Miradas al pasado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Capítulo I
El RE-ENCUENTRO
5 años en el pasado.
Todo inicia una noche lluviosa, Manuel estaba chateando bajo el seudónimo de "MdezVal" en una página Web, para conocer personas, cuando alguien a quien él le había enviado una foto días anteriores le dijo:
Desconocido: Deberías tener cuidado a quien le envías fotos Manuel.
Manuel: (sintió escalofríos, pero mantuvo la postura), Hola, ¿Quién eres? (ahí inicio todo).
Desconocido: Bueno tú me conoces, y sé que estudiaste en el simoOne y en la actualidad estas en la universidad SAUTE.
Sabes muy bien quién soy yo, pero no estoy seguro de que quiera que tú sepas quien soy yo.
Manuel: Bueno man, no es obligatorio sin embargo no chateare con fantasmas, bye.
Desconocido: ¡Espera! Si te digo quien soy me prometes que, ¿no se lo dirás a nadie?
Manuel: Si en verdad me conoces, sabrás que no tengo por qué andar divulgando informaciones irrelevantes para mí.
Desconocido: Bueno soy Miguel, del simoONe! ¿Feliz?
Manuel: Ja ja ja ja, enserio crees ¿qué creeré eso?; ¡Dime! ¿Quién eres? (Miguel es un adonis además de atlético, inteligente y bastante masculino; cursó el mismo grado con Manuel, sin embargo en otra aula, Manuel era presidente de su curso y era muy amigo del mejor amigo de Miguel, por eso hubieron varios roses de saludos, pero de pasar a decir que era Gay era una idea trillada).
Miguel: ¡No es juego, soy yo!
Manuel: Ya man, tengo clases, si eres quien dices, ¡demuéstralo!
Miguel: Estoy en un centro de internet frente a la universidad nos vemos en la entrada del edificio principal en 15 minutos ¿Vale?
Manuel: (Un extraño escalofrío inundo todo el cuerpo, pero tenía que salir de la duda) De acuerdo.
Sin más preámbulo Manuel cerro todo y se dispuso a salir para la universidad, en el camino pensó mil y una posibilidades, de quien sería el individuo, y una posibilidad surgía de su ser de que en realidad fuera Miguel.
Al llegar a la universidad, su corazón empezó a latir cada vez más rápido, estaba muy nervioso, le costaba caminar de manera equilibrada, todo su ser estaba estremecido, cuando pudo ver la entrada, no visualizo a nadie conocido, según se acercaba todo se veía más claro, la sorpresa fue cuando vio a Miguel sentado en el piso, el lanzo una mirada hacia Manuel y le saludó (Cosa poca peculiar entre ellos dos porque aunque se conocían, mas no eran amigos).
Manuel tomo fuerzas de donde no tenía y se le acerco, al saludarlo de manos Miguel le dijo:
Miguel: ¿Feliz?
Manuel: Todavía me cuesta creerlo, pero ¡estás aquí!
Miguel: No es algo que se lo diga a nadie, pero de la forma en que Rubén (su mejor amigo) confía en ti, aproveche para decírtelo, por favor no se lo digas a nadie.
Manuel: Gracias, por la confianza, veras que tu secreto estará a salvo conmigo, y para cualquier cosa que necesites aquí estaré.
Miguel: Gracias a ti, ¡Me has caído del cielo! por fin alguien con quien pueda expresar mi pensar sin temor.
Bueno tengo clases, ¡debo irme!
Manuel: Yo también debo ir al edificio B.
Miguel: Yo también, Vamos juntos!
Manuel: de acuerdo, ¡vamos que es tarde!
Miguel: ¿me facilitas tu número?
Manuel sin pensarlo le dice su número de móvil y al llegar al edificio cada quien camino hacia su curso, sin duda a partir de ese momento Manuel no pudo concentrarse en la clase, tenía mucho que digerir el chico desconocido, siempre estuvo más cerca de lo que él pensaba.
Como se había reencontrado con alguien de su pasado, el cual no tenía ninguna incidencia en ella pero podría afectar todo su futuro (siempre se ha caracterizado en ser un soñador empedernido, siempre adelantándose a los acontecimientos, pero de una manera u otra aprenderá a que todo debe fluir).
Los días fueron fluyendo con una comunicación continua, la amistad de los dos chicos se fue fortaleciendo y más aún porque en el siguiente ciclo de clases, se dio el caso que tenían una materia en común, de la cual a partir de ese momento se sentaban los dos chicos más cerca, la clase de matemáticas fue una oportunidad para que Manuel diera lo mejor de él y poder sobresalir y llamar la atención de Miguel, desde ese momento el chico se esforzó para ser mejor y mostrar su real capacidad a ese nuevo amigo.
Con el paso de las semanas el ciclo culminó sin embargo la amistad prevaleció, entre conversaciones que pasaban de generalidades a fantasías sexuales Miguel le comento sus curiosidades, que le gustaría hacer, pero a la vez no se permitía darse el gusto, él puede llegar a ser bastante autocrático y disciplinado, no hay quien le haga cambiar de opinión.
Al paso del tiempo ambos chicos ya eran amigos íntimos, algo los mantenía juntos, ese constante interés de saber el uno del otro los llevo a conversaciones constantes, creando confianzas mutuas o talvez algo más.
Entre las conversaciones nocturnas de los chicos un día a Manuel le surgió la idea de pasar un fin de semana con Miguel donde ambos chicos se puedan conocerse en todo su esplendor, conocer cada centímetro de sus cuerpo, sin miedos.
Sin dudarlo dos veces escribió al móvil del otro chico:
Manuel: ¿Jarabacoa?-Pregunto.
Miguel: ¿Qué? –Pregunta algo intrigado.
Manuel: Si, ¡deseas ir de fin de semana a Jarabacoa!
Miguel: ¡Estás loco! Las personas nos podrían ver y pensar que somos gay.
Manuel: Mmmm.
Pensé que podría ser un fin de semana inolvidable, y las persona solo verían a dos amigos compartir.
¡Pero mejor olvídalo!
Miguel: Es que no se ¿Qué haríamos allá?
En ese momento no hubo respuesta por parte de Manuel, se había quedado dormido, es como si tuviera un apagado automático, mientras que Miguel esperaba una respuesta y cada vez se intrigaba más sobre la posibilidad de pasar un fin de semana, como nunca lo había pasado.
Miguel: ¿?
Miguel: ¡Te dormiste! No puedo creer que me hayas dejado a medias.
Bueno es normal contigo.
Miguel: Espero que no te quedes dormido cuando te coja, este fin de semana en Jarabacoa.
Miguel: (12:00 A.
M.
) ¡Dulces sueños!
El amanecer daba las señales de un nuevo día, a su vez la claridad del mismo irradiaba la habitación de Manuel, la claridad era cada vez más intensa, como también el sonido del despertado anunciando el comienzo de su día.
Al posponer 10 minutos más su despertador le llega un nuevo mensaje de texto:
Miguel: (6:05 A.
M.
) Buen día, ¡Dormilón!
Manuel: Buenos días (Al momento que también lee los mjs de la noche anterior los cuales se había quedado dormido), Disculpa pero ahora es que veo tus mjs.
Miguel: ¡Ya es normal en ti! Estaba pensando en lo que me escribiste anoche y vamos acordar algo, yo me encargo de la estadía y tú de las actividades, ¿Qué te parece?
Manuel: Ohhh me sorprende el cambio tan drástico en querer ir.
Miguel: Me puedo arrepentir, no me provoques.
Nuevamente suena el despertador indicando que los 10 minutos habían expirado y debía levantarse, sin pensarlo dos veces se levanta y va a la ducha toma el cepillo con pasta dentífrica y se mete a la ducha, pensando lo que había sucedido, mientras a su móvil llegaban mensajes incesantes, sin embargo Manuel estaba sumergido pensando la posibilidad de pasar un fin de semana con esta persona.
Al salir de la ducha y alistarse para salir a su trabajo y observa su móvil, donde habían 15 nuevas notificaciones sin visualizar, donde la mayoría eran de unos mail de propagandas y otros de Miguel donde decía que:
Miguel: ¿Cuándo propones el viaje?
Miguel: ¡Ya sé dónde te llevare!
Miguel: ¿Te volviste a dormir? Ahhhhhh.
Manuel se sorprendió por lo emocionado que Miguel se encontraba, sin embargo opto por analizar en el camino mientras llegaba a su trabajo ¿cuándo sería la fecha indicada? El camino fue fluido hacia su trabajo, la ciudad estaba tranquila, mientras que Manuel sospesaba la posibilidad de proponerle que fuera el mismo fin de semana, sin pensarlo dos veces le escribió.
Manuel: llegue a la oficina, ¿Soportas este fin de semana?
Miguel: ¡En dos días! ¿No crees que esa muy pronto?
Manuel: Solo pregunte si soportas, pero si tienes miedo podemos dejarlo para la próxima semana.
Miguel: Entiendo, pos esta semana suena bien.
Continuamos más tarde debo iniciar mis labores.
Manuel: Igual yo.
El día transcurrió en su normalidad con conversaciones efímeras entre los chicos, entre el día laboral Miguel busco en Google, las mejores opciones para un fin de semana, luego de ver las variedades que tenía ese pequeño paraíso eligió una cabaña, que por la imagen visualizadas, suponía que a Manuel le encantaría y más aún seria romántico pasar la noche, de un momento a otro se le cruzo por la mente ¿Romántico?; me estaré volviendo loco, no puedo sentir eso por otro hombre, el en su interior procuro controlar sus impulsos e intentar no involucrarse más allá de lo que ya lo ha hecho.
Sin embargo no sabía que de deparaba el fin de semana donde todas sus expectativas eran todo lo contrario a lo que él se auto imponía.
Cuando al fin el día pautado llego, los chicos se reunieron en el punto de encuentro a las 2:00 P.
M.
Para partir mientras que Miguel llego con una mochila, observo en la parte trasera del vehículo de Manuel que tenía una mochila y un bolso, cosa que le llamo la atención a Miguel y dijo:
Miguel: ¿Por qué tantas maletas? –mientras entraba en el vehículo de Manuel.
Manuel (volteando hacia su equipaje): Eres muy mirón, son cosas que necesitare en nuestro compartir.
(Termina diciendo, acelerando el vehículo).
En el trayecto, fue ameno, ambos chicos conversaron sobre efemérides de sus vidas, riendo sobre cualquier cosa que se les cruzaban, cuando rumbo en la carretera, se encuentran con un congestionamiento, dos vehículos se habían estrellados, donde uno de los conductores había fallecido, sus acompañantes estaban desconsolados y gritando mientras que la asistencia vial los socorrían.
La carretera estaba atestada de piezas de los vehículos impactados, con también señales de sangre, el joven intento detenerse para ayudar, sin embargo una de las patrullas, les hizo seña de que siguieran adelante, más adelante hubo un silencio largo entre los chicos, donde Manuel se animó y dijo:
Manuel: la vida es muy corta y cambiante.
Miguel: Así es, todo puede cambiar en un momento (diciéndolo con voz melancólica).
Avanzando en la carretera todo se tornó verde, por la gran cantidad de árboles que cobijan la carretera, los chicos admiraban la belleza natural, donde los rallos del sol se filtraban entre los espacios donde el túnel natural no alcanzaba, Manuel bajo los cristales, la frescura de la zona refresco a los chicos, un respiro fresco, calmo la tensión de lo antes ocurrido, ya el pensar era diferente y cada vez estaban más cerca de su destino.
Al llega al pueblo, Manuel estaciono su vehículo en un parqueo cerca de un bar, en una de las zonas más transcurrida del pueblo, apaga el motor y se desmonta, Miguel esta distante le ve algo perdido mientras Manuel dice:
Manuel: ¿Me acompañas?
Miguel: ¿Dónde vamos? Aún no hemos llegado a nuestro destino.
Manuel: Iremos a un lugar especial (con una sonrisa entre cortada, como si estuviera tramando algo, mientras el otro chico no le quedo de otra que seguirle).
Manuel: Hemos llegado, bienvenido a la esquina.
La esquina es un bar (justamente en una esquina, valga la redundancia), pero tenía una isleta de la Virgen de la Altagracia por la cual sus mesas se extendía hasta la calle, el estilo del bar es acogedor, los chicos se sentaron en una mesa donde podían observar el pueblo en movimiento, las cantidades de personas en motores, pasolas y vehículos de cuatro ruedas eran impresionante, el clima era cálido, más frio que en la ciudad, es una de las características de la zona.
Miguel se levantó e hizo unas llamadas, duro unos minutos y luego retorno a la mesa, en el momento en que el chico que les entendía pregunto que nos podía ofrecer.
Mesero: Buenas tardes (mientras les pasaba el menú), Mi nombre es Ricardo y le estaré atendiendo esta maravillosa tarde.
Miguel y Manuel: Buenas tardes, Ricardo.
Manuel: Vamos a querer un litro de Whisky.
Ricardo: ¿Alguna bebida para acompañar?
Manuel: Solo hielo, por favor (mientras miraba a Miguel).
Ricardo: Enseguida regreso (se retira).
Miguel: ¿Me quieres emborrachar? (dice con una mirada fija).
Manuel: solo disfrutemos el momento, la vida es muy corta (dice picándole el ojo derecho).
Miguel: Esta bien pero a las 4:30 P.
M.
debemos irnos a nuestro destino (dice mirando el reloj)
El joven Ricardo, les trae la botella acompañada de dos copas, con hielos y un recipiente con más hielo, sin decir palabras se retira y los chicos viéndose a los ojos dicen simultáneamente, por un fin de semana inolvidable.
Tras compartir tan amena velada, ya el alcohol estaba haciendo sus efectos, Manuel pide la cuenta pero antes se levanta y va al baño, cuando entra al destino, es algo pequeño, el chico hizo sus necesidades y al salir, estaba Ricardo, como si lo estuviera esperando le paso una servilleta para que se secara.
Manuel: Muchas Gracias (mirándole al chico a los ojos)
Ricardo: Es un placer (con una mirada penetrante, al momento le pasa otra)
Ricardo: Procura no secarte con esta.
Manuel abre la servilleta y era el número de joven Ricardo, el cual le tenía una mirada incesante como si fuera lo único en el lugar, Manuel de forma de cortesía toma la servilleta y la guarda, luego le pica un ojo al otro chico y sale fuera del local dirigiéndose a la mesa.
En ese momento los chicos pagan la cuenta y retoman su camino, en ese momento Miguel tomo el volante para llegar al destino.
Miguel: ¿estás listo?
Manuel: Por supuesto (lo dice con la mirada algo perdida, pensaba en el incidente en la salida del baño, ¿debería comentarle a Miguel? también recordó los ojos azul cielo del chico, como impactaba con los suyos, su tez blanca, su pelo negro, su físico que se reflejaba por su postura y su uniforme justo a su cuerpo.
Luego volviendo en si se dijo a si mismo mejor en otro momento.
) ¿Para dónde vamos? –Dice
Miguel: Es una sorpresa, lo que sé es que te encantara.
Manuel: Como ordene capitán (dice de manera jocosa).
El tramo volvió a tornarse verde, cada vez los chicos se alejaban del pueblo, la carretera iba en declive, muchos parches en las calles hacían que los chicos redujeran la velocidad, cuando llegaron a la especie de un club.
Se detiene en la entrada, dice su nombre y le indican cuál de las cabañas eran las que iban a ocupar.
Cuando llegaron al lugar, ambos chicos abrieron los ojos a su máximo esplendor, la cabaña era maravillosa, rodeada de un pasto verde, un camino que dividía hasta la entrada, donde la misma tiene dos niveles, con la combinación perfecta de madera y concreto, y sus colores en el primer nivel era de color amarillo y el segundo hecho en madera y con su color natural, Marrón, con dos amplias ventanas y un amplio barcón.
Manuel observo varios árboles entrelazados con una hamaca y pensó “¿estaré soñando?”.
Miguel: ¿Te gusta, el lugar?
Manuel: Me encanta, no crees que es demasiado.
Miguel: Es poco para lo que te mereces, vamos a entrar
Manuel: Gracias
Antes de entrar Manuel no aguanto y lo beso en la entrada, como si no importara que alguien los vieran, Miguel se tensó sin embargo le correspondió el beso, sus labios estuvieron en su pequeño infinito, donde solo existían los chicos, nada más.
Al separarse Miguel le tomo de la mano y lo introdujo a la cabaña, la excitación era tan grande que simplemente se dirigieron a la habitación, subieron las escaleras, sus corazones latían cada vez con más intensidad, al llegar a la habitación Miguel lanzo a la cama a Manuel, y seguido él se lanzó uniendo nuevamente sus labios, lengua con lengua supervisaban cada extremidad de su ser, sus manos recorrían cada parte de su cuerpo al tiempo que se iban desvistiendo, de pronto los chicos solo estaban en pantalones, Miguel gira a su chico, frotando sus manos en tu trasero, cada vez sus miembros estaban más calientes y erguidos, de un momento a otro Manuel toma el control se levanta y le quita el pantalón a su chico, donde su mástil queda al descubierto, sin pensarlo, acerca su boca, y con un tenue respiro, excita al chico, sus labios inician a recorrer cada centímetro del pene de su chico, Miguel solo empieza a disfrutar y ver el espectáculo que Manuel le estaba haciendo, si aviso Manuel se introduce de golpe cada centímetro del otro chico, Miguel gime con fuerza y dice:
Miguel: Ahhhh ¡Que rico lo haces!
Manuel: (sacando el pene de la boca) Solo estamos iniciando y mi meta es que disfrutes cada momento.
Sin decir palabras ambos chicos se entregaron mutuamente, Miguel tras tan magistral entrada quiso hacer su parte tomando el control, poner boca abajo a su chico y conocer nuevos horizontes, al quitar los pantalones pudo notar, que no tenía bellos, y la entrada estaba totalmente limpia, sin embargo lanzo un poco de salivas e inicio a frotar los dedos a su chico, el mismo empezó automáticamente a gemir, cada vez con más intensidad al igual que Miguel aumentaba la cantidad de dedos, hasta llegar a tres, cuando Manuel le pidió que le penetrara, el otro chico sin pensarlo, saco un condón de su bulto.
Manuel: Que bien vienes preparado.
Miguel: No tienes idea, de lo que te espera, ¿me lo pones?
Manuel: Claro, ven.
Luego de ponerle el forro el chico frota su pene con lubricante al igual a la entrada de su amante, y de inmediato inicia a penetrarlo de espalda, Manuel siente el pene entrar aunque su ano trata de impedirlo, Miguel le dice al oído, relájate déjalo entrar, cada vez hacia más presión por introducir su miembro, centímetro a centímetro Manuel sentía como iba entrando, solo sentía placer, y felicidad al estar disfrutando ese momento.
Una vez ya adentro, Miguel inicio con un mete y saca lento y aumentando cada vez más la intensidad, ambos chicos estaban bastante excitado, luego cambiaron la posición, probaron la profunda, donde Miguel levanta las piernas, las pone entre los hombros de su amante, mientras este le penetra quedando de frente, ambos chicos viéndose de frente fue un momento eterno, Miguel cada vez aumentaba el ritmo, sus penetradas tendían a ser cada vez más salvajes mientras que Manuel le solicitaba más, de un momento a otro Miguel quita los pies de sus hombros y se baja a besar a su amante, todo en ese momento era perfecto, hasta que llegó el momento del clímax Miguel no aguantaba más la excitación y llego a su orgasmo, depositando cada gota de su semen en el condón que se ubicaba dentro del culo de su amante.
En ese momento, ambos chicos estaban exhausto, ya rondaban las 6 de la tarde, y decidieron quedarse acostados, abrazados, hasta que Miguel quedo dormido, mientras que Manuel lo miraba de reojo, al momento que se levantó, y busco su maleta, pensó es el momento de ejecutar mi plan, fue a la otra habitación (la que tiene el barcón) e inicio a organizar todo.
Continuará.
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