MI PROFESOR DE GEOGRAFIA (2ª parte)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zoofmalaga.
Después del primer encuentro con mi profesor de geografía y entrenador de fútbol, les contaré los siguientes encuentros.
Aquella primera clase de conducir había sido bastante mas placentera de lo que había imaginado, nunca creí que pudiera terminar de esa manera y mucho menos que las intenciones de mi profesor y entrenador, Luis, fueran tener relaciones sexuales conmigo.

Una vez finalizada esa primera sesión, nos dispusimos a volver a mi casa, durante el camino Luis me preguntó si había tenido antes alguna experiencia sexual y le conté lo que me había sucedido a los 9 años con aquel desconocido, el escucho con mucho interés mi relato y era evidente que volvía a estar excitado ya que el bulto debajo de su pantalón empezaba a notarse.
Al llegar a la puerta de mi casa nos despedimos con un simple hasta mañana, no hizo falta que me dijera que no contara nada, no tenía intención de hacerlo.
Llegue a casa y me fui directamente a la ducha, a pesar de que ya me había duchado en el estadio, mientras me duchaba recordé cada momento de la inesperada clase y no me quedó más remedio que masturbarme para bajar mi erección.
El día siguiente en el colegio tuve clase de geografía y aquella situación me ponía a mil revoluciones y más que pensar en las explicaciones que estaba dando, pensaba en la siguiente vez que podría disfrutar junto a él.

Por fin llegó el viernes y el entrenamiento, durante las dos horas que duraba este, no dejaba de mirar el reloj, el tiempo pasaba mas lento que nunca, cuando sonó el silbato corrí al vestuario a ducharme y prepararme para mi siguiente clase de conducción.
Una vez todos preparados nos subimos al vehículo y fuimos dejando uno a uno al resto de los compañeros y después de dejar al último nos dirigimos a la explanada, durante el traslado hablamos de lo sucedido el miércoles.
LUIS- tienes algo que decirme de lo que sucedió el miércoles?
YO- no, nada.
LUIS- te has arrepentido de haberlo hecho?
YO- noooo.
LUIS-entonces te gustó?
YO- mucho.
LUIS- te gustaría repetirlo?
YO- si, me gustaría.

Llegamos a la explanada y encontramos que había otro coche haciendo prácticas, nos pusimos con la clase en el otro extremo y así estuvimos una media hora, durante este tiempo Luis tenía su mano encima de mi paquete y no dejaba de acariciármelo, no hace falta decir que se me puso la polla muy dura con esa maniobra.
Esperamos a que el otro vehículo se fuese, cosa que afortunadamente sucedió pronto.
LUIS- nos vamos al mismo sitio de la otra vez?
YO- si, ese sitio esta bien.
Dirigí el coche hacia ese rincón oscuro y apagué el motor y las luces, Luis accionó la palanca para reclinar el asiento y yo me bajé los pantalones hasta dejar mi polla a su alcance.
LUIS- veo que estabas deseándolo.
YO- si, desde que llegué antes de ayer a mi casa.
LUIS- pues no te voy a hacer esperar más.

Y dicho esto, se inclinó sobre mi dura y erecta polla y me volvió a hacer una mamada increíblemente buena, yo gemía como un loco y le pedía que no terminase nunca, el paraba cuando notaba que mi excitación había llegado a su punto más alto y me lamía los huevos para relajarme y hacer que durase más.
Metió su mano entre mis piernas y la empujó bajo mis nalgas, yo levanté ligeramente mi culo para facilitarle lo que pensaba que quería hacer, comenzó a masajearme mi estrecho y cerrado ano, ya que desde hacía cinco años no había vuelto a tener actividad.
LUIS- esta muy cerradito, que rico.
YO- si, no me han tocado ahí desde aquella ocasión.
LUIS- eso también habrá que solucionarlo, jajajaja.
YO- eso espero, jajajaja.
Luis continuó con su magistral mamada mientras me masajeaba la entrada de mi estrecho culito, hasta que no pude aguantar más y me corrí en su boca, tragó todo lo que le di y me limpió la polla con la lengua, luego escurrió las ultimas gotas de mi pene y las limpió con le dedo.
LUIS- ahora ponte boca abajo que tenemos algo que solucionar.
YO- no me harás daño, verdad?
LUIS- no te preocupes por eso, se lo que me hago, no es la primera vez.

Obedecí a mi amante y me puse boca abajo, con su mano izquierda me ayudó a levantar un poco mis nalgas, dejando la entrada de mi cueva al descubierto, me separó los cachetes y me la masajeó con el dedo en el que tenía mis restos de semen, que hicieron de lubricante.
Aquel masaje me volvía loco, me pareció más placentero que la primera vez que me lo hicieron, noté como empezaba a relajarse y a dilatar, hasta que sin decirme nada empezó a introducirme el dedo, primero solo un poco y lo sacaba para volverlo a meter, después casi entero y lo metía y sacaba con mucha delicadeza.
Aquella sensación era completamente nueva para mi y me resultaba muy placentera, tanto que le pedía que no parara.
LUIS- veo que te esta gustando.
YO- si, mucho, por favor no pares.
LUIS- no te preocupes por eso que no tengo intención de parar.
Continuó haciéndolo durante un par minutos hasta notar que entraba y salía con facilidad, entonces mojó sus dedos con saliva y volvió a introducirlos, primero uno y después introdujo un segundo dedo, eso me hizo enloquecer de placer.
LUIS- te molesta?
YO- no, no me molesta, me gusta, esto lo decía entre sollozos y gemidos.
LUIS- entonces sigo?
YO- si, por favor y no pares.

Luis continuó penetrándome con dos dedos y yo no paraba de gemir, aquello me parecía maravilloso, unos instantes después noté como sacaba sus dedos y me lamía el culo con su lengua, una sensación que no olvidaré nunca, metía y sacaba su lengua de li culo, a la vez que lo preparaba para lo que iba a suceder.
Dejó de lamerme y volvió a introducir sus dedos, primero uno, luego dos y unos instantes después un tercero, al principio me molestaba un poco, pero era mayor el placer que producía, no paraba de jadear y de pedirle que siguiera y él obedecía sin decir nada, seguimos así unos minutos y yo ya volvía a estar con una erección tremenda, Luis echo su asiento para tras y se bajó los pantalones.
LUIS- creo que ya estas preparado, haz lo que yo te diga.
YO- que quieres que haga?
LUIS- primero mete mi polla en tu boca y chúpala un poco, pero déjala bien mojada de saliva.
YO- lo que tu digas. Y obedecí sus ordenes.
LUIS- ahora pásate a mi asiento y siéntate encima mía, mirando hacia mi.
YO- así? Le pregunté mientras me sentaba sobre él.
LUIS- así, perfecto.
Puso la punta de su durísima polla en la entrada de mi culo, presionó un poco y noté como se abría para ir permitiendo su entrada.
LUIS- ahora eres tu el que tiene que hacer el trabajo, ve empujando para que entre, así controlas tu cuando y cuanto quieres que entre y si te duele puedes parar.
YO- de acuerdo, así lo haré.

Me fui dejando caer poco a poco y notando como aquella majestuosa polla iba entrando milímetro a milímetro dentro de mi, me parecía que no iba a terminar nunca de entrar, al principio sentía una extraña mezcla de dolor causado por su tamaño y placer, pero era mucho mas fuerte lo segundo.
Cuando desapareció el dolor y pensando que ya había entrado toda, me senté de golpe, pero aún quedaba polla por entrar y entro de una vez y hasta el fondo, la sensación fue tal que me corrí sin haberme tocado, llenando su pecho con mi leche y dando un grito ronco y ahogado por el placer que había sentido.
LUIS- te gusta verdad?
YO- si, me encanta.
LUIS- no había imaginado que fueras tan maricón, pero me gusta mucho que lo seas.
Dicho esto, mi profesor empezó a culear para meter y sacar su polla de mis entrañas y lo hacía con tanta maestría como enseñaba geografía.
Yo creí volverme loco al sentir como aquel pedazo de carne entraba y salía de mi culo con tanta suavidad y gemía sin poder evitarlo, mis gemidos se mezclaban con los de Luis, quien también parecía disfrutar con aquello.
Después de unos cinco minutos en esa postura me dijo que íbamos a hacerlo de otra forma, abrió la puerta del coche y salió.
LUIS- ponte a cuatro patas en el asiento, con el culo para afuera.
YO- así esta bien?
LUIS- si, pero saca un poco mas el culo.
YO- así mejor?
LUIS- así esta perfecto, veras como así te gusta más.
YO- más aun?
LUIS- mucho más.

Se colocó detrás de mi, depositó saliva en su gorda polla, la acercó a la entrada de mi culo y la metió de un solo golpe, yo creía que me saldría por la boca, de lo profunda que la noté, pero el placer que sentí fue tan grande que le pedí que repitiera.
YO- sácala y vuelve a hacerlo, le grité
LUIS- ves como te iba a gustar.

La saco y repitió la embestida varias veces, hasta que la dejo dentro y empezó a bombear frenéticamente, yo notaba como sus testículos golpeaban contra mi, estuvo así unos diez minutos, con repetidos cambios de ritmo para evitar correrse y prolongar la situación, hasta que noté como su polla aumentaba de tamaño y comprendí que se iba a correr, entonces explotó dentro de mi y noté como los chorros de leche invadían mis entrañas mientras oía sus gemidos que aunque intentaba controlar le salían sin poder evitarlo, se quedó quieto unos segundos y después dio varios empujones cortos y secos a la vez que me acariciaba el culo.
LUIS- por fin este culito ha sido mío, lo deseaba desde el primer día que viniste al colegio.
YO- será tuyo cada vez que me lo pidas.
LUIS- eso será con mucha frecuencia.
YO- estaré deseando que así sea.
Sacó su polla de mi culo y me puse en pie, en ese momento vi que tenía una erección importante.
LUIS- parece que no estas cansado aún y que sigues queriendo más, pues habrá que solucionarlo.
Se puso de rodillas en el suelo y comenzó a mamarmela, pero con suavidad para que no me corriera.
LUIS- Has follado alguna vez un culo?
YO- no, nunca.
LUIS- pues ya va siendo hora.
Se puso en la misma posición que había tenido yo y sin pensarlo me acople detrás de él y se la metí hasta el fondo, tardé tan solo un par de minutos en volverme a correr en su interior, Luis gritaba, ya sin intentar evitarlo y yo descargué en él la poca leche que me quedaba.
Como imagináis estos encuentros se repitieron con frecuencia, con mucha frecuencia.
Algún día contaré otros que tuvimos en los años que fue mi profesor