Mi primo me hizo primita II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Marilinacarolina.
Al día siguiente, sentía mucho dolor en mi culo.
A la siesta, mi primo me dijo:
-Esta noche lo repetimos, PRIMA.
-No dije yo, me duele.
Pero él me prometió que no me dolería.
Hablábamos en secreto de cama a cama.
Entonces alguien tocó a la puerta, pero no esperó contestación, directamente abrió.
Era mi prima, que nos dijo: -¿Porqué cuchichean en secreto, ¿ de qué hablan?
Mi primo enojado le dijo que se vaya, que lo que hablábamos no le importaba.
-¿Cómo no me va a importar un secreto? contestó y se sentó al pie de la cama de mi primo.
-¡Qué ruido hace esta cama cuando se mueve! dijo y moviéndose la hizo sonar de nuevo.
Mi primo la volvió a echar, pero ella nos dejó helados con su siguiente comentario:
– ¿Vieron que esa puerta que da a mi cuarto está clausurada?, bueno pero resulta que sigue siendo una puerta y anoche escuché por ahí, este mismo ruido de la cama.
¿Porqué se movería tanto?
-¡ Yo, hasta que me agarra sueño, no paro de dar vueltas.
y ahora ándate!, dijo enojado Francisco.
Bueno me voy, dijo riendo, espero que esta noche no hagan tanto ruido.
Nos quedamos callados.
Laura, mi prima sospechaba algo.
Y dijo hagan, se refirió a los dos.
A la noche, Francisco, esperó un rato largo.
Luego se levantó y tiró el colchón al suelo.
-Prima, venga con su novio.
dijo.
Yo tenía mucho miedo y no contesté.
Entonces él se levantó y me dijo susurrándome al oído:
– De noche sos una nena, prima, y te gusta.
Hoy vas aprender algo nuevo.
Me tironeó y yo por miedo de hacer ruido me bajé a su colchón.
Él ya estaba desnudo, pero seguía parado.
Me hizo poner de rodillas y me desvistió, manoseándome.
¡ Cómo disfrutaba eso! Me empezó a pasar la pija por la cara y por los labios.
-Abrí la boca, me dijo y cuando la abrí me la metió toda, hasta ahogarme tuve que toser.
La sacó y me tapó la boca
-Estúpida, ¿ no sabés que mi hermana puede escucharnos? Ahora chupá.
Todas las chicas le chupan la pija a sus novios, ahora chupá.
Me la volvió a poner en la boca y se la chupé primero con asco, pero después con gusto.
No es que me gustaba el sabor, lo que disfrutaba es la acción de chupársela.
Sentía que le pertenecía y me gustaba esa sensación.
Luego de un rato de mamar y mamar, me la sacó y me hizo acostar.
Me empezó a besar el cuello y fue bajando despacito con chupones y besitos.
Me chupó las tetas y me decía.
-Esas tetitas son de nena.
¿te gusta que te las chupe?
-Si, me gusta, contesté.
-¿Pero son de nena o de varón?
-Son de nena, me gusta que me chupes mis tetitas de nena, contesté, mientras me retorcía.
Siguió bajando con sus besos y chupones por mi pancita, hasta alrededor de mi ombligo, mientras sus manos acariciaban mis nalgas y mis piernas.
Ahh.
Aia.
ahh susurraba yo tratando de reprimir los gemidos inevitables ante tanto placer.
Me movía como quería hasta que me dejó boca abajo y empezó el mismo trabajo de besarme desde el cuello, hacia abajo por la espalda.
Ahh.
aia.
se me escapó.
Me tapó la boca diciéndome al oído:
-¿Te está gustando, prima?
-Si me gusta, besame todo, así.
-No,¿ cómo besame todo? Será TODA.
En la cama sos una chica.
Una nena
-Si, así besame toda, me gusta mucho.
Mientras me acariciaba las piernas, me empezó a chuponear las nalgas.
Era una delicia.
Se untó el dedo con crema y me empezó a pasar por la raya y luego lo introdujo despacito en mi agujerito.
Yo me abrí bien de piernas y estuvo poniéndome crema un rato largo haciendo circulitos y moviéndolo de adelante a atrás.
-Ahora te voy coger.
No hagás ruido.
Se puso arriba mío, con sus rodillas apoyadas de nuevo en el colchón, entre mis piernas abiertas y empezó a empujar.
De golpe me entró toda.
sin mucho dolor.
Me quejé un poquito, pero más de gusto que de dolor.
Al oído, me decía, que bien.
ya estás abierta.
te entra fácil.
Me fue poniendo de costado, levantándome una pierna, mientras seguía bombeando, después me hizo poner en cuatro.
Me enseño, porque yo no entendía.
De rodillas, debía apoyar los brazos en el colchón, con las piernas bien abiertas.
-Sos una perra, las perras son todas putas, se dejan coger por cualquier perro.
Te la estoy dando como a las perras.
-Ahh.
si.
soy una perrita puta.
dame mucho, le decía.
Me puso boca arriba, colocó la almohada bajo mi cadera y de nuevo con las piernas bien abiertas, me la puso.
Se agachó y me besó las orejas, el cuello, me estrujó las tetas y me dijo:
-Te voy a llenar de leche.
Empezó a envestirme con más fuerza hasta que sentí un líquido tibio bien adentro mío.
Se quedó agitado.
Su pija se fue saliendo sola, lentamente, luego se tiró a mi lado y me dijo:
-Me gusta que seas mi nena.
Te gozo mucho.
Ahora hacete la paja, pero como las chicas.
-¿Cómo? pregunté
-Así, me dijo, pasate el dedo grande por el cuerito(prepucio) tocándote la cabecita en círculos.
Lo hice, juntando las piernas.
El me decía al oído:
-Así , así se tocan las nenas, así.
y me franeleaba las piernas.
-Qué divino que fue acabar así, como una verdadera chica.
Me encantó.
Esa noche había descubierto muchas cosas nuevas y excitantes.
Levantamos el colchón y nos despedimos para dormir.
Esta vez me dio un piquito diciéndome:
-Hasta mañana nena.
Hasta mañana, mi novio.
contesté.
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