Mi tío favorito
Mi tío mi maestro .
Cuando recién entraba a la adolescencia tenía unos 15-16 años, un tío por parte de mi padre se mudó a nuestra casa ya que se había divorciado, se llama Jorge, en ese entonces él era policía, tenía como 30 años, recuerdo que era muy musculoso y velludo, jugaba mucho fútbol, media 1.80 m, moreno, ojos y cabello oscuro, como vivíamos en la costa de Guerrero en México, prácticamente todo el año hace calor, mi tío Jorge siempre andaba por la casa sin camiseta solo en shorts que dejaban ver sus grandes y peludas piernas y unas nalgas riquísimas, se alcanzaba a notar un bulto entre sus piernas que hasta mi mama y mis tías volteaban a ver de forma lujuriosa.
Yo era un chico muy curioso, juguetón, de piel clara, de ojos y cabellos oscuro, algo mimado por mi madre, tenía un cuerpo bastante delgado pero culonsito, siempre me sentí muy caliente, muy cachondo como decimos por acá en la costa de Guerrero.
Por alguna razón tomé la costumbre de espiar a Jorge cuando él se bañaba en el patio de la casa, por aca es normal tomar un baño a las 2-3 de la tarde, ya que hace mucho calor, hasta que un día él se dio cuenta, pero no hizo nada para espantarme, simplemente siguió en lo suyo como si nada pasara.
Ya habían pasado varios días desde que me descubrió espiando y me preguntó qué porque lo hacía yo le dije que no sabía y que solo estaba jugando, por dentro estaba muerto de miedo, Jorge me abrazó, sentí sus fuertes brazos y sus manos muy grandes bajar hasta mi cintura, me apretó, me dio un beso en la mejilla y me dijo en el oído “Tu eres mi sobrino FAVORITO”, escucharlo decir eso me erizo la piel y las manos me sudaban como loco, mi tío me soltó y salí corriendo.
Después de eso pasaron varios días y yo seguí espiando, no recuerdo haberlo hecho por morbo ni nada sexual simplemente me sentía bien viéndolo desnudo mientras él se bañaba en el patio, pero en cambio él ahora se bañaba de frente hacia mi, donde sabía que yo lo espiaba, se tocaba su cuerpo de una manera distinta muy suave y lenta, se enjabonaba todo, no como antes que lo hacía a la carrera, era como si quisiera exhibirse para su sobrino favorito.
Cuando pasaba sus manos y el jabón sobre su pecho ufff… sentía una sensación extraña que me llenaba el cuerpo, luego tomaba su pene y se le ponía muy duro, él tenía una verga bastante gruesa y morena, no mucho vello pero la cabeza en especial era muy gorda como una paleta brillosa y morada, por alguna razón me gustaba verlo así, lograba darme cuenta que a él le gustaba este juego de espiar. Claro que siempre lo haciamos cuando no habia nadie mas en casa, solo mi tío Jorge y yo.
En uno de sus baños se empezó a sobar su pene una y otra vez, todo enjabonado se tocaba el pecho, apretaba sus pezones y se agarraba la verga con sus dos manos con un movimiento de arriba para abajo, mi tío se estaba masturbando, hasta que me di cuenta que boto varios chorros de líquido en dirección hacia donde yo estaba, mientras los músculos de sus piernas se contraian, su rostro cambio totalmente ahora tenía cara de placer y satisfacción. En mi mente dije “Que es eso que salio de su verga… se habrá orinado? nunca antes había visto eso” Después Jorge se enjuago el jabón del cuerpo, tomo la toalla y se secó, se fue a su cuarto y yo fui tras él, quería preguntarle qué era eso que había salido de la cabeza de su verga.
“Tio… puedo pasar? Quiero preguntarte algo” “Claro que si, pasale…” “Tio.. que… que… era esa cosa que salio de tu verga hace rato? te orinaste?” pregunte de forma muy tímida. No está de más decir que mi familia es muy católica y muy conservadora y ese tipo de cosas no se hablaban, así son las cosas en los pueblos de México. Mi tío sin la mas minima pena me dijo “Es mi leche” yo sorprendido e inocentemente le dije “No sabía que los hombres también produjeran leche, en la escuela no me han enseñado eso…” él me dijo “Cuando los hombres maduran su cuerpo produce leche, pero esta leche no es como la de las mamas, esta es la leche con la que se hacen los bebés” y me dijo algo que me marcaría ”Pero… está leche también se puede tomar y hace que los morros como tú crezcan fuertes y sanos”, yo lo mire con cara de sorpresa, el me solto una sonrisa perversa, me abrazo se rió y dijo “Mentira… jajajaja pero si quieres si la puedes probar no tiene nada malo, es leche de hombre al fin de cuentas” lo dijo como si fuera de lo más natural, nos quedamos callados y justo en ese momento llego mi mama y mi abuela a la casa, salí corriendo del cuarto de mi tio…
Mi tío Jorge noto que tenia muchas dudas sobre el sexo, así que se comprometió a enseñarme y resolver las dudas que tuviera. Me dejaba verlo tener sexo con las mujeres que se ligaba, me escondía en su closet y yo veía lo que hacían, me encantaba verlas disfrutar mientras mi tio las hace suyas, y ver como se ponía mi tio, como toro loco mientras las cogia me ponia la verga durisima, en más de una ocasión me masturbé escondió en el closet mientras los espiaba. Al dia siguiente mi tío Jorge me explicaba todo lo que habían hecho y resolvía mis dudas sexuales.
Todo cambio unas semanas después, en la fecha de mi cumpleaños, mi tío me regalo unos videojuegos y me dijo al oído “Hay otro regalo pero ese será luego” Como a los dos días nos quedamos solos en casa, él se bañó yo lo espié como de costumbre, a pesar de saber que lo espiaba seguíamos este juego, mi tío tomó su toalla y me hizo una señal para que lo siguiera a su cuarto.
Se sentó en la cama con las piernas abiertas y la toalla aún puesta en su cintura, me quede en la entrada, viendo a ese hombre exhibirse de esa forma, tan grande, tan moreno, tan peludo, tan masculino. Entonces Jorge me dice “Entra y cierra la puerta, quiero hacer algo contigo porque te quiero mucho y eres mi sobrino favorito”, hice lo que me pidió y me acerque a él, mi tío me abrazó y me subió a sus piernas abriendo las mías, su pene envuelto en la toalla quedo pegado en mi ombligo y sentí lo duro, caliente y palpitante que estaba, nos abrazamos sentí sus labios moverse en mi cuello y su lengua húmeda recorrer mi oreja, luego me miró a los ojos humedeció sus labios con su lengua y me dijo “Me amas…?”, yo estaba como loco, mi corazón se aceleró demasiado, me puse nervioso, me marie y lo único que hice fue abrazarlo, me recosté en su pecho y sentí sus vellos en mi cara, sus fuertes músculos rodeándome, el aroma natural de su cuerpo y note que él respiraba muy rápido.
Tío Jorge movió sus manos hasta mi cadera, me levanto un poco para quedar frente a frente y me beso en los labios, mi primer beso, me tomó por detrás de la cabeza y me apretó a él, todo fue demasiado placentero era como si él lo hubiera deseado todo este tiempo, su barba corta raspando mis mejillas, su aliento nublando mi vista, sus labios carnosos chupando los míos y ese sabor de su lengua y su saliva dentro de mi boca me hicieron morir por un par de segundos.
Jorge me separó un poco de su deliciosa boca y mientras que con su mano izquierda me sujetaba la cabeza con la derecha me acariciaba la espalda el pecho la barriga y fue él quien descubrió mi parte más erógena, mis pezones, los tocaba, apretaba, mordida y besaba de una forma única que me hacía cerrar los ojos y dar los primeros gemidos de placer en toda mi vida.
Mi tío seguía tocándome, me abrazaba muy fuerte lo sentía sudar, me mojaba todo y yo lamia el sudor de su pecho y su cuello, recuerdo pensar en lo lindo y lo especial que mi tío Jorge me hacía sentir.
Me volvió a besar en la boca pero esta vez introdujo su lengua más adentro de mí, me encantaba sentir su olor, su sabor a hombre, aún lo tengo muy presente, ojalá pudiera enseñarles lo rico que sabía su saliva.
Me miró directo a los ojos y de una forma muy seductora me dijo «Quieres que te haga las cosas que les hice a esas viejas…? Te gustaría sentir lo que ellas sienten?» jamás imaginé que me pediría eso, mi corazón latió más rápido al oírlo decir eso, «Siiiii, me encantaría… quiero que me hagas lo mismo» le dije cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.
Mi tío me acostó en su cama, se levantó, se puso frente a mi… y vi todo su cuerpo, era el cuerpo desnudo de mi tío favorito, todo velludo, caliente, sudado, jamás había tenido a un hombre así de cerca en mi vida y no podía quitarle los ojos de encima, él se quitó la toalla dejándola caer al piso y pude dimensionar el tamaño de su verga, lo primero que pensé fue que era demasiado grande para mí. Distraído por la carne entre sus piernas, de repente vi ese cuerpo tan masculino arrodillarse ante mí, me tomó de las piernas con sus manotas, me miro a la cara, me sonrió, me guiñó un ojo y me dijo «TE AMO» no me dio tiempo a responder, no podía creer que me dijeron esa palabra tan hermosa, y metió su cabeza entre mis piernas, su barba raspaba como lija mi piel, pero era delicioso sentir eso, eran tantas las sensaciones de placer que no sabía si mi tío Jorge estaba chupando mi pene o mi ano o chupaba y besaba todo, recuerdo sentir su lengua muy húmeda adueñarse de mí, sus manos acariciaban de forma firme mis piernas, mi pecho y mis tetillas, yo solo estaba indefenso acostado boca arriba con las piernas abiertas en total disposición de la voluntad de mi tío.
Solo se escuchaba un extraño sonido provocado por su lengua, su saliva y mi piel, acompañado de mis gemidos y es que gemir era lo único que hacía. Levanté mi cabeza para verlo entre mis piernas, se asomaba su frente llena de sudor y de vez en cuando me guiñaba un ojo, yo solo gemía y gemía, gemía como las mujeres que él llevaba a la casa, gemía con las cosas que a ellas también les hizo, «Titooo que cosas mas ricas me haces….» exhale
Se levantó me tomó de las piernas y me puso boca abajo, recorrió toda mi espalda con su lengua hasta llegar a mis nalgas me las sobaba, acariciaba y separó mis nalgas con sus manos y sentí su aliento calentar mi ano, eso me hizo estremecer, pero la locura fue al sentir su lengua invadiendo mi cuerpo, la metia y sacaba de mi esfínter, mi tío se dio cuenta que hacía demasiado ruido, y aunque estábamos solos en la casa, corríamos el riesgo que algún vecino pudiera oírme gemir, por lo que mi tío acomodó una almohada en mi cara para que la mordiera y ahogara mis gemidos de placer.
Ese hombre me tenía hipnotizado imaginen recién entrar a la adolescencia, ser sometido por un hombre maduro a esa gran carga de placer, solo pensaba en lo feliz que era en ese momento junto a mi tío en su cama.
Después mi tío se acostó en la cama y me subió sobre él dejando mis tetillas al frente de su cara, no espero nada y empezó a casi amamantarse de mí, era como si quisiera sacarme algo de mis pezones. Con sus manos me tomaba de la cintura y me apretaba contra él, podía sentir su verga húmeda chocando contra la mía, todo era saliva y sudor, deslizó sus manos hasta mis nalgas y las abrió, sentir ese roce de sus dedos en mi sensible ano me hizo exhalar de placer, mi tío motivado por el placer que me estaba provocando intento meter uno de sus dedos en mi ano, inmediatamente salte y exclame de dolor, sentir su lengua penetrarme era muy diferente a sentir uno de sus gordos dedos intentarlo. Entonces se escupió en los dedos y embarro su saliva en mi culo, pasaba sus dedos en mi ano como si tocara el piano, lo tocaba y le daba movimientos circulares, hasta que poco a poco noto como me abría, y empezó ese delicioso juego de meter y sacar sus dedos en mi ano.
El solo decía “Te gusta amor… te gusta que te chupe tus pezoncitos bebé… te gusta las cosas ricas que te hace tu tío?” mordí mis labios al oírlo decir eso en forma tan obscena, solo le respondí “Siiii tito… siiiii”.
Poco a poco fue bajando el ritmo del juego con sus manos en mi cola y me dijo, “Bésame bebé… besame como yo lo hago” de inmediato me lo comi todo, lamí su cuello, lo chupe, lo mordía, bese su pecho, me pegue como becerro a sus pezones, estaban duros, cubiertos de pelo, sus pezones y su pecho eran mi nuevo postre favorito, mi tío Jorge sabía delicioso a hombre, a macho.
Mientras yo lo devoraba, solo escuchaba gemir a mi tío, gemía y suspiraba de forma muy sexy “Bebé… mmmm… mi amor… que rico me comes… mi nene comeme todoooo…” para expresarse así sin duda debía amarme y desearme mucho, quién sabe desde cuándo se resistía a tenerme así.
“Si viste bien lo que ellas hacían con esto, verdad?” me indico mi tio, tocando su pene, el cual ya estaba baboso por tanta exitacion. No había tocado una verga ajena antes, y no quería decepcionar a mi tío, recordé todo lo que esas mujeres le habían hecho a mi tío y las imite, tome su verga en mis manos y lo masajeaba de arriba para abajo, sentir el calor y como palpitaba en mis manos me estaba poniendo loco, sin que él me dijera nada metí su cabeza en mi boca, mientras él se retorcía y gemía como loco, yo lamia el espeso líquido que brotaba de su cabeza y con mis labios chupaba su hinchada cabeza, el olor del sudor de su entrepierna me mareaba, “También los huevos… comete los huevos amor” mi boca no se daba abasto con tanta carne, tanta verga, tantos huevos por comer, pero yo estaba decidido: “DARLE TODO EL PLACER, AL HOMBRE QUE ME ESTABA VOLVIENDO HOMBRE”.
Alce la vista para verlo, sin sacar su cabeza de mi boca, y vi lo más lindo hasta ese día, mi tío tan grande, tan varonil postrado ante mí, dependiendo de mí, de mi boca, él apretaba los labios para no gritar, sus ojos mirándome fijamente disfrutando ver como su sobrino se alimentaba de él, solo dio un grito ahogado como de desesperación cuando sentí mi boca llena, no sé de qué, mi tío me tomo de la cabeza y me empezo a clavar su verga, sentí que me ahogaba pero fui fuerte y valiente no podía dejar que mi tío perdiera su momento de placer, “Haaaaagggghhh” dio un grito largo mientras su cuerpo se contraia, “Me vengooo, bebe … me vengo”, no sabía a qué se refería con eso, hasta que mi boca se llenó con su semen, el semen de mi tío favorito, el semen del hermano de mi padre, el semen de mi padrino de bautizo, el siempre me dio los mejores regalos, ahora sumaba otro, su leche.
Mi tío Jorge tembló, jadeó, gimió, intento sacarme su verga de la boca pero yo continuaba chupando su cabeza, jugando con mi lengua y mis manos masturbandolo aun mas fuerte. Él me dijo “Ya… ya bebé, por favor… por favor!!! Ya no me queda más leche, me la sacaste toda…” y dejó caer su cabeza en la cama.
Me detuve, tenía la boca llena de semen, no sabia que hacer, me pare para ir al baño a escupir, pero al instante mi tío se sentó en la cama, me abrazó y me dijo “No la escupas, tómala, es tu regalo mi amor, mi lechita para ti bebe” me sonrió y me dio un beso en los labios y yo trague, fue mucha leche porque tuve que tragar varias veces, estábamos empapados de sudor, él se acostó y me acosté sobre él nos besamos, me acomodo sobre su pecho y me dijo “Yo soy tu hombre… oíste !!! tu eres mi precioso, solo tu y yo vamos a hacer estas cosas, ya no voy a traer ninguna vieja para hacerlas, ahora te tengo a ti…” yo sonreí, estaba muy feliz con sus palabras y le dije “De verdad tito? solo lo harás conmigo?”, “Si amor, solo contigo” me guiño un ojo mi tío Jorge “Te amo tío” nos quedamos callados hasta que solo escuché el sonido de su corazón palpitando fuerte el acariciaba mi cabeza jugando con mi pelo, sentía su pene dormido en mis piernas, los dos nos quedamos dormidos.
Cuando yo desperté ya estaba en mi cama, no sabia como habia llegado ahi salte corriendo nervioso, pero no había señales de mi tío Jorge en mi cuarto ni en el suyo, ya era de noche, baje a la sala de la casa, vi a mi mama y mi abuela y pregunté por mi tío Jorge, me dijeron que había salido a trabajar.
estaba contento, en mi mente repasaba todo lo vivido por la tarde, fui a la recamara de mi tío y vi la cama destendida, sus sábanas manchadas con su semen, las olí y el golpe a mi nariz me confirmó que todo en cabeza no era solo un sueño. Me fui a dormir, deseando que la hora de quedarme a solas con mi tío Jorge llegara para entregarme a él.
hubiera querido tener un tio así! que me llene de leche ese hombre!
Qué hermosa experiencia.
Increíble Relato Espero Más Relatos Así De Reales
Un relato muy excitante. Es increíble, pero casi en su totalidad así es mi gran fantasía, sueño que así sea mi prometa vez