Mi sobrino Carlitos (parte 2)
Después de 5 años de no podernos embarazar, mi esposa y yo buscamos ayuda de mi sobrino adolescente. Segunda parte..
Hace ya varios años, mi hermano Carlos y yo compramos un terreno en Cuernavaca, donde construimos 2 cabañas: una para su familia y una para la mía. Además aprovechamos el terreno para construir una alberca común a las 2 familias, un amplio jardín y un cobertizo con asador para preparar carnes asadas. Ahí en la casa de Cuerna solíamos hacer las fiestas familiares, aprovechando la alberca, el asador, y el amplio espacio del jardín, sin perder la intimidad de tener cabañas independientes: una para nosotros y otra para la familia de mi hermano. Además de usarla para fiestas familiares, era nuestro espacio de descanso casi todos los fines de semana.
Ese sábado, Laura y yo llegamos un poco tarde. Cuando llegamos ya estaban ahí mi hermano Carlos, su esposa y mi sobrino Carlitos. Mi hermano Carlos nos ayudó a descargar las cosas del coche y después Laura y yo entramos a nuestra cabaña a quitarnos la ropa de ciudad y ponernos la ropa de fin de semana.
— Entonces, — dije yo, ya dentro de la cabaña, mientras Laura desempacaba su ropa — ¿Seguimos con el plan?
— Aún tengo un poco de dudas e incomodidad — respondió ella, — pero también tengo muchas ganas de tener a nuestro hijo…
— Amor, como te dije anoche, creo que es una buena opción. Además, los 3 ganamos y seremos felices.
— ¿Los 3? — respondió ella, un poco sorprendida.
— ¡Claro! — dije yo. — Tu y yo ganamos el hijo que queremos desde hace tantos años, y Carlitos gana el placer de cogerte… — terminé yo, guiñándole el ojo. Yo sabía que a ella le gustaba que le hablara un poco sucio al momento del sexo.
— ¡Travieso y tramposo! — Dijo ella, riéndose, mientras yo seguía quitándome la ropa de ciudad y ella también empezaba a desnudarse.
— Mira, ven, acércate — dije yo, parado cerca de la ventana. Yo ya estaba casi desnudo, sólo en mi trusa, y ella en ropa interior, lista para quitársela y ponerse el traje de baño. — Asómate a la ventana.
Laura se acerca a la ventana, que tenía una cortina delgada y traslúcida, que permitía ver hacia afuera sin que de afuera se pudiera ver hacia adentro. Desde la ventana se veía la alberca y el jardín, donde Carlitos estaba sólo con su traje de baño, listo para meterse a la alberca.
— A poco no está lindo mi sobrino? — le dije a Laura al oído, mientras la abrazaba por atrás.
— Pues si, la verdad si, y tienes razón, se parece mucho a ti. — confirmó ella.
En ese momento, Carlitos se empezó a estirar, listo para echarse a nadar a la alberca. Su cuerpo sudado de adolescente se veía brillante bajo el sol. Gracias a las clases de natación y tenis a donde lo mandaba mi hermano, sus músculos se veían marcados, fuertes. Nosotros lo mirábamos por la ventana sin que él se diera cuenta que estaba siendo observado, y claro, sin saber los planes que teníamos para él…
— ¿A poco no te gustaría tenerlo para ti? — le dije al oído a Laura, mientras la abrazaba por atrás, pegando mi cuerpo al suyo. — ¿Ya viste qué marcada tiene la espalda? ¡Se ve que el ejercicio le ha hecho bien! —
Sentí que Laura se empezaba a excitar, lo cual era mi propósito. Sabía que si se calentaba lo suficiente sería más fácil de convencerla de tener sexo con Carlitos. Eso también me empezó a excitar a mi, y ella sintió mi erección detrás de su cuerpo.
— ¡Hey! ¿Sigues de travieso? — Me dijo ella, con voz cachonda.
— Claro, amorcito — le dije, mientras frotaba mi erección, aún dentro de la trusa, en su rico culito. —¡Contigo siempre!
— Hmm…— gimió ella suavemente mientras le desabrochaba yo el sostén. Ella seguía viendo por la ventana a Carlitos, ahora ya con más interés. Mis brazos la rodearon y empecé a acariciar sus ricos senos.
— Se ve bien en traje de baño, ¿verdad? Para sus 15 años, se le marca un buen paquete — dije yo.
— Hmm…— volvió a gemir ella
— Ya viste su pechito? Se ve que el tenis lo ha ayudado a desarrollarse…
— Hmmmm!!!— volvió a gemir, ahora con más intensidad, sintiendo mis manos acariciando sus pechos, y mi erección detrás…
— Ahora — dije yo — Imagínate a ese machito de 15 años encima de ti, con toda su fuerza, su energía, su intensidad… Imagina su verga dura dentro de ti. Imagínatelo eyaculando dentro de ti, haciéndote el hijo que tanto hemos deseado…
— ¡¡HMM!! ¡¡AMOR!! ¡¡¡Me vas a hacer venir!!! —dijo ella.
Sabía que estaba lista. Así que separé mi cuerpo de ella y le dije:
— Bueno, amor, es momento de hacer lo tuyo. Vamos afuera y has tu magia con Carlitos. Ven, ponte este bikini que te hace ver aún más linda y sexy — le dije, mientras tomaba el bikini que traía en la maleta y se lo daba, para que se lo pusiera antes de salir al jardín. Encima del bikini se puso un pareo, y salió al jardín. Yo me esperé un rato en la cabaña a que se me bajara la erección antes de salir.
(Continuará…)
Amigo sigue que falta lo bueno, te recomiendo entender más
Acabo de enviar la tercera parte, espero que pronto la autoricen y la puedas disfrutar.
como sigue
Ya mandé el capítulo 3, espero en un rato o mañana lo publiquen, ¡gracias por leerme!
Como sigue?
¡Ya pronto podrás seguir leyendo! Acabo de enviar el 3er capítulo, sólo estoy esperando que lo autoricen y lo publiquen. ¡Gracias por tus comentarios!