Mi vecino curioso me folla.
Tenia un vecinito en mi infancia con quien jugaba todas las tardes, pero en la adolescencia esto cambio de manera muy excitante y morbosa..
Mi vecino curioso me folla.
Disfruten del relato.
Recuerdo que en mi infancia tenía un vecinito con el cual jugaba todas las tardes, se llamaba Adrián él era dos años mayor que yo, en ese entonces yo tenía 6 y el 8 cuando nos conocimos. Era divertido jugar con él, éramos los mejores amigos, mis padres también eran muy amigos de sus papás y mientras ellos charlaban un buen rato, nosotros jugábamos a las escondidas, con los juguetes y cosas así.
Fue así hasta que cuando cumplí 10 años, mis padres decidieron mudarse a otra ciudad, dejando todo, a mis vecinos, amigos, primos y familia que vivian ahí. Yo me sentía muy triste ya que ahora tenía que empezar una nueva vida en otro lugar donde no conocía a nadie y dejar todo atrás, crecí y a los 13 años me di cuenta que me gustaban los hombres, aun así en la otra ciudad no lograba conectar con nadie y no tenía amigos.
Así lo pensé hasta que pasando los años volvimos a nuestra ciudad natal, fuimos a nuestro antiguo barrio, nuestros vecinos se alegraron por nuestra llegada, compartimos momentos juntos y charlábamos, mis padres seguían siendo muy amigos de los vecinos, pero mi relación con Adrián cambio, él ya tenía 17 y yo 15, hemos cambiado mucho desde la última vez que nos vimos.
No hablábamos mucho, Adrián estaba metido en su teléfono y yo solo lo observaba, pero eso si, era muy guapo, ya con 17 se le veía muy sexy, era más alto, delgado, tenía algo de barba y su apariencia de niño ya no quedaba, ahora era un joven muy guapo que cualquier chica o chico con otros gustos que lo viera no dudaría en comerle el pene y disfrutar de este rico hombre.
En un momento que estábamos nosotros dos y nuestros padres hablando en otro lado, Adrián estaba plasmado en su teléfono como siempre ¿A quién le estará escribiendo? yo solo veía sus rasgos definidos, era tan lindo, me encantaban sus ojos verdes, ojos que me miraron justo cuando yo los estaba viendo.
Adrián me veía alguno que otro momento, a veces disimuladamente, hasta que ya me hablo:
– ¿Quieres ir a jugar algo? Tengo Play Station 4
– Está bien – accedí inmediatamente.
Fuimos hasta su habitación, el me dejo pasar, cuando pase su habitación ya no era como antes, habían posters de Nirvana y de juegos, tenía varias figuras de colección, libros, mangas, entre otras más cosas.
Ya estábamos jugando Call of Duty un buen rato, una partida uno contra uno, pero note que él no dejaba de mirarme, el creía que no me daba cuenta, hasta lo mataba porque él se distraía pese a que el era muy bueno jugando al juego.
En una de esas también lo mire a el a los ojos, se veía muy lindo, nos quedamos mirándonos buen tiempo, note que el se ruborizaba cada vez más hasta que volvía a mirar la pantalla, hasta aquí ya era notorio que algo pasaba.
Jugamos dos partidas más y luego ya lo dejamos, el paso a enseñarme sus colecciones y los mangas que tenía, hasta que vimos un video de El rubius en su teléfono, esta vez ya estábamos mas cerca sin darnos cuenta, ambos sentados en la cama, su pierna derecha rosaba con mi pierna izquierda, nuestros hombros se pegaban y mirábamos atentamente el video.
Note que Adrián sudaba un poco, y de vez en cuando me miraba y yo también a el, ahora ya no lo hacia disimuladamente y nos mirábamos ambos, pero esta vez nos quedamos mirándonos un largo tiempo sin importarnos el video.
Hasta que Adrián se acercó demasiado a mi y me dio un beso en la mejilla, luego me acaricio el muslo izquierdo y me dio un beso en los labios, no podía creerlo, sentí un calor en las mejillas, me había sonrojado, pero luego le correspondí el beso y ambos nos besábamos apasionadamente, yo también le tocaba el muslo y lo acariciaba, el me acariciaba la mejilla y el muslo izquierdo mientras me besaba.
En eso nos soltamos y la cara de Adrián estaba deseosa, esos lindos ojos verdes me miraban con deseo y sus mejillas ruborizadas igual que las mías, yo le acariciaba el muslo y note en sus bermudas que tenía una erección, así que le empecé a tocar su pene ya erecto por encima de sus bermudas y dio un leve suspiro de excitación, su pene en verdad estaba muy duro.
Yo seguía acariciando su pene hasta que le di un buen beso en sus labios de nuevo, ambos estábamos disfrutándolo pero justo escucho la voz de mis padres que me llamaban, en eso nos apartamos rápidamente y nos levantamos de la cama.
Antes de irme de la habitación de Adrián me despedí con un pico en los labios y me fui, mis papás me dijeron que ya era muy de noche y teníamos que ir a dormir, me despedí de mis vecinos y me fui para casa, fui a mi habitación, no me aguante de lo caliente que estaba, cerré la puerta con seguro y me masturbe pensando en todo lo que me paso con Adrián en su habitación, de seguro Adrián debe estar haciendo lo mismo que yo allí en su habitación.
Al día siguiente después de la escuela, fui a jugar tenis con unos amigos que no veía desde ya hace tiempo, cuando volví a casa en eso de las 6:37 P.M mi mamá me aviso de que mi vecino Adrián me estaba buscando, de que parecía ser urgente porque preguntaba por mi como 5 veces y yo no estaba.
Yo al escuchar eso ya me había calentado un poco, pues con eso sabía que Adrián quería más de lo de ayer, así que primero me bañe y me aliste para ir a verlo en su casa. Una vez ya estando listo, salí de mi casa y en unas dos casas más adelante a la izquierda estaba la casa de Adrián, tope el timbre y escuche la voz de su mama diciéndole a Adrián que abra la puerta.
La puerta se abrió y ahí estaba Adrián, cuando me vio a los ojos se sonrojo, el me saludo y me dijo que pase, yo igualmente lo salude y le sonreí, se veía tan lindo y cuando vi esos lindos ojos verdes ya quería coger con el. Pase a su sala y me senté en el sofá.
Su mamá salió apurada a la sala, ella me saludo rápidamente y me sonrió diciéndome “Que alegría verte por aquí” ella estaba bien vestida, dijo que iba a salir, le dijo a Adrián que volvería a las 9:30 P.M. que su padre la estaba esperando en una reunión y tenia que ir rápido.
Perfecto para tener un momento para coger con Adrián mientras ellos no están. Adrián me miraba con una mirada como si supiéramos que hacer en cuanto su mamá se vaya. Su mamá salió de casa y cerro la puerta, ahora solo estábamos nosotros dos, teníamos toda la casa y todo el tiempo necesario.
Adrián se acercó a mi y se sentó junto a mi en el sofá, me miro fijamente.
– ¿Dónde estabas? Pregunte por ti pero tu mamá me dijo que saliste.
– Si, salí a jugar tenis con unos amigos, estuvo divertido, luego fuimos a jugar algo de futbol, aunque no me gusta tanto el futbol pero igual me divertí.
– Bueno, yo estoy todo el tiempo en casa… la verdad no tengo a donde ir, ni amigos con quien salir, quizás pudiéramos los dos ir a jugar tenis, aunque no se jugar ¿Me enseñarías?
– Claro, no hay problema – Dije y le sonreí.
Ambos hablábamos muy normal como si no hubiese pasado nada a noche, quizás Adrián perdió el interés o no se. Estábamos mirando una película sentados en el sofá, hasta que quería ir a tomar algo.
– Adrián ¿Tienes algo para tomar?
– Si, pasa a la cocina, ya conoces mi casa, allí hay refresco – Me dijo sin mirarme, el estaba concentrado en la película.
Fui a la cocina y saque refresco del refrigador, saque un vaso y me serví. Estaba tomando el refresco y ya había acabado, puse el vaso en la mesa y de repente, unas manos empezaron a recorrer mi cintura por detrás y luego me abrazo rodeándome con sus brazos pegándose bien a mi, sentí algo muy duro que sobaba mis nalguitas por encima de mis shorts, sentí un suspiro cálido en mi nuca, era Adrián que estaba caliente y con ganas de sexo.
– ¿Quieres continuar lo de ayer? – Me pregunto Adrián susurrándome al oído, yo me estremecí y me puse rojo.
– Si… – Respondí excitado dando un leve suspiro.
El me empezó a besar el cuello mientras me tenía abrazado por detrás, empezó a mover sus caderas acariciando mis nalguitas con su pene, el iba en shorts deportivos y podía notar mas el tacto, yo lleve mi mano hacia atrás y le toque el pene, estaba durísimo y caliente, además por el tacto, pude notar que no llevaba ropa interior puesto debajo de sus shorts de futbol.
Yo le seguía acariciando el pene mientras el me tocaba las nalgas, me besaba los hombros y el cuello hasta que se detuvo y me agarro fuerte una nalga.
– Ven chiquito, vamos a mi habitación para que te comas mi verga – Dijo con la voz agitada.
Fuimos a su habitación y nos encerramos allí, el me tomo el rostro con sus ambas manos y me llevo a sus labios, nos besamos mientras nos acariciábamos. El agarraba mis nalgas con sus ambas manos y me acariciaba, yo le agarraba ese pene que parecía que iba a salir disparado de esos shorts.
Me tumbo en cama, se subió encima mío y me siguió besando mientras movía sus caderas haciendo fricción con nuestros penes, luego me dejo de besar y se sentó en el colchón acomodándose en la pared, se sacó el pene de golpe y que ricooo, salió como resorte un pene grueso y largo como de 18 cm,
Sus venas resaltaban, era cabezón y salía líquido pre seminal del glande, su pene palpitaba apuntando hacia arriba, empezó a masturbarse mientras me miraba, su respiración estaba agitada.
– Ven chúpamela, que ya no aguanto, quiero tu boquita aquí, esos labios que tienes me vuelven loco, quiero sentirlo en mi pene – Decía mientras seguía masturbándose y con la voz entrecortada.
Yo me acerqué bien caliente y me agache, tome su pene que estaba demasiado duro como una barra de hierro y muy caliente. Empecé a masturbarlo, acerque mi boca y deje caer mi saliva en su duro pene para lubricarlo mejor, lo masturbaba mas rápido mientras le acariciaba los testículos.
– Um…. Oh… Asi… que bien se siente, sigue así, que ricooo – Decía Adrián mientras suspiraba de la excitación y tomaba fuerte la sabana con sus manos.
Luego empecé a lamer su pene de abajo hacia arriba, llenándolo de saliva, lamia el glande alrededor, lo lamia como si fuese un rico helado y encima también le daba chupetones, lo metía en mi boca succionando su grosor, sentía su calor y su palpitar dentro de mi boca mientras lo rodeaba con mi lengua, tenia un sabor muy rico como a salado, luego lo sacaba y lo masturbaba repitiendo la acción.
El me acariciaba la cabeza y mi cabello muy tiernamente mientras yo le daba una mamada como una puta experta en felaciones, note que se estremecía, gemía y daba jadeos, le daba besitos en esa cabeza rosada, dura e hinchada que no paraba de votar liquido pre seminal.
– Para… Que me voy a venir… – Me decía mientras me agarraba de la cabeza y me apartaba de su pene, haciendo que un hilo largo de saliva se extienda de mis labios hasta su pene – Te quiero coger… tu culito – Me decía con esos ojos verdes queriendo explotar todo su deseo sexual conmigo.
Yo me puse en cuatro, me baje los shorts y el calzoncillo dejando al aire mi culito, tome ambas manos y abrí mis nalguitas exponiendo mi ano.
– ¿Esto quieres Adrián? Pues ven y ábreme el culito, anda ven, reviéntalo – Dije muy excitado entregándome completamente a Adrián, dispuesto a recibir todo ese pene entero en mi culo.
– Eres una perra, me gusta cuando te pones de caliente y quieres mas pene – Me dijo Adrián con un tono de voz diferente, mas agresivo y dominante.
Me dio un escupitajo en el culo, me metió un dedo, luego dos, sentía algo de dolor pero luego se me pasaba, después me metió tres dedos, cada vez que sentía dolor luego se me iba, era cuestión de tiempo, la paciencia era una buena virtud que no se debe de ignorar en el sexo anal.
El muy caliente empezaba a rosar su pene en la entrada de mi ano muy desesperado, como si fuese un animal en celo en busca de hoyito en donde meter su grueso y endurecido pene, el escupió en su pene y en mi ano y empezó a meter la cabeza.
Empezó metiéndolo poco a poco y ya sentí el calor de ese glande tan rico y carnoso dentro de mi, me excitaba mucho sentir esa parte de su pene, me daba un poco de cosquillas pero luego me sentía muy puta teniendo el pene grueso de un hombre abriéndome el culo.
Luego el empezó a moverse mas y logro meterme la mitad, me dolía pero yo lo aguantaba porque estaba muy excitado de ese pene, me dolía pero quería que ese pene entre mas y mas en mi culo hasta que mi culo quede lleno de tal pedazo de carne caliente.
Ya luego empezó a agarrar ritmo, ahora sentía sus testículos y su pelvis chocar contra mis suaves y redondas nalgas, el empezó a moverse mas rápido y suspirar fuerte, sentía mi culo mas abierto, podía sentir el roce entre las paredes de mi ano y su pene con suma velocidad, esto hizo que empiece a gemir como una perra en dominación de su macho.
Solté varios gemidos y Adrián lo noto obviamente, no podía reprimirlo.
– Que rico gimes cuando te cojo… Asi mi putita… Asiiii… Que rico culo tienes y ojala llenártelo todos los días… Cinco veces al día te llenaría ese culo chorreando de mi semen – Me dijo dándome una fuerte nalgada.
Empezó a apretar mis nalgas y a darme nalgadas mientras me cogía, luego me abrazo fuerte detrás mío mientras me seguía cogiendo el culo, me daba besitos y me susurraba las cosas mas sucias y pervertidas que un hombre jamás me haya dicho, Adrián era todo un cochino calenturiento.
– Ahh… Uy si Adrian… mas duro mi hombre… dame mas rápido que me volvi adicto a tu pene… ahhh asi… – Decía yo mientras el me cogía mas rápido haciendo que el choque entre su pelvis y mis nalgas suenen mas fuerte e intenso, aumentando el ritmo.
– Maldita sucia marrana, bien puto que acabaste cuando regresaste… ahora eres mío y ese culito abierto te lo dejare…
Adrián me saco su pene muy rápido y sentí muy rico, luego me volteo boca arriba y me la volvió a meter, yo di un brinquito y gemido de marica mientras enterraba cada vez mas su pene en mi culo bien abierto.
El se acercó a mi y me abrazo, estuvimos muy pegados abrazados mientras Adrián no dejaba mi culito, el seguía embistiéndome como una bestia deseoso de culo, mientras me besaba los labios desesperado y tan tiernamente, luego me besaba el cuello y me ponía rojito porque sentí como si Adrián fuera mi esposo que descargaba toda su carga sexual en mi.
- Ahhh… Me voy a… Me voy a venir… Putito ya me vengo… – Me decía mientras me abrazaba mas fuerte y se movía cada vez mas rápido, sonando fuertes aplausos frenéticos mientras que también la cabecera de la cama se movía violentamente contra la pared.
Yo me sentía en el cielo, mi vecinito Adrián me hizo ver las estrellas, me dejo todo embobado con ese pene clavado en mi culo, me sentí bien puto y eso me excitaba bastante, nuestro sudor nos empapaba y nuestros cuerpos estaban muy pegados, mientras el me daba besitos y me mordía el labio inferior con placer.
- Ahhhhhhh… ahhhh… siiii putito… que ricooo… rico culito de puto… – Decía mi vecinito Adrián todo complacido viniéndose dentro de mi ano, me termino abrazando fuerte, se lo veía tan contento y satisfecho mientras me disparaba tremendos chorros de semen dentro de mi ano, yo lo sonreía contento y suspiraba de la excitación.
Estuvimos abrazados y sudados un buen tiempo, hasta que nuestra respiración volvió a la normalidad y el saco su pene ya entre duro y flácido, cuando lo saco sentí muy rico como su pene se deslizaba saliendo de mi ano y como su semen chorreaba saliendo como leche condensada, era bastante rico sentir el calor de su leche dentro de mi.
Al final nos fuimos a bañarnos, nos cambiamos y nos fuimos a la sala, nos despedimos con un buen beso en los labios y un dulce abrazo, me fui muy contento a mi casa porque me dejaron el culo abierto y lleno de semen, muy contento fui a mi casa ese dia por tener la dicha de probar ese pene tan rico de macho.
Hasta el día de hoy sigo cogiendo con mi vecino, siempre satisfago sus deseos sexuales con obediencia y sumisión y el explota su carga sexual en mi como nunca, pero también me trata bonito y como si fuésemos novios de toda la vida.
Espero que les haya gustado mi relato erótico, nos vemos para la próxima, muchas gracias por leer.
gran realto comosigue
Bufff, que rico es tener un vecino así, follar todos los días y cumplir sus deseos. Yo también tengo un vecino así, hemos cogido en todas partes, no tenemos secretos en el sexo, los 2 nos iniciamos juntos.