Mi primo hetero y yo
Es una historia 100% real de cuando una tía falleció y sus hijos se quedaron a vivir conmigo, y uno de ellos fue todo mío, y es heterosexual. .
Para no hacer aburrida la historia de cómo comenzó todo, solo diré que cuando éramos niños, mi tía falleció y se quedó él y su hermano a vivir con mi familia. Los conocemos de toda la vida así que éramos como hermanos.
Luis tenía 8 años y yo tenía 12 cuando todo sucedió. Yo siempre he sido un niño delgado y que no hace tanto deporte, en cambio el siempre fue un niño activo físicamente, jugaba fútbol, etc, por lo que desde niño (tanto por genética, como por actividad física) tenía un cuerpo atlético, delgado, pero con mucha forma, y lo que más llamaba la atención de el eran sus nalgas enormes, perfectamente levantadas y redondas; desde niño decían que era por su madre. También sus piernas eran tonificadas y siempre tuvo pectorales levemente marcados. Todo combinaba perfectamente con su pene, pues era un pene circuncidado, de un gran tamaño, era de esos penes que aún dormidos siguen grandes, era muy bonito.
Todo esto lo sé porque, para empezar, el novio de mi mamá «abusó» de mí cuando yo tenía 11 años. Eso quedará para otra historia, la cuestión es que me enseñó la masturbación y este mundo sexual de forma muy temprana.
Para cuando mi primo llegó a mi casa, había situaciones donde el quedaba en ropa interior, usaba calzoncillo o «tangas» como le dicen algunos, no usaba bóxer, así que se le veía un buen paquete y sobre todo unas nalgas hermosas. Desde que lo vi, no pude resistirme y me hice la mejor paja del mundo esa noche.
Esa misma semana, decidí «jugar» con el. Le arrebaté algo de las manos (no recuerdo qué) el chiste era que el hiciera contacto físico conmigo intentando quitármelo. Y funcionó, pues fue hacia mí, y mientras intentaba recuperar su objeto, yo le «hacía cosquillas» y cada vez iba bajando más mi mano hacia su pene. El era muy manipulable así que en algún punto lo entendió, y me siguió el juego igual. El, como su inocencia de que estábamos jugando, se bajó el pants y agarró mi mano y la puso en su pene de niño.
Lo único que le hacía era sexo oral y lo masturbaba. Así fue hasta que el cumplió 14 años. Siempre que el quería que yo lo tocara, teníamos nuestra propia «danza» para saber si estábamos disponibles, teníamos condiciones que nunca dijimos, pero que sabíamos.
- La casa debía estar sola, sin nadie más que nosotros dos.
- Yo debía estar en mi cama viendo mi celular o algo.
- El debía estar caliente.
Una vez se cumplieran esas reglas, el iba hacia mi cama y se montaba encima mío, yo me volteaba y se la chupaba. Pero el nunca se corría. Solo se quedaba viendo a la nada, o jugando en su celular.
Lo mejor era cuando yo me quedaba viendo hacia arriba, y me la metía en la boca desde arriba, porque podía tomarlo de las nalgas, y era tan rico sentir su fuerza de adolescente que iba tomando, sus nalgas eran realmente enormes, lo único malo era que el pasaba por la adolescencia más hormonal, y sudaba demasiado y olía muy fuerte, a veces me asfixiaba.
Como dije, así fue hasta que él cumplió 14 años.
II
Cuando el comenzaba a crecer, es inevitable cambiar la orientación sexual de alguien. Si naces gay, eres gay toda la vida, y si naces heterosexual, será de igual modo.
El pensaba que yo solo era algo «pasajero», y lo fui. Llegó un momento donde ya no me visitaba a mi cama, a veces no había nadie en casa, solo nosotros dos, y lo veía, y me metía al cuarto, pero dejó de seguirme. Entonces yo me asomaba de mi cuarto y lo veía en la sala (sin que el me viera, obvio) y se masturbaba viendo porno en su celular. En una ocasión lo grabé eyaculando (cosa que nunca hizo conmigo). Así que supuse que se había terminado.
Un día, el estaba en su cama boca abajo, dormido. Para ese entonces el ya tenía 15 años, y su cuerpo estaba tomando forma de hombre, altura, masa muscular, seguía siendo atlético. Si sus pectorales estaban formados, pues ahora estaban más definidos, su voz se había hecho más gruesa que la mía incluso, En resumen: era un adonis.
Lo vi acostado boca abajo en su cama, y siempre usaba una pijama con diseño de combate, pero en lugar de verde, eran manchas blancas y grises, la tela era muy delgada, y debido a que el siempre llenaba los pantalones, se dibujaba perfectamente sus piernas, nalgas, pantorrillas, todo. Era tan excitante y no pude contenerme, subí a su litera, le bajé los pantalones y ahí estaban: Perfectamente redondas y blancas, sus dos glúteos no tenían una sola imperfección, casi parecía incluso que cada nalga tenía peso propio, El se despertó inmediatamente y volteó. Pudieron pasar dos cosas: Que me confrontara o que no lo hiciera. Y afortunadamente no lo hizo, solo se dio la vuelta y siguió durmiendo.
Comencé a sobar ese enorme culo de adolescente, yo estaba en la gloria y mi pene quería salirse de mis pantalones. Obvio, comencé por los lados, y el acababa de bañarse, por lo que no me preocupé porque no estuviera limpio. Puse mis manos por encima de aquellas nalgas y las pasé casi rozando por su línea, aún no (dije dentro de mí), aún no quiero abrirlas.
Puse mi cara sobre ellas, como si fueran mi almohada, las froté contra mí, pude sentir toda esa carne. Era una sensación increíble. Bajé más su pijama y pude ver ahora sus piernas gordas. Cualquier persona que lo viera con ropa, no sabría cómo se ve desnudo porque su ropa la usaba un poco holgada. Me sorprendió lo que la ropa puede ocultar.
Entonces no podía más, puse cada mano en cada una de sus dos nalgas y las abrí. Fue amor a primera vista, ver su ano, todavía húmedo de su último baño, y puse mis dedos en él. Mi primo se movió un poco al sentirlo, pues era una zona sensible que jamás le había tocado, no porque no quisiera, sino porque antes era tan virgen y estúpido que solo me fijé en su verga en lugar de su culo.
Estaba a punto de poner mi lengua sobre su ano, y alguien llegó a casa. Rápidamente se subió el pijama y se tapó con la cobija, sin decirme nada. Yo me fui a mi cama e hice como si estuviera dormido igualmente.
Desde ese día, ya no volvieron los encuentros tampoco, pero algo cambió. Pues siempre que lo veía dormido, aprovechaba para tocarlo y masturbarme mientras lo hacía. Era muy rico sentir su pene sobre su pijama delgada, y ver cómo se dibujaba. Incluso siento que el usaba esa pijama a propósito, porque se le marcaba la verga y se le marcaban sus piernas y su culo tan bien definidamente. Incluso una vez vi a mi mamá viéndolo.
Él sabía que me encantaba, sabía que excitaba verlo. Cada noche esperaba que se durmiera para abrirle su ano y tocarlo, incluso grabé vídeos de como sacaba su verga de su pijama y la besaba, la acariciaba. Era increíblemente grande y bonita. Él fácilmente podía ser actor porno, en esos donde una milf se folla un jovencito problemático.
Lamentablemente cada vez se dejaba menos, llegó un momento donde al mínimo roce de mi piel con su pene o su culo, o piernas, se despertaba y se daba la vuelta, o se hacía más hacia la orilla. Era obvio que ya no quería seguir con eso.
Actualidad
Actualmente tengo 22 años, y el tiene 18 (si no mal recuerdo). Básicamente ya no tenemos nada de nada, y actuamos como si nada pasara o hubiera pasado, nunca hacemos nada si estamos solos, o si el está dormido. A veces (solo a veces) lo encuentro dormido en la sala y le toco el culo, pero muy muy por encima de lo que sea que traiga puesto.
Igualmente a veces le toco la verga, la cual desde que el era niño se le ha marcado en lo que sea que traiga puesto. Así que es fácil saber donde tocar. Lo hago muy delicadamente porque si lo hago con fuerza o con ganas de sentir más, el se despierta y podría verme.
Cuando yo me voy a la universidad a las 5AM, el aún duerme; solo que ahora duerme en la sala porque su hermano ocupa su cama. Una vez, mientras me preparaba para irme, pues me hago un licuado de chocolate y la licuadora hace ruido, por lo que se despierta, y se vuelve a dormida. Ese día, se despertó y vio su celular, pero fue de esas ocasiones donde tienes tanto sueño que te quedas dormido viendo el celular.
BINGO. Su celular desbloqueado. Me metí a ver su messenger, porque su whatsapp protección de huella. Tenía un grupo de su equipo de fútbol, y ahí hablaban y se mandaban fotos de mujeres, hablaban con camaradería. Decían lo rica y puta que se veía la novia de tal persona, o hablaban de las madres de los otros, e incluso mandaron la verga de uno de ellos mismos que se había filtrado y le hacían burla, hablaban de todo eso y otras cosas como sus horarios para el partido y etcétera.
Entonces la encontré a su novia, la tenía apodada como «La mejor». Lamentablemente Luis pecaba de ser de esos heteros ridículos. Abrí el chat y fue tan excitante lo que encontré, aunque no me sorprendía, porque siempre se la pasaba en el celular haciendo sonrisas pícaras, y se metía al baño dos o tres veces al día.
En su conversación tenían puras charlas calientes, habían fotos de la novia desnuda (qué asco) y habían fotos del pene de mi primo. Irónicamente, lo que me calentaba no eran las fotos de mi primo y su verga, lo que me calentaba era la plática.
El le decía cosas como: «Eres mi putita», «te gustó lo que sentiste hoy en el salón?», «Me encantó sentir como me besabas la verga en clase». Todo eso me prendió, esa perra era una suertuda definitivamente.
Al parecer siempre en clase ellos «fajaban», y algo que siempre sucedía es que Luis tomaba la mano de su novia y la ponía en su verga gruesa durante las clases. Me dio demasiada envidia no poder ser ella.
Hubo otra conversación que tuvieron que me prendió, pero que contaré en otro momento, sobre un chico nerd y virgen que estaba enamorado de Andrea (la novia de mi primo).
El chiste es que ahora la vida me castiga, pues diario a todas horas estoy duro, pues vivo con el hombre más delicioso, y no puedo tenerlo.
Que mal :c
Ya me quede picado jaja