Mi tio del campo continuacion.

La primera noche, momentos que nunca olvide..
Despues de cenar Martin volvio a mi cuarto y se preparo para dormir, tendio la cama y se desnudo para ponerse un pantalon pijama corto.

En voz muy baja le implore que me muestre la pija, se escondio detras de la puerta del placard y de ahi se bajo los pantalones para mostrarme su verga que colgaba majestuosa acompañada por dos bolas hermosas con poco pelo, se la jalo un par de veces corriendose la piel para mostrarme la cabeza rosada. Inmediatamente se paro mi verguita y comence a tocarme mientras lo miraba. Cruzo un dedo sobre los labios para que no hablara, se subio los pantalones y se sento junto a mi en el borde de la cama, poso su mano en mi frente para tomarme la fiebre, por la manera que estaba sentado le podia ver la cabeza de la verga y los vellos pubicos.

Golpearon la puerta, era mi madre que me saludaba y le preguntaba como seguia con la fiebre. Con naturalidad se dio vuelta y le dijo que estaba mejor y que cualquier cosa me pondria paños humedos, luego de un hasta mañana, cerro la puerta.

Volvio a abrir las piernas pero esta vez cargo todo en un solo lado al alcance de mi mano y no dude, vi en sus ojos el placer que le provocaban mis manitos tibias jugando con sus bolas. Tenia la misma mirada dulce que el motorman y que el hombre del baño, mi pecho se agitaba mirando como la verga le crecia con mis toqueteos. Mira que estan despiertos todavia me dijo acercandose a mi oreja rozandola con sus labios y haciendome estremecer.

Tio, tenes una verga enorme le dije en tono de admiracion. Me sonrio y me acaricio la cabeza. Mañana que vamos a estar solos hablamos ahora es peligroso. Pero te vas a meter en la cama conmigo le pregunte. Mas tarde mi dijo, cuando todos esten durmiendo.

Se levanto y no podia dejar de mirarle la verga parada, apago la luz y se acosto.

Ansioso no podia dejar de pensar y venian las imagenes de los hombres que habia conocido, era mi ritual nocturno, antes de dormirme recordar los momentos vivividos. Me habia quitado el calzoncillo y habia flexionado mis piernas para llegar a acariciar mi hoyito. Una chispa en la oscuridad revelo la figura de mi tio desnudo acercandose a mi cama, otro chispazo y ya lo tenia encima ahora con la pequeña llama del encendedor estaba mirando mi culo expuesto, otra vez la oscuridad y otra vez un chispazo y el rostro de mi tio ubicandose entre mis piernas, su lengua afuera y sus ojos cargados de lujuria y su aliento caliente acariciando los pliegues de mi ano. Cerre los ojos en el instante que su lengua humeda y caliente se poso en la entrada y comenzo con pequeños golpeteos que me llevaban al cielo ida y vuelta. Para aumentar mi desesperacion y excitacion pasaba su lengua por mi escroto y me daba chupones en las ingles que me dejaban sin aliento.

Despues se acomodo recostandose a mi lado y puso la verga entre mis piernas, era maravilloso sentir su cuerpo pegado al mio y semejante verga entre mis piernas.

Martin – Asi te gusta ¿No?

Yo – Si, asi.

Me beso y comenzo a moverse lentamente haciendome disfrutar  cada centimetro que iba y venia entre mis piernas.

Martin – ¿Ya te la metieron toda?

Yo – Un hombre no, un chico de trece años.

Martin – ¿Y te gusto?

Yo – si pero me la metio se movio y acabo.

Martin – ¿Y Carlos?

Yo – No, el quiere pero yo no. Me coje asi y despues me echa la leche en la cola.

Martin – ¿Y eso te encanta, no?  Pero habla mas bajito.

Yo – Si, es lo que mas me gusta.

Martin – Mañana vamos a poder hablar bien, quiero que me cuentes todo. Carlos me conto algunas cosas que me volvieron loco, pero quiero escucharlas de vos.

Volvio a besarme, me di vuelta y baje hasta su verga lo hice voltear y quedo boca arriba me acomode y comence a lamerle los huevos con devocion.

Martin – Ayyy chiquito que feliz me haces.

Me meti la cabeza de la verga en la boca y su cuerpo se tenso, sus manos tomaron mi cabeza y le dieron ritmo a mis succiones, por el tronco iban cayendo como una amalgama mi saliva y su precum.

Martin – Estoy por acabar.

Yo – No, espera, espera.

Rapidamente me monte sobre el tronco de su verga y comence a refregarme como habia hecho con mi hermano.

Martin – Ahhh, que me haces me  estas volviendo loco.

Yo – cuando te este por saltar apoyamela en la entrada que es lo que mas me gusta, que se vaya para adentro.

Martin – Siii, siii, papito lo que vos quieras.

Sentia como su pija resbalaba por la entrada de mi ojete brindandome sensaciones increibles hasta que en un momento una mano detuvo el movimiento tomandome de la rodilla y la otra nerviosamete buscaba la entrada de mi culo, apenas un suave empujon que nos  conecto y comenzo a descargarse dentro mio  entre espasmos y temblores. Su liquido espezo y caliente se abria paso  dentro mio llenandome de placer, cai rendido sobre su pecho agitado. Me acaricio y me lleno de besos, sos hermoso me dijo, se levanto y busco un trapo iluminandose con el encendedor me limpio y se limpio, volvio a darme un beso y me dijo hasta mañana.

continua