MI SEGUNDA VEZ: UNA DECISIÓN DIFÍCIL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alejandro-1988.
El haber tenido relaciones con César dejó un placer inexplicable en mí. Ya había pasado un año de aquel día y aun siento la sensación como si hubiera sido ayer. Hasta la fecha no había vuelto a tener contacto sexual con él aunque mi cuerpo lo anhelaba. Mi relación de pareja con Ishabell había terminado ya que se le presentó la oportunidad de ir a Francia para trabajar como azafata en una línea aérea de ese país. No fue fácil separarnos el uno del otro pero la decisión ya estaba tomada y no había marcha atrás.
Para mí también era una oportunidad, era el momento de decidir si las ganas de estar con un hombre eran algo pasajero o se había sembrado a partir del momento en que estuve con Cesar. Nadie sabía lo que había pasado hasta que decidí contárselo a uno de mis compañeros del ejercito que hacía no menos de 4 meses me había declarado que era gay, su nombre: Rodolfo.
Rodolfo es de cabello negro azabache ondulado, dos años mayor que yo, venía del campo, de ojos achinados, con barbilla y cejas abundantes, no necesitaba ir al gym ya que el trabajo forzado que ejecutaba en su granja lo hacía irradiar unos brazos fuertes, pecho y abdomen bien formado, manos grandes y piernas bien musculosas. Me apasiona surfear y hacía meses que quería ir a la playa, alquilé una cabaña para ir ese fin de semana y le propuse a Rodolfo que me acompañase ya que no quería ir solo.
Ya en la playa disfrutaba mucho surfear y me olvide un poco de las responsabilidades que tenía en mi trabajo, en la universidad y de todo lo que hasta ese momento me atormentaba, deleitándome así con cada ola que venía
.
Cesé de surfear y salí del agua al ver que todas las personas que allí se encontraban se estaban retirando. Le pedí a Rodolfo que por favor no nos fuéramos ya que quería decirle algo y antes de empezar hablar le hice jurar que por favor no me dijera nada, ni me juzgara y que solo se limitara a escuchar. Treinta minutos fueron suficientes para relatar mi primera experiencia gay y las ganas juntos con el deseo que había causado en mí, tal acontecimiento.
Volvimos a la cabaña para arreglarnos e irnos a una que estaba a 200 metros de la nuestra tras haber aceptado la invitación de un grupo de chic@s que estaban en la playa para acudir a la celebración del cumpleaños de uno de ellos. A las 4 am ya habíamos regresado de la fiesta y nos dirigimos a la piscina para tomarnos unos tragos de tequila que habíamos preparado. Decidimos meternos en la piscina para hacer competencias de nado. Procedí quitarme la ropa mientras él hacía lo mismo y quedando los dos completamente desnudos nos lanzamos a la piscina. Después de competir jugamos a la lucha por buen rato para ver quién era el más fuerte haciendo que nuestros cuerpos rozaran estimulando una erección en mi.
A raíz de eso me sumergí y nade hasta el otro extremo de la piscina dando tiempo para detener la erección. Me senté a la orilla dejando mis pies dentro del agua y colocando mis brazos a los lados me incline un poco hacia atrás, él también salió y se acostó boca abajo a mi lado. No expresábamos palabra alguna. Se levanto y sin dejar de ver lo que hacía volvió a sumergirse quedando solo la mitad de su cuerpo dentro y con sus brazos fuertes se apoyo entre mis piernas para no hundirse. Note que su mirada se perdía en mi sexo y allí vino la pregunta que jamás pensé que iba a escuchar de su parte:
Ale… tu… eres capaz de tener sexo conmigo?
Sonreí y mi pene comenzó a cobrar vida a raíz de esa pregunta y su levante fue a gran velocidad, aun no lo había tocado y ya estaba señalando hacia el cielo exponiendo su liquido presiminal, sin espacio para la duda lo apunte hacia su cara, con su mano temblorosa lo tomo, paso sus dedos sobre el liquido que había salido y lo llevo a su boca. Empezó a masturbarme lentamente mientras olía mis bolas, cerraba sus ojos y suspiraba intensamente, mi sexo ardía al notar tal episodio de deseo, estaba como nunca antes había estado.
Pasaba su lengua desde su nacimiento hasta la punta. Sin perder la miraba que tenia sobre mi pene bajo el prepucio hasta dejar la cabeza al desnudo, arrojó saliva y enseguida comenzó a chupármelo haciendo lo mismo con mis bolas. Su manera de mamar era lenta, afirmando que lo hacía para saborear cada cm de mi pene.
Debido al tiempo que tenia sin tener sexo, sus mamadas habían acelerado mi eyaculación, sentía venir litros se semen por mi meato, así que como pude logre soportar mi eyaculación y le saque de la piscina. Me quede de pie y se arrodillo ante mí para continuar mamándomelo. Lo tome por el cabello y comencé a follármelo por la boca, al ver que no quería comérselo completo, agarre más fuerza su cabeza y empecé con un mete y saca hasta lograr atragantarlo.
Lo acosté boca arriba en el césped y me senté en su pecho dejando mi pene en su cara para que me lo siguiera mamando. Al ya sentir el malestar en su espalda por el césped se levanto y se colocó a 4 patas sobre un mesón que allí estaba, empecé a lamer y a succionar su culo y su respiración se tornó acelerada, lo chupaba con todas mis ganas, le quería meter toda mi lengua y con sus propias manos ayudo abrir lo mas que pudo sus nalgas para así chupar más adentro de su agujero caliente, deje suficiente saliva para comenzar a pasarle mi pene de arriba hacia abajo y viceversa, lo coloque en su hoyo y empuje un poco para penétrarlo pero me costaba metérselo porque se resistía a hacerlo sin protección.
No quería perder las ganas y fuimos a la habitación, lo lleve hacia la cama y me acosté encima de él, comencé a besar su cuello, a lamer sus orejas, a morder sus labios, a chupar su lengua mientras suspiraba de placer. Moje mis dedos con saliva y comencé a metérselos por el culo, mientras se masturbaba me decía que lo hiciera con cuidado ya que le molestaba, no tardo en acostumbrarse y logre introducir tres de ello, metía y sacaba mis dedos y hacia movimientos circulares por varios minutos hasta que eyaculo gran cantidad de semen espeso. Saque mis dedos y tome su semen y los volví a meter en su culo nuevamente mientras seguía dando gemidos de placer.
Era mi turno de masturbarme y me acosté, él se apodero de mi pene y comenzó a hacerlo hasta que empecé a suspirar velozmente, mis músculos se templaron y fue chupando mis tetillas, mis pechos hasta llegar a mi pene y tras darme varias mamadas dejo su cara frente a él, hasta que sus masturbadas dieron paso a varios chorros de semen que salieron disparados hacia su boca, su nariz, sus ojos, toda su cara estaba siendo salpicada mientras seguía masturbándome para sacar hasta la última gota de semen.
De vuelta a la ciudad seguía excitado, me lamentaba el no haber tenido un condón para penetrarlo. Nos detuvimos en una estación de servicio para echar gasolina, decido ir a una tienda que estaba allí a comprar algunas cosas Al regresar ya había llenado el tanque y se encontraba estacionado, le di las bolsas de las compra y me fui al baño.
Tres tipos habían en el baño, sus edades oscilaban entre 30 y 45 años aproximadamente, me dirigí hacia la última cabina, espere que todo quedara en silencio y le envié un mensaje de texto a Rodolfo dándole algunas instrucciones de lo que tenía que hacer. Sentí entrar a alguien en el baño hasta que tocaron el cubículo donde yo estaba, sin pensarlo abrí y era él. Lo hice entrar de prisa sacando de mi bolsillo la caja de condón que había comprado en la tienda. Se impresiono al verlo y sin perder tiempo comenzamos a besarnos, nos quitamos la franela, baje mis short hasta mi rodilla y lo puse a mamarme el pene. Teníamos que hacerlo rápido así que se puso de espalda apoyándose en la pared, saco su culo y abriendo sus piernas me agache para lamérselo
Mientras se lo lamía me ponía el condón, a las afueras se escuchaban voces pero no me preocupaba, eso hacía que el ambiente se volviera interesante. Ya con el condón puesto y con mi pene en mis manos empecé a buscar su agujero y al encontrarlo abrió mas sus piernas echándose hacia atrás demandándome que se lo metiera de una vez pero no logro meterlo. Con su mano agarro mi pene para dejarlo fijo en la entrada de su hoyo y se lo metió, le di una de las franelas para que la mordiera y así reducir el sonido de sus gemidos, metía y sacaba mi pene sin parar, era tal la temperatura que hasta mis bolas quería meterle.
Gotas de sudor corrían por mi cuerpo. Los movimientos de penetración eran fuertes y rápidos hasta lograr pegarlo a la pared. Sabía que tardaría en eyacular y continúe sin parar, entraban y salían hombres del baño pero yo seguía con mis embestidas. Ya la sensación de eyaculación venia y empecé a morder su cuello hasta venirme en su culo, no quería sacarlo hasta dejar todo mi semen dentro. Al terminar lo saque y deseche el condón, nos colocamos frente a frente, lo seguí besando mientras él se masturbaba hasta que llenó su mano con todo su semen.
Me dio las llaves del carro y salí del baño, fumé un cigarro y encendí el auto para esperar que él saliera y así continuar el camino de regreso a nuestras casas.
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EL RETRATO
Próximamente
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