Mi vida (13)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ocurrió cuando tenía 8 años, estaba en segundo grado de escuela y tenía dos compañeros que estaban en el último grado de escuela, eran Rodolfo y Benito, ambos tenían en esa época 14 años, eran majaderos y se metían siempre con los más pequeños, a empujarnos, pegarnos o toparnos nuestras partess íntimas. Estaban a punto de salir de la escuela, en esa época poco se le daba importancia a la educación por parte de los padres y en el caso de ellos habían repetido por tres veces el año.
Recuerdo que nuestra escuela no tenía cerramiento y era fácil salir a la periferia donde había maleza y casas de caña o adobe que eran de agricultores, muchas de ellas abandonadas o en ruinas en donde se hacían las necesidades biológicas, porque los baños de la escuela eran pésimos, 2 letrinas para niños y 2 para niñas, el agua potable era escasa.
Describo este ambiente porque relato que en aquella maleza estos dos chicos llevaban por separado a esos lugares a los más pequeñitos, enseñándoles a hacer mamaditas y montaditas con mucha rapidez para que los profesores no lo notaran en horas de recreo o en la salida de clases.
En aquella ocasión había terminado la clase de cultura física, casi todos los niños de la escuela estaba saliendo y me fui al baño a orinar para irme a casa con Alexander, pero fue tanta las ganas de defecar que me senté sobre la sucia tasa, me demoré un pco y de pronto escucho cerca de ahí por los montes un gemido: "¡¡Yaaaaa!!" "¡¡Duuueeeeeleeee!!" Era la voz del "gato", así lo llamábamos a Enrique, un niño guapo de mi edad, compañero de grado, piel muy blanca, ojos azules, cabello lacio rubio, labios muy rojizos carnudos, nalga parada arqueada, mirada entreabierta simulando sueño, maxilar partido, muy bien vestido y aseadito, pertenecia a los "high life" o como decimos aqui "aniñados", tenía una forma amanerada femenina de caminar, con un carácter muy sensible y bueno.
Fui a ver en silencio que estaba pasando con esos gestos del "gato", y me di cuenta que los hacía porque Benito le introducía la cabeza de su pene en su culito, Enrique estaba un poco sucio de pecho y espalda arqueado boca abajo sobre unos ladrillos puestos con cartones, se veía sobre los montes cómo el culo de Benito se movía para arriba y para abajo, era expléndido verlos en esa posición, el culo de Enrique se ponía colorado como su carita que expresaba como extreñida, la cara de Benito sobresalía sobre la de Enrique que le decía "Mi mujer" "Eres mía" "Soy tu primer culión" de pronto vi que su pene sobaba el culito y lo vi rojo de tanto culiar, escuché que Benito decía: "Asi" "Asiiii" botó de su pene un líquido blanco que manchó la espalda de Enrique, éste se dió la vuelta, se sentó sobre el cartón, miré su pene parado, toda su piel roja, su pelo despeinado y sucio por el polvo del ladrillo.
Benito le dijo que cerrara los labios que lo iba a pintar de blanco, así lo hizo y frotó su pene con semen sobre los labios y las mejillas de Enrique que se dejaba, creo que le gustaba eso; pero no, que lo penetrara, su culito todavía era virgen en ese momento.
Benito se limpió su pene con la hoja de cuaderno y lo mismo hizo con el culo y labios de Enrique, lo levantó y lo besó muy fuerte, tanto así que Enrique se hizo para atrás, Benito se reía y le decía "Es mio tu culito" "Mira esta verga, es tuya" agitándola y acercándosela a sus manos, Benito le dijo "¿Recuerdas cuando te culié por primera vez?" "¿Recuerdas que fue en el baño?" "¿Te gustó?" a todas esas preguntas Enrique contestó con un sí con la mirada en el suelo, ambos se besaron suavemente, Benito miró a los lados para nos ser descubierto mientras se subía su interior y pantalón. Allí quedó sentado Enrique, salí en carrera sin que lo notaran.
Pasaron unos meses, mi compañero de banca (bipersonal) se mudó a otra ciudad y me pusieron junto a Enrique, desde el primer momento nos caímos bien y juntos éramos preocupados en los deberes.
Cuando nos sentábamos sienpre uníamos nuestros pies moviéndolos para delante y para atrás, de igual forma nos sobábamos las manos y él trataba de que yo sintiera su aliento cuando se acercaba su nariz a mis mejillas, creo que deseab culiar, así que rápido mi pene se paraba cuando olía su piel suavecita perfumada y con talco, nos mirábamos y reíamos cuando uníamos nuestras frentes y narices.
Fue a mi casa a hacer los deberes, subimos a mi cuarto, allí también estaba Alexander, abrimos los cuadernos y realizamos la tarea, cuando terminamos jugamos a los carritos y avioncitos, su papá lo llamó desde la sala de mi casa para llevarlo.
Nos dijo: "Antes de irme quiero que vean esto" Unió con liga dos lápices girándolos y soltándolos, su movimiento era en forma de pelea y Enrique dijo: "Miren cómo culean" "¿Les gusta lo que hacen?" me sorprendí, no dijimos nada, nos volvió a preguntar "¿Saben culiar?" Alexander y yo nos miramos, le respondí "algo" Enrique me dijo, "ven, culéame Eduardo" me monté sobre su pecho, Alexander sólo miraba, interrumpimos porque su papá volvió a llamarlo con mi nana. Se despidió riéndose en forma inocente.
Como es lógico suponer, me bajé los pantalones e interior mostrándole mi pene a Alexander diciendole "Culéame" el hizo lo mismo y estuvimos culiándonos largo rato, chupándonos los penes y el culo, salté de la cama a la puerta a poner seguro, Alexander estaba sentado en la cama, con mi culito me senté sobre el pene de Alexander, me movia y me movía, con mis manos para atrás buscaba su espalda. No había lugar de mi cuerpo que Alexander no conocía.
Dejamos de acerlo porque mi nana nos llamó para cenar y al rato llegaron mis padres.
Al día siguiente vi al "gato" que ahora lo llevaba Rodolfo, a una casa abandonada, creo que le gustaba que lo culiaran porque no oponía resistencia. Rodolfo se limitó a besarle su pecho y espalda, ponerlo en cuatro y penetrarlo de a poquito, Enrique se hizo para adelante y Rodolfo le dijo: "En la otra te lo doy más despacito" "Ahora ven, rápido, culéame la verga" Rodolfo se abrió de piernas boca arriba recibiendo sobre su pecho el pecho y cara de Enrique, las piernas de Rodolfo rodearon las caderas de Enrique viéndose un moviento de arriba a abajo y a los costados, las manos de Rodolfo entrelazaban los dedos de Enrique, Rodolfo le decía: "Culéame" "Culéame" "Así rica nena" "Me gusta tu culo hmmmm" sus manos sobaban el culo blancote de Enrique abriéndolo y mostrandose una raya roja de excitación, le sobaba el dedo sobre la rajita y Enrique en el acto alzaba la cabeza gimiendo placer.
Enrique se puso boca abajo y Rodolfo se montó con el pene sobre el culo de Enrique vi lo largo de sus piernitas blancas y sus manitos que apretaban la tierra de placer, el penesote de Rodolfo se movía en la espalda de Enrique. Rodolfo se paró, se masturbó y en un rincón de la casa abandonada botó el semen. Ambos se desnudaron, Rodolfo se acostó sobre la espalda de Enrique que no se movía, pero si las caderas y el pene de Rodolfo, así estuvieron ambos cuerpos por un corto rato moviendo sus caras a los lados y Enrique que pujaba el peso del cuerpo de Rodolfo que le decía "Puja" "Puja mi amor" "Me gusta escucharte pujar" "Eres mío" "Me gusta tu piel y tu culo".
Se levantaron, limpiándose sus penes, agitándoselos con sus manos y riéndose, se unieros para frotárselos y cayeron al suelo culiándose de nuevo. Se levantaron y se vistieron limpiándose la ropa, los vi salir, me quedé un rato en el lugar hasta que escuché la voz de Alexander llamándome, salí del lugar y de reojo vi al salir de la escuela que el "gato" me miraba raro, creo que se dió cuenta que lo vi culiar con Rodolfo.
Esto se comprobó en los días siguientes.
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