MI VECINO DE APARTAMENTO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Por cosas de la vida he contado con una familia que siempre ha estado en una buena posición social y económica y como mis padres viven en una casa a las afueras de la ciudad y hasta la empresa donde trabajo en carro tardaba aproximadamente 2 horas en cada recorrido con el tráfico de esta ciudad; optaron por comprar este apartamento para que de esta forma estuviera más cerca de la oficina.
Los días viernes casi no voy a la oficina ya que prefiero estar conectado en casa; pero por cosas que suelen suceder ese día no tenía internet así que procedí a llamar a la empresa prestadora del servicio donde una operadora me indicó que estaban haciendo unos ajustes en la zona y que no me podía indicar en cuanto tiempo estaba solucionado el problema.
Así que agarré mis cosas y mal humorado salí para la oficina, al salir al pasillo de mi apto a tomar el ascensor veo que del apartamento de enfrente abren la puerta y sale el tipo más bueno que por esos días haya visto. 1.90 de estatura, calcule en el momento 30 años, moreno, impecablemente vestido, ojos negros, recién afeitado pero de fondo la sombra del vello facial marcando la zona de afeitado, manos grandes (soy muy detallista de mirada muy rápida y discreta que se fija hasta de lo más mínimo) olía tan delicioso y se veía tan bien que de inmediato sentí que mi verga reacciono levantándose como si tuviera un resorte.
Me saludó con un frío hola, al cual contesté lo mismo, se abrió la puerta del ascensor e ingresamos, tuve que ponerme el maletín al frente de mis piernas para que no notara la erección tan grande que tenía en ese momento, presionamos al tiempo el botón para dirigirnos al parqueadero, fue tan veloz y a la vez tan lenta la bajada del décimo piso al sub sótano, que me sentí levitando entre su aroma y mi excitación, la cual rompió con un simple hasta luego al llegar al parqueadero.
De esa forma conocí hace 3 meses a Felipe mi vecino de apartamento, hijo de un industrial de este país, abogado y asesor jurídico de una empresa de Telecomunicaciones.
Por el tipo de construcción del edificio y la disposición de los apartamentos; la ventana del cuarto de estudio da al vacío del edificio pero diagonal a mi ventana esta la ventana que da a su cocina, es por esto que opté por dejar la persiana del estudio permanentemente abierta más no subida, para que él desde su cocina pudiera verme y yo eventualmente ver si el miraba. Efectivamente esto dio resultado, ya que en varias oportunidades lo vi mirando insistentemente para mi ventana. Normalmente yo permanezco en mi apto en camiseta y calzoncillos y cuando yo estaba en el estudio y veía que miraba me ponía de pies y me rascaba las bolas, me sacaba la verga y me la miraba descaradamente pero haciendo cuenta que nadie me veía.
El sábado pasado y aprovechando que ya se acercaba la época de navidad, unos amigos me invitaron a salir a tomar unos tragos y acepté ya que hacía tiempo no hacía nada diferente me organicé para salir y a eso de las 10 p.m. timbraron al citófono, el vigilante me dice que si podía bajar ya que la alarma del carro se disparaba todo el tiempo y que había una ventana abierta. Al llegar al parqueadero Felipe entraba en su carro con lo cual me di el tiempo para que coincidiéramos en el ascensor, lo saludé con un hola como vas y me contestó muy amablemente muy bien y veo que tu también …. (yo pensé en el fondo.. este man hasta la verga y las huevas… ya me conoce de ahí su saludo.. jajaja)
Me pregunto que si acababa de llegar o si iba de salida…pensé velozmente para proponerle ,,, nada, estoy esperando la llamada de unos amigos para salir … ahí vera si también se anima, obvio si no tiene mas nada que hacer… ya la suerte estaba echada así que me respondió, me dijo voy un momento a mi apartamento y ya paso al tuyo y hablamos….
Pasado un tiempo timbró en mi puerta, lo invité a pasar, le dije que si tenía algún problema en seguirme ya que estaba terminado de arreglarme, le conté que saldría con unos amigos a un lugar que si se animaba, yo hablándole con toda la tranquilidad del mundo pero por dentro el man más asustado de este mundo, me temblaba la voz y pasaba saliva muy rápido.
Le ofrecí algo de beber, sonó mi celular y salimos de mi apartamento rumbo al bar, allí estuvimos como hasta las 2 de la mañana rodeado de amigos y amigas que hacía tiempo no veía, fui al baño y allí estaba mi vecino orinando y yo algo prendido le dije que si nos íbamos, o que si deseaba quedarse un rato más, me indicó que si, que estaba un poco “happy”, que era mejor que saliéramos, me despedí y con los típicos, no se vayan, esperé otro rato, fui saliendo a la puerta donde tomamos un taxi rumbo a casa; treinta y cinco minutos después estábamos entrando al edificio como dos viejos amigos, lo invité a tomarnos un trago en mi apartamento lo cual no dudó mucho y aceptó, charlamos de mis amigos y cosas poco casuales hasta que le dije, por que le gustaba ver hacia el estudio desde su cocina a lo que me respondió…
¿Por qué no vamos a tu cuarto y allí te doy la respuesta?… me puse de pie y él me siguió, pero cuando entramos me giré y él muy apresuradamente me dio un abrazo muy fuerte y un beso sintiendo de la manera más rica su lengua y sus labios.
Igualmente respondí ese beso pero no como la vieja que ansía que el man la bese, sino como todo un macho hambriento de macho, aunque estuviera nervioso y con N cantidad de alcohol dentro de mí, me fui arrechando y comencé a tocarlo hasta que llegué a su verga que parecía iba a romper ese jean de lo dura que estaba.
Fui desabrochando lentamente el cinturón y sacándole la camisa con lo cual él reaccionó y nos fuimos desnudando uno a uno pude al fin notar la tremenda erección que había entre sus pantaloncillos, una verga de más o menos 23 centímetros la cual tomó entre sus manos y me dice en un tono medio sensual y arrecho… si la quieres es tuya…
Nos besamos nuevamente como dos desaforados, y bajé a mamárselo no se si era arrechera o lo estaba haciendo muy bien pero este man bufaba y se contorsionaba de placer ante la mamada que le estaba dando. Tenía una verga enorme, fina, pero larguísima y completamente dura. De rodillas se la chupaba sin cesar, me encantaba ver su líquido pre-seminal en la punta de su prepucio., tan bien lo estariá haciendo que de repente me cogió de la cabeza con las dos manos y comenzó a culearme la boca. Era tan largo que casi tocaba mi campanilla. Sentía arcadas pero me encantaba.
Me decía, no sabes lo caliente que me pones y las ganas que tengo de pegarte una culeada para quitarme esa calentura que me dejabas todas las veces viendo cómo te tocabas por la ventana.
En ese momento yo lo estaba deseando, con lo cual le respondí apretándole fuertemente la verga… ¡la quiero toda dentro de mí! Me puse frente a la pared con las piernas separadas y las manos en alto (como cuando los policías hacen revisión)… Él me restregó un poco su verga y luego bajó a darme la comida más rica de culo que en la vida me han dado. Tenía ganas de culearme se le notaba por la forma como me chupaba y lamia el culo.
Se levantó y colocó la punta de su vergota en mi ano. Empezó a empujar poco a poco, le dije que sin condón no ya que corríamos riesgos con lo cual reaccionó un poco, me acerqué a la mesa de noche saqué uno, lo rasgué, me puse de rodillas frente a él y se lo puse con la boca hasta donde esta me alcanzó, luego con un poco de crema se lo lubriqué al igual que unté mi ano con la misma.
Me levantó de las axilas , me giro y me tiró a la cama se echó encima de mi, levantándome un pierna en su hombro y la otra la apoyó en su espalda, comenzó a darme puntadas con su verga dura hasta que logró acomodar su cabeza en el primer anillo anal, siguió penetrándome lentamente y pude sentir como su verga se abría paso en mi nunca usado y muy estrecho ano; cosa que él confirmó cuando soltó un:
¡Qué estrecho lo tienes!, ¡me encanta!,
Sentí su verga completamente dentro de mí la cual dejó unos segundos con lo cual aprovechamos para besarnos como locos, luego empezó a sacar y a meter con suavidad y paulatinamente más y más rápido, llegando a un ritmo bestial, yo ya gritaba (textualmente) de dolor y placer. Siguió clavándome de esa forma no se por cuánto tiempo más hasta que se agarró fuerte a mi cintura y hombro y me clavó con más lentitud diciéndome que lo sintiera y disfrutara porque ya quería correrse, noté como fue aumentando la velocidad de sus embestidas y hasta pude sentir los trallazos de leche como golpeaban a través del condón. Se quedó un poco más dentro de mi hasta que sonó el típico flop! de la salida de su verga dentro de mi.
Se recostó al otro lado de la cama sin hacer ningún comentario. Pero curiosamente mi verga no se había bajado con lo cual comencé a masturbarme con el fin de poder saciar la arrechera que me embargaba en ese momento pese al ardor que sentía en mi ano, él me retiró la mano y se acercó a mi verga la cual comenzó a mamar como desesperado, me dijo “Quiero tu leche aquí”, señalándome su boca, yo sin poder aguantar más la mamada tan deliciosa que me estaba dando me vine dentro de él a más no poder; no sé si por tragos o arrechera pero sé que fue mucha leche la que tragó y embadurnó en mis huevos los cuales lamió lentamente hasta dejarme completamente limpio, se retiró y me besó probando yo de su boca los restos que aún quedaban de mi corrida.
Me besó nuevamente, se levantó, recogió su ropa y salió de mi apartamento sin decir nada.
Hoy 6 días después que me decidí a contar esta historia, no sé nada de él, no lo he visto, y esperaré a que aparezca para que me explique por qué me pegó esa clavada tan monumental que de solo acordarme y sentir el dolor en mi ano, me arrecha nuevamente.
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