Miguelito de 6 prueba por primera vez una verga pt 1
Continuación de El amigo de ponchito, Miguelito pt4.
Me llamo Miguel y soy de la ciudad de México, en ese entonces iba en primer grado de primaria o jardín de niños, tenía un gran amigo llamado Ponchito aunque el era muy travieso pero siempre me cuidaba. A diferencia de el es que yo era un niño más inteligente y prestaba más atención que él. Un día viendo los libros de texto de 3 grado que compramos, me dieron ganas de hojearlo para desaburrirme y aleatoriamente escogí el libro que más llamaba mi atención, “Biología y el cuerpo humano” . Comencé a hojear el libro sin algún orden solo me llamaban la atención las imágenes, los animales, las montañas y paisajes en general.
Cierto día estaba más curioso que de costumbre y en ello encuentro aquella página del cuerpo humano, veía como se encontraba el esqueleto, el cuerpo muscular y el cuerpo humano pero este último llamo toda mi atención pues estaba desnudo y tenía los genitales. Yo me sentí extrañado y un poco abrumado pues en mi familia siempre habían cuidado mi pudor y taparme cuando la gente estaba con menos ropa o al bañarme e ir al baño por lo que rápido cambié de página.
Me sentía nervioso, pero no dejaba de pensar en aquella página, la perdí, pero luego la volví a buscar, al encontrarla le hice un pequeño dobles para que no se perdiera. Pronto llego mi mamá y abruptamente cerré el libro.
Mama: ¿Que paso, porque cerraste tu libro de esa manera?
M: Mamá es que ya me aburrí y quiero jugar videojuegos.
Mamá: Bueno, está bien pero solo porque estás de vacaciones y cuida más tus libros porque ya sabes que no hay dinero.
Logré irme a mi cuarto, contento de que mi mamá no me descubrió viendo dicha página, me puse a jugar en el Xbox de mi hermano y luego mi mamá me llamo para ir a comer. Ya por la tarde mi hermano que en ese entonces tendría 18 años estaba ocupando su computadora para hacer la tarea, pero yo quería jugar Xbox a lo que me dijo que tenía que esperarme a que terminara su tarea. Yo molesto me eche en mi cama esperando a que terminara sus deberes.
A los pocos minutos escucho que mi hermano salió del cuarto hacia el pequeño jardín que tenemos en la casa con su móvil en la mano, pues estaba en una llamada con su novia. Rápidamente fui corriendo al cuarto para jugar nuevamente, cuando de repente observó que la pantalla de la PC está encendida y había una imagen pornográfica reproduciéndose.
La escena se trataba de una mujer desnuda a la cual no le di mucha importancia, pero al momento en que entro en escena el hombre no pude evitar sentir una corriente eléctrica que recorrió mi pequeño cuerpo, dándome una sensación de extrañes en mis partes como cuando vi aquella página del libro de biología. El hombre iba sin playera, semivelludo, pechos grandes y rubio, empezaba a desabrocharse el pantalón en dicha escena cuando escucho que mi hermano viene subiendo las escaleras hablando por teléfono, rápidamente salí del cuarto y me metí al cuarto de mi hermana Marisa.
Ella estaba en su baño, yo me escondí cerca de la puerta para que mi hermano no me viera cuando escucho que mi hermana hablaba con su ex, lo que escuche es que si ella iba a dejarlo venir a una tal fiesta y ella le decía que sí pero nadie debía enterarse.
Salí de su habitación al ver que mi hermano ya había entrado a su cuarto y al llegar a mi habitación mi mamá me buscaba para darme mi cena, ese día como habíamos salido de vacaciones y habían dado las calificaciones de mis exámenes obteniendo un buen resultado, me compró unas galletas y una leche de vainilla pues por lo regular mi mamá cuidaba mucho nuestra alimentación y en la cena siempre era de ley algún yogurt de beber sin azúcar o caldos de verduras lo cual no me satisfacían.
Muy contento me fui a mi cuarto a comerme mi cena mientras veía un animé, cuando mi mamá nos llamo a todos juntos con mi papá. Nos comentó que irían a ver a un familiar suyo que se encontraba enfermo pero el viaje era fuera de la ciudad. En ese momento solo les alcanzó para sus boletos por lo que le dijo a mis hermanos que debían cuidarme ya que ellos saldrían solo por dos días y regresarían para el domingo en la mañana. Me daba mucho miedo y comencé a llorar, pero mi mamá me tranquilizó. Al día siguiente ellos hicieron sus maletas y fueron a comprar los boletos de camión, me quedé con mi hermana, pero ella estaba en su habitación así que pude hojear el libro nuevamente, ya en la página miraba con gran detalle los genitales y por una respuesta involuntaria de mi cuerpo acerque mis labios a la página, dándole un beso, buscaba más hojas similares, pero no halle más.
Mis papás llegaron con unos tacos para almorzar y estuvieron contándonos que es lo que no debíamos de hacer mientras no estuvieran, claramente no se podía hacer fiestas ni darme comida chatarra.
Al día siguiente mi hermana se mostraba algo ansiosa pues ya quería que mis papás se fuesen para organizar su reunión a la cual asistirían varios chicos. Llegó el momento y mis papás se despidieron con un beso a cada uno y se fueron para la terminal de autobuses, mi hermana comenzó a organizar todo, mi hermano fue cómplice pues ella le había comprado un six pack para que se fuera con su novia y pasará la noche con ella. Yo no entendía mucho del porque tenía que irse a dormir con su novia, pero entonces la encare y me dijo que no les dijera a mis papás, para eso la chantaje inocentemente que me diera mis galletas con mi leche o entonces le diría.
Mi hermana Marisa me dijo que me daría mis galletas y leche más noche cuando fuese hora de la cena y que en todo momento de la fiesta debía estar en mi habitación sin hacer mucho ruido, que ella me llevaría hasta mi cuarto dos paquetes de galletas y mi leche de sabor.
Conforme iba oscureciendo comenzaron a llegar los invitados, en su mayoría gente que no conocía y algunos amigos que a menudo visitaban a mi hermana, yo me encontraba en el patio jugando con mis dinosaurios cuando de repente un grupo de chicos comenzó a molestarme, me aventaban piedritas y escondían la mano, me enfade tanto que deje mis juguetes ahí y me metí a buscar a mi hermana para acusarlos. Cuando ingresé a la sala mi hermana me agarró del brazo y me presento a un chico llamado Maximiliano, la primera impresión que tuve de él fue que era el chico más guapo y el que se parecía al actor de la escena porno que mi hermano veía en aquella ocasión.
Me acerqué temeroso y me presenté ante él, conversamos un poco y me subí a mi habitación, sus ojos y su barba me llamaron mucho la atención.
Ya era muy noche, aún no sabía leer muy bien las horas, pero sabía que era el momento en que debía cenar y mi hermana no había llegado a la habitación como me lo prometió, muy enfadado baje pero el bullicio era abrumador que solo pude quedarme en las escaleras murmurando el nombre de mi hermana cuando de pronto apareció él:
Max: ¿hola peque te perdiste?
Miguelito: ¿hola Maximilano, sabes dónde está Marisa?
Max: ¿Ella está ocupada un momento pero que paso?
Miguelito: Es que hay un monstruo en mi habitación y me da miedo
En ese momento mentí puesto que no quería estar solo y ese chico me inspiró confianza
Max: ¿Ah sí? ¿Y eso porque será? ¿No te has de portar mal o sí? A los niños que se portan mal les salen monstruos en sus habitaciones
Yo solo moví mi cabeza de un lado a otro negando dicha afirmación.
Max: ¡mmm ya se! Porque no subimos y te leo un cuento o jugamos algo para que no tengas miedo y puedas dormir.
Miguelito: ¡Ah! ¡Si vamos vamos!
Ya en el cuarto yo me senté en mi camita con mi pijamita y mis calcetines rojos. Max se sentó al lado mío, yo me sentía algo nervioso de que un chico tan guapo como él se sentará al lado mío, no podía evitar mirarlo y apreciar su cabello y su barba.
En ese momento me gruño el estómago, tenía mucha hambre.
Max: ¿Y ese ruido que fue? ¿No será la monstruo verdad?
Miguelito: no no es el monstruo.
Max: haber vamos a ver si no está debajo de la cama.
Max se agachó y al momento de subir nuevamente escucho mi gruñido así que me agarró a cosquillas y me dijo “Aquí está el monstruo” yo empecé a carcajearme de risa, sus dedos eran suaves, una palma cálida y pesada, se notaba que hacía ejercicio.
Miguelito: es que tengo hambre y Marisa me dijo que me daría de comer.
Max: ¿que te dijo que te daría chaparrito?
Miguelito: mis galletas y leche.
Max: ya veo, mira yo tengo leche, pero si te doy no tendrías que decirle a Marisa ni a nadie.
Yo inocentemente trataba de ver en dónde tenía el frasco o botella de leche, pero no lo encontraba por ninguna parte.
Miguelito: me estás mintiendo no veo ninguna leche por aquí.
Max: ¿ah es que está leche debe ser ordeñada como las vacas, sabes cómo?
Yo tenía mis 6 añitos, pero sabía muy bien como era el proceso de ordenar a la vacas para que dieran leche, en los primeros libros de primer grado me enseñaron con imágenes infantiles dicho proceso.
Miguelito: pero tú no eres una vaca
Max: ¿Jajaja, como sabes que no soy una vaca?
Miguelito: las vacas tienen chiches y de ahí sale la leche
Empezó a reírse, yo sonreía de verlo, su cara era belleza masculina pura, me sentía algo confundido.
Max: ¿Quieres ver mis chiches?
Yo moví mi cabeza de arriba abajo aún riéndome, Max traía puesto un pantalón negro, rasgado en la parte de las rodillas y en el muslo, dejando ver sus vellos, una camisa crema y encima de ella una playera verde con rayas negras.
Empezó a bajar su mano, recorriendo su abdomen y se sujeto la camisa color crema y lentamente empezó a subirla hasta su barbilla, conforme lo iba haciendo dejaba ir saliendo sus vellos castaños semi rubios de su abdomen, seguían un perfecto caminito que se expandía hasta sus pechos, firmes y esponjosos y ahí pude ver sus pezones rosados y paraditos. En mi mente estaba la escena porno del hombre y no hacía más que observarlo, el se percató de eso y me dijo.
Max: ¿ves como si tengo chiches, entonces soy una vaca o no?
Miguelito: ¿creo que sí pero entonces a ti te ordeñan?
Pregunté ingenuamente.
Max: jajajaja claro algunas veces, pero esta vez podrías ordeñarme para darte tu lechita.
Max se veía rojo y cada que hablaba salía un olor a cerveza, al momento de respirarlo calentaba mi cuerpo, me ardía un poco la garganta, el olor amargo de la cerveza producía en mi un pequeño momento de excitación que aún no comprendía pero me gustaba.
Max: ¿Entonces chaparrito quieres obtener mi leche?
Miguelito: pero me harían falta mis galletas
Max: no te preocupes, primero toma tu leche y luego voy por las galletas.
Yo estaba algo nervioso, la atmósfera que se percibía era muy lujuriosa, yo le dije y ¿como puedo ordeñarte tus chiches son muy pequeñas?.
El nuevamente rio y me dijo que para sus chiches en particular debían ser ordeñadas con las yemas de los dedos y con la boca, me enseñó como debía mover los dedos masajeando mis cachetes a modo de ejemplo luego se acercó y saco su lengua, era muy roja ya que se hidrataba mucho pues era un chico fitness, yo estaba atónito y me quedé inmóvil cuando empecé a sentir la punta de su lengua dando círculos en mi mejilla, era húmeda, mojada y se sentía tibia, luego paso a la otra mejilla y empezó a lamer de arriba abajo muy lentamente. Con la ventana medio abierta, el aire secaba mi otra mejilla y podía sentir un placer nuevo para un niño de 6 añitos, me sentía nervioso así que solo reía inocentemente. El se apartó y se río también, podía notar una mirada lujuriosa en su cara.
Max: ¿Ya has visto como lo hice? ¿Así debes ordeñar mis chiches, estás listo?
Miguelito: ¡si Max!
Max se acostó sobre toda la cama llenando mi camita pues era un chico alto y ocupaba muy bien las proporciones de la cama. Yo me acerqué de rodillas a su pecho comencé a tocar su abdomen con mis manitas, quería sentir el vello corporal, eran movimientos involuntarios pues me tenía concentrado en ese pecho y abdomen velludo. El se estremeció un poco al sentir mi tacto y soltó un par de risitas, agarrando mis manitas y llevándolas lentamente a sus pezones, entonces empecé acariciarlos como me había indicado, se sentían duritos pero suaves. Me parecían graciosos así que empecé a apretar y soltar, yo me reía porque parecían botones, su suavidad hacia que las apretara a veces un poco más fuerte y el solo gemía soltando el aliento a alcohol muy cerca de mi carita.
Miguelito: ¿Que tienes, te duele?
Max: No es que así suenan mis mugidos como las vacas, le hacen “muu”
Yo seguí riendo y se me hizo muy normal, entonces continúe experimentando con sus pezones. Sentí nuevamente un gruñido en mi estómago y él me dijo
Max: Ya tienes hambre chaparro, ya empieza a ordeñarlas como te dije.
Yo comencé a sacar mi lengua sin mucho control, dejando escurrir mi saliva por el pezón de Max, mojando sus vellos, la saliva iba cayendo hasta su axila dónde se remarcaban unos bíceps y una axila velluda con pelos gruesos y castaños oscuros. A como podía daba círculos con mi lengua, pero mi pulso era inestable y movía mucho su pezón, al parecer a él le encantaba pues sus “mugidos” eran más fuertes, el se llevó ambos brazos a la nuca para poder expandir bien sus pectorales.
Me sentía incómodo lamiendo el chiche de lado así que sin pensarlo me monté sobre él y comencé a lamer el otro pezón de arriba abajo como me decía y luego en círculos.
El solo me decía:
Max: Uy sí, así Miguelito así, sabes ordeñar muy bien como te enseñe.
Esas palabras de reconocimiento me satisfacieron, me llenaban ya que sabía que lo estaba haciendo bien, estuvimos un gran rato de esa forma, a veces le chupaba los pezones y a ratitos los lamía y apretaba, él estaba tan caliente, con la boca semi abierta jadeando y se movía un poco ya que luego con mis manitas le acariciaba las costillas para apoyarme bien de él. Un nene de 6 años montado sobre un chico tan sexy parecía imposible, mientras transcurría el tiempo se me hacía raro que las “chiches” no soltarán leche y yo ya me había cansado de estar en esa posición, levante mi cabeza y me percate que sus pezones estaban demasiado babeados, el vello que tenía sobre su pecho estaba mojado como si hubiera sudado y sus pezones estaban más rosados, firmes, parados y algo rojos.
Miguelito: Max, ¿Por qué no sale la leche? Ya tardo mucho
Max: Si chaparro es que digamos que debes calentar estas primeras chiches para poder mostrarte el chiche principal que deberás ordeñar.
Miguelito: ¿El chiche principal?
Max: ¿Así es, y la verdad lo has hecho muy bien, pero ya tienes hambre verdad?
Me agarro de mi cintura seguido de ello me cargo al mismo tiempo que el se iba incorporando sobre la cama quedando sentado y bajándome al piso. Veía sus grandes pechos juntos mientras lo hacía y brillosos por mi saliva, su aliento pegaba sobre mi nariz, me dijo que no tenía que enseñarle ni comentarle a nadie que me daría leche púes si no ya no podría dármela. Yo le dije que sí con mi sonrisita y le dije nadie sabría que ya me la diera porque tenía hambre.
El se puso de píe y me recalco que nadie debía saberlo, yo sentí en ese momento que aquello que me iba a mostrar era secreto así que me puse nervioso, mi sonrisa cambio a una seriedad.
El se hizo hacía atrás unos cuantos pasos, se bajo la camisa blanca humedeciéndosele los pezones por la saliva, se le remarcaban por lo mismo dos manchas en ambos pezones, comenzó a desabrocharse el pantalón y lentamente con sus manos varoniles empezó a bajar su cremallera.El pantalón se abrió un poco a los lados dejando ver sus boxer color gris, un olor a testosterona iba impregnando mí radio y al inhalar ese olor mi cerebro tuvo una reacción que pude sentir en mis genitales, sentí como se querían mover pero al ser apenas un niño no pasaba nada.
Poco a poco max fue bajando sus pantalones, mientras lo hacía unos muslos grandes y velludos iban saliendo a la escena, los bajo hasta las rodillas y se incorporó nuevamente. Cuando volví a subir mi cabeza ví aquel gran bulto que se potenciaba por el color gris del boxer, quedé sorprendido y mi cuerpo comenzaba a tensarse, se remarcaba el tronco y el glande. Su verga la tenía doblada recargandose en su muslo derecho, una mancha considerable de presemen cubría todo el glande la cual hacia que se viera la diferencia de tonalidad entre su boxer y esa mancha.
Max: Mírame Miguelito.
Yo lo voltee a ver, tenía una sonrisa coqueta, sus mejillas rojas por el alcohol y su pelvis con vello púbico queriendo salir del boxer, era una imagen demasiado excitante.
Max: Te gusta?
Miguelito: Si me gusta max.
Max: estira tu brazo
Yo estire mi brazo y el lo tomo con su mano, me dijo como debía ordeñar esa “chiche” y me dijo que está si se parecía más a las de la vaca, comenzó a subir y bajar su mano sobre mi bracito, le daba vueltas con una sola mano y luego lo frotaba más rápido, produciendo calor en mi brazo, luego lento y me decía que era esencial que chupara la chiche pero que está si tendría que meterla en toda mi boca para hacer que saliera la leche.
Max: ¿Muy bien has comprendido como debes hacerlo?
Miguelito: Sí.
Max: muy bien bájame el calzón.
Apartó sus manos y sus brazos quedaron a sus costados, yo estaba muy nervioso, mi corazón palpitaba a mil por hora, algo me decía que eso no era una chiche, con la mano temblorosa agarre el borde de su boxer y trate de jalar hacia abajo de él, pero se me soltó y regreso al lugar.
El boxer era algo ajustado y debía hacerlo con más fuerza, entonces coloque ambas manos para bajarla de una, cuando lo hice aquella verga me dio una bofetada sobre mi mejilla derecha, tanto que me saco saliva y escupí a un lado de él.
Que delicia de niño… me encanta lo inocente que es, ya que se parece mucho a Ponchito.
Ya he publicado la segunda parte y tal vez te guste aún más.
Miguelito es un encanto de niño… creo que este niño va hacer todo un putito como Ponchito, ya que ambos comparten la misma inocencia y el mismo carisma.
Como me gustaría a ver sido Miguelito y Ponchito para tener a un tío que me diera verga desde pequeño.
Uff hubiera sido lo mejor para ti
Como sigue? necesito saber mas de Miguelito y de como disfruta de la verga de Max
Ya he publicado la segunda parte, tal vez en un par de horas este disponible.
Me encanta como Miguelito obedece a todo lo que le dice Max, eso me excita mucho… ya que con su inocencia se puede convertir en todo un adicto a la verga y ser una buena putita.
claro como debe ser
Esta segunda etapa con Miguelito tiene muy buena pinta, estoy deseando ver como evolucina. y como el pequeño se convierto junto Max es un pequeño adicto a la polla de Max y como le suplica por ella.
Claro que sí de hecho me alegra que te este gustando, en un par de horas la siguiente parte estará disponible. Espero te hagas una riquísima paja
Me has dejado con toda la intriga… estoy deseando leer como el pequeño obtiene su lechita.
Ya en una horas estará la segunda parte
Que delicia de inicio de este nuevo pequeño… me dejaste muy excitado con ese final, espero con ansias la próxima parte para ver como continua esta historia.
Si aún no te corriste, con la segunda parte que ya ha de estar por publicarse en un par de horas, te hará hacerlo, te lo prometo