Mi vecino me hace su putita
En plena adolescencia mi vecino me hizo suy@.
Mi nombre es Edgar, está historia es tan real como el morbo y las ganas que tienes al visitar esta página.
A la edad de 12 años, ya sea por familiares o amigos empecé de curioso en temas de sexo… a esa edad me atraían mucho las chicas del colegio y como todo adolescente llegaba a casa a pajearme pensando en ellas, siempre, sin excepción.
A esa edad tenía un cuerpo ni gordo ni delgado, siempre fui blanquito de piel, aunque algo tostado por el sol, siempre fui bajito, con unas piernas y un culote que tanto familiares como amigos chuleaban. Nunca olvidare la vez que (a solas) un tío me estrujó el culo mientras le daba su abrazo de cumpleaños. Me exitó a la vez que me sonrojó.
Siempre fui muy pegado a mi vecino 5 años mayor, acudía a su casa con regularidad ya que prácticamente era un centro de entretenimiento para mi… videojuegos, computadora y música… más la privacidad de que no había a quien pedir permiso… sólo vivía con su mamá, la cual se la pasaba trabajando de sol a sol.
En aquellas fechas mi familia pasaba tiempos malos económicamente y yo y mi hermana (17) teniamos que usar ropa de años anteriores, que nos quedaba justa, marcando todo y provocando las fantasías de los vecinos, más ella que yo obviamente.
Un día de tantos en la casa de mi vecino el decidió sin más poner una porno en su computadora… ya habíamos jugado espaditas con nuestros penes y nos habíamos acariciado, pero nunca llegamos a tanto. Yo portaba un short tipo futbolista que me quedaba cortisimo.
En esos tiempos no me llamaban la atención los hombres, mi única curiosidad era la verga de mi vecino ya que era grande, cabezona y gorda… eso, eso siempre me dio curiosidad… por lo que al estar viendo la porno el me animó a masturbarme como lo hacía el… pero… me llamaba tanto la atención su miembro que acabó por darse cuenta.
V- ¿Quieres tocarla?
E- Esta más grande que la mía, ¿puedo?
V- Tocala como si fuera la tuya…
Hice lo que me ordenó, en fin tenía curiosidad de sentir toda esa verga… morena, encorbada, con vellos, con venas y húmeda de la punta… acerqué mi cara para verla mejor cuando sentí la mano de mi vecino tomándome por la nuca…
V- mirala mas de cerca.
Obedecí… como una putita, seguí mirándola de cerca, mi vecino seguía empujando mi cabeza hacía su miembro… hasta que mi carita blanquita se pego a los vellos y las venas de lo que me había causado tanta curiosidad.
V- Abre la boca purito…
Obedecí… sentí como esa verga entraba, sentí su sabor salado mientras veía como mi vecino se retorcia… él me acomodo de tal modo que podía estrenar mis nalgas con sus manos… Yo estaba en el cielo… lamiendo su verga, sintiendo sus manos, sentí como los ojos se me hacían como la chica de la película porno… En blanco.
Pudimos escuchar el ruido de la puerta principal abriéndose, el me empujó… Yo me limpie la boquita como toda una puta. Su madre había llegado y las ganas poco a poco se nos fueron apagando.
Esa noche me quise ir a masturbarme a mi casa pero el no me dejo….
Esto continuará…
como sigue