepción, Provincia de Entre Ríos, Argentina, y desde los 12 años, gracias a mi primo Gustavo, soy bisexual, y adoro ser penetrado secretamente por otros hombres.
Todo comenzó en los veranos de los años 79 – 80, cuando mis tíos –los padres Gustavo tenían una granja rural a las afueras de Concepción. En mis vacaciones mis padres me mandaban a lo de mis tíos para que pudiera descansar en el campo, y disfrutar del aire libre.
Es tradición en nuestra tierra, en verano después del almuerzo, recostarse a dormir la siesta. Siempre son los mayores quienes insisten en ello, y los menores tratan de evitarlo. Así comenzamos todos los mediodía con mi primo Gustavo a retirarnos después de almorzar, e irnos a las orillas de un arroyo que había en los fondos del campo de sus padres. Era un monte natural, muy bello, tupido de árboles de diversas especies. Este monte quedaba alejado de las viviendas de mis tíos, a mas de un kilómetro y medio.
Yo tenía entonces 13 años, era un niño inexperto, que comenzaría el Secundario al año siguiente, ansioso de conocer la vida en el colegio, tímido por naturaleza, quería saber como relacionarme con las chicas. Para ello, mi primo el “Tavo”, ya mayor, con 21 años de edad, sería mi maestro en esas tardes de verano.
Cuando le pedí ayuda en mis necesidades, Tavo accedió sin problemas, pero me dijo que nunca lo contáramos a nadie de nuestra familia.
Yo era un niño menudito, delgado, rubio, pelito largo, bien blanquito de piel, bastante debilucho, 1,65 de altura. Gustavo era un atleta, espalda ancha, alto como de 1.80, bien morocho, con piernas firmes y brazos fuertes. Pelo negro bien cortito, y cara de macho argentino de las provincias mesopotámicas.
Ya el primer día de sus lecciones, me dijo que yo preguntara, el me explicaría, me daría consejos y me enseñaría con practica como desenvolverme con las mujeres. Así la primera lección que solicité, fue como besar a una chica en la boca, pues Tavo me mostró como poner los labios, la lengua, como abrazarla, y después me dijo, “- Ven prueba conmigo” Así el se recostó en el pasto y dejó que yo lo besara con temor y vergüenza, a lo que me dijo: Hazlo como si yo fuera una chica de la Tele, animándome. Al rato, me dijo “YO te mostraré”, y allí, me agarró de la cintura, y apoyándome en el césped me empezó a chupar los labios, y a invadirme con su lengua, profundamente, casi hasta las amígdalas, Me dio unos chupones infernales. Y yo aún creía que eso eran lecciones para ser mas varoncito al siguiente año.
Al otro día, me dijo de seguir explorando mi curiosidad a la hora de la siesta, y nuevamente en el monte, le pregunté sobre las relaciones sexuales, a los que el me dijo que lo que mas quieren las chicas es que los varones les demos de mamar nuestra verga. Me dijo, “ Sacate la poronguita del short que te muestro” Yo me baje el short, y dejé al descubierto mi miembro, casi infantil de 9 o 10 con de largo, por 2 o 0 de ancho. Tavo se acew4co lentamente, y comenzó a lamerlo, darle besos, acariciarlo y rodearlo con su lengua, y después empezó a chuparlo como una golosina. Yo deliraba de placer, pensando que las chicas he harían esas mamadas cuando fuera al colegio. Allí sentí un estremecimiento y acabé en la cara de mi primo Tavo, era mi primera relación con un hombre.
Entonces descansamos un momento, y me dijo mi primo: “Ahora házmelo tu” y se paró a mi lado, bajó su short, y dejó al descubierto una pija enorme, como de 20 cms. de larga por unos 6 0 7 cm. de gruesa. “Que grande” dije yo, y el me dijo “Dale, chupámela toda” y me la introdujo en la boca casi sofocándome. Quedé sentado en el suelo, con el “Tavo” parado delante de mí, y su vergota entrando y saliendo de mi boca. Agarró mi cabeza con sus manos y dirigió mis movimientos con firmeza y fuerza. Me estaba cogiendo la boca y casi violándome la garganta con semejante pedazo de carne.
Ahí comprendí que esto no eran lecciones, sino que era una practica que me empezaba a gustar, y se la chupé tanto y tanto la verga hermosa que tenía hasta que sentí como unos borbotones de leche me invadían el esófago, cuando quise sacármela de la boca, Tavo me agarró fuerte la cabeza y de un empujón me la metió hasta las campanillas de la garganta, descargando su leche dentro mío.
Ahí me sentí satisfecho, y sentí que me gustaba mucho hacer esa mamada hábilmente enseñada por mi primo.
Le dije entonces que quería aprender a coger, pero ya era tarde, “Mañana te enseño” me dijo Gustavo, y así quedé ansioso esperando la siesta del día siguiente.
Al otro día, después de comer, mis tíos debían irse al pueblo por asuntos administrativos, por lo que yo quedaría solo con Gustavo en la casa, casi toda la tarde. Por lo que no sería necesario irnos hasta el monte para la lección TRES.
Al marcharse mis tíos, Gustavo me llamó a su cuarto y me dijo: Vení, dame la pija que te la voy a chupar un poco, para prepararla” y me comenzó una mamada infernal, como la del día anterior. En determinado momento, estando mi verga, parada y altiva, Tavo, se bajó el short, y se acostó boca abajo en su cama, y me dijo “Acostate encima mío, y metemela en el culo…”
Asi lo hize, pero mi pequeña pija, solo se restregaba en las nalgas de Gustavo, y en la puerta de su culo, no era una verdadera penetración. El me pedía que siguiera, que le lamiera el culo, que la la pusiera mas adentro, etc. Mi excitación llegó a un punto tal que acabe sobre sus nalgas, y me dijo: Que hacés? Me ensuciaste todo” entonces tomándome del pelo refregó todo su culo con mi cara para limpiarse, chupando yo todo mi propio semen.
Descansamos unos minutos y me dijo: “Dale, ahora me toca a mi” y sin mas, empezó a besarme la boca, me partió de un chupón los labios, me cogió la garganta con su lengua, y me masajeó todo el cuerpo. Saco su enorme pija ya parada y en forma, y me la dio para que la mamara. Me la mandó hasta el fondo de mi garganta, igual que el día antes. Meta y ponga la poronga en mi boca.
De momento me apartó de su lado, me dio vueltas y me dijo: “ -Veni que te enseño a coger, puton” y empezó a darme lengüetazas en el mi culito virginal, me lo chupó delicadamente, metió su lengua por donde quiso, y lo llenó de saliva, luego empezó a meterme los dedos. Primero uno, después dos, y después yo no sé, porque ya empezaba yo a delirar de placer.
Al momento de estar pronto, según el sabio criterio de mi Maestro, Gustavo me recostó sobre su cama, con las piernas para arriba, sobre sus hombros, y empezó a acercar aquel tremendo chipote chillón a la puerta de mi culo. Sentí como escalofríos cuando empezó a entrar. Una sensación de dolor-placer que jamás había sentido antes. Gustavo fue muy cálido en todo momento, me acariciaba el pecho, me besaba tiernamente, pero no la sacaba ni medio milímetro, solo empujaba cada vez mas adentro. “Quedate quieto que ya te acostumbrarás” me dijo. Y vaya si me acostumbré.
A los dos o tres minutos de estar quieto, empezó el meta y saca rítmico, fuerte y firme, yo creía desmayarme. Esa enorme pija me estaba desvirgando el culo a los 13 años. Sentía un placer extremo, una excitación hasta entonces desconocida. Aumentaba la velocidad y la fuerza de sus embestidas hasta puntos inaguantables.
De repente senti como Gustavo me apretó bien firme contra su verga y de dos o tres empujones me llenó el culo de leche. Era como que me estuviera dando un lavaje seminal. Sentía su leche correr por mis tripitas. Acabó toda su leche dentro mío, y se salió. Yo quedé tendido en la cama, me acercó su pija para que la besara y limpiara con mis boca. Luego Gustavo con su lengua limpió mi culo, y me acerco su boca sucia de leche y mierda para besarme.
En ese momento comprendí que yo sería su puta, su perra, su ramera alzada.
Todo ese verano y los siguientes hasta el año 1985, en las siestas de la granja de mis tíos, Gustavo me hizo suya, y me enseñó a gozar como hombre y como puta. Me desvirgó, me violó infinidad de veces, me amaestró, me inició en la homosexualidad, y me llenó el culo de leche todas las veces que quiso.
Hoy ambos estamos casados, y casi no nos vemos, pues él se fue a Buens Aires, y casi nunca viene de visitas..
Desde entonces tengo una vida sexual publica con mi señora y frente a la sociedad, y otra secreta, que solo conocen algunos amigos íntimos, a los que me brindo plenamente.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!