Mirando a mi hermanito (parte 5)

Papá ya estaba todo desinhibido con mi hermanito….

Capítulo 5

Los días pasaron sin ver algún movimiento extraño de Pedrito. Papá volvía el día viernes para celebrar el cumpleaños de mi hermanito. Para cuando llegó el viernes, cuando nos levantamos en la mañana, sentimos llegar en la mañana a papá y cuando cruza la puerta, Pedrito corre a saludarlo y se lanza a los brazos de él, papá lo toma en sus brazos gruesos y lo abraza, dejándolo en el aire. Solo estábamos los tres, por lo que papá mira alrededor y baja su brazo hasta el culito de Pedro y se lo agarra. Pedrito se ríe y lo baja al suelo. Me saluda con un abrazo apretado y justo aparece mamá y mi hermana y comenzamos a conversar sobre el cumpleaños de Pedrito. Papá organiza una tarde familiar para todos nosotros y algunos familiares y amigos de Pedrito.

Papá sale a comprar lo que debe junto con mamá mientras nosotros nos vamos a nuestros respectivos colegios a estudiar. Cómo todo viernes, salimos temprano y paso a buscar a Pedrito, al llegar a la academia ya estaban saliendo todos y no veo a mi hermano, puede estar con su amante de actividad física, así que voy directo al sector del gimnasio. No vi a nadie al entrar al recinto así que camino a las duchas y abro la puerta rápido. Ahí estaba el entrenador sentado mirando y le digo: “hola, ha visto a Pedro?” Y el me sonríe y me responde que se estaba alistando. Pedro aparece y corre a abrazarme. Veo que el entrenador se levanta y puedo ver su bulto que, si bien no estaba erecto, podía marcar muy grande, estaba semi erecto imagino porque miraba cambiarse a mi hermano. Pedro se despide y nos vamos a casa.

Ya en la tarde había llegado unos tíos, primos y tres amigos de Pedro, uno de ellos es vecino nuestro, Luis. Había mucho movimiento en casa, varias personas y todo corría normal. Ya después de comer, llega el pastel y los regalos de Pedrito. Él se veía muy contento por cumplir 9 añitos. Ya después la familia estaba toda en el patio, mis tíos con mis primos todos jugaban y conversaban. Había perdido de vista a papá, pero también a Pedro y su amigo vecino. Entro a casa y le pregunto a mi hermana si había visto a papá y ella responde que había ido a la habitación de Pedro con él y Luis a dejar los regalos. Yo subo sin meter mucho ruido y me voy acercando al cuarto, la puerta estaba un poco abierta y escucho a papá decir bajo: “te gusta?” Yo miro y veo a papá marcando un bulto en su pantalón y se lo toca. Siento risas bajas y era Pedro y Luis que observaban. Luis acerca la mano al bulto y lo toca, Pedro le dice “es grande, cierto?” Y Luis se ríe. Decido golpear la puerta y decir desde afuera: “papá, hay que despedir a todos”. Pedrito abre la puerta y sale con Luis mirándome algo nervioso. Papá sigue en la habitación y mete la mano a su bulto tratando de acomodarlo, quizás para que no se vea que lo tenía medio erecto. Papá se me acerca y me abraza. Me pregunta al oído: “Cómo has visto a Pedrito?”. Yo le dije: “Ha estado bien, extrañándote, aunque tendría ojo con el entrenador”. Papá me suelta y pone cara de duda y levanta las cejas, pero solo me dice: “Vamos a despedir a los invitados”.

Ya la tarde había finalizado, estaban ordenando todo. Pedrito andaba muy pegado a papá. A veces lo veía de reojo que le pasaba su mano por el bulto o papá le agarra una nalga, siempre que mamá estaba haciendo otra cosa. Mi mamá debía trabajar esa noche, le tocaba turno extendido así que se estaba alistando para ir. Mi hermana le pide a papá que la lleve donde los abuelos que quería ir a dormir a su casa. Papá le sonríe y le dice que la llevará, inmediatamente me pregunta si quiero ir pero yo le respondo que no. Pedrito también quería ir, pero papá le dice algo al oído y lo abraza. Papá va a dejar a mi hermana y mamá toma su auto para ir a su trabajo.

Ya estaba imaginando que papá le daría su regalo final esta noche. Estaba con ganas de ver o sentir como le iban a romper el ano a mi hermanito. Veo a Pedrito y le digo: “Ve a la habitación de papá, yo me iré a acostar a mi cuarto”. En eso Pedrito va feliz para allá y yo subo. Varios minutos después siento que llega el auto de papá, mete las llaves y escucho que Pedro corre descalzo por la casa para recibirlo. Yo me quedo desde el segundo piso escuchando. Pedro se lanza a los brazos gruesos de papá y él lo toma con fuerza y le dice: “Por fin te podré dar mi regalo y amor”. Pedro se ríe inocentemente mientras lo lleva en brazos y se sienta en el sofá. Desde la escalera podía ver como papá estaba en el sofá sentado con Pedrito encima, lo manosea por todo su cuerpo y le quita la polera. Pedrito le sonríe y veo que acerca a la boca de papá, él se queda quieto y luego acerca su boca y se empiezan a besar con mucho entusiasmo. Papá lo agarraba y veía que ambos disfrutaban el beso. Papá se acomoda y se saca la polera, dejando a Pedrito que le toque sus pectorales y ambos sonríen. Papá corre a Pedrito y se levanta, dejando ver su gran bulto marcado y erecto bajo ese boxer negro. Podía ver como su pija estaba que explotaba el boxer y Pedrito se la agarra y empieza a sobar. Papá toma los pantalones de mi hermanito y se los saca. Levanta ambas piernas y clava su cabeza en el culo que le había corrido su ropa interior. Veía como disfrutaba con su lengua metida ahí en el ano de él. Pedrito no aguantaba de tanto placer que sentía. Luego de un rato lo levanta y papá se sienta en el sofá, Pedrito se acerca a la pija y la libera del boxer saltando ese trozo de carne grande y grueso. Pedrito se lo mete a la boca y papá se tira hacia atrás donde podía verle la cara desde el segundo piso, teniendo sus ojos cerrados. Papá abre los ojos mientras disfruta tal mamada y me ve, me levanta las cejas y con eso agarra la cabeza de Pedro e intenta meterla más profundo. Papá le indica a Pedrito que se suba encima y él le obedece, buscando con su culito redondo de niño la verga para que entre. Pedrito ponía cara de dolor y placer porque le entraba, hasta que encaja perfecta y papá da un gran gemido. Mi hermanito se pone a cabalgar y papá le toma con sus manos la cintura para subir y bajar. Tira hacia atrás su cabeza y me vuelve a mirar y gemir mientras yo saco mi verga que ya la tenía dura para darme una gran paja por lo que veía. Ahí está Pedrito, retorciéndose de placer por la pija que recibía y gemía fuerte, su cuerpo blanquito y delgado sudaba mientras papá lo tocaba. Papá se levanta con Pedrito, apaga la luz y se va a la habitación. Yo bajo a oscuras y voy directo camino a la habitación, ahí tenían la luz prendida y papá estaba encima de mi hermanito que lo tenía tomado por la cintura  boca abajo en la cama y le clavaba tal trozo de carne, mientras Pedrito gemía de placer por sentir cada embestida. Papá estaba como un animal moviendo su pelvis de atrás para adelante y hacía movimientos lentos y bruscos al unísono de los gemidos de Pedrito. Luego de un rato, papá toma a Pedrito y lo da vuelta con su pija adentro y Pedrito se retuerce de placer, le levanta una de sus piernas, dejándola en su hombro y la otra la deja en la cama y el la aprieta con su mano. Podía ver como papá le ensartaba la verga gruesa y podía ver como Pedrito disfrutaba al máximo la penetración. Papá le da movimientos más rápidos y veo que Pedrito se retorcía y su pija estaba muy erecta, dejándola repente empieza a gritar y se movía como queriendo salir de ahí, hasta que veo que sale un líquido blanco de la verga de mi hermanito y él sentía que no podía más de la excitación. Papá al ver como acaba su hijo, empieza a moverse mucho más rápido y mi hermanito se afirmaba a las sábanas gimiendo muy fuerte y papá jadeaba muy fuerte hasta que da un grito ronco y aprieta su culo y todos los músculos de su cuerpo, cayendo sobre mi hermanito y le busca su boca para besarlo. Papá se levanta y apaga la luz quedando la casa a oscuras. Yo me quedé en el sofá de la sala masturbándome hasta acabar, en el sofá hay una cobija y me acuesto ahí para ver si pasaba algo durante la noche.

Me quedé dormido ahí hasta la mañana siguiente, miré hacia la habitación y pude ver a mi hermanito completamente desnudo durmiendo boca abajo con todo su culito al aire y papá al lado. Veo que papá se mueve y me voy al sofá y me tapo completo dejando solo un hueco para poder mirar. Papá llega a la cocina solo en boxer, mostrando su cuerpo y su bulto todo marcado. Toma un vaso de agua y se sienta, en eso llega Pedrito también en ropa interior y lo saluda. Papá lo abraza y le dice a mi hermanito “aprovechemos antes que llegue tu mamá” y mi hermanito se acerca a la boca de papá, él lo toma y lo sienta en sus muslos, tocándolo completo y mete su mano al ano de Pedrito. Mi hermanito se baja y se saca su ropa interior y papá hace lo mismo saltando la verga ya toda erecta bien dura. Se vuelve a sentar y Pedrito se pone encima sentándose en ese tremendo trozo de carne. Pedrito empieza a cabalgar y ambos gimen. Pasando un rato, papá lo toma por debajo de las piernas y lo levanta, llevándoselo al baño. Yo desde ahí solo podía escuchar como gemían y se escuchaba como golpeaba la pared fuerte de toda la pija dura que recibía mi hermanito. Ya pasando un rato escucho que se abre la ducha y papá sale a la habitación para ordenar, ahí yo me levanto y me voy a mi habitación cuando escucho que llega el auto de mamá y pondría fin a todo ese placer que vivieron los amantes.