Mi primo universitario Yahir: Parte 1

Beto le da hospedaje a su primo Yahir mientras está estudiando en la ciudad. Se topan con el morbo de frente y se desatan las ganas, miradas y la necesidad de sexo morboso y guarro.

Parte 1: Cuando llegó a vivir conmigo

Me llamo Beto. Tengo 28 años, vivo solo en la Ciudad desde hace rato. Trabajo desde casa, me va decente. Soy blanco, alto, peludo, barba cerrada y panza chelera. Ando casi siempre en calzones, sin pena.

Hace como un año se vino a vivir conmigo Yahir, un primo del pueblo. Tiene 18, acaba de entrar a la uni. Es alto, flaco, moreno, piel lisa, cero pelos, cara de niño pero cuerpo de vato. Lo conozco desde siempre, pero de lejos.

La neta, al principio todo tranqui. Él en el cuarto de visitas, yo en el mío. Bien educado, medio callado. Pero con el tiempo empecé a notar cosas.

Se me quedaba viendo cuando andaba en boxers. Que cuando pasaba por su cuarto, lo veía acostado con el short bajado hasta medio muslo, con la mano cerca del bulto, según él “por el calor”.

La neta el morro está cabrón. Tiene algo que me prende. Y yo, aunque me la doy de muy vato, soy curioso desde hace rato. Solo que nunca lo había llevado tan lejos. Hasta que pasó.

Un día en la tarde, estaba acostado en mi cuarto viendo porno en el cel. No haciendo nada todavía, namás tonteando. Me dio calor y me metí al baño a darme un regaderazo.

Dejé el cel desbloqueado, con el video abierto.

Desde la regadera, escuché que sonó.

Le grité:

—¡Yahir! Contéstame el cel, porfa.

—Era Juan, dice que ya está listo pa’ que lo pases a recoger —me gritó.

Yo nomás pensé: “verga… el porno ”.

Salí en chinga del baño, solo con la toalla, y dejé la puerta abierta. Me acerqué y lo vi de espaldas, parado frente a la cama.

Estaba jalándosela, viendo mi celular. Con el porno que yo había dejado.

Shorts abajo. Nalgas flacas, apretadas. Verga morena, parada.

No se dio cuenta que lo estaba viendo. Me quedé congelado unos segundos, y luego me regresé al baño sin hacer ruido. Me senté, me saqué la verga y me la jalé como loco con esa imagen. Me vine en chinga, mordiéndome la mano.

No hablamos de eso. Ni una palabra, el no supo nada.

Días después, tipo 11:30 pm, ya estábamos en casa. Calor infernal. Yo en la cama, boxers, viendo TikTok. De pronto toca la puerta leve.

—¿Qué pasó? —le dije.

—¿Puedo dormir aquí? Allá no se aguanta —me respondió.

Se metió, sin camiseta, en puro boxer apretado. Se tiró a mi lado. Boca arriba.

Yo ya estaba bien parado.

No le dije nada. Nomás me giré de lado y me acerqué un poco.

Le puse la mano en la cintura. No se quitó. La bajé lento, hasta el borde del boxer. Rozando apenas el pubis. Y él solo empujó tantito la cadera para que llegara más.

Le agarré la verga por encima del boxer.

Estaba dura. Se la sobé suave.

Él no dijo nada. Ni se movió.

Me estaba dejando hacerlo.

No llegamos a más. Solo se la toqué unos minutos. Luego me di la vuelta y traté de dormirme.

Salimos un sábado a tomar. Nos echamos unas cubas, nos reímos, estuvimos con los de siempre.

Yahir andaba más prendido que nunca, bailaba como si ya no fuera el morro serio de siempre.

Regresamos tarde. Me acosté en mi cuarto, en boxer, sin camiseta, con el aire a tope. Ya medio mareado, caliente.

Yahir se metió al rato.

—¿Aquí sí hay aire? El calor está de la verga en el cuarto

—Simón, pásale.

Se tiró al lado mío. Boca arriba.

Yo lo miraba. Le vi el bulto gigante en el boxer, como si me lo estuviera poniendo en la cara.

Me acerqué.

Le agarré la verga por encima.

Firme. Caliente.

No dijo nada.

Y entonces, se bajó el boxer él solo.

Lo dejó en las piernas. La verga morena, mojada, saltó hacia arriba.

No pude resistirme.

Me acomodé entre sus piernas y me la metí a la boca.

Lo mamé completo, con vicio. Le pasé la lengua por todos lados. Sentía cómo le latía, cómo se tensaba.

Él respiraba fuerte y no decía nada.

Cuando sentí que se iba a venir, me subí de nuevo. Lo besé.

Nos pegamos. Me giré boca abajo, y le levanté el culo. Así nomás, no le dije nada

Él ya sabía qué pedo.

Me escupió, me metió un dedo. Luego otro. Yo ya me estaba empujando solo.

Y me la metió.

Lenta pero toda.. me abrió completo.

Sentía cómo entraba y me llenaba.

Yo me agarraba de la cabecera, gimiendo ronco, pidiéndole que no parara.

el me la siguió metiendo cada vez más duro. Sentía su mano en mi nuca y lo oída gemir.

Los pelillos de sus piernas se sentían haciéndome cosquillas en las mías. Así duramos unos 15 minutos

Hasta que de una se vino adentro. Sentí su verga vaciarse y palpitar adentro. No pude hacer más y m vine con su verga adentro.

Nos quedamos tirados, pegados, sudados.

Ninguno dijo nada y nos dormimos

 

PD: Porfa dejen sus comentarios, es la primera vez que hago algo así, muy quiero saber que les parece. Besos en el dese