Mi vida (6)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cada momento que deseaba jugar con Alexander lo tomaba del bracito para llevarlo a mi rincón de juegos en mi cuarto, tendría más de seis añitos en esa época, a veces íbamos abrazados, jugábamos un ratito y a veces le insinuaba culiar montándole mi soldadito sobre el suyo, le frotaba sus manitos, uníamos nuestras caritas, nuestras sienes haciendo que nuestros pelitos se junten, él me frotaba a veces mis piernitas con sus pies suaves haciendo mi piel de gallina, aún recuerdo su pelo lacio castaño adornado de una piel blanquita recién bañada olorosa a jabón de rosas igual que la mía.
En aquel momento, Alexander no perdía su mirada en lo que yo hacía: puse seguro a la puerta, me acosté en la cama bajándome lentamente el short deportivo en el que se amoldaba mi culito y era muy apretadito ajustado en la rajita de mi hoyito, Alexander vio mi pene parado saliendo del shortcito blanco, sentado sobre la cama con una sonrisa le dije "culéame"; se dirijió a mi, cogió con sus manos mi penecito y comenzó a estirarlo para luego de que se me paró empezar a chupármela; se sacó sus pantalones suavemente también su calzoncillo de botones por donde asomaba su penecito parado, creo que estaba un tanto húmedo de la última vez que lo vi orinarse en el baño mostrándome su culito, lo que me dio ese deseo de culiar.
Me acosté boca arriba, me quitó lentamente mi ropita hasta quedar desnudos, nos reíamos al ver nuestros penecitos paraditos frotándonos. Alexander me montó agitando su cadera sobre la mía, él se sostuvo sobre sus brazos estirados, alzando su pecho y diciéndome "mira como te culeo"; en verdad, pude ver por el espacio que dejaba su pecho dirijiendo mi mirada a nuestras caderas alzando mi cabeza vi nuestros penes frotándose, vi el pene de Alexander moviéndose sobre el mío puede notar que el pene de Alexander se mezclaba en mis pelotitas. Nunca olvidaré la expresión de felicidad de Alexander estando así cara a cara.
Me dijo: "Virate"; no entendía esa expresión y con sus manos me puso boca abajo, levanté un poco mi cabeza pero él me la bajo con la suya en complicidad con su aliento, sentí su tibio pechito sobre mi espaldita, dijo que juntara mis piernitas, sentí su penecito frotar la raya de mi culito. Alexander se abrió de piernas se puso en cuclillas abriéndome con sus manos mi culito, con una de mis manos no le dejaba hacer eso, era la primera vez que sentí el dedito de Alexander en mi culito, al notar mi negativa, se acostó sobre mí diciendo: "ahora quiero que pujes cuando te culeo" "¿Sí?" yo le dije "Bueno, apúrate que pueden tocar la puerta".
Estuvimos un buen rato en esa posición, yo pujaba y sentía a Alexander mover su cadera y su pene sobre mi culito, sentía su penecito frotar mi espaldita y otra vez la rayita de mi culito, no niego que todo era rico, su mentón lo agitaba sobre mi pelo, besando mis sienes y cuello.
Nos viramos, nos pusimos de perfil como sabíamos dormir frente a frente nuestras caras, sentíamos el deseo de pegarnos, juntamos nuestros pechos, nos dimos un beso se me salió decirle "te quiero"; creo que lo hice porque en la televisión veía a las parejas acostadas decirse eso; el rostro de Alexander fue de extrañeza, se rió y con sus piernas atrajo mi cuerpo al suyo, se puso boca abajo y me dijo "culéame mi amor" creo que seguíamos el guión de aquella telenovela que veíamos las tardes antes de merendar.
Confierso que fue la primera vez que lo hice con pasión y arrechera, al culiar su pene también buscaba sus labios como hacían los actores y actrices de telenovela; me puse boca abajo me dijo que estirara mis brazos, se montó sobre mi, noté que sus brazos estaban sobre los míos y también sus piernas sobre las mías, entrelazábamos nuestros dedos y con un suspiro me dijo "me gustas" "eres rico".
No sé si lo decía en serio o por cumplir el guión lo único que sé es que me culiaba despacito y que sus deditos suaves hacían parar mi penecito. Alexander se sentó sobre el filo de la cama y pidió que le mame su pene, yo me negué, él me abrazó me puso filo de cama y me mamó el pene, sentía rico hasta que me produció orinar, fuimos a la ventana pero vimos que llegaban mis padres, rápido sin que mi nana y Jaime nos vieran fuimos al baño a orinar mientras lo hacíamos mirábamos nuestros penes rojos de pasión y nos reimos aprovechando tocar nuestros culitos me dejé introducir suavemente con delicadeza por un ratito sus deditos en mi hoyito, no niego que sentí placer.
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