Mi sobrino Carlitos
Después de 5 años de no podernos embarazar, mi esposa y yo buscamos ayuda de mi sobrino adolescente. Primera parte..
Personajes
Jorge (yo): 38 años, casado.
Laura: Mi esposa 36 años.
Carlos: Mi hermano, 42 años
Carlitos: Hijo de mi hermano, 15 años recién cumplidos.
Capítulo 1.
Es una noche lluviosa de verano en la Ciudad de México. Laura y yo venimos de la clínica de fertilidad, yo vengo manejando y ella viene en el asiento de junto, cabizbaja. Tenemos ya 5 años de casados, y no hemos podido encargar familia. Después de 2 años de intentarlo de la forma natural, empezamos a visitar médicos y clínicas de fertilidad donde descubrieron que yo tenía un problema: mi semen no era fértil. Azoospermia, lo llamaron. De ahí empezamos una serie de tratamientos, pero todo fue inútil. Hoy fue nuestra última cita en la clínica, y el Dr. nos dijo que sólo quedaba una opción: una inseminación artificial con semen de donante. Le dimos las gracias al doctor y le dijimos que lo platicaríamos entre nosotros antes de tomar una decisión. A la salida nos regaló un folleto de un banco de semen por si estábamos interesados.
Llegamos a casa donde Laura y yo merendamos algo casi sin platicar. Se le notaba una gran tristeza en su rostro. Siempre soñamos con tener un hijo nuestro, de los 2, y hoy quedaba confirmado que sería imposible. Yo también me sentía mal, triste de no poderle dar el tan deseado hijo a mi esposa, pero no dije nada.
Después de merendar, fuimos a la cama. A esa cama en la que por tantos años tratamos de concebir un bebé, sin conseguirlo. Nos desnudamos para dormir y fue entonces que me atreví a traer el tema:
— Oye, amor, ¿Qué piensas de lo que dijo el doctor? — le pregunté.
— La verdad no se… — dijo ella. — En verdad quiero que tengamos un hijo, pero que sea nuestro, no de un desconocido.
— Tienes razón.— respondí. —Además, no sabemos en realidad nada del donante. Aunque el banco de semen te diga maravillas de él, no sabemos si eso es real. El donante pudo haber mentido sobre su historia.
— ¡Exacto!— coincidió ella. —Por eso no me convence la idea de un donante. Además, no me gustarían más médicos y que me metan una jeringa por ahí, ya fueron muchos años de tratamientos. Debe haber otra opción.
— Bueno, a mi se me ocurre una idea, pero no se si te gustaría: buscar a un hombre parecido a mi para que te embarace, y así el hijo sería parecido a mi, y no habría sospechas. Debería ser alguien conocido, para que conozcamos su historia, su vida… y claro, sería secreto para todos.
— No se, amor…— dudó ella. —Nunca he tenido sexo con otras personas, siempre te he sido fiel. No se si pudiera hacerlo con alguien que no seas tu. Además, no conocemos a nadie que sea parecido a ti.
— Bueno, si conocemos, pero no se que vayas a opinar, es sólo una idea, y espero no te vayas a molestar.
— ¿Quién? ¿De quién hablas? — respondió mirándome sorprendida.
— De mi sobrino, Carlitos.
— ¿Carlitos? ¡Pero si apenas es un niño!
— Ya no es tan niño. — aclaré yo. —¿Te acuerdas que acaba de cumplir 15? Ya es todo un hombrecito.
— Yo lo sigo viendo como un niño, ¡además que es hijo de tu hermano!
— Pues por la forma que te ve, creo que le gustas. Además sabemos que es un chavo sano, sin enfermedades, ¡y en verdad es muy parecido a mi! Hasta podría ser mi hijo.
— Pues eso si…— respondió ella, pensativa.
— Además, — agregué yo — si te sientes incómoda puedes imaginar que estás con mi versión joven. Es como hacerlo conmigo cuando tenía esa edad. ¡Hasta puedes disfrutarlo! Y como ha dicho el doctor, si lo disfrutas es más fácil embarazarte, pues tu cuerpo está más receptivo.
— Hmm, pero… — dudó ella.
— Veo que no estás muy convencida. Te propongo algo. — dije yo.
— ¿Qué?
— Vamos a Cuerna [Nota del Editor: Cuernavaca es una ciudad cercana a la Ciudad de México, donde muchas familias de clase media y acomodadas tienen sus casas de descanso/veraneo, generalmente con alberca] este fin de semana. Mi hermano Carlos y su hijo estarán ahí. Acércate un poco a Carlitos y veamos cómo responde.
— Necesito pensarlo un poco más, ahora vengo cansada, mejor hay que dormirnos.
— Claro amor — Le respondí, abrazándola para quedarnos dormidos.
(Continuará…)
Como sigue?
Ya mandé la 2ª parte, espero pronto la publiquen, y este fin de semana espero terminar de escribir la 3ª, basándome en las sugerencias de Uds.
Buen relato.. como sigue?
Ya mandé la 2ª parte, espero pronto la publiquen, y este fin de semana espero terminar de escribir la 3ª, basándome en las sugerencias de Uds.
Me gusta mucho tu forma de escribir y como inicia esta historia… espero que la continúes.
Ya envié a autorización la parte 2, y estoy escribiendo la 3, ¡gracias!
Como sigue? necesito saber como sigue este relato 💦😋
Ya verás, ya verás. Parte 2 enviada y estoy escribiendo la 3.
Como introducción, pinta bien, ahora habrá que ver más detalles respecto a cómo se da la interacción entre Laura y Carlitos.
Veo que no hiciste mucho énfasis en describir físicamente a los personajes, por lo que es díficil hacerse una idea de cómo son.
Para el siguiente podrías extender un poco más, e ir dando más detalles al respecto de lo que va sucediendo. No temas en escribir, sí, hay gente que es floja para leer, pero si el tema es interesante, y lo es, a quien quede atrapado con la historia le va a gustar leer cada letra.
Antes que nada, gracias por darte el tiempo de escribirme con tus sugerencias. En efecto, no los describí físicamente para que el lector (¡o lectora!) los pueda imaginar a su gusto, pero basándome en tu sugerencia, en el capítulo 3 trataré de describir como YO imagino a Carlitos y a Laura.
Por otro lado, tienes razón: lo estoy escribiendo en capítulos cortos para hacerlo fácil de leer. Ya mandé el capítulo 2, igual de corto. Sin embargo, basándome en tu sugerencia, haré el capítulo 3 un poco más largo.
De nuevo, ¡gracias por tu comentario!
Ya subí la 3a parte, espero que esta resuelva tus dudas. Estoy escribiendo los últimos capítulos, ¡gracias!