Mi vecino me hace adicto a su verga (II)
Desde niño me hizo lo que quiso y como quiso .
Primera parte 😎 https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mi-vecino-me-hace-adicto-a-su-verga-i/
Debido a los comentarios que recibió la primera parte, que aunque sean poquitos, aquà estoy regresandoles un poco de todo lo que me dan.
Fueron varias los encuentros en que mi vecino me hizo «su putita» (más de 5 veces). Es cierto que después de la primera es muy difÃcil parar, es más el morbo y son más las ganas (me atrevo a decir que mutuas).
Mi vecino era como yo el tÃpico adicto a la paja (como yo) apenas y llegábamos de la escuela/secundaria y le dábamos duro a la masturbación, cada quien en sus casas obvio.
Desde la primera vez me quedé antojado con cada vez más ganas de su verga dura y chorreante. Lo visitaba siempre con la excusa de los videojuegos o la computadora, pero no siempre me la daba.
Para poner un poco más de contexto mi vecino era un poco más alto que yo, moreno, fuerte, delgado; vivÃa en una casa de dos pisos al frente de mi casa, casi siempre estaba solo… yo siempre trataba de llegar a mi casa, comer lo más rápido posible e ir a la suya a visitarlo. Me sentÃa la más putita mirona al llegar a su casa y verlo con su uniforme de la secundaria, ver ese paquete que ya habÃa tenido dentro mÃo en esa tela de uniforme me hacÃa babear.
Casi siempre esa era la rutina semanal, yo en su casa hasta tarde… hasta que un dÃa escuche que llamaron al teléfono… era su madre avisandole que llegarÃa tarde; todo esto para que se preparará la comida y la esperara para cenar; yo pensé en mis adentros: «ahorita le voy a dar mi culito hasta para el desayuno de mañana». Estaba pensando en eso cuando me llama y me dice:
-¡Ven a mirar!
+ ¿que pasa?
Me acerqué a el, que estaba mirando por la puerta polarizada hacÃa afuera… habÃan 4 chavitas de nuestra edad enfrente, vestidas tan diminutamente (como las de la actualidad). Estábamos iniciando de voyeuristas sin saberlo, cuando siento sus manos en mi culo, ambos con ropa… sólo de sentirlo me empine para que manoseara más rico mientras se imaginaba que yo era una de esas chicas que veÃamos afuera. Inmediatamente me puso su verga detrás, entre mis nalgas y empezó darme embestidas, yo noté como empezaba a gotear mi miembro, embarrando mis piernas, me dijo:
-Bajate el pantalón
Yo ni dude y me lo bajé, en ese entonces usaba truzita de niño… el continuó con las embestidas mientras mi truzita la iba haciendo tipo tanga con sus manos, me daba nalgaditas y no dejaba de mirar por la puerta a lo que me dice:
-Te quisiera cojer como esas putitas que están allá afuera…
Yo de lo caliente que andaba, con mi verga paradisima no sé si por las chicas o por lo que estaba sintiendo en mi culito, le dije:
+!Damela como la vez pasada!
…
– Me la vas a a tener que chupar.
Dijo el… y para cuando terminó de hablar yo ya estaba quitándole el Cinto, para después tocar por encima todo lo que me iba a comer, estaba salibando de tener nuevamente ese trozote en mi boca, seguà con el broche y el cierre para dejar ver eso que tanto extrañé, bajé su boxer y su verga salió catapultada… empecé con mi lengua en sus huevos y asà subà hasta su glande chorreante, está vez si me cupo toda su verga en la boca, sin ascos ni nada.
Seguà mamandosela por media hora y cada cierto tiempo agarraba de su lÃquido y lo ponÃa en mi culito, que poco a poco iba cediendo… el noto eso y me levanto, me dijo que me quitará todo lo de abajo y asà como soy de putita y sumisa le obedecÃa.
Me acostó en un sillón de tal manera que mi culito quedó más arriba, en el descansabrazos y mis piernitas al aire, las cuales el colocó en sus hombros… se escupió el miembro (aunque ni hacÃa falta) y me dejó ir toda esa verga curveada mientras miraba como yo me retorsia y ahogaba un gemido que más de dolor era de placer. SentÃa como me partÃa todita, yo le decia:
+¡Cojeme como esas putitas que andaban afuera! ¡imaginame asi con chichotas!
Todo esto que le dije le dio nuevas baterÃas, pronto me empinó ahà mismo, y me siguió dando cada vez más fuerte, hasta que me dijo:
-¡Gimeme como si fueras esas putitas!
Hasta la fecha no se si habrán escuchado los vecinos pero le empecé a gemir, nada fingido, ya que era lo que yo querÃa, Que se diera cuenta de lo rico que me estaba haciendo pasar… No pasaron ni 5 min cuando sentà un chorro en mi espalda, esa sensación tan rica y después sentà nuevamente la vergota de mi vecino adentro pero hasta el tope.
El se quito de mi, nos limpiamos ambos, mientras me decÃa:
-jajaja lo que nos hicieron hacer esas putas de afuera.
+yo ya lo extrañaba
-limpiate y vamos a echar aromatizante, ahorita si quieres nos ponemos a jugar play.
Asà termina ésta parte II cachondos, tengo aún recuerdos de esos dÃas.
Gracias por permitirme relatarles y formar parte de ésta comunidad.
comos igue
Buenisima la saga
Excitante, ya quisiera un vecino como el tuyo, muy rico, me corrà como caballo, saludos….