Mi vida (12)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estábamos Julia, Patricia, Joaquín y yo en la ganadería de mi tío pasando un fin de semana en compañía de nuestros padres. Con Joaquín entré a nuestra habitación a ordenar nuestra ropa, no pasó mucho tiempo cuando vi algo inclinado a Joaquin sobre su cama y me le monto sobre su cuerpo cayendo de pleno sobre la cama y paramos en el suelo, estando allí, movía mis caderas sobre las suyas que a mi contacto también Joaquín las movía, lo besé, me abrazó y nos levantamos bajándonos nuestros pantalones e inetriores para culiar nuestros penes, en el instante en que le di la vuelta para sobarle mi pene en su culito, sentimos venir los pasos de alguien por el entablado de la casa, como pudimos nos subimos los pantalones quedándonos acostados sobre la cama y en eso entró Julia que al vernos sólo se limitó a reirse y decirnos: "Vine a ayudarles a ordenar su ropa" "malcriados".

Bajamos nuestras miradas al piso y ordenamos la ropa, en la mirada de Julia se apreciaba su sorpresa y burla, nosotros tratabos en lo posible que no nos mirara por la verguenza inocente que nos invadía.

Pasaron las horas, los cuatro fuimos a bañarnos en el arroyo, jugábamos a las topadas y a competir resistencia de buceo, con carreras de nado, en eso que compiten Joaquín y Julia moviendose muy distante aguas abajo hasta perderse por la vuelta del arroyo, con Patricia seguíamos jugando al buceo y topadas, pasó mucho tiempo y decidimos buscar a Julia y Joaquín, los vimos entre la maleza cerca de la orilla un tanto camuflados desnudos y abrazaditos, moviendose las caderas, se apreciba el pene de Joaquín frotando la vagina de Julia ella se puso boca abajo y Joaquín con sui pene parado rozaba el culito de Julia, la cara de Joaquín se perdía en el pelo de ella que gemía de placer, ambos se revolcaban sobre el seco monte.

Sentí la mano de Patricia que jugaba frotando mi pene parado al ver la escena, sin palabras nos acercamos, nos besamos y corrimos a un lugar apartado debajo un árbol donde no pudieran vernos, nos quedamos desnudos, Patricia se puso boca abajo dejándome su culo diciendome: "culeame Eduardo" "Soy tuya mi amor" sentí rara sensación de deseo y angustia, era la primera vez que le ponía mi pene sobre su culo así que se la sobé, ella con sus manos abrió su culito y yo de a poquito le introducía hasta que sentí ardencia, ella se dió cuenta y se dió la vuelta se abrió de piernas mostrándome su vagina pero al momento de hacer contacto pene vagina escuchamos un ruido, pensamos que era alguna serpiente, rápido nos vestimos y fuimos a ver a los chicos, allí se encontraban todavía acostados el uno sobre el otro desnudos, nos quedamos viendo lo que hacían pero fue muy poco porque a más de besos y caricias se vestían saliendo al arroyo en nuestra búsqueda.

Ya entrada la noche en el cuarto con Joaquín estaba acostado boca abajo sobre mi cama mirando a Joaquín desde su cama que estaba de la misma forma, yo alzaba y bajaba mi cadera en gesto de culiar la cama y él hacía lo mismo, me puse boca arriba bajándome el calzoncillo y mostrándole mi pene parado sobando mi tronco con la mano haciéndome masturbación y Joaquín me imitaba, giré mi cuerpo uniendo mis dedos incide y pulgar haciéndo la "o" y metiendo mi otro dedo indice sobre esa "o" en señal de culiar y él también lo hacía, de pronto, se apagaron las luces de los candiles de la casa, Joaquín fue a apagar el de nuestro cuarto, antes que llegue a su cama lo abracé y lo llevé a la mía, era tanta la necesidad de culiarnos que rápido nos bajamos nuestros interiores, nos subimos desnudos en mi cama abrazándonos y culiando nuestros penes, intercambiabamos nuestros alientos y nuestros besos en el pecho, mejilla, espalda, frente y pelo, Joaquín se revolcaba conmigo en la cama y al hacerlo nos salían las risas, nos arropamos con las sábanas y era rico el sobarnos nuestros penes con nuestras manos.

Lo senté filo de cama y mamé su penecito Joaquín con sus manos masajeaba mi pelo y parte de mi espalda en señal de placer, cambiamos de posición y Joaquín me la mamó con recelo, me costó trabajo convercerlo pero hizo dos o tres mamadas cortas. Le pregunté: "¿Quieres culiar como Julia?" me dijo sin pensarlo "Si, culéame". Era una noche expléndida.

Lo acosté sobre la cama, Joaquín me mostró su culo, le dije que abriera con sus manos su culo, recordé cómo me había culiado Jaime, cogí mi pene erecto y poco a poco se introduje, él dijo "Yaaaa Eeedduuardooo" yo le dije "Espérate tu tienes la chepa de Julia" "Es rica" "Ya casi". A pesar de sus quejas iba introduciendo mi pene en su culito que cada vez lo sentía más tibiecito; pero me detuve al sentir una ardencia en la cabeza de mi pene, era que se estaba desforrando, sentí miedo con esa ardencia y se la saqué, me quedé un rato sentado sobre la cama frotándome y soplándome el pene coloradito que estaba, Joaquín no se había movido de su posición, alcancé a ver que con su dedito se sobaba su huequito.

Una vez más intenté penetrar pese a su quejido, pero otra vez sentía mi pene ardencia y un poco más desforrado, me complací con culiarle por la raja de su culito, nos volteamos ahora Joaquin me culiaba el culito y me besaba la espalda, se estaba convirtiendo en una personita muy rica en el arte de culiar.

Asi pasamos un buen rato en la noche, Joaquín puso su carita sobre mi pecho, en mi estómago y pene sentía su respiración, frotábamos nuestros pies y con nuestras manos pajeabamos nuestros penes, con nuestras manos recorrimos nuestros cuerpos y nos excitamabomos cuando apretabamos los cachetes de nuestros culos, una vez más culiabamos el culo con el pene hasta sentir que la orina se nos salía y meabamos en la bacinilla jugando con nuestras manos las pelotitas.

Al acostarnos en mi cama le abri las piernas oliendo la cabecita de su pene de rezago de orina, chupé sus pelotitas y terminamos abrazándonos sientos nuestros cuerpos calientes, sólo expresé a Joaquín: "Te quiero" salió de lo más profundo, el me respondió con un fuerte abrazo pegando sus mejillas en las mías y siento el calor de nuestros cuerpos en complicidad con nuestro aliento.