Mi tío Pacho me hizo hombre
Mi tío Pacho me convierte en un hombre de verdad.
Esta es la historia de mi vida, la de un niño encadenado, obstruido, impedido, preso de las experiencias, así fue por 17 largos años.
Me llamo Daniel, mucho gusto, en la época de mis dulces 17 a 18 años era más bajo que el promedio de chicos de mi edad, piel blanca, delgado y bendecido por Dios con unas nalgas enormes y unas piernas con músculos bien desarrollados, producto de mis entrenamientos de atletismo en la escuela, tenía un culo enorme y redondo. La verdad es que a cualquiera que le dijera que tenía 17 años, no se lo creería. Quizá por eso mis padres fueron muy sobreprotectores toda mi vida, después de todo siempre fui un niño bastante ingenuo, aún así no los perdono.
Mi familia era de lo más radical en cuanto a familias religiosas, mis padres en ese tiempo eran unos adultos jóvenes, que cómo su tradición lo mandaba, tuvieron sexo unicamente para procrear y luego cerraron la fabrica para siempre.
No me mal entiendan, mis padres eran unos seres amorosos, pero en cuanto a temas de sexualidad y temas biológicos, se me ocultó toda información, aun no les perdonó aquella vez que me bajaron los pantalones, me pusieron en 4 contra el suelo, alzando el culo, y me dieron correazos solo por ver una revista de lencería femenina. Lloro cada vez que recuerdo ese momento
Faltaba poco para que cumpliera 18 años, y faltaba menos todavía para que hiciera mi confirmación en la iglesia. Me encantaba la iglesia, me divertía mucho en la catequesis y aún más me divertía mucho jugando con los curas, todos eran super cariñosos y atentos conmigo, la verdad es que la pasaba muy bien en la iglesia, ya sea ayudando a las empleadas, rezando junto a los padres o confesandome.
Ahora toca hablar de uno de los personajes más importantes de toda esta aventura, mi tío Francisco, le decían Panchito, y yo de cariño le decía Pacho o Pachito. De 48 años, era todo lo contrario a mis padres, él se desligó de esta familia religiosa y se creó toda una vida en el ejército, hoy en día estaba retirado, luego de haber vivido mil y un aventuras por todo el mundo, y viviendo de las jugosas pensiones del país.
Pacho era y sigue siendo el hombre que más amo en todo el mundo, desde pequeño siempre jugó conmigo y me consolaba cuando mis padres eran muy duros conmigo por alguna travesura o por haber dicho o hecho algo que fuera indecente o insano, pero la verdad era que yo solo jugaba, mi tío Pacho lo entendía y mis padres no.
Era viernes por la noche, mi familia y yo estábamos saliendo de la iglesia, mi tío Pacho no era nada religioso pero me acompañaba para darme apoyo moral, era muy lindo. Había insistido varias veces a mi tío Pacho para que fuese mi padrino, pero se negó todo el tiempo, realmente odiaba la religión. En su lugar mi padrino sería Don Guillermo, el vecino que vivía al costado de mi casa y que ha sido amigo de la familia desde siempre.
Cuando llegamos a casa cenamos todos juntos, luego de recoger la mesa mis padres se pusieron a conversar con mi padrino, y yo me fui al jardín trasero con Pacho, en ese lugar me encantaba jugar a la pelota con él.
- Tío Pacho: debes estar muy emocionado Danielito, no paras de saltar
- Daniel: Claro que si Pachito, por fin haré mi confirmación, por fin seré un hombrecito
- Tío Pacho: jejeje tu siempre serás mi niño Danielito
- Daniel: eso si lo se, pero me refiero a que me convertiré en un hombre cuando haga mi confirmación
- Tío Pacho: Danielito te estas confundiendo, cuando haces la confirmación no te vuelves hombre automáticamente…
- Daniel: pero, papá me dijo que si me volvería hombre con la confirmación
- Tío Pacho: tu padre es un maricón
Mi tío habia dicho maricón, si yo dijera eso mis padres me matarían…
- Tío Pacho: tu padre no sabe lo que es un hombre, ni siquiera se comporta como tal
- Daniel: ¿papi no es un hombre?
- Tío Pacho: a tu padre no se le puede llamar hombre…
- Daniel: pero…pero…cuando cumpla 18 me volveré un hombre, ¿cierto?
- Tío Pacho: cuando cumplas 18 te volverás un adulto, pero no te volverás un hombre.
- Daniel: ¿en serio?
Recuerdo que en ese momento me puse a llorar, todas mis ilusiones se habían desvanecido tras las palabras crueles pero realistas de mi tío
- Tío Pacho: Danielito, no llores mi campeón, tú de verdad quieres ser un hombre, ¿cierto?
Entre lágrimas le respondí
- Daniel: si…de verdad me quiero volver un hombre…
- Tío Pacho: yo si soy un hombre de verdad, y puedo convertirte en hombre
- Daniel: ¿en serio?
- Tío Pacho: no será fácil, dolerá mucho, pero serás un hombre grande y fuerte
- Daniel: si quiero ser un hombre de verdad tío Pachito.
- Tío Pacho: ¿aguantarás todo el camino hasta el final?
- Daniel: sí lo haré tío Pachito
- Tío Pacho: está bien, serás un soldado de ahora en adelante, y al final del camino, serás un hombre hecho y derecho.
- Daniel: si…seré un soldado tío Pachito
- Tío Pacho: a partir de ahora responderás “sí señor”, ¿entendido?
- Daniel: SI SEÑOR
- Tío Pacho: eso es, lo segundo que vamos a hacer es mostrarte cómo se ve un hombre de verdad…
- Daniel: cómo…cómo haremos eso tío Pachito
- Tío Pacho: me quedaré a dormir en tu casa esta noche, y cuando tus padres se duerman iré a tu habitación para que empecemos tu entrenamiento.
- Daniel: sí señor
Un entrenamiento difícil y doloroso era lo que me esperaba, pero yo confiaba mucho en mi tío Pacho, él era el único que podía volverme un hombre de verdad, no tenía dudas de ello.
Mis padres se despidieron de mi vecino y futuro padrino, el hombre me dió un beso muy cerca de los labios y abrazó mi cintura, con las manos muy cerca de mis enormes nalgas, sentí una extraña sensación en el momento, pero no le di mucha importancia, porque me emocionaba más el entrenamiento de mi tío Pacho.
Las horas corrieron, y yo esperando en mi camita dando vuelta y vuelta. Llegó un momento en donde no escuché ni un solo sonido en toda la casa, un silencio pacífico, un silencio que fue interrumpido por alguien llamando a la puerta de mi habitación, era la señal, era mi tío Pacho.
Me tomó de la mano y juntos fuimos a la azotea de la casa, un lugar más amplio que mi habitación donde estaríamos solos mi tío Pacho y yo.
- Tío Pacho: de acuerdo soldado, el primer paso para que se vuelva un hombre es reconocer a un hombre, por ello retrocede 5 pasos y date la vuelta, cuando te de la orden volteas.
Yo obedecí, estaba volteado unos 2 minutos, oí algunos trapos caer al piso, nunca me habría imaginado con lo que me iba a encontrar.
Cuando mi tío Pacho me dio la orden yo voltee, el hombre estaba completamente desnudo y con el pene erecto y masturbandose.
Yo estaba asustado, mis padres me prohibieron ver ese tipo de cosas, pero mi tío Pacho en ese momento me dijo:
- Tío Pacho: Ser un hombre significa reconocer el cuerpo humano y aceptarlo, si le tienes miedo al cuerpo de un hombre de verdad, nunca te convertirás en uno…
Tenía razón…voltee y lo miré bien, alto, con canas, el pecho lleno de pelos, tenía los brazos bien marcados y un poco de barriga por la edad. sus piernas estaban bien definidas también, pero la joya de la corona era esa enorme polla, tenía la cabecita roja y los huevos bien cargados. Ese era el cuerpo de un hombre de verdad…
- Daniel: tío…
- Tío Pacho: acércate, toca todo lo que desees, no tengas miedo
Mi tío tomó mis manos y las puso sobre su pecho y sobre su abdomen, bajando lentamente hasta su zona prohibida.
- Daniel: Tío estás…estás muy caliente
- Tío Pacho: Los hombres de verdad somos calientes, es nuestra naturaleza…
- Daniel: Tío…eso está…
DURO, estaba duro. Recuerdo esa noche que lo tuve entre mis manos, era un pene de un hombre de verdad, que rico se sentía acariciarlo…pero las alegrías apenas estaban comenzando.
- Tío Pacho: esta es la herramienta que vamos a usar para volverte un hombre
- Daniel: Tío…es…muy grande…
- Tío Pacho: con esto he luchado incontables batallas, esta herramienta es muy potente, espero que la sepas manejar soldado Daniel
- Daniel: Sí señor, estoy a sus ordenes
- Tío Pacho: de rodillas y cierra los ojos
Yo obedecí
- Tío Pacho: quiero que abras la boca, te voy a meter esta herramienta en tu boquita, no abras los ojos en ningún momento y usa tu lengua para concentrarte en el sabor de mi pene, ¿entendido soldado?
- Daniel: si señor
- Tío Pacho: esta será su primera prueba, asustado soldado
- Danielo: para nada señor
- Tío Pacho: eso me gusta, empecemos
Se acercó a mí y me la metió en la boca, yo cerré los labios y toqué el miembro con mi lengua, eran demasiados pensamientos en unos pocos segundos. Nervios, emoción, un poco de miedo, un calor que recorría mis piernas subía por mi abdomen y mi pecho hasta nublar mis pensamientos.
Hice lo que mi tío me dijo y recorrí cada parte de ese tronco caliente, tenía un sabor fuerte, al principio desagradable, pero esa era mi prueba, estaba cansado de siempre ser débil y temeroso, tenía que atreverme a cada prueba que me pusieran y superarla como un verdadero hombre lo haría.
Escuchaba las indicaciones de mi tío, escuchaba su respirar y sus gemidos. El hombre acariciaba mi cabeza, llevándola de atrás hacia adelante. Estaba salivando, el sabor se apoderó de mí, la baba que caía de mi boquita mojaba mi camiseta y mi pantalón de pijama.
Los minutos pasaban y los pensamientos fueron desapareciendo, tal como lo indicó mi hombre, me concentré en el sabor y me volví adicto a él. Mi tío me elogiaba, me decía lo bien que lo estaba haciendo.
- Tío Pacho: Excelente desempeño soldado, es hora de que vayamos en serio, quiero que aprietes mis muslos y te metas y saques mi pene de tu boquita, con rapidez y succionando duro
Me saqué aquel trozo solo para responderle con un: sí señor…
Obedecí las órdenes de mi capitán, devoré esa verga con pasión, cómo si la vida me fuera en ello. Aquel falo largo y grueso entraba y salía de mi boca, no se si era mi imaginación, pero parecía que se estaba haciendo más grande. Dios mío, este entrenamiento si que era duro, mi tío no mentía cuando dijo que sería difícil.
- Tío Pacho: ya casi terminamos la primera parte, preparate soldado.
Mi tío sujetó mi cabeza y penetró mi pobre boquita con violencia y rapidez, fueron una embestidas que mis carnosos labios jamás olvidarán. Mi capitán estaba dándolo todo porque yo me volviera un hombrecito, estaba sudando, jadeando, dándolo todo, y yo por supuesto lo recibí.
Soltó una gran cantidad dentro de mi boca, era espeso, viscoso, tenía un sabor raro, y estaba muy caliente.
- Tío Pacho: ese liquido que tienes en la boca es mi jugo de hombre, es la leche que necesitas tomar para volverte un hombre de verdad, ahora trágatelo
Yo obedecí a mi tío, fue la primera vez que me bebía su jugo de macho, fue delicioso.
- Tío Pacho: muy bien hecho soldado, vas por buen camino para ser un hombre, sigamos con el entrenamiento
- Daniel: si mi capitan
- Tío Pacho: ahora veremos si tienes madera para ser hombre, quítate toda la ropa
- Daniel: si señor
Me puse de pie y me quité la camiseta y mi pantalón de pijama, me cubrí mi pene, me daba vergüenza enseñárselo a mi tío. El hombre tomó mi mano y me guió hasta un espejo grande, me pidió que me parara correctamente frente a este, ahí ambos pudimos ver mi cuerpo desnudo.
- Tío Pacho: un hombre no se avergüenza de su cuerpo
- Daniel: tío usted tiene un buen cuerpo y también tiene un pene muy grande, mi cuerpo nunca será como el de usted
- Tío Pacho: no te preocupes, parte de tu entrenamiento será formar el cuerpo de un verdadero hombre
- Daniel: pero…mi pene es chiquito, el suyo es muy grande y delicioso, con mi pene nunca seré un hombre de verdad
- Tío Pacho: existen hombres que tienen penes grandes, pero otros tienen otra herramienta especial.
- Daniel: ¿cual?
Mi tío me dio vuelta, y ambos pudimos ver en el espejo mi enorme trasero.
- Tío Pacho: esta es tu herramienta principal, tienes un culo enorme
- Daniel: mi…mi culito
- Tío Pacho: asi es, esta es la herramienta que debes usar para volverte hombre
- Daniel: pero…las mujeres no usan su culo también
- Tío Pacho: así es, pero un hombre de verdad usa su culo con orgullo y sin avergonzarse de nada. Soldado Daniel, usted tiene un cuerpo hermoso y tiene que lucirlo con orgullo y dignidad
- Daniel: si mi capitan…
En ese momento mi tío se acercó a mi rostro y me dió un beso, yo estaba ardiendo por dentro, cada vez más enamorado del hombre que me estaba volviendo su hombre
- Tío Pacho: ahora vamos a usar este culo para volverte hombre
- Daniel: capitán, ¿vamos a tener relaciones?
- Tío Pacho: así es, tenemos que meter mi leche de hombre en lo más profundo de tu culito, esta será la parte dolorosa de tu entrenamiento…
- Daniel: si…si señor
- Tío Pacho: te voy a enseñar cómo coge un hombre de verdad, y tu tienes que aguantarlo,
- Daniel: yo…
- Tío Pacho: tu misión es aguantar y luego disfrutar del sexo como un hombre de verdad
- Daniel: sí señor…
- Tío Pacho: al principio dolerá, pero luego se sentirá muy bien.
Mi tío me acarició para calmarme y me dió un beso…
- Tío Pacho: preparemos tu culito
- Daniel: ¿me vas a meter tu pene?
- Tío Pacho: veremos si tu culito está preparado. Soldado, aguante esto por favor
- Daniel: si mi capitán
Me puso contra la pared, sentí su lengua pasar por mi anito, trató de meterla hasta el fondo de mi ano, dolió un poco, apreté los puños, estaba temblando. Cuando mi tío lubricó bien mi ano con su saliva, llegó la primera prueba. Sentí su dedo indice abrirse paso por mi ano, mi tío Pacho tenía manos grandes y duras, manos de un general del ejército…
- Daniel: uff
- Tío Pacho: cómo se siente soldado
- Daniel: duele un poco…
- Tío Pacho: es normal, veo que es la primera vez que algo entra por aquí
- Daniel: ay…siento un hormigueo…recorriendo mi espalda
- Tío Pacho: prepárese soldado
- Daniel: Ay…Ay…que…que me está pasando…
- Tío Pacho: estoy masajeando tu próstata, esto activa tu punto G
- Daniel: no puedo…no puedo explicarlo pero…se siente bien…
- Tío Pacho: muy bien mi pequeño, ahora doblemos la apuesta
Sentí cómo mi ano se extendía, mi tío metió dos dedos en mi culo. Oh por Dios, como dolió, nuevamente metió ambos dedos hasta el fondo de mi ano
- Daniel: ay…ay…si…
- Tío Pacho: cómo se siente soldado
- Daniel: duele pero, se siente…se siente bien, es extraño
- Tío Pacho: lo estás haciendo bien
- Daniel: tío…cómo es posible que pueda sentir dolor…y que se sienta rico al mismo tiempo
- Tío Pacho: tu culito se está adaptando, estás creciendo
- Daniel: ¿me estoy volviendo un hombre?
- Tío Pacho: si Daniel, poco a poco
Dos dedos en mi culo, de verdad dolía, pero mi cabeza seguía llena de preguntas. Por qué dolía y se sentía bien al mismo tiempo, no lo sé.
Hice lo que mi tío me dijo, aguanté todo lo que pude, pero mis piernas me estaban traicionando, mi pene estaba goteando, y aún no llegaba a sentir el pene de mi tío.
El dolor aumentó de un momento a otro, no era el pene de mi tío, eran sus 3 dedos ensanchando más mi pobre esfínter. Mis emociones se dispararon, todo mi cuerpo se calentó, mi tío apretaba mis nalgas, yo en mi mente solo pensaba en aguantar tanto como un hombre lo haría, sin embargo, mis piernas me fallaron y no pude seguir en pie.
- Daniel: lo siento
- Tío Pacho: está bien, esa fue mucha carga para tu primer ejercicio
- Daniel: tío…
- Tío Pacho: lo hiciste muy bien, no hay duda de que te convertirás en un gran hombre
Mi tío no estaba enojado porque no pude aguantar la prueba, él vió que fui débil, por ello estaba a punto de culminar con la sesión de entrenamiento. Esto yo no podía permitirlo, quería que mi tío viera que yo era fuerte, y que me podría convertir en un gran hombre
- Tío Pacho: aquí dejaremos tu primera sesión de entrenamiento mi campeón
- Daniel: quiero terminar con esto…quiero…quiero convertirme en un hombre hoy
- Tío Pacho: Danielito
- Daniel: Tío yo pensé que me convertiría en hombre haciendo mi confirmación, pero si puedo volverme hombre esta noche, estoy dispuesto a soportarlo todo…por favor…coloque su leche de hombre dentro de mi culito y conviértame en un hombre de verdad
- Tío Pacho: muy bien Danielito, esta noche te convertiré en un hombre de verdad
El hombre me colocó nuevamente frente al espejo, me puso en 4 frente a él, esta era la misma posición que mi padre usaba para bajarme los pantalones y azotarme por mi mal comportamiento.
- Daniel: Tío…mi papá…mi papá me ponía en esta posición cuando me castigaba
- Tío Pacho: tu padre es un marica
- Daniel: jejeje
- Tío Pacho: Danielito, estos entrenamientos deben ser secretos, una cosa entre tu y yo
- Daniel: será nuestro secretito tío
- Tío Pacho: a esta posición se le llama ponerse en 4, ahora quiero que arquees tu espalda y levantes el culo lo más que puedas
Le obedecí lo que me decía mi tío, levanté mi culo y sentí como esas manos calientes lo apretaban…
- Daniel: ¿así está bien tío?
- Tío Pacho: así está perfecto, en esta pose les dices a los hombres de verdad que quieres su leche, ellos te darán su leche y te ayudará en tu crecimiento
- Daniel: ¿cómo son los hombres de verdad?
- Tío Pacho: un hombre de verdad es fuerte, valiente, seguro de sí mismo y que lo único que quiere es proteger y darle amor a su familia y amigos
- Daniel: yo quiero ser uno
- Tío Pacho: a partir de ahora, lo serás…
Sentí la punta de su miembro, estaba dando círculos en mi mojado anito
- Tío: llegó el momento decisivo
- Daniel: muchas gracias tío, de verdad…no puedo esperar
- Tío Pacho: es un placer Danielito, debes aguantar todo lo que puedas, como un hombre. Ahora mismo la meteré poco a poco hasta que mi pene esté completamente adentro.
- Daniel: está bien tío
Lo de los dedos fue una cosa, pero su polla no tenía comparación. Tengo el recuerdo de la punta de su verga abriéndose paso en mi ano, gemí fuerte, estaba en una mezcla éxtasis y agonía. Mi tío tenía mucha habilidad, sabía lo que está sintiendo y por ello jugó con su glande un poco, al principio solo metía y sacaba la cabecita, sabía que poco a poco el dolor se convertiría en placer y así fue.
Mis llantos de dolor se convirtieron en gemidos de placer, suplicando por más. Mi querido tío respondió a mis pedidos de más placer, vio que lo estaba disfrutando, así que me dio más de esa enorme polla.
“Ay…Ay…es enorme, es mejor que tus dos dedos…está rozando mucho mi ano, está muy caliente”
Eran algunas de las expresiones que solté mientras me sumergía en el éxtasis, la técnica de mi tío era excelente, pocos fueron los momentos de dolor y muchos los de placer.
Fue un excelente inicio, una excelente bienvenida al hermoso mundo del sexo anal, esas primeras metidas de polla las recordaré por siempre con mucho cariño.
- Tío Pacho: Cómo se siente soldado
- Daniel: ay…ay…se siente rico
- Tío Pacho: cree que podamos llegar hasta el final
- Daniel: si…si por favor
- Tío Pacho: está bien, hasta ahora has aguantadp bien la mitad de mi polla, ahora si te la daré toda.
Me sacó la verga, se la jaló un par de veces, luego la puso nuevamente en la entrada.
La metió lentamente, pero esta vez fue diferente, esa polla entró hasta que invadió por completo mi ano
- Daniel: UFFF
- Tío Pacho: esta es la polla de un hombre
Mi tío la sacó, y nuevamente la metió entera
- Daniel: AH…golpea duro, se siente…
- Tío Pacho: esto es lo que te puede dar un hombre de verdad
Mi tío siguió con esa técnica, sacarla por completo y meterla por completo, era una sensación muy fogosa, golpeaba mi interior literalmente, podría acostumbrarme tranquilamente a esto
- Daniel: increible…tu polla es…increíble
- Tío Pacho: tu culo se siente muy rico, muy caliente, definitivamente serás un hombrecito excepcional
- Daniel: ¿lo dices enserio?
- Tío Pacho: claro que si, este ya es el culo de un hombre hecho y derecho
Recibí esas embestidas, lo aguanté lo mejor que pude, y fue hasta sencillo, el principio fue doloroso pero luego el placer me inundó por completo. Mi tío hizo un trabajo excepcional, me pudo preparar bien para este momento especial.
- Tío Pacho: llegó el momento
Mi tío sujetó con fuerza mis caderas, aumentó el ritmo.
DIOS, su polla azotaba mis entrañas, sus muslos impactaron fuerte contra mis nalguitas. Mi tío jadeaba de cansancio, yo gemía de placer el momento que tanto estuve esperando por fin llegó…
Sus chorros calientes de leche inundaron mi interior una vez más, increíble, se había corrido más en mi ano que en mi boca.
- Tío Pacho: cómo se siente soldado
- Daniel: agotado señor…siento su lechita en mi interior, que rico calor siento en mi culito
- Tío Pacho: lo has aguantado muy bien soldado, felicitaciones
- Daniel: muchas gracias señor
- Tío Pacho: a partir de ahora eres un hombre
…
Continuará…
…
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Disclaimer: El único motivo de este relato es entretener, no se recomienda imitar las acciones presentadas en esta obra
Esta obra está basada en experiencias personales.
Todos los personajes presentados son mayores de edad.
Ninguna persona resultó lastimada.
…
Es solo un relato, disfruta y no jodas.
Besitos.
¡EXCELENTE! Ojalá pronto podamos seguir leyendo.
como sigue
Excelente relato, como sigue?