Mi violación
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En estos momentos tengo 40 y soy de Venezuela, pero todavía recuerdo ese momento como si fuese ayer. Ademas, me excito tanto que me gustaría que se repitiera.
Como dije antes pasó a los 15 años, era un muchacho normal, muy blanco, delgado, cabello castaño, alto y varonil. A esa edad ya estaba desarrollado y tenía bastantes pelos en mi guevo (pene), bolas y culo; a pesar que tenía poco vello en el resto de mi cuerpo. Me masturbaba bastante y sentía mucha atracción por el sexo, fuese con hombres o con mujeres, aunque nunca había tenido relación física con ninguno de los dos, sólo en mi mente. Bueno, si había tenido ciertos toques, pajas con algunos amigos, pero nunca penetración como tal.
Un día, a mis padres se les ocurrió enviarme de campamento. Yo siendo un poco tímido estaba algo dudoso. Pero ellos insistieron para que hiciera amigos.
El famoso día llegó y con mucho nerviosismo me monté en el autobús. Habían chicos de varias edades (creo que entre 12 y 17 años). Ya estaba casi lleno y me senté junto a un muchacho como de 17 bastante fuerte y alto que me miró de forma muy extraña ( ahora que soy mayor ya sé que fué una mirada lujuriosa, algo normal en chicos de esa edad).
El viaje comenzó y desde mi ciudad al campamento eran como 4 horas. Todo era normal, aunque el muchacho, que después me entere que se llamaba Martín, nunca me dirigió la palabra; simplemente sentía su mirada. Ambos vestíamos pantalones cortos y como a la hora siento como él arrima su pierna velluda a la mía. Para mí, eso fué como un corrientazo en mis bolas y guevo, inmediatamente se me paró y creo que se dió cuenta. Mientras, yo lo miraba de reojo y veía su gran bulto palpitando bajo sus shorts. Así estuvo durante todo el viaje.
Cuando llegamos al campamento, nos ubicaron en los dormitorios. Casi siempre la ubicación era de acuerdo a las edades, pero no sé por que a mí, me tocó con chicos mayores (entre 16 y 17).
Eran 8 chicos por cabaña y yo era el menor.
Entro a mi habitación y veo que Martín estaba hablandoles a los demás y cuando yo entré se quedaron callados y se reían. La verdad que no les puse mucha atención y me acomodé en mi cama. Casi todos eran muy bien parecidos y fuertes. Estaban bastante desarrollados y con sus paquetes bien marcados.
Como ya era tarde, comenzaron a desvestirse y quedaron completamente desnudos ya que se iban a bañar. Yo, un poco tímido y con mi guevo (que era y es bastante grueso) duro como una tabla, esperé que salieran del baño. Me bañe solo y me fui a acostar.
Si me extrañó, que cuando llegué del baño, todo estaba oscuro y ellos estaban supuestamente dormidos ya.
Me acuesto, cierro mis ojos y siento que alguien se para y camina hacia mi cama. Cuando abro mis ojos, veo a Martín completamente desnudo, su guevo descomunal apuntando a mi cara y con una mirada picara. Me dice que voy a ser la puta de la cabaña y que tengo que complacer a los 7 chicos que allí dormían. Traté de levantarme, pero se abalanzó sobre mí y con una fuerza brutal me desnudó y me sometió.
Yo sentía su gran herramienta palpitando sobre mi barriga y poco a poco la fué subiendo por mi pecho hasta que llegó a mi boca. Me tenía completamente inmovilizado, y empujaba su enorme guevo lleno de venas y pelos contra mis labios cerrados; en eso veo como otro de los chicos salta de su cama también desnudo y agarra mis bolas con fuerza y me dice que si no colaboro me las revienta. Yo comienzo a colaborar debido a el dolor que sentía en mis bolas y aflojo un poco los labios. En eso siento como el guevo de Martín entra hasta mi garganta y comienza a bombear como loco; yo sentía como sus bolas golpeaban mi cara y mi nariz se hundía en todo ese montón de pelos que rodeaba su guevo.
Cuando abro mis ojos y veo a los otros 6 muchachos, todos desnudos y masturbandose a mi alrededor. En eso Martín empuja su guevo hasta el fondo y siento su leche caliente correr por mi garganta, casi me ahogo ya que su guevo no dejaba de palpitar y escupir leche muy espesa. Mientras esto ocurría y me comenzaba a deleitar con ese nuevo sabor, siento que mi culo me ardía, era que varios de los muchachos trataban de introducir sus dedos llenos de crema en mi culo. Cuando me percaté, tenía como ocho dedos de diferentes chicos introducidos en mi ano. Me estiraron mi culo hasta mas no poder, en eso, Martín saca su pene ya erecto de nuevo de mi boca, se coloca detrás de mi y me lo introduce hasta el fondo. Ya yo estaba disfrutando lo que me estaba pasando y mi guevo estaba al tope, lo chicos se dieron cuenta y dejaron de hacer fuerza para sostenerme; así que se colocaron alrededor de mi cara y comenzaron a darme guevo por la boca mientras Martín me cogía como desesperado por detrás. La verdad no sentí mucho dolor, a pesar de las dimensiones del guevo de Martín.
Comencé a mirar todos los penes que tenía alrededor y eran de diferentes sabores, colores, largo, etc…. cada uno tenia algo especial y todos eran mayores a 15 cm. y muy peludos.
Como eran chicos jóvenes, todos comenzaron a eyacular rápidamente en mi boca y cara. Era mucha leche la que corría por mis mejillas y rostro en general; por supuesto también había tragado bastante. En eso siento un gemido y veo que era Martín soltado su leche en mi interior, esto excitó de nuevo al resto de los chicos y comenzaron a hacer fila para cogerme por el culo.
Cada uno de los 7 chicos acabó mínimo 3 veces ya fuese en mi culo o en mi boca, al finalizar la noche, me salía leche hasta por los oídos.
Esto pasó cada noche a lo largo de 2 meses.
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