Mi vecino me picó la leña y después me la entró

Pablo, mi vecino de 19 me ayuda picando y ordenando la leña, pero la leña no es lo único que me entra.
Estando por mis 25 viví en un pueblo del sur donde había que calefaccionarse con leña. Había que comprarla en el verano, picarla, entrarla ordenada en la leñera y estaba lista para usarse. Por la ventana de mi pieza se veía la casa del lado, justo daba a la ventana de la pieza del hijo adolescente, un chico alto, cara de serio, que iba en la media. A veces el chico hacía ejercicio en su pieza y yo lo podía ver y eso me calentaba caleta, más de una paja me hice pensando en él. Se notaba que le gustaba el trabajo y ayudaba a su papá con cosas de un campo al que iban semanalmente. En septiembre apareció vestido de huaso en un desfile por el centro, a caballo, y se veía súper rico. Ahí supe que se llamaba Pablo y que estaba saliendo de 4to medio, y que tenía varias admiradoras. Un día lo ví picando leña en su patio a todo sol y entonces se me ocurrió ofrecerle el trabajo de picarme y ordenarme la leña. Me acerqué y noté con mas detalles sus rasgos, tenía ojos café claro, era blanco de piel, ara alto como de más de 1,80, voz ronca, muy amable y educado. Me dijo que la plata le venía bien porque es papá de una guagua de su ex polola y que tiene que ayudar, que estaba atrasado con el colegio que ya estaba por cumplir los 19 y que por fin este año salía, etc. Yo solo lo miraba y lo encontraba más rico.

La semana siguiente, el miercoles, llegó el camión con harta leña, Pablo lo estaba esperando y salió a ayudar a descargar y ordenar, y comenzó a picar al tiro. Yo le ofrecí cerveza helada en un breake y nos fuimos tomando confianza. Llegó el jueves e hizo mucho calor y se quitó la polera, se quedó con una gorra, para seguir picando. Yo lo miré desde la casa y lo encontré tan mino, me humedecí solo de verlo, como se le marcaba el cuerpo con el movimiento del hacha… era una ricura de cabro chico… cuando terminó lo hice pasar y como él andaba sin polera, en la conversa le dije que se veía en forma, entonces me comentó cómo es su rutina y que el trabajo de campo le ayuda, y que esto le ayudaba con las minas porque como es un poco mayor que sus compañeras, no le falta oportunidad y por eso terminó con la ex porque según dijo, es muy caliente. Nos reímos de eso y fui más directo, le dije que lo veo bien mino, que si nunca algún compañero le había ofrecido algo; me gustó su mirada y me dijo que sí, pero que no se había atrevido, pero que no cree que está mal y me quedó mirando y me dijo que por qué mi pregunta, entonces le respondí que nada, que me parece un buen partido para cualquier persona que lo aprecie tanto por sus cualidades como por todo, y nos miramos, Pablo dio las gracias y siguió con la leña.

El viernes quedaba poca leña y vino en la tarde a terminar y a ordenar. Hacía mucho calor y mirándome me dijo que se va a quitar de nuevo la polera y me la pasó en la mano. Yo ya me moría de caliente, se ajustó el jockey mientras me miraba con sus ojos café claro y me guiño un ojo antes de seguir con la leña que le quedaba. Yo desde la ventana no dejaba de deleitarme con su cuerpo y su masculinidad, no era un modelo pero tenía un cuerpo fuerte, grande, todo se veía bien puesto. Con sus guantes después iba ordenando la leña, su piel clara se estaba broncenando con el sol. Al terminar le ofrecí otra cerveza y de pié en mi cocina me dijo “mira me sopié entero” y claro, yo ya había notado su transpiración. El se pasó la mano por su pecho y se llevó sudor a la boca para sentirlo y dijo “es saladito, quieres probar?” y eso fue el comienzo…. Pasó su mano por en centro de su pecho lentamente y me puso su humedad en mi mano, me la llevó el mismo a mi boca, y estaba salado rico. “Es verdad, salado pero rico” le dije, y tomó mi mano y la llevó a su abdomen, estaba duro y marcado pero no mucho, y mi mano quedó con su humedad, la llevé a mi boca y le dije “estás saladito”. “¿Te gusta? ¿quieres más?” me dijo, dando unos pasos hace mí, haciéndome retroceder un poco hasta topar en el lavaplatos, y me toma la cabeza para acercarme y darme un buen beso. Yo me dejé llevar y me solté del mueble de cocina para llevar mis manos a sus brazos y sus hombros, que se sentían tan duros y fuertes. Me morreó un minuto y cuando se separó me preguntó si me gustaba y que si iba bien. Por supuesto, dale, sigue, le dije. Pablo me decía “así que piensas que soy mino wn?… ya te he visto como me miras por la ventana…. te gusta perrita? toca, aprovecha”. Yo estaba full parado y le pasé mano por todo su torso, sus tetillas estaban paradas, su espalda, y llegué a su poto duro y ejercitado, lo amasé fuerte y luego pasé a su paquete. El mismo se desabrochó el pantalón y lo bajó y quedó en boxer, se retiró un poco y yo entendí la indirecta, bajé rápidamente besando y pasando mi lengua por su cuerpo marcado y llegué al boxer, me metí su paquete entero a la boca, pero el pablo me lo quitó y se bajó el boxer, vi por fin su pico, largo como de 19 tal vez, no muy grueso, mas oscuro, con una champa de pelor largos, ya medio parada… lo masturbé un poco pero el me dijo que quería que se lo chupara ya, entonces de una a la boca y comencé a succionar como un becerro mientras sentía sus venas, su sabor a pico con semen, sus pulsaciones. Mis manos estaban en sus piernas peludas y en su poto duro. El estaba de pie en mi cocina, con su gorra puesta con la visera hacia atrás, con los pantalones y el boxer en los tobillos, y su pico dentro de mi boca, mi lengua daba vueltas, trataba de apretarlo sin morderlo, el pablo solo gemía y me guiaba con sus manos hasta que gimió más fuerte y me lo sacó de la boca y dijo “casi me corro wn”, entonces me pidió pararme y darme vuelta, me bajó el pantalón y me manoseó la entrada, le puso hasta saliva y después se bubicó en la entrada, me puso de pié con el poto parado y con las manos apoyado en el lavaplatos, y el me lo empezó a meter de un viaje, vi burros verdes, sentí que me rajó el ano… ya adentro sentía como que me estiraba el intestino adentro para llegar más allá. Me agarró de un hombro y con la otra mano me acariciaba la espalda y me decía que tenía espalda como de mina, y comenzó su movimiento. Era medio bruto pero su energía era exitante, me imaginaba como debían gritas sus minas cuando se los clavaba bien adentro. Sentía que me estimulaba la próstata con cada embestida. Golpeaba fuerte el lavaplatos, yo a veces estiraba la mano para atrás para tocar algo de su curp y el me daba más duro, me preguntaba si me gustaba y yo decía que sí…. yo me masturbaba con una mano y con la otra trataba de tocarlo. Pablo me levantó y abrazó por atrás para seguir clavándomela, abrazándome por detrás la dejó toda adentro y sin sacarla comenzó a hacer círculos y me besaba la oreja y me decía “dónde la quieres bb” Yo decía “en tu pecho, te la quiero lamer del pecho” pero el pablo me dijo “no wn, te la voy a dejar dentro, te voy a preñar putita” y se salío de mi, se fue a centar con toda la tula parada al sillón y me dijo que me tocaba terminar, así que fui a donde él y me acomodé para besar sus tetillas pero después de unos segundos me hizo subirme para sentarme en su mástil, lo acomodé y comencé a sentarme para luego cabalgarlo. Mientras yo lo hacía el me dijo que ya va a terminar, y me tomó de las manos, las dejó en su pecho, y aceleró el movimiento desde abajo, cerró sus ojos y comenzó a gemir o rugir y a tener espasmos que me fueron llenando de su leche caliente, mientras me ardía el hoyo y mis manos estaban sobre su pecho que ponía duro con el esfuerzo. Mi pene estaba sobre su abdomen y mientras el terminaba me comencé a masturbar hasta que rápidamente me derramé sobre sus calugas y su pecho, mientras el se acomodó la vicera para adelante, tiró su cabeza para atrás y con los brazos extendidos solo decía “qué rico wn, que maravilla” Yo fui limpiando mi propia lefa con mi lengua sobre su pecho y me quedé unos minutos más tocando su cuerpo fuerte antes de que Pablo saliera del trance. Después hubo un par más de encuentros más con el Pablo, pero costaba encontrar excusa, hasta que se fue al campo a pasar más tiempo en el trabajo y con mi mudanza las oportunidades pasaron a ser historia.