Mi soldado Jesús.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como les contaba en mi relato anterior. Jesús pasó 2 años al mando de mi padre en nuestra casa. Las experiencias vividas con él fueron hermosas, aprendí muchas cosas de él, de sus experiencias a los 18 años, absolví lo más que pude.
De este joven aprendí como caerle a una mujer, llegué a tener novias, llegue a tener relaciones con ellas. Una tarde traje del liceo a un compañero porque teníamos que hacer unas tareas y en mi casa era más fácil ya que no habían niños que nos molestaran, Daniel mi compañero al llegar a casa me preguntó que si mi chofer solo manejaba o realizaba otras labores para nosotros, lo miré con picardía y le comenté que Jesús era todero, pues cocinaba, lavaba ropas, limpiaba y todo lo hacía sin que mi padre o mi madre se lo solicitaran. Pasamos a hacer las tareas y ya como a las dos horas habíamos terminado y nos dispusimos a jugar con mis videos juegos.
Mientras jugábamos entró a mi cuarto Jesús para indicarme que mi madre se había ido a la peluquería y no regresaba hasta la noche y papá estaba de comisión en el interior del país, nos preguntó que si queríamos cenar y le pregunté a mi amigo, te gustaría cenar ya o esperamos otro rato. Mi amigo Daniel miraba de una manera extraña a Jesús y eso me causó curiosidad y le fui sacando conversación sobre si tenía novia o si había tenido sexo con alguien, a lo que me contestó muy sinceramente, “no tengo novia, porque me llaman más atención los chicos” a lo que yo le respondí a forma de reclamo, es por eso que ves a nuestro chofer con esa mirada tan extraña. Se quedó callado y quiso retirarse, lo sujeté por la mano y le pregunté, te gustaría estar a solas con mi chofer. El no respondió de inmediato, pero su respuesta fue otra pregunta, no se dirías a nadie, claro que no, le respondí. Y llamé a Jesús para que conociera mejor a mi amigo.
Cuando entramos en conversación, Jesús me dijo, vamos a quedarnos desnudos los tres, el chico no esperó a que se repitiera la sugerencia y comenzó a quitarse toda la ropa, Jesús me miraba con malicia, al estar todos desnudos, Jesús se acercó a mi amigo y le pidió que tocara su verga, cuando el chico le puso la mano en su pene, este se comenzó a parar de inmediato, el chico quedó de espaldas a mí y Jesús me hizo señas para que me colocara detrás de él y así lo hice, nunca había tratado de penetrar a nadie, pues me sentía hecho con que me penetrara Jesús, cuando Daniel me sintió detrás de él, preguntó qué vas a hacer y mi chofer le dijo solo quiere probar lo que siente meter su pene aquí y bajo su mano hacia las nalgas de Daniel e hizo presión entre su raja
Daniel me miró como con alegría y Jesús le hizo colocarse de frente a él para meter su pene en la boca de mi amigo, mientras yo echaba saliva en su orificio y recordaba cómo me lo hacía Jesús y comencé a meter mi pene en aquel agujero, era mi primer culo, al sentir aquel calor de su interior, fue tan grande mi excitación que no me tomé tiempo para disfrutar la penetración, sino que lo empujé toda de un solo golpe, mi amigo apretó sus nalgas y un gemido salió de su boca ahogado por el pene de Jesús. Aquello era nuevo para mí, estábamos cogiendo a mi amigo por ambos lados, él se sujetaba de la cintura de Jesús mientras yo daba embestidas fuertes dentro de aquel culo. Al rato Jesús me indica que cambiemos de sitio, yo paso a su boca y él al culo de mi amigo, cuando Jesús colocó su cabeza en el culo de mi amigo y empujó a este se le salieron las lágrimas pero no saco mi pene de su boca, Jesús lo trataba con mucha delicadeza, su penetración era pausada y sin agresividad, Daniel estaba loco por lo que se comía, después nos separamos y Jesús de acostó sobre mi cama y le indicó a Daniel que se montara sobre él, no se hizo esperar, pero al sentarse volvió a gemir pues se le había ido todo hasta sus entrañas, mientras yo miraba y me pajeaba, en eso Jesús me hace señas de que me acerque y trate de meter mi pene en el mismo agujero donde estaba el de él, cuando Daniel se dio cuenta de lo que tramábamos quiso retirarse pero Jesús lo tomó con sus brazos y lo sujetó, yo desaforado por la excitación me coloque detrás y apuntaba como podía a su agujero
En un momento en que de su mete y saca Jesús dejó un espacio yo logré poner en el hueco mi pene, mi amigo lloraba pero de una manera extraña, no gritaba solo gemía y corrían sus lágrimas. No le hicimos caso y yo comencé a empujar y de manera curiosa cada vez que Jesús embestía hacia dentro mi pene también entraba, aquello hizo explotar mi morbo, tomé por la cintura a Daniel y empujaba con fuerzas, al rato Jesús me dice que va a llegar y al momento siento su leche que salía del culo de mi amigo y hacía más lubrica mi penetración, sentí que iba a llegar pero no dije nada, solo me abandoné a mi éxtasis, y derramé también mi semen, salimos los dos del culo de mi amigo y caímos los tres a lo largo de la cama, creo que Jesús sintió algo de compasión por Daniel y le tomó su pene que era largo y grueso pues teníamos la misma edad, y comenzó a masturbarlo y Daniel se retorcía cual serpiente hasta que explotó en un gran chorro de semen, ya todos drenados nos aseamos y salimos al comedor y cenamos lo que había cocinado Jesús, no dijimos nada durante la comida, a la media hora llaman a mi amigo para decirle que lo vendrían a buscar. El preparó sus cosas y al salir a la puerta de mi casa solo me dijo, tengo que volver a hacer tareas a tu casa si tú quieres y le respondí con una sonrisa, cuando quieras y me dijo despídeme de tu chofer.
Al retirarse Daniel y yo nos sentamos en la sala a ver tv y no me aguanté y le pregunté qué cosa habíamos hecho y me respondió, no te gustó, te cogiste tu primer culo y quiero que lo sigas haciendo, además ahora te voy a enseñar cómo hacerlo con una chica, me tiré en sus brazos y lo apreté fuerte contra mí. El respondió a mi abrazo y me dijo, tienes que aprender a besar para que tu cogida a una chica sea completa, lo miré y acerqué mis labios a los de él, sentía raro a principio pero él fue abriendo mi boca y fue pasando su lengua entre mis dientes hasta meterla toda, me mordía los labios, la lengua, me la chupaba al igual que los labios y pasaba su mano por mis nalgas, ya mi verga estaba a reventar y no se hizo esperar se sacó su pito y me lo hizo chupar, cuando estaba bien lleno de saliva me puso boca abajo en el pasa manos del mueble y bajó mi short y con la misma delicadeza de la primera vez, se recostó en mi espalda y mientras me hablaba al oído iba metiendo su garrote en mis nalgas, como mi pene quedaba al aire, mientras me penetraba me hacía una paja que no duró mucho, porque exploté en leche, él a sentir mi eyaculación hizo presión hasta mis entrañas y descargó otro tanque de semen, nos fuimos sentando en el mueble, yo aún clavado y el con su verga palpitante, así estuvimos hasta que a él se le bajó la erección y salió solo de mi culo, nos fuimos al baño a asearnos y luego a acostarnos. Él dormía en su cuarto y de vez en cuando yo iba a para allá, y regresaba a mi habitación antes de que mis padres se levantaran.
El próximo relato lo podrán leer en la categoría heterosexual, pues contaré como fue mi primera experiencia con un mujer, guiado por quien ahora era mi maestro, Jesús mi soldadito
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