Mi sobrino me hace sentir mujer.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JustRide2000.
Acababa de despertar y ví a mi mujer que recién terminaba de bañarse, salió del cuarto y comenzo a hacer el equipaje, estaba muy entusiasmada de visitar a su madre por un par de días, con sus 6 meses su embarazo se había convertido en la excusa perfecta para ver a su familia.
Mi suegro confirmó que pasaría por ella ah eso de las 10 de la mañana, estaba confiado de que podía ir a trabajar sin preocuparme por más, me dispuse a bañarme.
Yo soy alto, mido 1.87, soy de piel color tostado, muy velludo, tengo tanto vello que cada que despierto me es imposible ver pequeños vellos en toda la cama.
Apenas entre al baño, me miré frente al espejo él culo e invuntariamente lo contraje dos veces.
Me metí a la ducha y abrí la llave, inmediatamente sentí caer el agua en mi cuerpo, me comenzaba ya a calentar al sentir como rozaba con mi ano, tuve que controlarme y decidí terminar ya para no seguir provocando a mi cuerpo.
Salí de la ducha, mi esposa se encontraba ya abajo arreglando unos documentos, así que abrí su cajón, mire una tanga color roja y sin pensarlo me lo puse, y encima mi ropa normal.
Baje y vi que mi hijo mayor, Juan de 17 años estaba ya desayunando, me acerque a el, me despedí de todos y me dispuse a ir al trabajo.
Pasaron 6 horas y las ganas de tener sexo ya hacía que al rozar la tanga con mi ano, me diera un cosquilleo total en el culo.
Al salir del trabajo me fui a casa, en el camino ya se me estaba pasando la verga por qué sabía que se venía.
Y así fue.
Al llegar a casa, abrí la puerta y en seguida veo a mi sobrino que tiene 16; (el es morenito, alto, cabello negro, y un cuerpo marcado sin estar mamado), él ya estaba completamente desnudo sentado en el sofá y dejándome sus huevos y su verga a mi disposición.
Cerré la puerta con seguro y poco a poco fui acercándome hasta donde estaba el, baje su prepucio y comencé a mamar desesperadamente su pene, mientras lo hacía lo miraba a la cara (ya que eso le gustaba), el me tomaba del cabello y me acercaba a su cara.
-Abre la boca.
– me decía
Y yo sin pensarlo lo hacía, y al apenas abrirla, me escupía, yo permanecía un rato más con la boca abierta y el inmediatamente se acercaba a morderme los labios mientras con su mano me daba una cachetada.
-Eso putita, eres una zorrita obediente- Dijo mi sobrino mientras comenzaba a acariciarme el culo, seguido de una nalgada muy fuerte.
Comencé a comerme sus bolas mientras él acariciaba mi culo, poco a poco estaba sientiendo que me inundaba más la boca con su líquido preseminal así que decidió parar.
Mientras tanto yo me subí al sofá y le dejé mi culo a su disposición.
-Putita, aún no te has quitado todo ese vello del culo- Me dijo mi sobrino mientras con su mano me jalo un par de vellos.
-Ya te he dicho que tu tía va a sospechar- respondí casi gritando.
Al instante comenzó a comerme el culo, con sus manos abrió mis nalgas de par en par, y poco a poco su lengua comenzo a darme placer, mi verga había comenzaba a despertar y con ello a lubricar.
Mi sobrino es un experto dandome besos negros, así que esta vez no fue la excepción, mientras introducía su lengua comenzaba poco a poco a meterme un dedo, después, dos, tres, así hasta que él ya notaba que estaba muy excitado.
-Vamos putita, bajate a mamarla para que la lubriques bien- me ordeno dándome una nalgada y poniéndose de pie.
Yo me baje del sofá y me dirigí a su verga, que comencé a introducirla completamente para dejarla muy bien lubricada, así permanecí mamandosela por unos 3 minutos hasta que él me toma del cabello, nos acostamos en el piso y abro mi pierna para recibir su verga.
Poco a poco comenzó introduciendo su verga en mi, sin ningún aviso, la metió completa y sin avisar, por lo que me provocó un dolor muy fuerte, que poco a poco fue desapareciendo y convirtiéndose en placer.
Sus manos estaban el mi pecho mientras su verga me hacía mujer.
– Que te gusta más putita, la conchita de tu mujer o mi verga – Me pregunto mi sobrino.
– Tú verga papi, tú verga me gusta mas – Respondí de tal forma que me hizo sentir mujer.
– Mira quién va a pensar que este "macho" es más putito que su hijo cuando está conmigo, jajaja y ni se te para la verga cuando te estoy cogiendo putita – Río mi sobrino – Tan puta que hasta sigue su descendencia – continuó humillandome.
Mi sobrino continuaba cogiéndome hasta que comencé a sentir que su verga se hacía cada vez más y más dura, y en unos segundos, sentí que disparó 6 chorros calientes de semen en mi interior.
– Ahhh toma mis mecos putita – Gimió en mi oído mientras se acercaba a morderme el cuello.
Mi sobrino me dio una última metida más, y.
-Tengo muchas ganas de orinar, no te molesta que.
Y en seguida comenzó a llenarme el culo de orin, yo solo sentía el chorro inundar mi culo, pasado un minuto dejo de orinar.
Saco su verga de mi culo y comenzó a salir casi todo el orin combinado con semen.
– Ahí nos vemos putita, limpias todo que tu hijo no debe sospechar- me recordo mientras me beso para después escupirme.
Yo me dirigí al baño y comencé a expulsar el orin y el semen sobrante, cuando termine me miré al espejo y vi todo mi cuerpo velludo sudando y mi barba un poco de preseminal, eso me excito y comenzé a masturbarme ahí en el baño, metí una mano en el culo y comencé masturbarme hasta que unos chorros de semen salieron disparados a la pared.
Me puse mi ropa, y comencé a limpiar todo los mecos y miados de mi sobrino.
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Dejen apoyo y seguiré escribiendo
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