Mi Tio del campo
Adorable hombre de treinta años que tenia que cuidarme y sanarme y termino enfermándome mas.
A mi tio Martin lo conocí a los nueve años, había escuchado mucho de el por mi mama y por mi primo de Cordoba que vivia hacia unos meses con nosotros. Llego justo cuando estaba con una gripe fuertisima con picos muy altos de fiebre. Me saludo en mi cuarto con un beso en la frente y una caricia en la mejilla yo me sentia como en una nebulosa, los ruidos y la voces retumbaban en mi cabeza y la luz me molestaba, por momentos me ganaba el sueño y dormitaba. En un momento que desperté lo vi acomodando su bolso y su ropa, me miro y me sonrio y me pregunto: ¿Como te sentis campeón?
Mas o menos, estoy mareado Tio, le conteste.
Se acerco y puso su mano en mi frente y con la otra corrio la sabana que me cubria hasta la altura del ombligo, el roce me hizo estremecer, en eso llego mi madre y el le comenta que tenia mucha fiebre y que seria bueno que me diera un baño para tratar de bajarla, salieron de mi cuarto y al rato volvio el solo.
Yo habia quedado en la cama destapado como el me habia dejado, se quito la camisa lentamente dejando al descubierto su pecho peludo, su vientre casi plano y sus brazos musculosos. Se acerco un poco mas y pude hacer foco en su entrepierna y el relieve de lo que le colgaba dentro del pantalon. Me miro con ternura y me destapo completamente rozandome con sus manos haciendome estremecer nuevamente. Veni que te voy a dar un baño, me dijo y estiro sus brazos para alzarme. Me apreto suavemente contra su pecho peludo y calzo mis nalgas en sus manos, fue un viaje de ensueños aunque duro segundos, mi mente volaba entre la fiebre y la excitacion. Me paro sobre la tapa del inodoro, abrio las canillas regulo la temperatura y puso el tapon en la bañera se dio vuelta y comenzo a bajarme el calzoncillo lentamente al mismo tiempo que lo bajaba mi verguita se iba parando me dio un minimo de pudor, me sonrio y me dijo: No tengas verguenza, son cosas que pasan. Me mire en el espejo y vi que por fin mis huevos colgaban aunque era por la fiebre.
Me tomo de la cintura y me apreto conta su cuepo el estremecimiento fue mayor al rozar mis genitales contra su cuerpo, me bajo y me sento en la bañera y con una esponja comenzo a mojar mi cabeza y cuerpo.
– ¿Y mi mama? Pregunte con cierta intranquilidad.
– Fue a ayudar a cerrar el kiosco despues viene con tu papa. ¿Te sentis un poco mejor?
– Si, mucho mejor.
– Vamos a hacer una prueba para ver si te sentis mejor de verdad.
– Si tio ¿que tengo que hacer?
– Parate con cuidado no te vayas a caer, voy pasar mi mano por tu cuerpo y me tenes que decir si te duele o molesta.
Comenzó pasándome las manos por mis brazos luego por mi pecho y espalda y ahi tuve un estremecimiento notorio que me hizo arquear el cuerpo, luego bajo hasta mi vientre y de ahí a mis nalgas provocando una erección instantánea, después acaricio mis muslos convulsionando mis bolitas que subian y bajaban enloquecidas de placer.
– ¿Y? Te duele la piel o sentis molestia.
– No Tio, no me duele, me gusta.
– Queres que probemos un poquito mas o ya esta.
– Un poquito mas.
Me dio vuelta y comenzó a acariciarme la espalda, las nalgas y las piernas me di vuelta un poco para verlo y vi que con la otra mano se agarraba la pija. Instintivamente baje mis brazos y me abri las cachas ofreciendole la roseta de mi culito, se mojo los labios y llevo un dedo a mi boca para que lo chupe, se lo moje bien luego lo saco y lo llevo a la entrada de mi ojete y jugo haciendo circulos en el hasta arrancarme gemidos.
Desee como nunca que me dejara tocarle la verga, chupársela o que me culeara.
Se levanto y la verga era un mastil dentro del pantalon, aproveche para tocarla, pero enseguida se aparto.
– Vamos que te seco y te llevo a la cama, que tus padres estan por venir.
– ¿Tio por que no me dejaste que te toque?
– Se hizo tarde y es peligroso.
– Pero era un poquito nada mas.
-No, ahora no ya estan por venir. A la noche, te prometo que a la noche cuando todos se duerman si
– De verdad Tio.
– Si, de verdad.
Termino de secarme me vistio con ropa limpia y me llevo a la cama.
– ¿Tio se te puso dura en el baño? como a mi.
– No tanto.
– Entonces, la tenes regrande.
– A la noche la vas a conocer y me vas a conocer, yo se todo lo que a vos te gusta.
– Si, como sabes lo que gusta.
– Porque me contaron. No te imaginas quien pudo ser que me conto.
-No, dale decime.
– tu primo Carlos, me conto lo que hacian.
La charla termino abruptamente por la llegada de mis padres.
Me quede solo un rato tocandome, preparandome para la noche.
Continuara.
como sigue
Hola barcelona22 ya publique la continuacion. Espero que te guste.
Diossss…. Que morbo tan grande! !