Mi sobrino 14 y yo 18
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me presento como Dylan, (ese es mi nombre real) Soy alto, moreno casi blanco. y pelo castaño oscuro. Y ahora les diré cómo me cogi a mi sobrino.
Mi hermana me llamo, ya que necesitaba ir a un casamiento, y no tenia con quién dejar a mi sobrino Denim. Si bien, el ya es un adolescente, es un niño de mami, y no sabe hacer anda por su cuenta. Ella estaba dispuesta a pagarme, y acepte de inmediato.
Llegue a su casa a eso de las 9, y mi hermana estaba lista para irse. Me dejo llaves, dinero, teléfonos y se marcho. Denim se encontraba en su cuarto, pensé en no molestarlo, ya que era algo irritante. Y decidí mirar televisión.
Había pasado como una hora y Denim no bajaba. Pensé que se había quedado dormido y subí para verificar. Al abrir la puerta vi a mi sobrino durmiendo completamente tapado. Me alegré de no tener que soportarlo, y baje para seguir viendo televisión.
Había pasado una hora más hasta que encontré una película porno. Ya era de noche y es normal que pasen esas películas a esa hora. Tenia mi verga dura pidiendo una paja, pero estaba resistiendo por si Denim bajaba. La excitación me estaba ganando y no tarde en bajarme los pantalones, masturbando mi verga de color cacao y cabeza rosada de 18 centímetros (no es muy grande pero estoy contento, además es un poco gruesa).. Estaba loco, tratando de venirme cuando una voz me hizo saltar.
–¿Qué estas haciendo?– pregunto el rubio, apague la televisión y me subí los pantalones de inmediato. Ya no tenia erección, mi verga era un objeto flácido por el terror.
–Pensé que estabas durmiendo– fue lo único que pude decir. El solo miraba mi verga entrar en mi boxer y cerrarme el cinturón. Tenia puesto un pantalón corto y una remera blanca.
–¡Te estabas pajeando!– dijo con asco
–Ay Denim, todos los hombres lo hacemos– la verdad no quería contestarle eso, pero sabía que no era nada del otro mundo. Era obvio que el se masturbaba, todos a esa edad lo hacen.
–¿y por qué paraste?– eso me había dejado helado. Mi sobrino quería verme desnudo masturbándome? eso era algo nuevo, bueno no nuevo, de hecho, siempre pensé que a Denim le atraían los hombres, pero la familia es algo intocable.
–porque eso no se hace–
–acabas de decir que todos lo hacemos– respondió aun en su lugar. Se me habían acabado las respuestas.
–¿qué las querés ver?– pensé, en ese momento, que si le mostraba se iría a su cama, así que me baje el cierre y saque mi verga –ahí esta– Sus ojos se abrieron al ver mi verga que comenzó a tomar forma por la situación. El se la quedo observando unos segundos sin decir nada.
–la mía no es tan grande– soltó después de segundos de espera.
–¿Me la querés mostrar?– en ese momento se me cruzo un juego de masturbarnos juntos, seria divertido (después todo seria diferente) El dudo un momento, pero al fin se bajo el pantalón y quedo en un slip blanco. Se notaba una erección, pero respondió: –si me dejas tocarla–
Todo iba mejor de lo que planeaba. El chiquito se había derretido solo al ver una verga, y estaba dispuesto a tocarla, y todos sabemos como termina eso. Le hice un movimiento con mis dos dedos de que se acerque, y sin dudarlo puso su mano alrededor de mi erecta verga.
–me gusta tu color– dijo mientras la sobaba y estiraba la fina capa de piel de mi verga. Su mano era suave, y sentí mi verga latir.
–¿puedo verla ahora?– pregunte intentando ocultar la excitación. El me miro y se bajo el slip, no tenia una verga pequeña después de todo. Tenia una verga de unos 12 centímetros de color blanco y sin el más mínimo rastro de bello. (yo a su edad ya tenia una selva) Todo iba demasiado rápido, el me obedecía y ahora tenia a Denim desnudo frente a mi. No lo pensé dos veces, y lo tome de las caderas y lo puse en mi cintura para comenzar a besarlo. El se entrego completamente, cruzo sus piernas en mi espalda, y sus brazos por mi cuello, mientras trataba de seguir mi lengua.
–me encantas– fue lo que me dijo entre suspiros. Eso me puso a full, y lo apreté más hacia mi, haciendo que su verga rose mi abdomen. La idea de coger con mi sobrino me enloqueció, pero, estaba consiente de las enfermedades, y yo ya había tenido sexo con chicos y chicas sin condón en reiteradas ocasiones, cuando no aguantaba y no tenia condones.
–no puedo– fue lo que lo hizo alejarse.
–¿por qué?– pregunto suspirando por la falta de aire.
–no tengo preservativos, y no puedo. Sos virgen, y te va a doler– dije dándole otro beso. (de verdad no me aguantaba)
Denim salio corriendo, pensé que le contaría todo a mi hermana, y seria mi fin. Pero en menos de 5 segundos había regresado con un preservativo.
–¿De dónde lo sacaste?–
–Me lo dio mi papá– respondió.
–Te va a doler– comente para tratar de hacerlo cambiar de parecer, y detener esto, aunque me moría por meterle mi verga. Estaba ansioso por escucharlo gritar y pedirme más, pero algo me decía que estaba mal. Pero para mi felicidad, no le importo. Se acerco y comenzó a oler mi verga que solo necesito el aire caliente de su nariz para endurecerse de nuevo.
–¿Sabes chuparla?– pregunte tratando de desabrochar el cinturón.
–Ya vi como se hace– ¡Era obvio que se la pasaba mirando porno gay todo el día!
–¡Tenés pelos!- dijo con cara de asombro. La verdad es que me gusta tenerla bien peluda, y en ese momento tenia mucho pelo, como me gusta.
–¿no te gustan?–
–me encantan– respondió pasando su lengua por mis huevos peludos, cosa que me hizo gemir.
–chupamela Denim, dale, no aguanto– dije, y sin esperar respuesta toma se cabeza con mis manos e introduje mi verga en su boca. No me importo su atraganto, ni sus dientes. Me encantaba y no deje que se la saque de la boca.
–Más adentro, más adentro– le ordenaba mientras apretaba su boca contra mi pubis, y al cabo de un rato lo vi con toda mi verga adentro. Eso me hizo estremecerme y sentí el semen salir hacia su garganta. El no pudo tragarlo todo, y un poco callo en mis pelos, que después saco con su lengua y se acerco a besarme. Nunca me atreví a hacer eso, lo vi en varios vídeos porno pero me parecía repulsivo, pero ene se momento no pensé y lleve su lengua a mi boca. ¡Y fue fenomenal!
Lo levante y lo di vuelta agarrándolo de las piernas. Y quedo en cuatro. Baje un poco su slip y le di el primer lengüetazo a su ano. El gimió y eso fue la luz verde que esperaba para meter mi lengua hasta el fondo. No saben el tiempo que pase saboreando ese delicioso ano. Virgen y blanco, una combinación perfecta. Apretaba sus nalgas y las mordía y besaba. El movía su culo para que pueda meter más mi lengua y le encantaba que lo mordiera. Tenia a todo un actor porno a mi disposición.
Metí un dedo y comencé a moverlo a todos lados, tocando todo. Le dolía, era obvio, pero nunca me dijo que pare, y aunque me lo hubiera dicho no lo hubiera hecho, estaba poseído por el sexo, y quería meter mi verga a toda costa en ese agujero.
Era el momento, mi verga pedía a gritos ese culo y estaba dispuesto a embestirlo con todo mi potencial. Le di el último lengüetazo y le bese un poco la espalda, que ya estaba sudada, y yo ni les cuento, parecía que me habían echado un balde de agua.
Me puso el condón y tire un poco de saliva. Le di un almohadón para que mordiera.
–¿listo?– pregunte con la cabeza de mi verga rozando su ano.
–no, dale, pero despacio– dijo con una voz aguda. Lo primero que metí fue la cabeza (obvio) y cuando deje de ver el glande rosado comencé a ir más despacio, para que se acostumbre. En ese momento me di cuenta que frente a nosotros había un espejo, y pude ver su cara, era de dolor, pero se notaba que lo estaba disfrutando. Cuando mi verga entro entera la deje alrededor de un minuto para que se acostumbres. Y di el primer empujón que lo hizo gemir. Luego otro y otro, y comencé a sacarla y meterla.
–¡Basta basta!– grito y se alejo, sacando mi verga, pero lo tome del cuello e introduje mi verga de nuevo, haciéndolo gritar y gemir. No me medí, y le daba lo más fuerte y duro que podía. (No se si ya había dicho que me gusta duro) Podía ver mis muslos rojos por el impacto, y mi abdomen mojado, pero yo seguí con mi mete saca.
–¡ahhh– gritaba mientras yo gemía y sudaba como un loco.Lo tome de un brazo y le di hasta el fondo, se la metía tanto que me dolía lo mucho que se estiraba mi verga en su culo, pero era un dolor hermoso. Podía ver como Denim mordía el almohadón con fuerza, pero al cabo de unos minutos sus gritos no eran de dolor, podía sentir que eran de placer, puro placer, que le daba mi verga.
Me estire y lo senté en mi verga. El rubio comenzó a cabalgar haciéndome gemir.
–Que bien que entra Denim, me encanta– le decía mientras veía su espalda moverse en el espejo. Lo mire a los ojos y el sonreía de placer… Me senté sin sacar mi verga y el se movía para que lo penetre. Me tomaba del pelo muy fuerte y yo me pegaba en su pecho, mientras mi verga entraba en su culo hermoso.
Comencé a sentir el cosquilleo que se siente antes de venirse. –me voy a venir– le dije al oído. Denim se alejo y se estiro tomándome de la espalda y dejándome arriba suyo. Nuestras narices se tocaban y comencé a besarlo mientras mi mano motivaba a mi verga a tirar todo. Al cabo de un rato su pecho estaba blanco por su semen y el mio.
–Quiero que me la chupes– dijo pasando su mano por su pecho y metiendo todo su dedo a la boca para comerse todo el semen.
Me di media vuelta y comenzamos a hacer un excitante "69" mientras nuestros penes seguían erectos. Mientras metía toda su verga en mi boca (que no era tan grande y podía meterla entera sin problema).
Dormimos juntos en la cama, en una cucharita reconfortante en su cama hasta que escuche la puerta abrirse. El se vistió rápido y yo igual.
NADIE SOSPECHO NADA…
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