Mi relación con su padre me inclino a tener relaciones con sus hijas
Siendo homosexual, inicio una relación con un señor maduro y nuestra comunicación constante hace que sus hijas se vean atraídas por mi persona y llegar a tener relaciones sexuales, para mantener el estatus paterno y varonil del jefe de la casa..
Hace unos años, siendo yo un adulto joven de 30 años, ya considerando que tenia una preferencia homosexual y en especial por hombres maduros, corpulentos, masculinos; me encontraba en un club de Squash en donde frecuentaba una vez por semana. En varias oportunidades había visto un señor de aproximadamente 50 años, robusto, cuerpo y complexión grandes, velludo que peinaba canas y muy varonil. Casi siempre lo alcanzaba a ver en el momento de salida donde compartíamos un ligero y sutil baño sauna antes de las regaderas. Nuestros momentos era solamente de dar un saludo y una vista ligera, en mi caso dejaba volar muchas imágenes por mi mente al contemplar ese cuerpo sudado, grande entre músculos y grasa con mucho vello corporal, su cara afeitada y de voz fuerte. No pasaba a más que un pensamiento morboso que se desvanecía al salir del club.
En una oportunidad y he de decir después de meses, quizás unos cuantos años, de lo antes mencionado, ocurrió que coincidimos solos en el cuarto del sauna en donde luego de haber efectuado nuestras actividades en el campo de squash, nos encontramos ambos con una toalla en la cintura, y de pronto veo a ese hombre enorme traer una silla de plástico y colocarla frente a mi, verlo sentarse y abrir la toalla dejando entre ver en la nebulosa del vapor un cuerpo atractivamente robusto sudado y luego de acomodarse en la silla un miembro que hacia honor a su cuerpo bien gordo y cabeza redonda como tomate manzano, pocos segundos transcurrieron para sentir una de sus manos fuerte y grandes correr sobre una de mis piernas y tocar mis genitales, los cuales respondieron inmediatamente con una erección, que el manipulaba perfectamente arriba y abajo tocando con sus dedos la cabeza de mi miembro haciendo se humedeciera viscosamente con precum. Realmente fue sorpresivo, era como estar viviendo un sueño hecho realidad, en donde lo que uno pudo haber pensado podría pasar, si ocurriera, no seria predecible. Era una sensación de gozo, plenitud y éxtasis conjugados.
Se levanta de la silla, y yo respondiendo de la misma manera, simplemente se da vuelta, aproxima mis manos al rededor de una barriga prominente redonda y fuerte y vuelve a tomar mi órgano al cual lubrica con su propia saliva aproximando la cabeza de mi miembro con una erección digna de reverencia a su agujero que fue cediendo con forme mi cuerpo iba empujando y afirmando mis manos al rededor de su cintura y acto seguido paso a tomar sus caderas frondosas redondas y fuertes. Pasaron unos segundo de bombear pausadamente mientras ambos gemíamos de placer, Si, placer de sentir un espacio cálido húmedo que me dejaba deslizarme en un bombeo estremecedor y sus gemidos me complacían más, por percibir que él sentía también un gozo.
De pronto oímos que la puerta se abre, lo cual nos hace cortar ese ejercicio fuera de nuestras rutinas que nos estaba reconfortando a ambos de una manera sublime. El vapor no permitía ver adecuadamente después de un metro de nuestros cuerpo, por lo que tomamos nuestras toallas y primero salió él y a los pocos minutos yo. Lo encuentro en las duchas y solamente compartimos unas palabras en donde mencionamos cosas cotidianas y de pronto se retira, se va a los vestidores y se retira.
Todo parecía, hubiese sido un sueño de aquellos que uno despierta abruptamente por un ruido externo, y por mas que uno desea volver a conciliar el sueño y proseguir en donde se corto, ya no se logra.
Transcurrieron unos seis meses sin volvernos a ver, a pesar de mi presencia en el mismo día, cambio de días y horarios y todo fue fallido. Así transcurrieron un poco mas de seis meses, hasta que un día se presenta la oportunidad de un trabajo de campo universitario y llego a recoger a una compañera de dicho trabajo y mientras la espero salga de su casa, veo caminar aproximándose a un varón de los que me hacen ver de pies a cabeza y su proximidad coincide con la presencia de mi compañera, quienes se saludan y despiden y se menciona que íbamos a un trabajo de grupo. Nos presentamos y saludamos con una reverencia y seriedad tal, como dos personas recién conociendo y sabiendo que hay que apresurarse por las circunstancias mencionadas.
Evidentemente por ser un trabajo de campo universitario, ameritaban mas reuniones y yo muy servicial me ocupaba de pasar a traer a la compañera. La tercera vez, ocurre que al ir a dejarla. el señor padre sale antes que yo me despida, menciona ira a hacer una diligencia a una tienda a pocos metros, y al despedirse mi compañera entrando a su casa, se aproxima su padre a paso aligerado, se aproxima a la ventanilla del vehículo y me dice con voz fuerte y sensual. – Siempre he deseado a volver a estar contigo, pero preferí no frecuentar el club, para evitar un compromiso mas fuerte. – Tuve temores. Mi respuesta fue, – Yo te busque, pero desapareciste!. Rápidamente me dice, pasa por mi mañana, esta misma hora, en la próxima cuadra.
Como es de suponer, allí estaba presto y mas que listo. Así continuo e inicio una relación de varios años. Nuestros cuerpo se fundían en una armonía sensual tal que ambos disfrutábamos en nuestras sesiones el sentir uno al otro en toda la plenitud de dos hombres que disfrutan dar y y recibir lo mejor de cada quien.
Es así como llego a ser una persona conocida en la familia con mucha amistad, me participaban a los eventos de familia y mi relación con el señor de la casa hacia que yo estuviera todos los días, lo pasaba a traer a su oficina donde compartíamos lo mas noble que compenetra la relación de dos hombres dando lo mejor de cada uno.
No había pasado mas de unos 6 meses cuando la hija mayor, no quién compartía actividades universitarias, de quien hiciera referencia en párrafos anteriores a quien le debía con mucho agradecimiento el haber vuelto a encontrar a este hermoso hombre; empezó a tener un acercamiento con mi persona, invitándome a reuniones de su trabajo y por cortesía yo aceptaba. Fue así como en un par de oportunidades entre coqueteos y sutilezas propias de la feminidad, hubo un par de relaciones sexuales que, aquí confieso no eran totalmente satisfactorias, ante el sentimiento y relación con su padre aunado a mi preferencia sexual. Ella muy perspicaz, y su trabajo en otra ciudad hace que su vida sentimental se desvié hacia otra persona, lo cual fue un alivio, en lo que a mi correspondía.
Pero Luego la hija menor, aquella compañera a quien yo debía haber vuelto a encontrar a este hombre, empieza con la misma situación de acercamiento. Llegando a tener relaciones, que como mencionaba en el titulo, mi relación con el padre, me inclino a tener relaciones con sus hijas y aquí comprenderán al final de este resumen, que todo era por proteger la imagen varonil del señor de la casa. Que mi presencia en casa, que era por estar cerca de él, pasara inapercibida, no percatandome que eso mismo generaba ese grado de empatía de sus hijas para conmigo. Mi deseo era proteger la imagen paterna y he de confesar que para poder lograr un climax en esas relaciones, mi mente tenia que conectarse con lo sublime de sentir al padre con ese hermoso cuerpo grueso, fornido, velludo que junto con el mio se fundían como dos luchadores en su maxima expresión campal, sintiendo lo mejor de uno para el otro. Siempre nuestras sesiones fueron penetrar uno al otro en forma alternativa y satisfacernos al unísono a toda nuestra existencia.
Si deseas que sea mas explicito en algo de esta narración, no vaciles en dejármelo saber y con mucho gusto te responderé.
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