mi vecino de 15
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Dragon007.
Me llamo Rubén. Esta historia me sucedió hace ahora 2 años.
Yo tenía entonces 15 años, y era un chaval guapo, moreno, no muy alto, delgado,
con poco vello y muy buen culo, cosa que traía locas a todas las chicas de mi
instituto. Tenía una novia, que se llamaba Marta y estaba buenísima, todo me iba
estupendamente con ella, estábamos muy enamorados, y desde el día de mi fiesta
del 15 cumpleaños, habíamos empezado a mantener relaciones sexuales con mucha
frecuencia, ya que sus padres no solían estar en casa.
Un día, en Octubre, llegó al instituto un chico nuevo al que
pusieron en mi clase, se llamaba Jaime e instantáneamente me quitó el puesto de
chico más guapo de la clase, todas las chicas se quedaron sin palabras al verle.
Era rubio, con el pelo corto, cara de crío, de hecho aparentaba tener 13 o 14
años, delgadito pero no de esos que están huesudos, sino con carnes, llevaba
pendiente, parecía no haberse afeitado en la vida, porque su piel imberbe
parecía la de un bebé y tenía unos ojos verdes de los que nadie podía apartar la
vista. Mi novia también se quedó sorprendida con aquel chaval, cosa que me puso
terriblemente celoso. En los recreos se convirtió en el tema estrella de
conversación entre mis amigas, con mi novia incluida, y desde ese momento lo
odié sin ni siquiera conocerle.
En mi finca, los vecinos de arriba, una pareja joven se
habían marchado por razones de trabajo a vivir a otro pueblo, y habían puesto la
vivienda en alquiler. Había unos nuevos vecinos que se estaban mudando, y cual
fue mi sorpresa al volver a casa tras aquel día en el instituto y ver a Jaime
con su padre sacando cajas de una furgoneta. Jaime era además de mi nuevo
compañero de instituto, mi nuevo vecino. La cosa pintaba mal. Se instalaron en
el piso que estaba justo encima del mío y me las arreglé durante un par de días
para no cruzarme con él. Durante esos día mi odio hacia él, creció más, ya que
tuve que oír comentarios de mi novia con sus amigas de que estaba muy bueno,
aunque tuve que hacer que no me importaba para no parecer un celoso inseguro.
Hasta que un día sucedió lo inevitable.
Volvía a casa a las 7 de la tarde cuando me lo encontré en el
ascensor, me preguntó si subía, y no pude evitarle. Me subí con él y la puerta
se cerró.
Jaime: tu vas conmigo al instituto, no?
Yo: si, vamos a la misma clase (yo trataba de disimular el
asco que me daba, ya que en teoría el chaval no me había hecho nada), tu eres el
nuevo vecino, verdad?
J: Si, nos mudamos hace un par de días…
El ascensor seguía subiendo, y tras las breves palabras de
cortesía, se creó un silencio. El ascensor llegó al segundo piso, donde yo
vivía, le dije que yo bajaba ahí y me dispuse a abrir la puerta del ascensor
cuando noté una mano que me sobaba el culo, me quedé muerto, no reaccioné, y me
dijo unas palabras al oído.
J: Mis padres no están esta noche, sube después de cenar y
nos conoceremos a fondo…
No dije nada, ni siquiera le miré, solo bajé del ascensor y
cerré la puerta. Él siguió hasta el tercero. Mi corazón iba a mil, me había
puesto muy nervioso…entré en mi casa y cerré la puerta.
Qué se había creído ese gilipollas? Me había tomado por un
puto marica como él o qué? Como se atreve a sobarme el culo, acaso se cree que
todo el mundo va detrás suya? Decidí no volver a hablarle nunca más, y si él me
hablaba le mandaría a la mierda, y si me volvía a tocar le daría una paliza.
Pasé la tarde dándole vueltas a lo sucedido, pensaba contarle a todo el
instituto que era un maricón, lo tenía decidido, a ver qué decían ahora las tías
y cómo reaccionaban los tíos al verle en los baños. Pasé el resto de la tarde
haciendo mis cosas y pensando…conforme pasaban las horas le iba quitando hierro
al asunto…quizás era un marica engreído, pero tampoco había que putearle tanto,
si lo decía en el insti le amargaría la existencia…se hicieron las 9…quizás no
hacía falta llevarse a muerte con él, al fin y al cabo tenía que cruzármelo
muchas veces, llamé a mi novia para quedar después de cenar, esa noche me
apetecía follármela…a las 9,30 había cambiado de idea, decidí subir después de
cenar a hablar con él y explicarle que a mi no me iba ese rollo, que me había
sentado mal que me metiera mano de esa forma y si quería no tenía inconveniente
en ser colegas…sí, era la mejor opción, nunca he sido un tío al que le guste
llevarse mal con la gente, llamé a mi novia y anulé la cita.
Después de cenar salí de casa, les dije a mis padres que
había quedado con Marta, para que no preguntaran. Cerré la puerta y me sentí de
nuevo tremendamente nervioso…empecé a subir las escaleras pensando que era un
error, que era mejor no subir…ya no sabía qué iba a decirle. Tenía que volver a
casa, no quería hablar con él…pero ya estaba en su puerta. Me sentí ridículo
cuando llamé a su puerta. No tardó en abrir.
J: Has tardado…(me dijo apoyado en la puerta, con un chándal
ajustado)
Yo: He subido para hablar contigo, lo que ha pasado antes a
mi…
J: Bueno, pasa y hablemos dentro.
Yo: Prefiero hablar aquí, me tengo que ir enseguida (las
palabras casi no me salían de los nervios)
J: Entra, solo será un segundo
Me agarró del brazo y me animó a entrar, yo entré por no
poner la situación violenta y aparentar calma. Cerró la puerta y me animó a
seguirle hasta el salón. Yo llevaba un pantalón vaquero muy ajustado y una
camiseta también ceñida. Me dijo que me sentara en el sofá, y él se sentó en un
sillón.
J: Bueno qué…
Yo: Mira…yo es que…bueno, que no me va el rollo de los tíos
y… que no me ha molado lo del ascensor…
J: Ya…y por qué estás aquí entonces?
Yo: (me quedé un poco bloqueado) Pues para aclarártelo,
porque somos vecinos, y compañeros de instituto, y no tenemos por qué llevarnos
mal…
J: Y por qué dices que no te van los tíos?
Yo: …pues…porque tengo novia, y nunca me he fijado en un tío,
y no me moló que me sobaras…
J: Sabes qué creo? (se levantó del sillón y se sentó cerca de
mí en el sofá) Creo que no sabes lo que quieres…creo que lo del ascensor te
encantó, lo que pasa es que te da miedo que te gustara, me equivoco?
Yo: Sí que te equivocas…
J: Yo creo que no, creo que lo que te pasa es que necesitas
probarlo conmigo…
Mientras decía esto acercaba su cara a la mía…yo lo veía
acercarse deseando que eso no pasara, pero sin poder apartarme, como
hipnotizado…finalmente sus labios se pegaron a los míos y pude sentir un rayo
que me atravesaba el cuerpo en forma de escalofrío. Cuando su mano se puso en mi
cuello la piel se me erizó. Aquel beso era lo más placentero que jamás había
probado, no podía entender que aquello me estuviera pasando, pero así era, mi
poder de decisión se anuló en ese momento, y pasé a dejarme llevar por Jaime…su
lengua jugaba con la mía, sus dientes mordisqueaban mis labios…mi polla se puso
dura hasta los topes, con la mano que tenía en mi cuello me metió mano al
paquete, tras ver que la tenía dura me desabrochó torpemente el botón del
pantalón mientras seguía besándome y metió su mano bajo el slip. Me agarró la
polla y los huevos mientras restregaba su lengua por mis labios, aquello era el
paraíso, y me lo estaba dando a conocer un chico al que odiaba hacía unas horas
y que me había engatusado de mala manera para llegar a una situación que yo no
quería.
Ahora era él el que bajaba su pantalón lo suficiente para
sacarse la polla mientras nos besábamos. Se separó de mi boca.
J: Chúpamela…
Yo: No tío, eso no…
J: Va, chúpamela, venga
Me bajó la cabeza sin que pudiera resistirme una vez más
hasta su polla, y él mismo se la agarró y me la metió en la boca. Empezó a
menearme la cabeza arriba y abajo y yo empecé a saborear su polla perfecta que
mediría alrededor de 18 cm. En esos momentos pensé en mi novia…tantas veces como
le había bajado yo a ella la cabeza así y se la había metido en la boca…tantas
veces como le había sujetado del pelo y bajado y subido la cabeza, para que me
la comiera hasta el fondo y bien rapidito, y ahora en vez de estar con ella
haciendo que me la comiera, estaba yo en su lugar, con un pedazo de polla en la
boca, de mi vecino de arriba y gimiendo y disfrutando de sentirme dominado.
Jaime aceleró el ritmo, casi me follaba él la boca y me obligaba a comérsela
hasta el fondo, incrustándomela hasta la garganta. De repente su polla se
hinchó, Jaime pegó un pequeño grito y yo supe inmediatamente lo que me esperaba.
Me llenó la boca con 6 largos chorros de semen que yo apenas podía tragar…Ahora
sí que había superado a mi novia, ella nunca permitió que me corriera en su
boca, y sin embargo yo me encontraba ahí, con la polla de Jaime ya fuera de mi
boca, mirándole a los ojos y sintiendo mi boca llena del sabor de su leche,
sintiendo los chorros que se habían escapado de mi boca y chorreaban por mi
cara. Nos quedamos así un rato.
J: Así que esto no te iba eh?
Yo:….(me quedé sin palabras)
J: Ven, sígueme.
Nos subimos los pantalones y me llevó a su cuarto. Empezaba a
imaginarme lo que quería Jaime de mí en aquel lugar, y no quería que eso
sucediera de ninguna manera, pero como ya he dicho estaba como hipnotizado, y no
podía largarme de su lado…Me cogió y me llevó hasta su escritorio, me besó y me
dio la vuelta. Me dijo que me agachara, y yo le dije que eso no quería hacerlo
J: Sabes que sí que quieres, venga, no me hagas perder
tiempo…
Me agaché y me bajo los pantalones, luego los calzoncillos.
Después se los bajó él, su polla volvía a estar a tope…Me lamió un poco el culo,
para prepararme, y aquello me hizo gemir de placer…me metió 2 dedos en el culo,
para ir abriéndome…cuando pensó que ya estaba listo, se untó la polla en crema
lubricante y me la empezó a meter…me dolía, pero era soportable, no obstante
jadeé, gemí y supliqué que parara, él me dijo que me callara, que ya casi
estaba, que lo estaba deseando, y en el fondo tenía razón. AL fin sentí sus
huevos en mi culo, la tenía toda dentro. Esperó un minuto para que me
acostumbrara y me dijo al oído…
J: Ahora vas a ver si te va esto o qué…
Empezó a follarme a tope, sin miramientos…su polla entraba y
salía de mí a una velocidad increíble…empecé a llorar de placer y dolor,
gritaba, gemía, podían oírme mis padres desde abajo, pero no podía evitarlo…él
me decía: Con que no te va esto eh? Venga, gime más…
Mis piernas flaqueaban del placer que sentía, me faltaban las
fuerzas. Me sentía feliz, estaba llorando como una niña y no quería que aquello
acabara nunca…tenía un espejo delante del escritorio, justo enfrente de mí. Lo
miré y no me reconocí. Hasta hacía media hora yo era un machito, orgulloso de
follarse a su novia día si día también con tan solo 15 años, contándole a mis
colegas, vírgenes todos lo que hacía con ella, y ahora estaba llorando de placer
porque un chico me estaba dando por culo como jamás imaginaba que se podía
encular a alguien…
Me cambió de postura varias veces, sin aflojar el ritmo, yo
me corrí en una de sus muchas embestidas fuertes, con unos chorros que jamás
había sacado con mi novia, y el no mucho tiempo después se corrió en mi culo.
Pude sentir de nuevo como me la clavaba hasta el fondo, su polla se hinchaba
dentro de mí forzando mi culo y él gemía mientras una cantidad exagerada de
chorros me daban una sensación caliente en mi culo. Sacó su polla de dentro de
mí, pude notar los chorros de leche que caían de mi culo abierto y chorreaban
por mi pierna. Jaime me tumbó en la cama y me besó tiernamente, yo le besé con
pasión, jugando con su pelo entre mis dedos y con la otra mano en su polla ahora
más relajada y con restos de leche. Separó sus labios de los míos y se quedó
mirándome a los ojos. En ese momento supe que estaba completamente enamorado de
él. Que quería ser suyo siempre, que había estado equivocado siempre…
J: Ahora ya sabes lo que te gusta?
Yo: Sí…
Dejé a mi novia al día siguiente, le dije que me había
pillado por otra, y ella me odió un tiempo. Estuve subiendo a casa de Jaime
siempre que podía…él me follaba a saco, me hacía sentirme completo…estuvimos
juntos 1 año. Después él se enamoró de otro, y yo estuve pasándolo mal, hasta
que conocí hace poco a un chaval más joven que yo, al que quiero un montón y me
da placer sin límites. Jaime ya no es mi vecino, pero siempre le llevaré en mi
corazón.
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