Miguelito, mis amigos del barrio y mi primo, enseñándome nuevos placeres
Torrido verano de 1967.
Mis experiencias con Miguelito se habian vuelto rutinarias aunque bastante satisfactorias. Ese verano me hice amigo de Beto, Ruben y Dani que tenian doce años, cinco mas que yo. Al principio fueron renuentes a que me acercara a ellos, pero Beto intercedio y me aceptaron.
Nos juntabamos en la casa de Beto a jugar a la pelota o carreras de autos rellenos de plastilina y con cucharita en vez de las ruedas delanteras. Me llamaba la atencion que cuando la madre de Beto salia algunas tardes, inmediatamente me descartaban y se metian en la casa. No me quedaba mas remedio que pasar un rato por la verduleria o aprovechar que no habia nadie en mi casa para jugar con zanahorias o bananas en la puerta de mi ansioso culito.
Me gustaba de mis amigos nuevos que ya les estaba saliendo pelos en las axilas y en las piernas y empezo a ser mi desvelo imaginarme cuanto tendrian de peludos los huevos y la pija.
Fue una tarde cuando estabamos jugando y la madre Beto se fue, que el me invito a entrar con ellos a la casa.
Con la recomendacion de que no le contara a nadie, me fue guiando con los otros hasta su cuarto, Ruben y Dani, se sentaron n la cama invitandome con un gesto a que haga lo mismo, mientras Beto buscaba algo en el ropero, cuando se dio vuelta y bajo del banco donde se habia subido, se notaba la tremenda ereccion que tenia, se acerco con un sobre de papel madera y se lo dio a Ruben ceremoniomente, este lo abrio lentamente y saco unas revistas viejas y ajadas, que al instante de abrirlas le produjeron una ereccion al igual que a Dani y yo me excite tambien mirando los bultos que se marcaban en los pantalones de mis amigos.
Beto se sento a mi lado mientras se bajaba los pantalones al igual que Ruben y Dani. Dale, bajate vos tambien, me dijo, no tengas miedo. No se por que me pare y me baje los pantalones mostrandoles el culo, me di vuelta y comence a jalarme mi verguita mirandolos como hacian ellos.
Por fin se habia develado el secreto, los tenia a los tres desnudos, tenian pelos en los huevos y alrededor de la pija y eso me excitaba por demas, las pijas eran parecidas pero la de Beto era un poco mas grande y mas gorda, igual todas me parecian enormes a comparacion de la mia. Se corrieron y me hicieron lugar para sentarme, comenzaron a pasarse las revistas y a hacer comentarios y a masturbarse con mas intensidad.
A vos te salta, me pregunto Dani, todavia no le respondi apenado, pero siento esa cosquilla en la panza y me gusta.
Si, eso te agarra antes de que te salte la leche, acoto Ruben.
Beto, se deshacia entre gemidos y susuros » mira que lindo culo » » mira que concha » «mmmmm, para echarle toda la leche »
Yo estaba sentado entre Beto y Ruben y en el fragor de la paja abrian las piernas y las rozaban con las mias excitandome a mas no poder
Yo me pajeaba mirandolo a Beto, deseando agarrale la pija o que se pajeara como Miguelito y acabara en la puerta de mi ojete, ya me estaba doliendo mi verguita de tanto jalarla cuando el cuarto se lleno de un solo gemido al acabar los tres.
No me daban los ojos tratando de ver el maravilloso espectaculo de tres pijas largando leche al lado mio.
Se limpiaron con un trapo y se vistieron, me subi el pantalon bajo la atenta mirada de Beto que no dejaba de mirarme el culo mientras se manoseaba la verga.
Al rato, salimos a la calle como si nada hubiera pasado, estuvo bueno dijeron casi al unisono yo respondi que me habia gustado mucho, minutos despues, Dani y Ruben se fueron y nos quedamos solos.
Beto se sento frente a mi con las piernas abiertas de una manera que sin demasiado esfuerzo podia verle la pija y me pezco varias veces haciendolo. Me quede con ganas, me dijo y agrego queres hacerte otra.
Mi cuerpo se convulsiono y donde le respondi, en la terraza me dijo mirandome lleno de lujuria. Entramos por el pasillo y al subir la escalera desvergonzadamente me toco el culo, como no me queje volvio a hacerlo al llegar al cuartito de la terraza se disculpo diciendome que me habia visto el culo cuando me desnude y que se habia quedado con una ganas tremendas de tocarmelo. Le sonrei con picardia mientras se bajaba el short, me di vuelta y me baje lentamente el pantalon, «Mmmm que culito hermoso que tenes» antes me hiciste lo mismo para provocarme, me quiero hacer una paja tocandote el culo, ¿Me dejas? Como queres que me ponga, aca, señalando un banco, ponete en cuatro asi te lo veo mejor.
Me arrodille, me puse en cuatro y con las manos abri bien mis nalgas, el con una mano se pajeaba y con la otra acariciaba la entrada de mi ojete. Inexpertamente trato de meter un dedo, mojatelo con saliva o escupime el culo le dije, pero metelo un poquito nada mas.
Ya te metieron el dedo alguna vez, un poquito nada mas, quien, pregunto con extrema curiosidad, un primo de Cordoba, ¿y te gusta? Si. Y que mas te hace que te gusta. El me mete un poquito el dedo y lo mueve y yo le hago la paja. Uyyy, hagamos asi entonces.
No entraba en mi de la felicidad que me producia ese momento.
Beto se sento con la piernas abiertas y yo frente a el con mis piernas abiertas tambien sobre las suyas lo que le daba un espacio para poder meterme el dedo en el culo, le agarre la verga y comence a acariciarla desde los huevos hasta la cabeza haciendolo gemir, el tambien movia el dedo con suavidad provocandome oleadas de placer, cuando comence a mastubarlo le escupi la cabeza de la chota para lubricarla y le bajaba y subia el prepucio enloqueciendolo. Cuando supe que estaba a punto de acabar le pedi que me acabara en la puerta del culo, levante las piernas el se acerco mas segui masturbandolo con trabajo hasta que el tomo las riendas y comenzo a golpetear salvajemente la cabeza de la pija contra la entrada desguarnecida de mi culo, hasta que al fin estallo y senti chorros de su acabada escurriendose hacia mis entrañas llenandome de felicidad.
Ambos quedamos jadeando exhaustos, nos mirabamos sorprendidos en silencio.
El rompio el silencio. Decime que mañana lo hacemos otra vez. Si, si queres mañana vengo, pero y los otros chicos.
Mañana vemos, no me importan los otros, lo que me importa es que mañana lo hagamos otra vez. Es la mejor paja de mi vida. Limpio mi culo con su remera y tambien se limpio, nos vestimos y bajamos casi justo cuando su madre habia vuelto. Me acompaño hasta la puerta de mi casa y nos despedimos.
Entre en mi casa y como siempre despues de algun encuentro pasaba por el baño del fondo para lavarme, al cruzar el patio oi el inconfundible sonido de la ducha, lo unico que me faltaba esa tarde era poder apreciar la desnudez de mi padre o mi hermano, pero no era el horario en el que eso pudiera ocurrir. Me acerque con cautela, me agache y comence a espiar por el ojo de la cerradura a quien se estaba duchando.
Un cuerpo de hombre joven desconocido, muy apetecible, para mis fantasias y mis aprendizajes.
Continuara
como sigye