Mi vida (4)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era una mañana de mucho sol, mis padres estaban en el trabajo y correspondía hacer el aseo de la cisterna de mi casa, por lo que mi nana estaba refregando la ropa y antes de lavar semanalmente la cisterna de agua nos permitió a Alexander y a mi jugar en el agua.
Nos desnudamos y nos metimos en el agua que nos daba a la cintura, jugábamos revoloteando el agua saltando se agitaban nuestros penes hasta que nos unimos frente a frente miramos que mi nana estaba de espaldas para abrazarnos y frotarnos nuestros penes, era rico culiar así, ver cómo nuestros penes se paraban tocándonos, recuerdo que Alexander con sus manos jalaba mi penecito y sobaba mi culito todo esto con mucho cuidado para que no nos vieran.
Mi nana nos dijo que Wilson se iba a encargar de limpiar la cisterna, él se acercó nos vió desnudos, al principio sentí que todo estaba normal pero me fijé que no dejaba de ver el culito y el pene de Alexander en movimiento; de afuera nos empujaba hasta quedar Alexander y yo pegados escuché en vos baja decir “culeen” no hice caso pero Alexander se me montó y empezó a culiarme, él se ponía delante de mí, se hacía para atrás con la intención que mi pene rozara con mi penecito llevándome a la pared de la cisterna, me apretaba con su espalda mi pecho y se sobaba su culo en mi cadera buscando mi pene se fondeaba y dejaba ver su culito blancote, yo hacía lo mismo, Alexander me arrimó a la pared cogiendo con sus manos mi cadera chocando y frotando repetidamente su pene con el mio, puso su carita encima de mi hombro y nuestros cachetes se unían, Alexander lo miraba a Wilson y ambos se sonreían.
Desde lejos mi nana le gritó a Wilson que nos enjabone en el baño y nos cambiara de ropa, él fue a ver nuestra ropa y aprovechamos para seguir culiando, Alexander frotaba su pene en mi culito, abrazados nos dimos de vueltas en el agua, unimos nuestras caras y labios rápidamente por temor a que nos vieran.
Wilson llegó con nuestra ropa nos encerró en el baño, fue a mí al primero que enjabonó. Mientras me duchaba Wilson se sacó su short cerrando la cortina, pensé que me iba a hacer algo pero al que lo cogió fue a Alexander que se dejaba hacer todo lo que Wilson quería, a mi me dijo que haga silencio y siga jugando en la ducha, pese a que algo le obedecí me entró la curiosidad de lo que hacían al lado, me puse a ver al lado de ellos lo que hacían, ninguno me prohibió ver asi que noté cómo Wilson puso el pecho de Alexander sobre el inodoro, agitaba su pene hasta verlo muy erecto, tieso y listo para el combate, Alexander dejaba ver su culito y sus piernitas que formaban un arco tan abierto que ampliaban los cachetes de sus nalgas y dejaba ver abierto el oyito de su culito, acto seguido empezó a besarle el culo por los costados, Wilson le sobó espuma de jabón en el culito de Alexander y se untó en la cabeza de su pene, veía cómo su pene se movía por la espalda de Alexander como si fuera una serpiente hasta bajarse e introducirse de a poquito en ese culito abierto.
Con una mano Wilson me hizo para atrás para que no estorbara, le dé espacio, observaba su culote blancote con su pene tratando de penetrar de a poquito, mientras escuchaba los gemidos y pujes de Alexander que también le decía "¡duele!" "¡ya Wilson!" "¡Me duele!"; él le repondía "espera un ratito ya casi eres mío".
Como vi que mi compañerito quería llorar le dí una palmada a la nalga de Wilson que se levantó y me colocó en la ducha, yo me salí y él me retó que haga silencio.
Para eso ya Alexander se encontraba sentado en el inodoro, Wilson lo acostó y pude ver cómo los piecitos quedaban en el aire siendo recogidas sus piernitas por las caderas de Wilson que empezaba a bombearle su pene sobre el tronco del penecito y sobre las pelotitas de Alexander hasta que vi la leche de Wilson chocar contra la quijada y en el pecho de Alexander, con la mano cogida a su penesote Wilson golpeaba el pecho lleno de leche de Alexander riéndose y le decía "me gustas como culeas"; "me gustas cuando te dejas"; "pronto te premiaré"; "Pero antes tienes que darme todo tu culito".
Wilson lavaba su pene mostrándolo y diciendo que pronto lo tendríamos así, era lleno de pelos, lo metió a Alexander en la ducha, enjabonaba sus piernitas y espaldita con suavidad sus dedos abrían el culito de Alexander buscando penetración, se estremecía creo que le gustaba porque no protestaba, no entendía lo que le hacía y mucho menos cuando empezó a chuparlo, de pronto se escuchó la voz de mi nana preguntando si ya estábamos listos y Wilson respondió que pronto.
Alexander fue el primero en salir y estando adentro me dijo cerca de mi oreja "tu culito va a ser mío"; "te va a ir mal si dices algo"; "te corto el pescuezo si dices algo"; me dio miedo y salí en carrera donde estaba Alexander jugando con el agua de la cisterna.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!