Mi vida (19)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era la fiesta de fin de año en el grado de mi escuela, compañeros jugando en la cancha, caminando con las ollas y platos de comida con tortas por los pasillos, profesores celebrando con alumnos en cada aula, en mi caso, estaba sentado en mi pupitre con un pedazo de torta y mucha gaseosa lo cual me provocó orinar en el baño, estaba lleno de chicos, fui a hacerlo a escondidas cerca de la piedra grande de pronto se me acerca Benito, creo que ma había seguido, tenía su pene afuera de su pantalón, orinamos juntos, de reojo veia el movimiento de su pene y el largo chorro de orina que botaba, terminamos y me dijo que lo esperara sentado sobre la piedra.
Al rato retornó brindándome un poco de arróz con pollo con gaseosa a medio terminar, mientras comía Benito miraba para atrás y a los costados, con susurro en mi oido sobando su mano a mi culito me dijo "vamos a culiar a la casita" recordé en ese momento lo que me había hecho hace mucho tiempo con Enrique, mi pene se endureció, asi que acepté.
Benito salió primero corriendo en dirección a la casa, desde adentro me llamó, corrí donde él estaba cuando llegué lo primero que hizo fue abrazarme culiando mi pene, nos desvestimos hasta quedarnos completamente desnudos.
Estaba sentado estirándome mi pene sobre la cama de cartón y plástico con ladrillos cuando vi a Benito sacarse saliba de su boca, la puso en sus manos y la aplicó en su pene tieso y duro, me dijo que me acostara boca abajo, le hice caso, puso la cabeza de su pene húmedo sobre el hueco de mi culo sobándome la raja de mi culo, sentía su roce como algo delicioso y deseo especial, me preguntó: "¿Te gusta mi verga?"; yo le dije que si, pero me arrepentí de haberle dicho eso, porque al rato sentí la penetración inicial de su pene con un poco de dolor, me la estaba metiendo centímetro a centímetro muy despacio, recuerdo que al sentir más dolor movia desesperadamente mi cadera a los costados, quise llorar, me la sacó rápidamente, estoy seguro que no me penetró totalmente, sin embargo me dejó esa sensación doble de dolor y gusto que en esa edad todavía no la entendía pero que ya estaba aprendiendo.
Nos levantamos Benito me apegó a su cuerpo frente a frente, empezó a mover su pene en el mío acostandome boca arriba quedando su cuerpo sobre el mio, siguió culiando mi pene como un desesperado, el aliento que salia de su boca lo sentía en mi cara, cada vez movia más y más su pene en el mío, estaba muy excitado, su estómago se movia muy rápido sobre el mío, con su boca buscaba mis tetillas y las lamía con su lengua, me dio un corto beso, yo me dejaba porque el movimiento de su pene me gustaba, era suyo.
Lo abracé a sus costillas, al sentir eso, Benito se sonrió y movió más ràpido su pene que ahora estaba por mi estómago.
Se detuvo para decirme: "Dame tu culo"; "No te voy a hacer doler, palabra" Estaba tan excitado o arrecho (como decimos en mi país) que sentí seguridad en sus palabras y no me equivoque porque cuando me viré a darle mi culo, Benito pasó su lengua rozándola por la raja de mi culo y nalgas. Sentí su pene pasar por la raja de mi culo hasta llegar a media espalda, ese gusto no lo olvidaré jamás.
Benito movió su pene repetidamente por ese lugar hasta que se detuvo entonces vi de reojo su leche salir de su pene corriendo por un costado de mi cadera cayendo al suelo. Estuvo acostado sobre mi un largo rato mientras aprovechaba en besarme la espalda pasandome su lengua diciendome "me gusta culiarte"; su pecho se movia acelradamente sobre mi espalda, eso para mi fue una sensación muy grata Benito se levantó de mi, pero yo me quedé acostado en la cama, al ver eso, Benito me pregunta "¿Quieres más verga?" le respondi "si, culéame".
El movimiento de su pene en mi culito no era el mismo, lo sentía más prolongado y cansado pero me gustaba sentir la humedad de su pene, en mis nalgas y en mi espalda, nuevamente se detuvo, esta vez no botó leche puso su pene caliente sobre mi espalda que estuvo un ratito sobre mi.
Se levantó y me dijo "¿Quieres culiarme mi verga?"; nuevamente le respondí con un "si" Me acosté sobre el pecho de Benito, mi pene estaba sobre el suyo que estaba mojado de semen, esto hizo que me moviera tratando de hacerlo tan rápido como el lo hacía, me decia que empezara despacio hasta que sintiera el gustito y solo allí que me moviera rápido hasta sacar orina, segui lo que me decia y en verdad se dio eso, culiaba y culiaba cada vez más rapidito que me dio ganas de levantarme y orinar en un rincón de la casa abandonada, Benito me siguió a orinar sobandome con una mano juguetona mi culito diciendome "tu culo es mio"; no dije nada, saqué una servilleta del bolsillo y me limpié mi cadera, vi a Benito limpiarse la cabeza de su pene con papel, nos vestimos, yo salí primero a la carrera sin detenerme hasta llegar a la piedra grande, me senté disimuladamente viendo a la cancha, estaba agitado por la carrera, de inmediato se sienta Enrique junto a mi a preguntarme donde estaba, le dije que estaba dando vueltas en las aulas a ver lo que habían preparado, Enrique miró a lo lejos salir en carrera a Benito de la casa abandonada, me miró y se sonrió, me dijo "Ajá, no te creo, vienes cuiliando"; no le dije nada, agaché mi cabeza, me delaté ante él porque me puse rojo de la vergüena, de un salto me alejé de la roca dejándolo sentado, con esa actitud habia aceptado lo que me decía, regresé a verlo y desde la piedra grande me seguia con la mirada muy sonriente.
Al rato retorné a la piedra grande y vi entrar a Enrique a la casa abandonada que en su interior se encontraba seguramente un amiguito, me escondí para ver salir a Luis y a Enrique limpiandose la espalda y saliendo en carrera por diferentes caminos.
Esa fue mi experiencia de penetración inolvidable, con esa acción del pene de Benito sobre mi culo, se inició un apetito sexual que a lo largo de los años se desarrollaría más ampliamente.
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