Miguel me estrenó
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Miguel es mi primo más cercano, es 3 meses mayor que yo, íbamos en primero de secundaria, con 12 años, siempre hemos sido muy unidos. Me quedaba a dormir en su casa o él en la mía, dormíamos hasta tarde con los videojuegos o en verano, jugando fut con los amigos. Una mañana pasó algo muy interesante cuando su mamá nos mandó a bañar:
Miguel: -Anda, apúrate, nos tenemos que bañar rápido para salir.
Yo: -Ya voy, no encuentro mi toalla.
Yo llevaba una trusa verde y una playera amarilla, como apenas nos despertábamos, traía mi erección matutina a todo lo que daba. Mi primo usaba boxers, igual que su hermano Paco, 3 años mayor que nosotros. Crecimos juntos, no me daba pena que me viera erecto y mucho menos desnudo, ya los dos teníamos unos pocos vellos, nos platicábamos sobre nuestras recién descubiertas chaquetas y compartíamos una obsesión por las tetas grandes.
Nos metimos a la regadera, nos enjabonamos y comenzamos a jugar, me llenaba la boca de agua y le escupía y el a mí, nos reíamos por tonterías así. De repente siento en mis nalgas su pene, durísimo. Era un pito normal de un chavito puberto, unos 10 cm al igual que el mío, siempre me había causado curiosidad su prepucio, ya que yo no tenía. Empezó a masturbarse frente a mí, lo que me causó una erección y lo acompañé. Nos venimos muy rápido, apretábamos nuestro pene para que saliera disparado a la pared. Nos limpiamos y seguimos bañándonos.
En la noche estábamos en mi casa, jugando como siempre, cuando se levanta y saca de su mochila una revista.
Miguel: -Tomé esta revista de Paco, trae mujeres desnudas
Yo: -A ver, solo vi una vez una en la escuela.
Nos metimos bajo los cobertores con una linterna para ver la revista, traía fotos de unas mujeres esculturales, en poses muy eróticas, los dos nos tallábamos nuestros penes erectos con la cama. Seguimos hojeando y llegamos a las fotos de parejas, en una estaba un hombre musculoso penetrando a una rubia.
Yo: -Ya la quiero tener así, para poder meterla
Miguel: -No la tienes que tener así, mi hermano me dijo que se la metió hace tiempo a su novia.
Yo: -Ay seguro te mintió
Miguel: -También me dijo que se puede meter por atrás.
Yo: -Y en la boca
Miguel se bajó su short y dejó al aire su pene, se movió para meterlo en mi boca, yo solo abrí y empecé a chupárselo. Después de un ratito me preguntó a que sabía, le dije que a pipí y se fue sobre mi pene erecto a chuparlo.
Seguimos cambiando un rato y un rato, era realmente agradable sentir su lengua en mi pene y luego su pene en mi boca, de pronto se puso sobre mí y empezó a frotar mis nalgas con su pito, mi reacción fue separar las piernas y cuando encontró mi hoyito, empezó a empujarlo. Me dolía mucho, pero quería saber cómo se sentía. La metió toda, y empezó a moverse muy torpemente, después de 2 o 3 minutos se vino adentro, se sentía bien tenerla ahí.
La sacó y me preguntó si ya no me dolía, le dije que mucho, pero se sentía rico, pero tenía que ir al baño, con el pene erecto me senté en el inodoro porque sentía ganas de cagar. Solo salió su semen con un poquito de sangre. Regresé y me dijo que quería que se lo hiciera, le dolió más a él porque mi pene ya estaba seco pero aun así dejo que lo cogiera. Igualmente me vine rapidísimo, a esa edad no se controlan bien los tiempos.
Desde ese momento hasta los 16 años, seguimos penetrándonos frecuentemente, vivimos juntos los aumentos de dimensiones, los primeros pelos del pecho y las axilas, nuestras chaquetas más bizarras hasta que finalmente se fue a estudiar la preparatoria a otro país. Cuando regrese, espero seguir cogiendo con él.
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