Mi vida (11)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La anterior experiencia vivida con Jaime introduciéndome su cabecita de pene me dejó con inquietudes así que cada vez que estaba solo en el baño orinando me introducía hasta el aguante mi dedo en el hoyito de mi culito esto me agradaba mientras con una mano cogía mi pene orinanado sobando el tronco y con la otra me introducía el dedo, cuando sentía el gustito de orinar introducía repetidamente mi dedo, sobando y sobando mi culito hasta sentir adentro lo calientito y cuando lubricaba y terminaba de orinar; olía el dedo que estaba en mi culo y el que tenía orina de mi pene; así recordaba ilusionándome con el pene de Jaime del cual tenía un deseo especial que me lo introduzaca su pene en mi culito.
Hubo esa oportunidad aquella mañana calurosa de vacaciones escolares en la que Jaime y yo jugábamos con el agua que salía de una manguera de riego de plantas en mi jardin que estaba cubierto de césped, Alexander con gripa se limitaba a vernos bañarnos en calzoncillos, mientras que a una gran distancia en la lavandería mi nana esporádicamente nos observaba, estaba más preocupada mojando y tendiendo la ropa de lavado.
Jaime me duchaba con la manguera desde arriba a abajo, graciosamente cogia la manguera entre sus piernas extendiéndola a la altura de su pene, aprentándola con sus piernas cerrradas saltaba agitando la mangera arriba, abajo y a los costados, hacía con la manguera un chorro de agua que apuntaba a mi culito, y se apuntaba a su pene abultado, me introducía la manguera por entre mi calzoncillo a mi culito formándose en en ese espacio unas bolas de agua que Jaime las exprimía con sus manos tocándome el culo, me encantaba lo que hacía hasta que me bajó un poco el calzoncillo que usaba para mandar el chorro de agua por mi culito a manera de chisguete, sobaba la manguera con agua en mi culo, me dejaba, era rico lo que me hacía, trataba de penetrarmela pero era muy grande, enseguida pensé que deseba culiarme.
En un momento del juego que hacíamos, Alexander quiso participar desde lejos pero se resbaló y se ensució con lodo y partículas del césped , mi nana lo llevó al baño y fue ese instante en que quedamos solos que Jaime me hizo girar con su cuerpo en el suelo a manera luchitas ensuciándonos, me cogió de la cadera llevándome a una parte muy cercana muy tupida de rosales con cesped húmedo, dejamos a un lado la manguera porque Jaime me tumbó al piso bajándose su calzoncillo primero para luego hacerme lo mismo, con una mano agitaba su pene hasta ponerse erecto y con la otra me introducía su dedo en mi culito yo me dejaba poniendo mis manos sobre el mentón alzando mi cabeza, seguidamente sentí que penetraba su cabecita de pene un tanto desforrado, apreté mi culito por la sensación y sentí un quejido de ardor en Jaime, me dijo: "Suelta el culo" no podía relajarme porque tenía miedo que la nana salga y nos viera, eso le dije pero insistió en introducirme su pene. Movía su cadera a los costados de arriba y abajo todo mi cuerpo se agitaba mi estómago estaba lleno de lodo y césped igual que las piernas y brazos de Jaime, pujaba por su peso en mi cuerpo, aunque me gustaba lo que me hacía, tenía recelo de que nos vieran.
Nos subimos los calzoncillos y seguimos rodando en luchas, cada vez que quedada pecho a pecho, sentía su pene grandote cómo me culiaba buscando placer. De repente sale mi nana con Alexander, al vernos sucios nos dijo que bañamos al baño a ducharnos y que Jaime me limpiara enjabonándome porque iba a hacer el almuerzo y a curar a Alexander dejándonos las toallas.
Nos fuimos al baño, en la ducha nos desnudamos quitándonos los restos de mugre, al pasar el agua enjabonada por mi culito me pasó sus dedos por mi hoyito apretaba mis cachetes del culito, bajaba y subia sus manos por mis piernas y espalda, de inmediato se paró mi pene, me culió el culito estábamos parados culiando en la ducha, pero se sintió incómodo de la postura asi que me acostó boca abajo en la tasa del inodoro abriendo mi culo y con espuma de jabón mojó mi culo y su pene, se sentía delicioso como me culiaba el culo por la espalda y parte de mis piernas, introducia la cabeza de su pene de a poquito, en poquito hasta que gemí y le dije "Yaaaa Jaaaaimmeeeee" él se animó a seguir y yo repondía "Me dueeeeleee" quería gritar pero me tapó a boca, movi mi cabeza a los lados me soltó, me besó la espalda y chupó mi culo.
Jaime me paró, recuerdo que se sentó sobre la tasa del inodoro vi su pene bien parado y dijo que me sentara sobre él, sentí en mi espalda su pecho mojado su respiración acelerada por la excitación y me dijo que moviera mi culito a los lados, así lo hice hasta apreciar que por sobre las pelotitas de mi pene aparecía el suyo tan grande casi el doble al mío, me gustó cómo me lo sobaba era rica la sensación acompañada de besos por parte de Jaime en mi pelo, cuello, hombros y espalda. De pronto vi salir sus miados y también al mismo tiempo salían los míos de mi pene. jaime con sus manos agitaba ambos penes y pasaba su lengua sobre mi cuello, su aliento de placer con respiración latente sobre mi oreja diciendome: "Tu culo es más rico que el de Patricia" "Eres rico Eduardo" "Eres mío" Al decir eso, me sentí extrano, más cuando me dijo: "Me gustas".
Estábamos desnudos, ya nos disponíamos salir del baño luego de un remojo en la ducha, al pasar Jaime la toalla sobre mi cuerpo sentí el apretón de la toalla deslizarce en recta desde mis pelotas a la raja de mi culo con la ayuda de sus dedos, tal era el gustito que le hice a un lado la toalla, me acosté boca abajo sobre la tina de la ducha y le dije: "Culéame" Jaime no esperó más y me introdujo de a poquito su pene, aguanté hasta cuanto pude su tronco y me dijo: "Esta vez va a ser con amor" "Te voy a culiar de apoquito" "Eduardo, eres rico" esas palabras me animaron, me introducía de apoquito y cuando yo apenas movía mi culo por ardencia, él comprendía que teniá que sacar y meterla suavente. Esta acción la hizo repetidas veces hasta que sentí su pene sobre mi culito y un liquido calientito de orina y baba estaba sobre mi espalda. Me dió la vuelta me abrió lo más que pudo las piernas y frotó mi pene sobre el mío, nos besamos en esa posición hasta que le dije "Quiero culiarte" nos paramos, Jaime se acostó en la tina boca arriba y me dijo "Culéame" me le monté y culie su pene al instante en que Jaime abría lo que más podia sus piernas rodeándolas en mi cintura y ayudandome a culiarlo me dijo "eres arrechito", "te encanta culiar" nos abrazamos besándonos, aprendí de esa forma a amar el sexo con otra perspectiva.
Al salir, vimos a Alexander cerca de la puerta, creo que por la rejilla de tragaluz nos había visto culiar porque se nos reía. Jaime no dijo nada, yo bajé mi cara.
por unos días Alexander estuvo raro conmigo a veces risueño y otras un tanto temeroso, pero eso se le quitó cuando culiamos de nuevo de una forma muy especial.
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