Mi sugar daddy (1)
Esta es una historia real, para la cual los nombres han sido modificados. Es una historia que me sucedió y quería compartirlo con todos los lectores de ésta página. Aviso desde ya que esta historia contiene escenas de sexo entre un hombre mayor y un adolescente..
Me llamo Augusto, tengo actualmente 28 años y soy de Argentina, vivo en la ciudad de Trelew, provincia de Chubut. Esto que me pasó a mi sucedió entre mis 15 años hasta los 25 años aproximadamente. Desde chico me caractericé por ser un chico bastante grande en cuanto a mi cuerpo, piernas grandes y espalda grande, culito bien formado y carita linda. Desde los 13 años empecé a sentir un agrado muy intimo por ver a hombres que fuesen grandes de edad, que tuviesen panza muy grandes y que se les note que sean peludos, cada vez que iba a tomar el colectivo para volver a mi casa siempre pretendía ver bien al colectivero que fuese regordete y justo estuviese manejando cuando me subía, al pagar el boleto siempre me sentaba en los asientos de la derecha y cercanos al colectivero, para tener una pequeña perspectiva de su panza y sus brazos. Algunos tenían unos brazos muy peludos y panzas que siempre hacían volar mi imaginación mientras iba hacia mi casa.
Los meses pasaban y cada vez más tenia deseos de hablar con algunos de ellos, tener una charla y ver si podía provocar algo. Había visto muchos videos pornográficos donde hombres gordos y peludos tenían sexo entre ellos, me llegaba a tocar cuando veía como esas vergas chicas y grandes se rozaban, me encantaba ver esas panzas llenas de pelos, esos pechos ultra peludos. Los gordos canosos eran los que más me excitaban, me encantaba ver como se chupaban la verga y los huevos, como se olían, como se penetraban. De tanto ver eso, realmente quería experimentar a mi corta edad lo que se siente tener un oso para mí, y el bichito de la curiosidad era cada vez más grande.
Mi primer contacto con mi futuro sugar daddy:
Recuerdo que era un día de mucho calor en la ciudad, y mientras esperaba en la terminal el colectivo para volverme a casa, ví en mi celular que aún tenía como 45 minutos antes de que llegara el colectivo, entonces decido ir a los baños de la terminal para mear y de paso mojarme la cara un poco. Al entrar, diviso a un gordo muy lindo que nunca había visto, yo sabía más o menos quienes eran los colectiveros que me gustaban, pero a éste no lo había visto nunca. “Debe ser nuevo” pensé yo. Era un gordo de unos 45 años aproximadamente, mediría 1,80 o más me parece, semi pelado y canoso, además tenía una panza que realmente me había cautivado y unos brazos grandes y con muchos pelos entrecanos que me encantaron, en sus manos se notaba también esos pelos, incluso en la parte superior de sus dedos, era realmente todo un “papa oso”. Al entrar al baño, me ubico en los urinarios que van en las paredes y cuando me dispongo a mear, veo que este osazo se me pone al lado, recuerdo que estos urinarios no tenían una separación muy marcada por lo que uno si quería podía verle la verga al de al lado con un mínimo esfuerzo. Recuerdo que mientras comenzaba a mear no se escuchaba a nadie en el baño, y escucho como el osazo se empieza a desabrochar la hebilla del cinto y se levanta la camisa, dejando entre ver una panza muy peluda. Yo al ver un poco de su panza, bajo mi mirada y veo un poco su verga, era rosada y se notaba que estaba semi erecta.
Este osazo al darse cuenta que miraba me dice: “con que te gusta ver ¿no?”.
-Yo: “en realidad veía su panza. Que grande que es usted”.
-Colectivero: “parece que te llama la atención los gordos, vos igual sos grandote veo”. Y mientras me dice esto se sacudía la verga, señal de que había terminado de mear.
-Yo: “Disculpe si lo molesté, no pretendía ser irrespetuoso”, yo también término de mear y me quedo en el lugar, mientras veo como el oso se sube el boxer; se acomoda los huevos y cierra su jean.
-Colectivero: “vos sabes que ésto está mal no?”. Me decía mientras se acomoda la camisa y se desabrocha un botón de la camisa, dejando notar un malambre de pelos entrecanos.
-Yo: “sí, lo sé, pero creo que me gustan los tipos que son como usted”, al responderle esto dentro de mi corrían unos nervios y excitación que se sentía muy rico.
No sé si por excitación o por curiosidad pero atino con mi mano a tocar por encima del jean su verga y los huevos. Él veía hacia los costados por si había alguien, pero de repente se escucha que entraba gente, por lo que me saca la mano y se va hacia la zona para lavar las manos, haciéndome un gesto con la cara de “seguime”. Cuando nos terminamos de lavar las manos y salimos de los baños me dice: “si tenes ganas de probar, podríamos ir dialogando a ver si podemos lograr algo, pero aquí no”. Al decir esto me pone una mano en mi cabeza y me despeina, mientras me regala una sonrisa en signo de confianza.
-Yo: “nunca hice algo así, solo miraba a tus compañeros que son gordos y peludos, pero solo eso, mirar ”.
-Colectivero: Al escuchar esto hace una mueca de sonrisa y me dice “mirá, yo no tengo hijos y soy divorciado, capaz puedo invitarte a mi casa y charlar más tranquilos. Es más si queres podemos ir a comer algo por ahí y luego vamos a mi casa, vivo en la playa.”.
-Yo: “no creo que sea problema”.
-Colectivero: “ahora mismo no puedo porque estoy de turno, pero si queres podemos hablar por mensajes de textos y nos hablamos por ahí”.
-Yo: “mmmm, ok, pero no quiero generarte problemas ni nada, así que de mi parte podes confiar, en serio”.
-Colectivero: “sos un divino”, mientras pone una mano en mi cara y me hace una caricia.
-Yo: “que cariñoso que sos parece”.
-Colectivero: “no sabes lo que soy. Bueno me tengo que ir al turno, dame tu numero y te escribo en un rato”.
-Yo: “bueno”. Luego de darle mi numero de celular, me va a saludar para despedirse y con sus manos me agarra la cara y me da un sutil beso en unos de mis cachetes. Yo todo nervioso y excitado le devuelvo el beso rozando mi cara con su barba tan linda que tenía.
Cuando me dirigía hacia mi parada de colectivo volteo a verlo y por casualidad él también se volteaba para verme y levanta los brazos saludándome, mientras me lanzaba un beso soplándolo hacia mí. Yo en mi inocencia por ese gesto tan cariñoso que tuvo hacia mí se lo devuelvo de la misma forma. Por dentro me corría una ganas inmensas de abrazarlo y quedarme mucho tiempo así con él.
(luego de unos días)…
En los días que nos hablábamos solamente atinaba a imaginar cómo sería tenerlo en la cama, siendo abrazado por sus inmensos brazos y que me acaricie como lo recordaba de la última vez. En nuestros diálogos algo que amaba de él es ese cariño que me demostraba, a tal punto de parecer como su “hijo” o al menos eso creía.
Llegó el día en que nos íbamos a poder encontrar, y yo para ese entonces le había dicho a mi mama que un compañero de mi escuela me había invitado a jugar a la play y que probablemente me quedaba a dormir, ya que era un viernes pensé que no habría inconvenientes.
-¿Quién te viene a buscar? Me pregunta mi madre.
-Yo pensando en algo rápido atino a decir: “viene a buscarme el papa por la terminal y de ahí vamos a la casa de mi compa”.
-Madre: “El domingo a más tardar te quiero aquí”.
-Yo: “ok ma, gracias”.
Mi madre sabía que siempre fui un chico que se dedicaba mucho al estudio, y siendo madre soltera con dos hijos, al menos se entretendría con mi hermana ese fin de semana.
(ese viernes al mediodía…)
-Andrés: “Gordi, ¿ya estas en la terminal?, estoy por llegar y termino mi turno. Luego vamos a comer por ahí”.
-Yo: “Sí, sí, ya estoy aquí, un poco nervioso pero te espero”.
-Andrés: “tranqui bebé, vas a ver que podrás confiar en mí”.
Pasan como unos 10 mins cuando veo que el ozaso se baja del colectivo. Verlo dirigirse hacia mí era como un sueño, ver su panza moverse por su caminar, ver esa camisa mostrando esos pelos que me volvían loco, y mis ojos viendo también como se le marcaba su verga en ese jean que le marcaba las piernas de toro que tenía. Era como verlo caminar en cámara lenta, apreciaba cada segundo que caminaba dirigiéndose hacia mí.
-Andrés: “bueno bebé listo, ¿nos vamos?”.
Mientras me abrazaba, me da un beso muy cerca de mis labios, cosa que me hizo un toquesito eléctrico en todo mi cuerpo.
-Yo: “vamos gordi”.
En lo que íbamos a su auto se acerca un compañero de él y le pregunta que quién era yo, ya que nunca lo habían visto irse con un adolescente de su trabajo, el solo atino a decir que era como un sobrino que venía a visitarlo por unos días. Cosa que me causaba como una excitación extra ya que no tiene ningún hermano o hermana.
En su auto al entrar me acaricia mi mejilla y me pregunta qué si quería ir a algún lugar en específico a comer, a lo que yo le digo que da igual, con que pasemos tiempo juntos es lo que deseaba. Él en un ataque de felicidad me abraza dentro del auto y me dice al oido “no sabes como deseaba poder al fin estar contigo bebé”, y mientras me abrazaba pude sentir ese calor a macho, y pude sentir como sus brazos me envolvían con un cariño parecido a como podría abrazar un padre, en ese momento se me cruzó la imagen como de un padre, pero fue un fugaz momento ya que yo no tengo padre.
Cuando me empieza a dejar de abrazar, yo sin dejar pasar otro segundo le di un beso en sus labios. Me miró con los ojos abiertos y me atina a decir “bebé que sorpresa me acabas de regalar”. Yo le respondo que en ese abrazo me sentí tan bien y a la vez un poco excitado y que tuve el deseo de darle un beso. Cuando nos separamos el observa si había gente cerca y al ver que no pasaba nadie me agarra la cara con sus manos y me besa de tal manera que pude sentir su lengua tocar la mía, me beso de tal manera que provocó que en mi cuerpo empezará a recorrer una sensación tan rica que no quería dejar de sentir eso. Mientras seguía besándome empezaba a tocar mi culo de a poco y a apretarme cada vez más a él, podía sentir como esas manos de oso abarcaban cada parte de mi culo. Cuando me deja de besar me mira y me dice “te quiero mucho bebé” a lo que yo digo “yo igual mi papá oso”, en mi cabeza solo pensaba en lo que deseaba continuar besándome y estar bien juntos, pero en eso él agarra mi mano y me dice “¿te gustaría que fuese como tu papá oso?”. Yo sorprendido le digo que al no tener un padre, porque no lo conozco, todos su cariño parece ser como el de un padre para mí. Él en silencio, toma una de mis manos y le da un beso, sentir su barba en mi pequeña mano me gustó mucho.
Mientras iba manejando hacia el local de comidas me dice como si se hubiese acordado en ese momento que quería cambiarse para no tener que estar con la ropa de su trabajo, yo le pregunto si tenía algún bolso en el auto con ropa o tendríamos que ir hasta su casa en la playa para cambiarse. Me comenta que siempre lleva su bolso con otra ropa ya que a veces cuando terminaba su turno va a caminar por ahí, pero como estaba conmigo se había olvidado de cambiarse. Estaciona sobre un costado de la ruta y me pide que le alcance un pequeño bolso que estaba ubicado en los asientos de atrás. Cuando agarro el bolso y me vuelvo hacia el asiento mi corazón parecía explotar por lo que veía. Se había quitado la camisa y pude ver por fin esa panza, era una panza gigante, y esos pelos entrecanos que a veces le veía en su camisa se extendían por todo su pecho, panza y parte de sus hombros. Mis ojos no paraban de verlo, no había espacio por donde no hubiese pelo, incluso en su espalda se formaba una linea de pelos en medio que parecía que iban hasta más allá de lo que pude ver. En un instinto de excitación puse mi mano en su pecho y empece a acariciar todo, desde su pecho hasta su panza, no podía creer que estuviese haciéndole eso a ese hombre, era ese oso de ensueño que tanto imaginaba. El callado me mira y con sus brazo agarra mi cabeza y lo apoya en su pecho. No podía creer todo eso, mientras el vigilaba que no hubiese nadie yo solo estaba en silencio mientras acariciaba su enorme panza mientras el acariciaba mi cabeza. Cuando logro recuperar un poco el aliento ante dicha situación, desde mi inconsciente digo “quisiera tenerte para siempre”. El sin darme una respuesta, agarra mi cara y me da un beso que me hizo estremecer todo en mí, yo en mi cabeza pensaba en si lo que había dicho lo había incomodado.
Cuando logro acomodarme bien en el asiento, Andrés procede a ponerse una remera que le hacia remarcar su panza y esos brazos gigantes que tenía. A continuación se saca el jean y para mi deleite ocular veo que usa como un estilo de slip que agarran los huevos y la verga, remarcando muchísimo todo eso, pero sin apretarlos contra el cuerpo, como si la tela estuviera un poco más suelto en esa zona para permitir que la verga y los huevos estuviesen cómodos. Yo solo observaba como su paquete se movía junto con esos huevos, en mis adentros corrían unas ganas de querer bajarle su slip y poder lamer por primera vez una verga de macho, mi macho, mi oso. En lo que se ponía su pantalón para estar más cómodo vi como agarraba todo eso y se lo acomodaba. Yo creo que él sabía que estuve mirando todo el tiempo a lo que me dice “¿nunca has chupado una verga?”.
-Yo: “nunca, solo veía en los videos como entre otros gordos se la chupaban y me encantaba ver sus huevos y vergas grandes. Y siento que vos tenés bastante.”
-Andrés: “Y la verdad no sé si te va a gustar lo que yo tengo pero bueno, es lo que tengo” En lo que me decía agarraba su verga y se la apretaba mirándome.
-Yo: “estoy un poco nervioso, pero me gustaría animarme por primera vez a chupartelo a vos”. Cuando le digo esto le agarro su mano y se lo apretó en señal de que confiaba en él.
-Andrés: “Bebé yo sé que esto está mal, pero, ¿vos sos consciente de todo esto no?. Yo solo quiero darte mucho cariño y todo mi……….amor”.
-Yo. “soy consciente y sé que a los ojos de la sociedad esto es algo ilegal, pero es que a mi me ocurren cosas contigo, como si tuviese una sensación de cariño por tí. Desde que nos vimos en el baño de la terminal me inspiraste confianza y siento que no me equivoco.
-Andrés: “yo igual lo sé. Pero es que cuando nos vimos en ese baño yo también estuve pensando mucho en mi casa luego de eso. Tenía miedo de que te espantaras. Pero lo que siento por tí es como un cariño y amor de hijo. Y más allá de que sé que tienes madre, quisiera cuidarte y amarte como si fueses como un hijo para mí, más allá de que tengamos una atracción sexual muy fuerte.
-Yo: “yo igual quisiera estar contigo así, pasar todo el tiempo que podamos juntos, no quisiera separarme de ti”.
Cuando le digo esto él solo me abraza y mientras estaba en slip, me hago el tonto y hago que rozo mi mano contra su verga y huevos. En lo que me dispongo a ponerme de nuevo en mi lugar, mi mano no alcanza a agarrar bien la palanca de cambio y caigo prácticamente de lleno con mi cara en su verga y huevos, cuando intento rápidamente incorporarme por unos leves segundo pude oler por encima del slip y ese olor que inundo mi nariz fue de mi agrado y excitación a la vez, “que rico olor tiene, es todo un oso como soñaba” pensaba para mis adentros, “perdón papa oso” le digo cuando me siento de nuevo en mi asiento.
Al sentarme bien escucho que me dice “si no hubiese tenido mi slip hubieses caído de cara a chuparla bebé”, cuando me dice esto se termina de subir el pantalón aunque aún se le hacia notable lo empalmado que estaba, me encantaba.
En lo que reanudaba el manejo hacia el local de comida no paraba de verlo cada vez que podía a su cara, “que hermoso hubiese sido tener un papa así y poder tenerlo todo para mí” pensaba. En cierto momento mi oso me pregunta si me gustaría poner mi mano sobre su pierna, cosa a la que accedo sin decir nada, en lo que pongo mi mano sobre su enorme pierna el me mira y dice “bebé me pone muy feliz tenerte aquí conmigo”, a lo cual respondo con un “a mi igual papá oso”.
Cuando llegamos a comer al local, la empleada lo mira a Andrés y le dice “que lindo, ¿una salida de padre e hijo?”, a lo que le dice dentro de su asombro “S-si, hoy tenía día libre y bueno acá ando con él”, mientras le decía eso me mira y me guiña y me abraza, pegándome más a su cuerpo, eso me causaba una excitación muy linda.
Mientras comíamos uno al lado del otro, yo en mis adentros aún contenía una excitación muy fuerte y en un momento sin que mi oso se lo espere, dirigí mi mano derecha de a poco hacia su verga, y era tal mi sorpresa que cuando empiezo a palpar podía notar que ya andaba un poco excitado. Sorprendido mi oso empieza a ver si había gente mirándonos, pero como nos habíamos sentado prácticamente en un rincón, eran pocas las posibilidades que nos viesen, entonces él me mira y me dice si me sentía seguro de hacer eso. Yo sin decirle nada, solo lo miraba a la par que seguía tocándole su verga por encima del pantalón, y le tocaba los huevos, los cuales presentía que eran de un tamaño considerable ya que apenas podía sentir que en mi mano cabía. Mientras hablábamos de otras cosas yo aún seguía tocándole la verga por encima del pantalón, haciéndonos los tontos que mirábamos hacia delante de nosotros, en eso veo que el mete su mano por debajo y agarra mi mano dirigiéndolo por dentro de su pantalón y slip. No podía creer lo que mi mano estaba sintiendo, en lo que siento la piel de su verga y sus huevo volteo mi mirada a verlo sorprendido, a lo que él solo me responde con una sonrisa muy picara y con un guiño. Yo no podía creer que estaba tocándole la verga a ese oso, a mi oso, ese macho gigante que tenía a mi lado, el calor que sentía en mi mano de a poco se traslado a todo mi cuerpo, incluso a mi verga que de a poco empezaba a pararse. En los pocos minutos que tenía mi mano dentro de su slips, pude notar con mis dedos que de la punta de su verga sentía algo como viscoso, él al darse cuenta se acerca mi oido y me dice “eso es una de las cosas más ricas que vas a poder probar pronto bebé”. El tono en que me dijo eso al oido causo un escalofrío en mi cuerpo que provoco que hiciera algo que ni yo pensé hacer, pase mi dedo indice por todo alrededor de su verga, untándolo de ese líquido viscoso, luego saque mi mano de su slip y me lleve ese dedo a la boca, saboreando lo que acababa de untar en mi dedo, era un sabor extraño pero no me desagradaba. Volteo a ver su cara y el solo se mordía los labios y me dijo “que hermoso lo que hiciste bebé”, luego me da un beso en mi mejilla prácticamente tocándome los labios. Después de ese beso de oso que me dio, yo le hago seña de que quería decirle algo al oido, él se acerca y le digo “te quiero papá oso, y me encantó el sabor que tenia eso”, luego el se separa de mi y me abraza apretándome contra él, yo me acomodaba en su costado como si fuera una almohada mientras le agarraba su mano que me envolvía en ese abrazo.
Al pasar un buen tiempo, me pregunta si ya nos íbamos, ya que era de tarde y estaba entrando la noche, yo le digo que de acuerdo, vayámonos. Levantándonos el me coloca su mano sobre mi cabeza y me despeina en forma de broma a lo que nos reímos los dos, yo le doy como un golpesito de puño a su panza y él me guiña. Yendo ya en ruta me empezaba a sentir como cansado y comenzaba a dormitarme, cuando me ve que estaba cabezeando de un lado a otro del cansancio me dijo algo que nunca pensé me diría, “¿querés apoyarte sobre mi hombro en lo que voy manejando?”, yo le digo “bueno papi oso”, en lo que me apoyaba en su hombro pongo una de mis manos sobre su pierna, él me sonríe y me decía que me levantaría cuando estuviésemos llegando a su casa, en lo que sentía que se me empezaban a cerrar los ojos yo quise ir un poco más allá y empecé a acercar la mano a su entrepierna que se le marcaba demasiado, mi oso voltea su cara hacia mí y dice “¿querés ir descansando mientras tocas a papá?, yo le respondo “sí osito mío”, él sin decir más nada me sonríe y me da un beso en mis labios y sigue manejando…
Bueno hasta aquí será la primera parte de toda esta historia, espero les haya gustado. Estaré leyendo sus comentarios. Cualquier sugerencia es aceptada, al ser mi primer relato seguro tendrá algunos errores. Muchas gracias por su lectura.
Cualquier cosita pueden enviarme un correo al gmail: [email protected]
Como sigue?
que maravilla de relato… como sigue?
Como sigue?
continua pinta bueno👍
Gran relato… me encanta como inicia esta historia.
Hola!
Bonito relato, lleno de erotismo y cariño. Felicidades
woww
Estás semanas traigo la 2da parte ando con exámenes universitarios. Gracias por sus comentarios.