Mi primo me desvirga a los 9 años

Mi primera vez teniendo sexo y con mi primo.
Como se lee el el título, yo tenía nueve años cuando esto pasó y aunque el me llevaba de ventaja sólo un año de edad, eso era una gran diferencia ya que el a diferencia de mi, ya habia tenido experiencias, visto porno e incluso desde años antes el habia demostrado no ser tan inocente para su edad y por mi parte era muy ingenuo, incluso mas de lo que son los niños normalmente.

Mi primo, a quien llamaré  «Luis» y su hermano mayor de estaban quedando  a dormir en casa  de mi abuela ya que los tres estábamos yendo a unos cursos de verano, yo no me quedaba en la casa pero iba muy temprano a casa de mi abuela y después de los cursos pasaba todo el día con ellos.

El hermano mayor de mi primo días después se fue a su casa y quedando solo Luis y yo para pasar las tardes… en unos de esos días, Luis me preguntó si yo le podía enseñar mi pene, (casi todas mis experiencias de incesto empezaron de esa forma) respondi negativamente, siendo la unica vez que me negue a hacer algo que el quería.
Al ver que tenía desconfianza me dijo que el me mostraría el suyo también, al plantear eso último mi postura cambió, Luis siempre me habia atraido y la idea de poder ver su pene fue como una corriente electrica sobre mi cuerpo, asenti con la cabeza sin decir nada, me puse de pie y le mostré mi miembro. Sonrió con una perversión y satisfacción que me hicieron sentir bien… me gustaba saber que el disfrutaba. «Te toca» le dije timidamente mientras me guardaba mi miembro en mi pantalón,  rápidamente se levantó con mucha seguridad y agilmente saco su pene del pantalón, era lindo, un poco más grande que el mío y más claro por lo que sus venas se notaban un poco mas que en el mio. Yo temblaba de nervios, aquello me gustaba pero sabía que si alguien nos veía habría problemas, apesar de ser inocente sabía que eso no estaba bien aunque no queria que eso terminara

Desde ese momento me someti a su voluntad, cualquier cosa que me ordenaba lo hacía sin cuestionar, eso lo calentaba demasiado y a mi me llenaba de excitación y gusto saber que el disfrutaba con lo que hacíamos.

En esos días de pasar la tarde solos sucedió de todo lo que el quizo, nos tocabamos, nos besabamos, me ordeno tocar su pene, cosa que quice hacer desde un inicio pero no me atrevia hasta que salio de su iniciativa y el tocaba el mío con más habilidad y menos temor, eso me llevaba al cielo yde regreso una y otra vez, me enseñó a hacer espaditas y más cosas. Me fascinaba ver su cara cuando se le ocurrían más cosas que explorar y el se entretenía horas tocando mis nalgas.

El día que me cogió por primera vez fue por la tarde-noche, mi abuela rezaba con unos vecinos en la cochera mientras Luis y yo nos divertiamos en otra habitación, cuando me dijo que quería que fuéramos al baño, le dije que estaba bien pero que había gente en la cochera que nos vería entrar juntos, le sugerí que entraramos separados, la idea le agradó y fue el primero en ir al baño, despues de unos momentos me dirigí al baño silenciosamente y cerré la puerta detrás mío.

Sin más se acercó a mi, me tomó de la cintura y comenzamos a frotarnos de frente al ritmo que el marcaba con sus manos y pelvis, se la saco y me dijo que hiciera lo mismo y comenzamos a juguetear con nuestros penes por un rato, en un momento su cara de iluminó con una gran sonrisa y sus ojos brillaban como estrellas… «arrodillate» escuche y casi al momento ya me encontraba frente a el con mi cara a la altura de su erección.
-Chupala. Dijo apenas conteniendo su respiración
-¿Cómo?. Conteste confundido
-Sí, como si fuera una paleta, respondio con cierta ansiedad tratando de hablar bajo para que no fueramos escuchados

Comence a lamerle todo, los huevos, el tronco y me lo meti a la boca, creo que fue la primera mamada que recibió pues apesar de ser torpe y algo malo por mi nula experiencia (entendible por mi edad) lo disfruto bastante, lo sé porque colocó sus manos en mi cabeza enredando sus dedos entre mi cabello hasta que su respiración se aceleró y rapidamente se apartó sacandome su pene de la boca. Me dijo que saliera del baño y lo esperara  en la cocina, cosa que hice y después de unos minutos de esperarlo llegó y se comenzó a acercar con una cara que me intimidaba pero agradaba y emocionaba a la vez… significaba que tenía algo nuevo en mente para  que hiciéramos, se veía en sus ojos un obseno e indecente deseo.

Me pego a su cuerpo y comenzó a recorrerme con sus manos mientras yo tenía mis manos en su pene, siempre que podía lo tocaba, era como el mejor juguete qyue existia para mi, sintiendo su miembro entre mis manos no existi nada más y a el le encantaba que se lo tocara, me giró quedando a espaldas de el, me bajó el pantalón junto con mi calzón y me ordenó que me agachara. Estando en la posicion que me dijo, se puso saliva en la mano y se lubricó el pene yo no tenia idea de lo que iba hacer, y porque lo estaba haciendo pero le obedecí en todo y deje que el hiciera lo que quería.

Segundos después sentí como separó mis nalgas con sus manos y rapidamente colocó su verga en mi entrada, con una mano se agarró de mi camisa y la otra sostenia su miembro para que entrara con más facilidad. Comenzó a ajercer presión lentamente pero cuando la cabeza entró, empujó su cuerpo contra el mio y me metió la mitad de su verga de una sola estocada… Al inicio no me dolió nada pero comencé a sentir caliente en mi culo que hasta entonces habia sido virgen, le pedí que se apresurara (pensando que solo tomarīa unos segundos en hacer lo que quería… yo no sabía nada de lo que era el sexo) pero se limito a susurrar «shhh» en mi oido mientras terminaba de meter el resto de su trozo de carne en mi interior, era extraño sentir algo dentro de mi pero me gustaba la sensación. Se sujetó de mis caderas y empezó el vaivén de nuestros cuerpos, el tenia el control de todo, de mis movimientos, de los suyos, de la velocidad y nustras posiciones. Sentía un hormigueo en mi interior y mi pene se ponía más duro cuando por momentos su verga rozaba con algo dentro de mi (la prostata) y después de un rato de estar metiendo y sacando su rica verga, se aferró con sus manos a mis hombros y comenzó a taladrar mi culo con más fuerza y velocidad, no podiamos hacer ruido pero nuestras coordinadas respiraciones estaban muy aceleradas,  por suerte las oraciones de la otra habitación ocultaron los gemidos ahogados que pudimos haber soltado… momentos después el movimiento de su cuerpo perdía velocidad y me clavó su virilidad por últimas veces con las fuerzas que le quedaban en su cuerpo mientras apretaba con mas fuerzas mi cadera y las pegaba a su pelvis lo mas fuerte que pudo… con la ultima embestida se dejó caer lenta pero fuertemente sobre mi espalda y soltó en mi cuello un gemido que le fue imposible contener, esperó a que su pene se saliera por si sólo cuando redujo su tamaño, nos incorporamos y me masturbó con su mano por unos minutos aunque no eyacule por la edad que tenía sintio cuando llegue al orgasmo y movimientos despues aparto su mano y la llevo a su cara para olerla. Descubrió su rostro y me miro como nunca antes lo habia hecho. Me habia hecho suyo, su mujer, su puta lo que el deseara que fuera

A partir de ese día hasta el último de lo que duró el curso de verano me hizo suyo la veces que quizo, en las posiciones y lugares que se le antojaron, al ritmo y fuerza que le dictaba el deseo y ansias de su cuerpo por satisfacer su lujuria.

Ver su cara de perversión cuando me miraba a los ojos mientras me corrompía y acababa con mi inocencia, sintiendo un placer que apenas y nos cabía en el cuerpo. Todo de el me encantaba, su cara, su aliento, su cuerpo, su olor, su piel, su palo… Disfrutaba mucho todo lo que hacíamos a escondidas. A el le excitaba de sobre manera que yo era completamente sumiso ante su voluntad y estaba dispuesto a cumplir todas sus fantasias y realizar todo lo que su sucia mente ingeniara para tratar de calmar su insasiable pasión (increible para la edad que teniamos). Lo llenaba de excitación y ansias saber que podía hacer conmigo lo que quería, que era sólo suyo, que fue el primer hombre en penetrarme y dejar su semen en mi culo y por ende ahora tenía algo que siempre será suyo, y que nadie más podra tener… mi virginidad