Mi tocayo y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Que tal, he estado leyendo estos relatos y me anime a contar el mio. Comenzare describiéndome, me llamo Eduardo, mido 1.80, soy moreno, delgado, mucha gente dice que soy simpatico, yo me veo normal. Siempre he sabido que me atraen los hombres y desde hace unas semanas contacte a uno.
Se llama igual que yo, pero el es de tez blanca, ojos claros, contextura un poquito guresa, mas bajo que yo, ( me comento que tenia 1.70), tiene una cara de niño malo que hace desear ser el protagonista de sus deseos mas pecaminosos jejeje. El vive el otra ciudad pero hace poco viajo para acá y cuadramos vernos, teníamos el sitio ya que se hospedaría en un hotel.
Cuando por fin nos encontramos las ganas eran incontrolables y mutuas, tanto que lo único que alcanzamos a decir fue el saludo, empezamos a meternos manos por todo el cuerpo, ni cuenta me di cuando me desabrochó los pantalones, note que tenia puesto un vídeo porno gay en su laptop. Nos besamos un rato mientras nuestras manos terminaban de desvestirnos. El se coloco boca abajo en la cama, por fin tenia a mi disposición a tal hombre. comencé besando sus pantorrillas, lamia y mordisqueaba cada vez mas arriba, lo escuche gemir apenas, pase por sus nalgas, bien redonditas, seguí subiendo haciendo desastre con mi boca,sentia como se agitaba, llegue hasta su nuca la cual mordí mientras le restregaba mi miembro por todo su ano, rozandoselo, esa sensación me dejaba la cabeza del pene muy sensible.
Decidí bajar de nuevo hasta su ano, mi lengua empezó a juguetear por su esfinter, se había rasurado por que ahí no existía vestigios de vello alguno ahí, ya se imaginaran lo sabroso que estaba eso, mi lengua empezó a moverse mas rápido y el la gemía confiadamente. Yo ya no aguantaba, quería penetrarlo así que me coloque mi condón, me lubrique con gel, y él seguía boca abajo, inmóvil en la cama, sabia que era lo que venia, así que me monte encima de su cuerpo rico y comencé a apoyar mi pene en su ano. Wuaooo que ano tan apretado y caliente tiene ese hombre, sus gemidos (no se si de dolor o placer, tal vez ambos) solo conseguían encenderme mas, escuchaba el jadeo que tenían los hombres de la película porno, lo penetré poco a poco hasta que se trago mis 18 cm gruesos, repletos de leche que estaba dispuesto a dar.
Estaba en un nivel de excitación tal que sentía que se apoderaba una bestia de mi cuerpo, lo penetraba rápidamente, hicimos varias posiciones, de vez en cuando, volteaba hacia la mesa donde tenia la laptop y veia el vídeo, me inspiraba con las posiciones que ahí salían, le pregunte varias veces a mi tocayo y le gustaba lo que sentía y el respondía que si, sentía mi orgasmo venir pero no quise acabar, por eso me detuve. Eduardo se saco mi pene de su culo, me acostó de manera dominante, me quito la preservativo y comenzó a darme la mamada mas maestra, (quizás la sentí de esa manera por que tenia todo mi pene sensible), ahí si no pude detenerme, le di toda mi leche, el se limitó a acelerar su movimiento húmedo y caliente. Cuando termine me dio un beso, senti mi semen escurrir por nuestras bocas, su lengua recorría mis labios, yo mordisqueaba los suyos.
Pasé a la ducha para lavarme y mi tocayo me sigue, siguiendo otra sesión d sexo desenfrenado que les contaré la próxima vez.
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