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Gays, Incestos en Familia, Travestis / Transexuales

Mi tío no tan solo me introdujo en el mundo de la alta costura, sino que también me introdujo toda su verga por el culo.

Un mariconcito llega a la ciudad a vivir con su tío que es sastre y modisto de señoras, eventualmente el tío usa a su sobrino como maniquí para ropa femenina, y eventualmente se aprovecha de su sobrino y le come el culo. .
Cuando a mis padres le fueron con el chisme de que varios chicos del barrio con los que salía a beber, me daban por el culo, lo que no era del todo falso, los dos sin tan siquiera preguntarme si era cierto o falso, me obligaron a que siguiera estudiando fuera del pueblo, para ser más preciso en la casa de mi tío que vivía en la ciudad.
Todo se debió a que como de costumbre, yo salía a beber con mis amigos, como de costumbre me emborrachaba, y como de costumbre todos ellos se aprovechaban de mí, pero a diferencia de otras muchas ocasiones, como ya les dije, alguien le fue con el chisme a mis padres.
Esa noche en particular cuando ya me había emborrachado, varios de mis amigos se aprovecharon de mi para divertirse, al principio me fueron quitando toda la ropa, hasta dejarme totalmente desnudo.
Y con el cuento de que me devolverían toda mi ropa si los obedecía, hicieron que actuase como una chica, pero no conformes con eso, con el vacilón de que yo era una chica, comenzaron a manosear mis nalgas, a besarme por el cuello y las orejas, y cuando me vine a dar cuenta ya me tenían, como de costumbre con una verga atravesando mi culo y otra dentro de mi boca.
Así que a medida que el chico que me estaba penetrando una, y otra vez metiendo, y sacando toda su dura verga de entre mis nalgas, me acuerdo que al principio, como de costumbre llorando les pedía que me soltasen.
Trataba de quitármelo de encima, lo que lejos de desanimarlo, hizo que me apretase con más fuerza contra su cuerpo, hasta que justo antes de venirse, sacó su verga, y se vino sobre mis nalgas.
En el momento que eso me sucedió, pensé que todo había terminado, pero casi de inmediato, otro tomó su lugar, después de limpiar mis nalgas con mi camisa, los demás haciendo fila como de costumbre, me fueron penetrando.
En esos momentos dejé de gritar, y de llorar, y a medida que alguno de ellos seguía dándome por el culo, realmente comencé a disfrutarlo, tanto que cuando los que me tenían sujetado por pies y manos me soltaron, me quedé recostado boca abajo, esperando gustosamente al próximo que me quisiera dar por el culo.
Casi de inmediato apenas uno acababa dentro de mi culo, otro tras limpiarme un poco se colocaba sobre mí, y me penetraba, mientras que otro, pegando su glande a mi boca, me ordenaba que me pusiera a mamar su verga, sin que yo hiciera nada por impedirlo.
Para cuando terminaron conmigo, por lo agotado, y borracho que me encontraba, me volví a quedar dormido profundamente, por lo que, desde esa noche cada vez que salía con mis amigos siempre terminaba dejando que me comieran el culo y me pusieran a mamar.
Con el tiempo, todo el pueblo se había enterado de lo que me había sucedido, razón por la que mis padres, decidieron sin tan siquiera preguntármelo, que me iría a estudiar a la capital, en casa de mi tío.
Pero lo menos que yo pensé fue que mi tío, un viejo solterón, hiciera de mí, lo que soy hoy en día, desde que llegué, me quedó bien claro que mi tío estaba al tanto de todo lo que me había pasado, ya que constantemente me decía, que era preferible que me quedase ayudándola en su casa, a que fuera a dejar que alguien se aprovechase de mí, y me volvieran a comer el culo.
Y como mi tío es costurero, modista, y sastre, prácticamente me convirtió en su sirviente, dejándome apenas el tiempo necesario, para que yo estudiara, ya que cuando no me ponía a limpiar su casa, la cocina, o los baños, debía ayudarla en el taller de costura.
Y todo eso, sin pagarme un solo centavo, cierto día en que yo apenas regresaba de tomar mis exámenes, me pidió que la ayudase en el taller, ya iba yo a protestar, diciéndole que estaba cansado, cuando comenzó a decirme, lo importante que era para él, el terminar el traje en el que estaba trabajando.
Por lo general, yo le ayudaba a cortar las telas, a organizar los materiales, y hasta limpiar y aceitar sus máquinas de coser, por lo que cuando me pidió que me quitase la ropa, y me pusiera el vestido en el que estaba trabajando, le dije que no.
Fue cuando ella comenzó a explicarme, que la talla de ese vestido era mucho más pequeña, que la del maniquí que regularmente usaba, y como yo era bien delgado, si me lo ponía le sería mucho más fácil, el meterle las primeras puntadas.
Resignado, no me quedó de otra, que hacerle el favor a mi tío de ponerme aquellas telas sobre mi cuerpo, después de quitarme la camisa y el pantalón, ya llevaba un rato basteando aquellas telas, cuando sin tan siquiera mirarme, me dijo que me quitaras los boxes, ya que en la cintura formaban unas arrugas, y la tela que estaba usando no caía como debería hacerlo.
Así que sin más ni más, aunque dándole la espalda, me los quité, y él continuó trabajando, agarrándome los muslos, las nalgas, y de cuando en cuando diciéndome que era una lástima que fuera un chico, porque tenía el cuerpo justo, para ser una modelo de alta costura, yo la verdad es, que por ser la primera vez, que mi tío me alagaba, hasta le di las gracias.
Apenas terminó, me pidió que modelase frente al espejo, y la verdad es que el vestido, a pesar de no estar terminado, no se me veía nada mal, así que desde ese día, me convertí en su maniquí, ya que la mayoría de la ropa que ella cosía era para las modelos de los desfiles de diseñadores.
Había días en los que me la pasaba, todo el día vestido de mujer, por lo que también algunos de sus clientes, me llegaron a ver modelando en el taller, con esas ropas puestas.
Y quizás como acostumbro a usar el cabello largo, y jamás les dirigía la palabra, al verme modelando de la manera en que mi tío me decía que lo hiciera, pensaron seguramente, que se trataba de una chica, y no de un chico.
Con decirles que mi tío, hasta me regaló varios set de ropa íntima femenina, así como varios tipos de calzado, para que los usara con los vestidos que me ponía, por lo que además de estar mirándome en el espejo completamente vestido de mujer.
En ocasiones me preguntaba a mí mismo, como sería eso de ser una verdadera mujer, mientras que mi tío, no dejaba de decirme lo linda que me veía, con cualquiera de las prendas que me pedía que usara.
Al principio yo era renuente a ponerme esas prendas, pero al poco tiempo, hasta llegué a disfrutar, el usarlas a diario, incluso en ocasiones hasta me ponía algunas prendas íntimas, para ir a clase.
En cierta ocasión mi tío, para celebrar la firma de un contrato con un afamado diseñador, abrió una botella de ron, y a medida que terminó de darle las ultimas puntadas a un vestido que yo tenía puesto, mi tío continuó agarrando mis nalgas, y entre trago y trago, me fue acariciando mis nalgas.
Sin que yo me atreviera a decirle nada, ya que me sentía muy a gusto con que mi tío me tratase de esa manera, la cosa es que mi tío esa tarde, apenas me sentí un poco mareado por lo mucho que él me había hecho beber.
Mi tío me comenzó a besar, luego me fue quitando el vestido que cargaba puesto, así como la ropa íntima que estaba usando, y al poco rato él me puso a mamar su parada verga.
Por lo que cuando me dijo que me acostase bocabajo, simplemente le hice caso, y de inmediato comencé a sentir como toda su verga, me penetraba por el culo, y nuevamente me sentí como cuando vivía en el pueblo y mis amigos me ponían a mamar, y me daban por el culo sabrosamente.
Desde ese día, se me hizo mucho más fácil el vestirme de nena, y el actuar como si realmente fuera una chica.
Hasta que un día me atreví, ir a la biblioteca, completamente vestido como una chica, lo que más me agradó fue el trato que me dieron, algunos chicos, claro que ignorando que yo también lo era.
Un día estando en el taller, mi tío me llamó por mi nombre, justo cuando nos visitaba uno de sus mejores clientes, y de esa forma ese diseñador, no podía salir de su asombro al enterarse que yo realmente era un chico.
Luego habló con mi tío, para pedirle que yo modelase su colección, mi primera respuesta fue decir que no, pero cuando los dos me dijeron lo que me iban a pagar, acepté de inmediato.
En ese primer desfile, aparte de que llegue vestido como si realmente fuera una chica, usando unos ajustados pantalones vaqueros, y una pequeña blusa, por lo que tras cambiarme de ropa, me maquillaron, y también me hicieron un atrevido peinado.
Pero cuando me anunciaron como, la nueva modelo de la colección, yo estaba maravillado, y a medida que fui caminando por la pasarela, lo que escuchaba en todo momento, era lo linda que era, y lo bien que me quedaba la ropa.
Ignorando los presentes que yo era un chico, y no una modelo profesional, la colección fue un excito, y cuando el diseñador nos invitó a mi tío, y a mí para celebrar.
La verdad es que no supe, o mejor dicho, no quise decirle que no, por lo que mi tío, y yo fuimos a la fiesta del diseñador, en la que mi tío al poco rato, tras tomarse unos cuantos tragos, se quedó dormido en un sillón, mientras que yo sin descubrir mi verdadera personalidad, me dediqué a bailar, y a seguir bebiendo, tal como si realmente fuera una chica.
Ya estaba yo de lo más alegre cuando el diseñador, que sabía que yo era un chico, me sacó a bailar, y mientras bailábamos me fue diciendo lo bella que me veía en todo momento, y sin dejar de acariciar mi cuerpo, me convenció fácilmente de que lo acompañase, con la excusa de mostrarme su mansión.
Me sacó de la fiesta, y me llevó a una apartada habitación, y sin aviso alguno, me comenzó a besar, yo aunque me sentía algo mareado, por no estar acostumbrado a beber de esa manera, me quedé como paralizado, y cuando con sus manos comenzó acariciar todo mi cuerpo, no supe ni que hacer, ya que, al mismo tiempo, fue introduciendo su lengua dentro de mi boca.
En esos momentos pude reaccionar, pero en lugar de separarme de él y salir corriendo, lo dejé que me siguiera besando, y acariciando por todo mi cuerpo, tal y como si yo realmente fuera una chica.
No sé cómo se las arregló, pero cuando me vine a dar cuenta, ya él me había quitado aquel ajustado vestido, y me tenía recostado boca abajo sobre una gran cama.
Lo siguiente que recuerdo que sentí, fue escucharlo decirme lo linda que yo era, mientras que su miembro atravesaba mi esfínter, al principio me dolió, pero al poco rato ese raro dolor se fue transformando en algo sumamente placentero, ya que a medida que él continuaba penetrándome una y otra vez, yo sin que me lo dijera, comencé a mover mis caderas, al tiempo que dejaba escapar profundos gemidos de placer.
Cuando yo comenzaba a disfrutar más, él extrajo su miembro, y haciendo que me pusiera boca arriba, me tomó por los tobillos, separó mis piernas, y nuevamente me penetró.
Solo que en ese momento yo pude ver muy claramente, como toda su verga se iba metiendo dentro de mí culo, y manteniéndome con las piernas separadas, continuó penetrándome divinamente, hasta que se vino del todo dentro de mí.
Pero él no conforme con haberme dado salvajemente por el culo, una vez que se vino por completo dentro de mí, continuó besándome, sin dejar de seguir acariciando mis nalgas, hasta que de momento sacó su miembro de entre mis nalgas, y rápidamente se fue al baño.
Tras lavarse su miembro, cuando regresó a mi lado, nada más bastó que lo sujetase entre sus dedos, frente a mis labios pintados de rojo, para que yo de buena gana me dedicara a mamárselo, hasta que nuevamente lo hice que se viniera, pero totalmente dentro de mi boca y garganta.
En esos momentos, gustosamente me tragué casi toda su leche, desde esa noche me convertí en su modelo, y pareja favorita, con todo el apoyo del hijo de la gran puta de mi tío mi tío.
Aunque al poco tiempo se supo, que yo realmente era un chico, eso no ha sido impedimento para que yo siga siendo, la modelo de alta costura, y también para que complazca íntimamente, a uno que otro hombre, incluyendo a uno que otro compañero de clases, así como también algún que otro profesor.
Y todo se lo debo a mi tío, que está encantado, que yo sea su sobrina favorita. Aunque me dicen que mis padres, no lo perdonan…

56 Lecturas/21 mayo, 2025/0 Comentarios/por Martehijodejupiter
Etiquetas: amigos, baño, culo, hijo, mayor, puta, sobrina, sobrino
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