Mi vecino vago 3
Los encuentros con Emerson no eran muchos, yo me desesperaba ya que necesitaba sentirlo dentro de mi. En un golpe de suerte empiezo a quedarme solo con él y ambos lo aprovechamos..
Después de esa primera vez con Emerson habíamos tenido dos o tres oportunidades de volver a hacerlo, aunque con 13 años las hormonas siempre andan a tope, el pasar todo el día con mi mamá en casa hacía difícil el poder tener mas oportunidades de cojer. Hasta que un día nuestra suerte cambio, mi papá que vivía fuera del país y nos enviaba dinero, se enfermó y llamó a mi mamá para decirle que debía conseguir un trabajo temporal ya que él estaría como tres meses sin poder trabajar. Así que mi mamá buscó trabajo y la contrataron como secretaria, no estaba muy convencida, pero el saber que Emerson cuidaba de mi la hacia sentir tranquila, según sus palabras. Así empece a quedarme solo con Emerson y a disfrutar mas de su cuerpo y el mio.
El primer día que mi mamá se fue a trabajar Emerson llegó lo más rápido que pudo, yo siempre llegaba antes que él pues me pasaba a dejar un transporte del colegio, ya estaba listo, esperando con emoción y con mi cuerpo caliente y dispuesto a darle placer. Tocó el timbre varias veces con prisa y salí rápidamente a abrirle, cuando entramos a la sala tiro su bolsón a uno de los sillones y empezó a besarme, sentía su verga dura y vibrando. Sus manos recorrían mi cuerpo y se detenían en mis nalgas mientras las apretaba fuertemente, me besaba lentamente, me mordía y sus manos seguían jugando con mis nalgas y a veces empujando mi culito, haciéndome sentir cada vez mas caliente.
Hizo una pausa a todo y dijo:
E: No me voy a bañar, quiero que pruebes el sabor de mi cuerpo.
A: Haré lo que tu digas Emerson – Yo actuaba de una manera sumisa con él.
E: Ahora te va a gustar mas mi verga
Empezó a desvestirse y yo también, frente a mí tenía a un macho que siempre quería cojerme, un macho que me gustaba. Notaba que su cuerpo iba cambiando más, su verga siempre dura y con curva hacia abajo, solo que se había ido engrosando un poco más. Sus huevos siempre colgaban y se veían un poco más grandes. Mi cuerpo también iba cambiando tenia la verga un poco mas grueso pero también unos centímetros mas pequeño que el de mi macho, mis huevos siempre pegados. Emerson se acerco a mi y dijo:
E: ahora te voy a comer entero putita
Se agacho y empezó a lamer mi verga, y sentía que iba a explotar, se la metía toda a la boca y la sacaba, chupaba mis huevos y los mordía suavemente. Yo me sentía muy caliente y con deseos de acabar ya. Cuando él notaba que casi acababa, se detenía y luego volvía a empezar. Que rico sentir su lengua caliente recorrer mi verga, lamer la punta y entrar toda en su boca. De pronto se puso de pie y dijo ahora vas a probar tú. Me hizo agachar, puso sus dedos en mi boca y la abrió, metió la cabeza de su verga en mi boca, ya había empezado a lubricar y tenia muy concentrado el sabor de la su verga entre orina, precum y sudor. Sin dudas a mí me gustó como sabia y empece a chupar cada vez más y mas, hasta que me la metía toda y me hacia dar arcadas. El se reía y decía si te gusta la verga putita, y volvió a meterla toda a mi boca. Me pidió que le comiera los huevos, los chupaba los dos y el gemía y suspiraba un poco, a mi me gustaba darle placer a mi macho y el disfrutaba… me separo de su verga y me dijo:
E: Quiero que abras la boca bien y que no te muevas.
A: Esta bien, lo haré.
E: has escuchado de la lluvia dorada?
A: Nooo, qué es?
E: Pues ahi te va.
Apunto su verga a mi boca y empezó a hacer pipi en ella, sentía lo caliente y lo salado, el me decía no cierres la boca y yo la abría mas, empezó a echarme pipi en el cuerpo, yo estaba muy excitado y verlo a él con su cara de placer era lo mejor para mí. Termino de orinarse en mi boca y cuerpo, mientras me miraba ahí sometido a todos sus deseos, me tomo de la mano, me llevo hasta el sillón, se sentó y me hizo subir y sentarme frente a él, nuestros cuerpos quedaron frente a frente, metió sus dedos en mi boca para lubricarlos, los llevo a mi culito y los deslizo por mi ano, luego repitió el movimiento para deslizar los dedos sobre su verga.
Acomodo su verga en mi ano y me hizo caer de un solo, ensartándome una vez más y di un pequeño grito y un gemido, al parecer eso lo excito, rodeo mis nalgas con sus manos, me levanto y me dejo caer de nuevo para que su verga entrara sin pausas. Cada envestida sentía que llegaba mas adentro de mi y mis ganas de acabar también crecían, mientras hacia esos movimientos empezó a pajear mi verga, yo no podía mas y acabe en su mano, sus dedos llenos de semen los metió a mi boca y yo empece a chuparlos. Sentía que su verga se hacia mas gruesa como si iba a acabar, paro y me dijo recuéstate en el sillón, el se recostó detrás de mi, levanto mis piernas y empezó a taladrar mi ano que ya estaba abierto de tanto mete y saca, estuvo así largo rato, yo no quería dejar de sentirlo dentro, cuando estaba cerca de terminar se detuvo, saco su verga y me arrodillo, se puso frente a mi y empezó a meter su verga a mi boca, no dude un segundo en chuparsela a pesar que recién salía de mi ano, la calentura era tal que no pensaba en nada mas que en ser la putita complaciente. El empezó a gemir, sacaba su verga y me pegaba con ella en la cara, para luego volver a meterla hasta que topara en mi garganta, sentí como su leche inundo mi boca, espesa, salada y caliente, no deje que se escapara ni una sola gota de mi boca, quería sentirlo dentro de todas formas, quería que me diera mas y a él le gustaba tenerme como su nenita y como su puta.
Al terminar se acostó en el sillón y me llamo para estar a la par de él, desnudos recostados besándonos, era lo mejor del dīa. Esa tarde lo hicimos tres veces más, con las mismas ganas y con la misma libertad. Yo me sentía adicto a él, pero más a aquella verga que quería sentirla a cada momento. Emerson se aprovechaba de eso y me daba como a él se le antojaba, así pasamos varios días, tardes repletas de sexo y leche, de sudor, calor y lluvia dorada…
Un día mientras esperaba a Emerson note que un grupito de 4 chicos se sentaba en el portón de mi casa, yo los veía desde la ventaba y cuando Emerson llegó, empezaron a hablar con él, a lo lejos no sabia que le decían, cuando llamó a la puerta y salí me preguntó si podía dejar pasar a ese grupito que yo ya conocía, Rodrigo el de 16, Ederson y Chris de 15 y Saul de 14. En ese momento le dije que no ya que mi mamá me prohibía que entrara alguien más, él le dijo a los chicos que no podrían entrar y paso a mi casa, mientras ellos me veían con ojos de que sabían y tramaban algo…
Siguiente parte porfa, el hecho de que no se duche es muy morboso