Mi vecinito virgen

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Intercid.
Hola a todos me llamo Tavo y tengo 22 años, esto sucedió cuando tenia 15 años, yo iba en primero de bachillerato y en la casa de enfrente tenia un vecinito de 13 años que vivía con su abuelo, este niño siempre estaba solo ya que su abuelo trabajaba todo el día a lo que mi madre lo cuidaba en aquel entonces yo era mujeriego y heterosexual.

El mocoso se llama Gabriel pero le decíamos Gaby, siempre que yo llegaba de la escuela es estaba ya en casa jugando videojuegos, yo tenia la costumbre de meterme a bañar cuando llegaba a mi casa y mi madre salia a casa de mi abuela a darle de comer y ya regresaba tarde mientras que yo me quedaba con Gaby solos en casa.

Un día como de costumbre asistí a la escuela por la mañana, ese día especialmente estaba la semana de la salud en la escuela por lo que estaban ofreciendo condones a cambio de una vacuna, como todo chamaco cualquiera pues me forme, me vacunaron y me dieron 10 condones, al salir de la escuela llegue a mi casa y sobre mi escritorio puse los condones, mi madre por consiguiente se fue y me dejo solo con Gaby, este niño como de costumbre estaba jugando su videojuego, como siempre preparaba todo para meterme a bañar así que tome mi toalla y me metí a la ducha sin mas demora.

al terminarme de duchar noté que no había metido boxer por lo que se me hizo fácil enrollarme la toalla y salir por un boxer, al salir del baño note que Gaby tenia en la mano varios de los condones que habia dejado en el escritorio y le pregunte.

yo – ¿que haces con eso?
g – Quería saber que era esto

Me sorprendía que no supiera que era eso que tenia en la mano pues en la secundaria te enseñan que es y como usarlo, de igual forma le explique que era y para que servia.

yo – eso es un condón y se usa cuando tienes sexo, te lo pones en el pene, es para tener sexo seguro y no te enfermes de nada o embaraces a una niña.

El se quedo un momento en estado pensativo mientras yo me dirigí a mi cajón de boxers, entonces me senté en la cama para ponerme el boxer, de pronto tenia a gaby frente a mi.

g – oye podemos usar el condón
yo – ¿usar como?
g – si pontelo quiero ver

Cuando ese niño me dijo eso de repente se me paro el pene de la excitación ya que eso era raro y se veía que el niño estaba caliente, así que se me ocurrió una idea.

yo – por que mejor no me lo pones

y sin pensarlo mucho el niño me dijo que si, así que tome el condón y lo abrí, con mucho cuidado se lo di del lado correcto para que me lo pusiera, pero entre el tiempo en el que le daba el condón se me bajo la verga así que le dije que me la jalara para que se me parara de nuevo, el niño solo decía si a todo lo que yo le decía, así que tome su pequeña mano con la mía y la puse sobre mi pene, su manita suave me la paro muchisimo, jamas la había visto tan dura y lubricada, hasta gotitas de lubricante salia de mi pene.

yo – ¿me la quieres mamar?

solo le pregunte eso, Gaby sin pensarlo simplemente se pego a mamarmela, solo tome su cabeza, no le corregí nada pues se veía que tenia experiencia por que mamaba riquísimo, tan rico mamaba que serian mis gemidos lo cual le excitaba mas y lo hacia mas despacio, me chupaba la cabecita apretando sus labios mientras que con su mano me masturbaba, era tan divino que de pronto me dieron ganas por metersela, así que lo despegue de mi pene y le dije que me pusiera el condón, pues me lo puso despacio, solo veía sus labios humedos por la saliva que había dejado en mi pene asi que le pregunte.

y – ¿Que quieres hacer?

el solo respondió tímidamente

g – métemela
yo – ¿Estas seguro?
g – si

sin mas demora lo lo puse sobre la cama con los pies al suelo, le baje el short y con mi lengua le lamí su pequeño culito, tenia las nalgas grandesitas y paraditas asi que tuve que abrirlas bien bien, su hoyito rosadito y apretadito mas me excitaba que nada más sentía como lubricaba mi pene dentro del condón, metía y sacaba mi lengua y solo escuchaba los pequeños gemidos de Gaby, por cada gemido mas me prendía mas y mas. asi que no me quedo de otra que meterle un dedito, al meter mi dedo solo escuche un grito y con su mano me aparto la mano que tenia en su culito.

yo – creo que ya le paramos, te va a doler mucho.
g – no pares por favor, yo me aguanto, prometo aguantarme.

sin mas demora lo puse de perrito a la orilla de la cama y deslice mi pene suavemente sobre su hoyito, no pude aguantarme mas e intente penetrarlo pero el condón me estorbaba así que se resbalaba, no me quedo de otra que quitármelo y cogerlo a pelo, el no puso ninguna objeción así que intente meter mi cabeza poco a poco hasta que al final entro rápido pero al momento de entrar el pego un grito y de pronto se cayo como si se aguantara, así que seguí metiendo el pene poco a poco, el culito era super apretado a lo que se sentía glorioso, cuando al fin entro toda empece a penetrarlo poco a poco y sus gemidos se intensificaban cada vez que metía mi verga húmeda en su hoyito apretadito y virgen, lo cambie de posición y lo puse piernitas al hombro para ver con mayor claridad como mi verga penetraba su culito, entonces con mi mano toque su verguita que la tenia paradita y empece a masturbarlo mientras mi pene entraba y salia de su culito, entonces empece a aumentar la velocidad cada vez mas, y el gemía como un buen pasivo disfrutando, entre mas gemía se sentían las contracciones en su culito lo cual se sentía riquísimo, no pude aguantarme mas hasta que me vine en su culito, cada vez que sentía como salia la lechita se la metía duro y hasta el fondo para que sintiera el placer de una venida dentro hasta que termine de dar mis lechazos.

Me quede un buen rato dentro mientras me relajaba y se relajaba el, mientras estaba yo adentro lo besaba y lo abrazaba, me gustaba ver su cara de placer y su piel chinita de su primera vez, entonces poco a poco saque mi pene de su culito, al sacarlo se me volvió a para cuando vi como salia mi lechita de su culito rojito por tanta metida…

después les sigo contando mas aventuras con mi amiguito Gaby, pero experiencias como estas en mi adolescencia jamas la olvidare.