Mi primo Sammy de 13 años me pide cada vez más verga y yo no me niego
Sammy se empieza a soltar cada vez más y yo no me niego, aunque ya creo que nos pueden cachar.
Regresé, para quienes no me ubican o recuerdan, soy Mateo y lo que cuento es 100 por ciento real, pero pasó hace ya muchos años, ahora tengo 39 años. En la historia de mi primo Sammy, él tenia 12 y yo 15, luego 13 y yo 16 y así, sucesivamente.
Me quedé en este relato: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mi-primo-sammy-de-13-anos-aprende-a-comerse-la-verga-como-nadie-y-cada-vez-pide-mas/
Aún quedan varias partes, pero no me gusta ponerles parte 1, 2, 3, sino que sean historias únicas que forman parte de un todo.
Prosigo, después de aquella vez que cogimos rico, como ya más en forma, y que le chupé su rico culo lampiño y sudadito, noté que ya estaba dando pasos más grandes en eso del placer. Ya no se limitaba ni le daba tanta pena.
Me gustaba que Sammy no se clavara en lo de ser gay o no ser gay, sino que era un «juego» para conocernos y saber lo que nos gusta. Casi siempre fue con un trato previo, de preguntarnos «¿qué quieres hacer?», o ¿a qué quieres jugar?
A veces eran solo mamadas en un 69, otras era mamada de culo y jalada. Otras sí se podía que se la metiera. Yo siempre me sentí más pasivo, por lo que pasó con mi tío Jaime (leer relatos pasados), pero con Sammy me gustaba sentir ese poder de llevarlo a donde yo quería, al placer.
Nos veíamos cada vez menos porque yo ya iba en la prepa y la verdad siempre fui muy «ñoño», muy listo pues, y me gustaba sacar buenas calificaciones, Sammy por su parte, todo lo contrario, iba de mal en peor. Lo de la separación de sus papás le daba como en su ánimo. Ya comenzaba a darse sus bebidas, con sus amigos, lo sé porque me lo contaba.
Pero el juego seguía, yo hacía lo posible por ir a quedarme a su casa, en unas nuevas vacaciones, mi papá decidió llevárselo, como para distraerlo. Le dieron permiso y eso fue genial, porque íbamos justo a la casa del tío Jaime, que dicho sea de paso, ya no me pelaba ni yo a él.
Mi madrastra tenia una cámara de video, de esas de 8mm, de casette, y sí, adivinaron, yo me la pasaba grabando cosas de todo un poco, pero sin que hubiera la tecnología de hoy en día, nos surgió la curiosidad de vernos mamando, y lo hicimos en una de las salidas a la playa.
En los baños donde nos quitábamos la arena se podía porque esa vez solo estabamos los dos, nos adelantamos a bañarnos en lo que mi papá y familia se disponía a recoger las cosas. Sammy comenzó y yo lo grababa, woooow, ver eso fue impresionante, de verdad Sammy ya tenía práctica, cualquiera pensaría que sí era gay, pero no, de verdad no, solo era un chavo de 13 años conociendo su sexualidad.
De la primera vez, a cuando llegamos a ese punto, mamaba súper rico, ya no mordía, ya lo disfrutaba y sí, le gustaba verse, y a mí grabarlo. No, nunca grabamos la cogida, de hecho, ese casette en particular lo terminé rompiendo porque me daba miedo nos cacharan.
Esa práctica la llevamos a muchas ocasiones después, disfrutábamos más el hacerlo que el verlo, aunque era muy rico, ojala tuviera ese material actualmente pero no, lamentablemente no. A veces lo que hacía era regrabar sobre las imágenes y así evitar un problema.
Sammy se sentía más cómodo siendo cogido, eso comenzó a gustarme, su parte pasiva me gustaba sentirla. Intentamos varias veces que me la metiera el a mí, pero no se podía, no sé si lo que me pasó con el tío Jaime me generaba un problema pero sentía que no entraba, me encontraba más cómodo cogiéndolo.
Comenzamos a ver porno hay que yo conseguía cerca de un metro en la CDMX, yo ya tenia edad de poder moverme y pues las compraba a 10 pesos. Lo hice para aprender sobre posiciones y así, y era como irle poniendo sabor a cada juego.
Pero eso en otra ocasión…esto solo es para decir, que regresé. Quien quiera puede leer mis relatos anteriores, que son reales 100% y que les darán mayor contexto. Me pueden buscar en TG como @York85n Su amigo Mateo
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