Mi vecinito, Jared
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Vivía en una colonia muy tranquila,y siempre salía a jugar con los chicos del vecindario.
Pero había uno en especial, que vivía a dos casas al lado de la mía.
Ese niño de 7 u 8 años en aquel entonces era Jared, de los más chicos que salían a jugar Fútbol, Basketball, u otra cosa con nosotros.
Era muy lindo para mi, de hecho podría decirse que fue el primer hombre por el que me interesé, o bueno.
niño.
El era muy delgadito, con unas nalguitas MUY levantadas, tenía unos ojos verdes muy oscuros, su piel muy blanca, cabello café ondulado y una vocesita muy suave.
Mi interés por el comenzó un día cuando estábamos todos sentados en forma de círculo formando equipos, cuando vi que intentaba manosear "Disimuladamente" la verga de Omar, un chico sentado al lado de el, y era de mi edad.
Omar se molesto y lo aparto, en ese momento pensé "Seguro que Jared está empezando a tener un poco de curiosidad o algo".
Al rato, me tocó estar en un equipo contrario al de Jared.
Mientras jugamos, Jared se disponía a tenerme "marcado" y se pegaba mucho a mi cuerpo.
En una de esas como que intento abrazarme por la espalda para que no tomará el balón, pero lo que sentí fue su manita posada justo en la cabeza de mi pene.
El se retiró de inmediato, y yo sentí una punzada, sentí que se me iba a parar.
Más adelante, durante el partido buscaba tener a Jared pegadito a mi, cuando lo conseguí vi que quería hacerlo de nuevo, pero no se atrevía.
Fue entonces cuando le dije en voz baja:
-Agarramela.
Y sin pensarlo dos veces, lo hizo, y no solo la acaricio suavemente como al principio, sino que la apretaba y la estrujaba con maestría.
Sin duda a el también le gustaba, nadie nos vio, ya que estando de espaldas a ellos, sólo pensaban que me estaba marcado.
Pateé el balón muy lejos, ni siquiera apunté a quien, para que todos fueran por el.
Jared en ese momento me pasó su mano por TODA la verga y me dijo: "Ay! Está bien Grandota" y no era para menos, a mis 16 años ya me media 17cm, bastante gruesa.
Así estuvimos un rato, hasta terminar de Jugar y cada quien se fue a su casa, pasaron los días y ya no venía Jared, lo cual me preocupo, ya que ansiaba que me manoseara, como sólo el sabe, pero sólo me quede con las ganas.
El punto es que un día me quedé solo en casa, y no podía salir hasta que volvieran mis padres (ellos son muy preocupones).
Hice caso para no tener problemas, y me dispuse a jugar con mi.
en aquel entonces Gamecube.
Jugando SSB (Súper Smash Bros), escuche que gritaban mi nombre.
-Guillermooo!!
Me asomé por la ventana, y para mi sorpresa, era Jared!! Y venía completamente solo.
-¿Que pasa Jared?
-¿vas a salir?
-Mas tarde, hasta que regresen mis papás, ¿ya les hablaste a Omar y Osvaldo?
-No están.
Salí con él un rato a platicar en la banqueta, cuando note que no dejaba de ver mi entrepierna.
La calle estaba desierta, y tome su manita y la puse sobre mi troncoso pene, me prendía en extremo como la apretaba, yo comencé a apretar sus nalguitas súper redonditas y ricas, lo hice que se sentará en la palma de mi mano para tener mejor agarre.
fue entonces cuando le dije:
-te quiero besar.
El respondió:
-No, eso no me gusta.
-¿y te puedo cojer?
-¿que es eso?
No supe explicarle con palabras, así que lo invité a pasar a la casa, y le puse un vídeo porno gay, y dijo:
-ASI ME QUIERES METER TODA TU VERGA!!
-Si, ¿me dejas o que?
-No, no.
Lo que quieras menos eso.
Le rogué mucho tiempo, hasta que me moleste.
Y se me ocurrió otro medio de cojer ese culito:
-Bueno, ¿quieres jugar en mi cuarto?
-Si!
Llegamos a mi recámara y prendi el gamecube, Jared al verlo dijo:
-Oh! También tienes el Smash! Que genial!
Nos pusimos a Jugar, y después de unas dos o tres peleas (las cuales me deje perder) le dije:
-¿y si apostamos?
-¿como que?
-No sé, ¿tu que quieres si ganas?
-Quiero.
mmm.
ese reloj del Rayo McQueen!!
(Ese reloj era de mi hermano, pero no pensaba perder)
-Esta bien, pero si yo gano, me darás un beso.
-¿un beso?!.
okeeei (me lo dijo en un tono disgustado)
Después de la partida, deje que me quitara dos de mis 3 vidas, y en la última, yo le quite las 3, Y Jared dijo:
-Eee! Pero si ya te iba a ganar!
-No modo, así pasa, ahora hay que pagar.
El volteo a verme resignado, y estiró sus labios.
No me iba a conformar con un piquito, así que lo tome por detrás de la cabeza, y lo avance hasta mi boca.
Después de medio minuto más o menos, el solo decía:
-Mjff! Mjffd! (Ya! Ya!)
En ese momento aproveché para meter mi lengua en su boca, y así ahogar más su suplica.
Al rato simplemente quedó rendido, dejó su boca abierta y me dejó besarlo cuanto quisiera.
Cuando tuve suficiente ya no me dijo nada.
Y le pregunté:
-¿Seguimos apostando? ¿que quieres si ganas?
Me apunto el mismo reloj, lo levante de la cadera y lo senté en mis piernas, más precisamente, encima de mi pene.
-Si yo gano, quiero que me la mames!
El acepto, y volví a hacer lo mismo que en la partida pasada.
Lo puse de rodillas y me saqué la verga enfrente de el, quedó completamente asombrado, sus ojos se hicieron enormes de la impresión al tener en frente su primera verga para comer.
Posé la punta en sus labios, y el abrió la boca lo más que puedo.
Se la empecé a meter despacio, y cuando topé con la entrada de su garganta pensó que me iba a detener ahí, pero no, me dispuse a seguir avanzando y arrancarle unas cuantas arcadas, al ver como trataba de soportar toda mi verga en su boquita.
Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, y estaba muy rojo, me éxito tanto esa imagen que comencé a moverme frenético por todo su esófago, cuando notaba que ya no podía paraba un momento, y de nuevo se la volvía a dar de comer, aclaro que no llegue a metérsela toda.
Sentí que iba a venirme pero debía soportar, ya que no soy multiorgasmos.
no lo logré y finalmente lancé increíbles cantidades de semen en su garganta.
Jared parecía ahogarse por todo lo que tenía en la boca (mi grueso pene, litros de semen llegando por segundo), pude entenderlo, ¿como podía caber todo eso en una boca tan chiquita?.
Cuando le lancé hasta la última gota, Jared agarraba aire, y yo noté algo que me impresionó.
Mi verga todavía estaba erecta y llena de energía, no podía desaprovechar esa oportunidad y trate de convencer a Jared para una última apuesta, lo volví a sentar en mis piernas:
-¿Quieres otra apuesta?
-No, ya me cansé.
Eso lo dijo mientras se limpiaba las lágrimas.
-Porfa! Una y ya, andale.
-Pero esque no te gano.
-Andale, si me ganas te doy el reloj y algo más .
El asintió con la cabeza, al escuchar el trato, pero se sorprendió más al escuchar lo que pasaría si perdía:
-Si yo gano, me dejas cojerte!
-No, porfavor, cojerme no.
-Si, es lo que quiero!
Le apreté una nalguita y comenzamos a jugar.
Le quite las tres vidas de inmediato, pues no quería perder tiempo, y me urgía Desgarrar ese culo.
Sin más demora, me dispuse a desnudarlo completamente, y yo lo hice igual.
Su cuerpo era un deleite para la vista, tenia su cinturita muy curvada, y unos pezonsitos chiquitos pero ya muy paraditos, saboree todo su cuerpo, lo volví a besar mientras acariciaba sus dos pezonsitos, el solo gemía muy despacio y accedía a todo sin replicar!
Bajaba mi lengua hasta sus pezones y mis manos hacia su cintura.
era mío por fin!
-Eso se siente muy raro, Guillermooooo!
Me encendió el tono de su voz, entre gemidos.
Y note los duros que estaban sus pezones y su piel erizada.
Me detuve y le indique que se pusiera boca bajo y levantase su cadera.
Posé mi lengua en la entrada de su culito y empecé a lamerlo suavemente, Jared sólo gemía y se retorcía de placer, pero no me decía que parará, le estaba empezando a gustar al putito.
-Guillermooo.
se siente muy raro.
-¿Pero si te gusta?
-Si, mucho, no quiero que pares.
No iba a dejar de hacerlo, pues el sabor de su culito no era desagradable, lo tenía muy limpio, y lo mejor era que lo tenía completamente cerrado, lo cual era algo que debía corregir en ese instante.
Cuando sentí que su ano comenzó a relajarse, intente meter un dedo.
Cuando empezó a entrar la punta, Jared cerró por instinto, y me apretó el dedo.
Me dijo:
-¡¿Que haces?! ¡Me duele!
-Tengo que meterte dos dedos para poder meterte mi verga, mi amor.
-¡No, mejor no, perdoname porfavor, me va a doler mucho!
Ignoré su suplica y me dispuse a seguir forzando la entrada con mi dedo, pero era muy difícil, y los gritos de Jared no ayudaban más que a calentar más mis hormonas.
-Ay! Ay! Duele mucho, Guillermo! Porfavor no seas tan rudo!!
-Espera! Ya entró el primer dedo, lo dejaré un rato para que te acostumbres.
-¿Ya entró todo?
-Si, todote.
Después de unos momentos, los gritos de dolor, se convirtieron en gemidos de placer, y su cuerpo se había adaptado perfectamente, pero no era más que el principio de su dolor.
Inmediatamente después de ver tan excitante reacción de placer en el rostro de Jared, procedí a insertar un segundo dedo, el dedo de en medio comenzó a abrirse paso, y no fue sino hasta la mitad de éste que Jared sintio, y volvieron sus quejidos.
No fue por mucho tiempo lo que tardó en aguantar los dos dedos, y al calcular si sería suficiente, considerando el tamaño de su culito y las dimensiones de mi verga.
Llegué a la siguiente conclusión:
-Jared, tengo que meterte un tercer dedo.
Jared inmediatamente reaccionó muy sorprendido, y comenzó a suplicarme por que me detuviera.
-No Guillermo! Porfavor, me duele mucho! Dijiste que con dos se podía!! Tres ya son muchos!!
Comencé a poner el siguiente dedo en su entrada, el trato de zafarse, pero arruinaría todo el proceso, puse mi cuerpo encima del suyo, el cual por la diferencia de peso, logró detener los movimientos de Jared.
Con esto hecho, el tercer dedo resbaló muy fácilmente por en medio de los otros dos, o bueno, eso a mi parecer, ya que Jared solo lloraba y suplicaba en vano.
-Me los metiste?¿los tres?
-Si Jared, ahora mismo te toca comerte el bueno.
Le dio un último vistazo al mastil que lo iba a desvirgar, y seguía sin poder creer como iba a soportar todo eso.
-Me va a entrar toda?
-pues claro, de eso se trata
-¿no se puede solo un poquito? Con la mitad está bien, ¿no?
-Ni hablar, bueno relajate que si no te dolerá enserio.
y está no es como los dedos.
El cerro sus ojos y lo acosté boca arriba con las piernas abiertas.
Apunté la gran cabeza de mi gruesa verga hacia la entrada de ese culo virgen.
Pero hubo un problema, por más que empujaba no entraba nada.
-"Seguro es que está nervioso y se cierra"- pensé.
Intentamos con una posición diferente.
-Ven mi amor, para que no te duela, dejaré que tu lleves el ritmo, te irás sentado de a poco en poco en mi verga.
-esta bien.
El intento fue en vano, no entraba de ese modo tampoco y eso me empezó a frustrar y desesperar, y el golpe de gracia fue cuando Jared dijo:
-Ni modo, esque no se puede Guillermo.
-"¡Como no se va a poder!"- pensé.
Lo puse bruscamente en cuatro patas, y tenía una mejor vista de todo el cuerpo de Jared a mi disposición.
Volví a apuntar una vez más el grueso garrote a la entrada de ese increíble culo, y la empuje con una fuerza desmedida.
Jared está vez sintió algo diferente al igual que yo.
Y lo supe desde ese momento, cuando escuche:
-¡¡Mmmmfffggghhh!! Ay! Duele!
Por fin! Por fin ese hermoso cuerpo se había entregado por completo a mi, y al contemplar mi obra.
Sólo metí de golpe la MITAD de mi verga.
-Ay! Duele! ¿porque me lo metiste todo, Guillermo?!
-Esto no es todo.
Para demostrárselo, ocupé más de mi fuerza y lo sujete por las caderas, clavándole TODA de una embestida.
Sólo pude notar que Jared estaba totalmente rojo y semiinconsciente, además le faltaba el aire y está vez no se quejó.
Eso no me pudo importar menos, y comencé a moverme como un loco dentro de ese culo que ya era todo mío.
Jared volvió en si al sentir tan salvajes embestidas golpeando lo más profundo de su ser.
-¡Ah! ¡Ah! No! No, Gui- Guillermo! Mfgghh! Po- Pofavor no seas ta-tan brusco co-conmigo! Mfgghh!!
No hacía caso a nada, ya tenía lo que quería y no lo iba a soltar hasta saciarme.
La metía TODA y sin misericordia por todo el recto de mi pobre vecinito.
Era realmente un sueño, no sólo apretaba increíble con sus manos, con el culo fue sin duda una mejor experiencia.
Mi verga estaba en su límite de nuevo, y el culito de Jared al parecer también ya que sangraba y el rostro de Jared bañado en lágrimas.
La saqué de golpe de su estómago, lo acosté boca arriba como la primera posición y me la jale frente a él.
-¿ya acabaste, Guillermo?
Mi respuesta fue tirarle hasta la última gota de mi semen ensima de todo su cuerpecito, el seguía sollozando por el dolor y su excitación.
-Aaahh! Síiii, ya terminé, chiquito.
Tomate toda la leche que te tiré, sé que te gusta.
El volteo a ver su cuerpo y con sus dedos recogía de a poco en poco todo mi semen y lo llevaba sin quejas hasta su boca, era un completo putito en éxtasis, y el solo tomo el control y se dirigió a mi verga para terminar de succionar (aunque realmente ya no quedaba nada jeje).
Al final, después de ducharnos juntos y vestirnos, terminé entregándole el reloj que tanto quería, como recompensa.
Después de eso ya no tuvimos oportunidad de unir nuestros cuerpos nunca más como en aquella ocasión, pero siempre pude manosearlo jugando fútbol, o cuando estábamos a solas en la calle, el sabía perfectamente como tomar y estrujar mi verga, y a mi me encantaba sentarme ese culito en la palma de mi mano, y así manosearlo todo.
Años después, el sé mudo a USA, y yo me quedé sólo, y con unas ganas que incrementan cada vez más, gracias a lo de aquél día con Jared, mi vecinito.
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