Mi primo Sammy (13) y yo de 16 por fin cogemos y hacemos más cosas
El día llegó y por fin mi primo Sammy y yo, cogemos, lo más rico.
Regresé!!!, me escribieron mucho por telegram, sí, dejé muy inconclusa la historia, lo que pasó es que estuve fuera del país. Pero retomamos.
Si bien leyeron en el último relato, mi primo Sammy y yo, llevábamos ya varios meses de cosas sexuales, comenzamos con masturbación cada quién por su lado, pero en el mismo espacio, pasamos a masturbación mutua, a conocer nuestras zónas erogenas, a chuparnos casi todo (menos la verga y el culo), y por fin después de meses, pasamos a eso, a hacer 69 y yo, a probar la delicia de culo que tenía.
Les recuerdo que esto es 100 por ciento real, para quienes no me leen desde los primeros relatos, les invito a que en mi perfil los busquen y lean del primero al último. Yo ya no tengo 16, esto pasó en esos años, ahora tengo 38.
Sigo, después de la vez que por fin nos mamamos mutuamente la verga y que le probé el culo lampiño, sabía que era cuestión de tiempo que me preguntara por coger, ya era lo único que no habíamos hecho, y sí, sucedió.
No esa semana, como les conté, mi primo estudiaba la secundaria, yo ya estaba en la prepa, no vivíamos juntos y pues nos veíamos a veces, hacíamos lo posible, pero siempre como justificando que iba a estudiar a mi casa o yo de visita.
Volvimos a ir de vacaciones a mi pueblo en Veracruz, pude escaparme con mi familia y fue mi primo, esa complicidad de ya no tener descaro pues ayuda mucho, ya en cualquier momento sin que nos vieran nos agarrábamos la verga o el culo. A veces estando parados le metía la mano por el short, le metía la mano en su cola, sudadita rica, y me olía los dedos, uff. Esa acción fue la que le hizo preguntarme si creía yo que meter la verga dolía.
«Creo que sí, o eso supongo», le dije. ¿Por qué preguntas?, le dije. Me contestó que sentía rico cuando le pasaba el dedo por la cola, y cuando le tocaba el ano directamente, como si fuera a meterle el dedo. Le dije que luego podíamos checar.
Fuimos un día a la playa, normal, estando metidos a suficiente distancia me dijo: ¿qué se sentirá mamarla debajo del agua?, le dije, «no sé», pero probemos.
Obvio había que ser prevacidos, estaban sus papás, mi papá, otros primos fuera de la playa y aunque estábamos a varios metros y en el agua, un mal movimiento podría hacernos evidentes, lo hicimos con cuidado, no, no se siente igual, pero el morbo de estar jugando fue lo divertido. Además, en el tiempo que llevábamos jugando, mi primo creció al menos un año, estaba más bueno, le crecieron las nalgas muy rico, la verga uff estaba deliciosa, era lampiño, eso me encantaba.
¿Y el tío Jaime?, la verdad es que en esos años apenas y me saludaba, no convivíamos mas que cuando estábamos todos, y él ni en cuenta que mi primo Sammy y yo nos estábamos comiendo.
Esa noche de la playa, nos quedamos con familiares que viven cerca, no en mi pueblo como tal, ya saben, los tíos y papás queriendo beber y demás. A mí y a Sammy nos mandaron a un cuarto solos, porque era muy chico el espacio. Cuando nos dijeron nos reímos disimuladamente. Además era una cama individual.
Ya que llegó la hora de irnos a dormir, obvio ya ni siquiera preguntábamos si íbamos a hacer algo, ya era de comenzar, besarnos, chuparnos las tetillas, el cuello, bajar a la verga y hacer el 69, lo hacíamos porque era lo que nos gustaba y así podía yo pasar de la verga al ano.
Yo sabía que yo era gay y que Sammy no, pero disimulaba yo mucho, fingía que solo era un juego. Y esa noche lo empiné, le abrí las nalgas, era una cosa deliciosa, no estábamos con la luz prendida, pero por la ventana entraba la luz de afuera de los postes y se alcanzaba a ver una cosa rica.
Nos habíamos bañado al llegar de la playa, así que ambos estábamos limpios pero sudados por el calor, sabía super delicioso su ano, y recordé lo de los dedos, le dije, puedo intentar meterte un dedo, y me dices si te duele. Dijo, va. Obvio hice buena labor de chuparle el ano.
Hice el intento, y entró poquito, gemía muy rico pero despacio porque aunque afuera seguían tomando, y había música y ruido, no podíamos dar pie a nada. De él salió decir, ¿y si me la metes? Yo estaba en shock, sabía que era la excitación la que hablaba, porque aunque muchos duden de la sexualidad de mi primo, la verdad es que no es gay, no lo era en ese momento, estaba en la edad donde todo es rico, y el sexo más.
Me decidí, me acomodé, y recordé cómo lo hacía el tío Jaime, mi verga no es grande y menos en ese momento, pero eso ayudó, porque cuando iba entrando, fue suave y le gustó, dijo que sí le dolía poquito, pero que siguiera. Wooow, era mi primera vez metiendo la verga, no sabía que así se sentía, fue delicioso, metí y saqué, Sammy decía que sentía ganas de orinar y de hacer del dos.
Ninguno pensó en los accidentes que podía haber, propios de sexo anal, pero no, no manchó ni nada, la sensación de hacer pipí y popó, yo sabía que era normal. Comencé a moverlo más rápido, Sammy gemía delicioso.
Me vine adentro, no aguanté sacarlo, y le avisé. Saqué la verga de su culo y se la jaló, en 5 segundos se vino. Ya ni siquiera se planteó que él me cogiera. Pero dijo que sintió raro, pero rico, que le había gustado la sensación.
Bajó disimuladamente al baño a sacar los mecos, le dije que se limpiara bien y que no dejara rastros, sirvió que viera cómo estaba el ambiente, todo normal. Subió y dijo que luego le tocaba a él, pero que había estado muy rico.
Al siguiente día volvimos a ir a la playa, pero nos regresamos a la casa de mi pueblo, ese día no hicimos gran cosa, en la casa de mi tía y su esposo, el tío Jaime, era difícil coger como tal, porque no dormíamos solos. Pero seguimos con el jueguito de manosearnos. Y así fue esa primera vez, ¿hubo más? siii, mucho más, pero eso, después.
Me pueden escribir a TG como @York85n Ya estoy de vuelta
con ganas de leer la siguiente parte
Uffff