Mi tío me inició 7

La follada de un desconocido en su auto.
Después de que Luis mi profesor de deporte ya  casi no me buscaba por estar con lalito, pues buscaba en qué entretenerme y una de esas cosas era caminar de la escuela a la casa, era como media hora a buen paso, para ese entonces mis hermanas ingresaron a primer grado y yo pase a cuarto grado, siempre esperaba que salieran mis hermanas para irnos juntos caminando a casa.

un día se me hizo un poco más tarde, ya que me entretuve con una clase y ya cuando salí a buscar a mis hermanas al lugar donde siempre nos veíamos, no las encontré, me asusté por que mi madre me había encargado que las cuidara y no las veía por ningún lado. Regrese al instituto y busque por todas partes pero nada, ya casi no quedaban alumnos, y a mis 8 años casi 9 pues no se me ocurrió preguntar a ningún adulto, así que ya muy asustado y sabiendo la paliza que me pondrían en casa por perder a mis hermanas, salí del instituto y camine a paso lento sin rumbo cierto (no quería llegar a casa) camine unos 15 minutos e iba llorando, cuando un señor de unos 50 años que estaba en una camioneta al lado de la calle me preguntó que qué tenía y yo le expliqué. Él amablemente me dijo que me llevaría a dar una vuelta para buscarlas y si no las encontrábamos pues ya iríamos a la casa. No me pareció mal Plan y subí a la camioneta (gra error).

en cuanto subí el señor me miró morbosamente y no dejaba de agarrarse el bulto. Me dijo que le daría rumbo al parque, que a lo mejor ahí estarían jugando; yo sabía que si no era posible ya que el parque era muy solo y a veces solo algunos mariguanos estaban ahí. Pero no dije nada ya que me preocupaba encontrar a mis hermanas. Llegamos al parque y se estacionó cerca de las canchas de básquet, no se veía nadie cerca y él me dijo: bueno hijo tú sabes que todo tiene un precio y para seguir buscando a tus hermanas quiero que me chupes la verga. Sacó su enorme y gorda verga, era venosa y estaba muy firme y tenía la circuncision (eso lo sé ahora) así que si verga se veía gigantesca y brillosa y palpitaba. Yo deje de gimotear y me acerqué a esa verga, saque mi lengua y la pase delicadamente por el orificio donde salía un poco de líquido presenminal, lo probé y sabía dulce y todo el señor olía muy bien.

meti de a poco a mi boca el glande y un poco de la verga, ya que sentía que no me cabía, hacia esfuerzos por tragar tanta verga cómo pudiera y me esforzaba por chupar fuerte, ya había aprendido cómo hacerlo con mi profesor Luis, yo veía como ese señor disfrutaba, hasta que llegó un momento que me apartó de su verga y me dijo: se ve que te gusta y que ya has aprendido como mamar, quien te enseñó bb, bueno lo que quiero saber es si ya te has montado en una verga. Conteste que sí y su rostro se iluminó. Echo su haciendo un poco para atrás y me pidió que me quitara los pantalones y los calzones, eso hice, se puso un condon y me pidió que me subiera a él y que hiciera como que estaba manejando la camioneta. Así me

acomode y el poco a poco me metió la verga, crei que no entraría toda pero supe que si cuando sentí que mis nalgas rebotaban en sus piernas y podía sentir sus huevos cada que subía y bajaba. En realidad nuevamente me sentía loco teniendo una verga adentro, estaba tomado del volante de la camioneta y cerraba los ojos, sentía como yo agarraba un poco de impulso y subía y me dejaba caer, a casa movimiento de estos lograba sentir como esa verga caliente entraba y salía de mi culito (que ya hace muchos tiempo había dejado de ser Virgen) cada senton que me daba él pujaba de satisfacción y no dejaba de repetir “no mames que delicioso estás bb” “eres increíble” “por qué no te conocí antes” y así hasta que exhalo exhausto y supe que había eyaculado.

Dejo un par de segundo más la verga adentro, después me bajo de sus piernas, me coloco al lado de mi asiento, me pidió que me vistiera y el hizo lo mismo, me dijo que me llevaría a casa, le indique la dirección. Dimos la vuelta y en ese momento se dio cuenta que había unos vagos que habían estado viendo todo. Salió rápido del lugar y me llevó a casa. Yo había olvidado lo de mis hermanas y justo antes de bajarme de la camioneta recordé cuál había sido el tema por el que me subí a esa camioneta. Me dio 100 pesos, me dijo que me buscaría otro día después por donde lo encontré y que no dijera nada.

Toque el timbre de la casa, y al ingresar vi a mis hermanas jugando como si nada, yo ya no comenté nada y corrí a bañarme, mientras recordaba cada momento de lo que había pasado ese día con el señor desconocido de la camioneta.