Mis Actividades Incestuosas P9. Viviendo el sexo más allá del incesto, MI papá, su amigo, y yo.
Acompañando a papá en una de sus salidas a tomar alcohol, descubro la complicidad que tiene con uno de sus amigos. La curiosidad de descubrir hasta donde tienen complicidad me lleva a tener sexo con un hombre que no es de mi familia.
Como contaba en el relato anterior, han pasado 1.5 años de tener sexo entre mi hermano, mi padre y yo. Cuando estábamos los tres, papá era el pasivo compartido. Cuando estábamos mi hermano y yo solos, dábamos rienda suelta a nuestra sexualidad, como versátiles, la relación entre nosotros era más compartida; pero cuando teníamos a papá era más dominante. Pues papá siempre terminaba poniendo el culo para que mi hermano y yo nos descargáramos por turnos dentro de él. El sexo entre nosotros se volvió cotidiano y algo normal. Nada interesante pasó durante un año y medio, más que la cotidianidad del sexo entre mi hermano, mi papá, y yo.
A mis 16 años ya estaba completamente sexualizado, y seguramente mi hermano también. Ya andaba mirándole el paquete y el culo a mis compañeros de colegio, incluso a algunos vecinos sin importar la edad. Ya tenía edad para pasar medianamente desapercibido en los bares donde papá pasaba el tiempo tomando con sus amigos. Para mi sorpresa, durante los últimos meses notaba que le gustaba jugar a agarrarse el paquete con uno de sus amigos, y a tocarse el culo también. Aunque yo hacía eso con algunos de mis amigos de colegio, por alguna razón empecé a pensar que ellos dos mantenían relaciones sexuales. La curiosidad me ganó y empecé a observarlos más de cerca. Veía como se tocaban a veces descaradamente frente a los demás presentes del bar, e incluso iban al baño y se tocaban la verga mientras orinaban “todo a modo de broma”.
Pasaron algunas semanas, cuando mi papá decidió acompañar a su amigo a casa porque estaba muy borracho. Su amigo sería de alrededor de 35 años y mi papá quizás 46. Me fui con ellos, destaparon una cerveza y empezaron a tomar. Yo aburrido (no tomaba alcohol aún) me fui al baño. Regresé a la sala donde estaban y encuentro a mi papá arrodillado mamándole la verga a su amigo, quien estaba sentado con las piernas abiertas de lado a lado. Fue muy excitante ver a papá mamando una verga que no fuera la de mi hermano o la mía. Y más aún viendo que aquella verga medía como 20 ó 21 cm. Más grande que la de papá que era de 18cm, la mía de 17cm y la de mi hermano menor de 17.5cm, todos de grosor equivalente (Una vez nos medimos la verga con papá y mi hermano, por eso reconozco las medidas). Me quedé estupefacto y excitado viendo a mi papá tratando de meterse todo ese trozo de carne en la boca. Pasaron algunos minutos cuando de repente el amigo de mi papá alza la mirada y me ve.
Amigo: Pero qué carajos! – empujando a mi papá -. Tu hijo está ahí, quítate. Mierda, que te quites.
Papá: No pasa nada, se nota hace rato que quiere sexo. Por eso está acá, ¿O no? -dirijiéndose a mi.
Amigo: Pero que mierda, no sea enfermo, es tu hijo, cómo le dices esas cosas
Papá: Bueno, si no quieres que un jovencito te chupe la verga, pídele que se vaya, y nos quedamos los dos. – Mi papá me hace señal de que me acerque, y mientras me acercaba su amigo decía.
Amigo: Si ustedes lo aprueban, no tengo problema, además que nunca me la ha chupado un jovencito. ¿Cuántos años tienes?
Yo: 16 años señor.
Amigo: ¿Y ya habías hecho esto antes?
Papá: Ya cállate y deja que te la chupemos – invitándome a arrodillarme a chuparle la verga.
Cuando tomé la verga con mis manos descubrí que no solo era muy larga, sino que además muy gruesa, mis manos no alcanzaban a abarcar todo su grosor. Y mi boca con gran esfuerzo lograba introducirse la mitad.
Papá: HIjo, siéntate al lado de él. Te voy a mojar la verga para que me la metas. – Mientras papá decía eso, su amigo ponía cara de depravado, asustado, y un poco de todo a la vez, incluso confundido. Así pues papá empezó a chuparnos las vergas alternando, y yo con mi mano tomaba la verga de su amigo, estaba sorprendido por lo gruesa y grande que en verdad podía ser una verga.
Cuando estuvo lubricada mi verga, me dirigí tras de mi padre, quien se encontraba ya en cuatro, con el culo empinado y chupándole la vergota a su amigo. Empecé a meterle la punta y lentamente empecé con un mete saca hasta que por fín estaba toda completamente dentro de él. Yo Veía la espalda de mi padre y la cara de depravación que tenía el amigo de mi papá.
Amigo: No me puedo creer lo que veo, tu hijo te está metiendo la verga por el culo. Jamás lo hubiera pensado. Muévete de ahí que es mi turno -repentinamente se levanta-.
Yo en verdad no quería perderme ese show en primer plano. Así que me quedé al lado mirando como esos 20 cm empezaron a entrar en su culo, mientras se abría al gran grueso de su verga. Yo no podía creer que pudiera metérsela así de fácil (o quizás era porque ya yo lo había dilatado con mi -pequeña verga- en comparación con aquel vergón).
Me quedé observando unos instantes, me encantaba ver, descubrí que me encantaba ver como tenían sexo dos personas adultas. Ver como sudaban sus cuerpos frente al contacto sexual, sus caras de perversión, depravación, excitación, sumidos en el placer. Y los detalles explícitos del sexo, como chupaban una gran verga, como al salir la verga del culo de papá quedaba ligeramente abierto, viendo el color rosado que había en su interior y antes de cerrarse completamente, volvía a recibir esa verga que lo dejaba abierto de nuevo. En intentos de lubricación los escupos de su amigo caían directamente en su culo abierto, para luego ser empujados hacia el interior. Estaba completamente ensimismado viendo, hasta que mi papá decidió llamarme (¿quizás por segunda, tercera vez?). Quería tenerme sentado frente a él, chupándome la verga, mientras le llenaban el culo de carne.
Seguí las instrucciones de papá, me senté en el sofá y separé mis piernas. Me agarra la verga y se la mete a la boca, tenía mucha saliva acumulada, se la mete directamente hasta la garganta y sentí que nunca en la vida me habían chupado la verga con tanta emoción, energía, y sed. La saliva me caía hasta los huevos y bajaba por parte de mi pierna. La cara de morbo tenía invadido a mi papá. Luego de tenerme completamente ensalivada la verga, y que le habían abierto bien el culo, decidimos cambiar con su amigo.
Me fui atrás de mi papá, le metí la verga, pero aunque estaba caliente y mojado, no sentía como antes, estaba muy abierto, me moví sin muchas ganas, entraba y salía, pero sin ninguna dificultad y sin ningún placer. Parece que la sensación era mútua, porque mi papá, pasado unos dos minutos, pidió que cambiáramos de nuevo. Mi papá me había desplazado por su amigo y su gran verga. Me sentí decepcionado.
Su amigo se puso detrás de él, le metía y le sacaba la verga, yo aún estaba excitado viendo como embestía el culo de mi papá, y mi papá solo jadeaba de placer. Su amigo se percató que yo no estaba participando activamente del sexo con ellos, y me pidió que me parara frente a él, yo estaba entonces sobre mi papá con las piernas abiertas, mi papá en 4 debajo de mi, y su amigo embistiéndolo mientras me chupaba la verga. No la chupaba tan rico como mi papá lo había hecho recientemente, pero había algo en su forma que me gustaba, quizás era saber que se estaba cogiendo a papá frente a mi.
Estuvo un rato chupándome la verga mientras se culeaba a mi papá. Pidió eventualmente que me girara y me recostara sobre mi papá. Me abre las nalgas y me da un beso negro, sentir todo el cuerpo de papá bajo mío, y una lengua que empezaba a abrise campo por mi culo mientras me tenían abiertas las nalgas, fue una sensación nueva. Él si que sabía chuparme el culo, o quizás era el roce de su barba en mi culo. Se sentía mejor que mi hermano, definitivamente. Me tenía todo abierto de nalgas, con el culo mojado y un poco dilatado, cuando decide intentar meterme infructuosamente la verga.
Amigo: Oiga, viejo, ayúdeme a abrirle el culo a su hijo, lo quiero llenar de leche.
Papá: No, a mi hijo no, Yo nunca le he tocado el culo a mi hijo. Solo quiero darle placer, no dolor.
Amigo; ¡Qué dices! si te gusta que den por el culo. ¿A poco no le gustará a él?
Luego de una conversación tipo ping-pong, mi papá decide ayudarle a abrirme el culo. Mi papá se pone a chuparme la verga, mientras que su amigo me chupa el culo y me mete un par de dedos. Fue muy placentero.
Amigo: Ufff, mira que apretadito está, y todavía tiene el culo lampiño,
No paraba de hablar de mi culo, que mi papá se llenó de curiosidad y se acercó a ver.
Papá. Es verdad, es rosadito y pequeño, aún sin pelos.
Siento una lengua en mi culo, era mi papá que se aventuró a chuparme el culo, mientras que en ese instante su amigo me puso su verga en mi boca. Mientras yo estaba feliz tratando de meterme esa verga completamente en la boca, mi papá jugaba con mi hoyo, le pasaba la lengua, y un par de dedos. De repente, mi papá decide poner la punta de su verga en mi culo y dice
Papá: Hijo, perdón pero no puedo aguantar más, te voy a meter la verga para prepararte para mi amigo.
Yo: No podía hablar porque tenía una vergota en mi boca, “jmm, hmm”, fue lo unico que pude decir.
Como la verga de mi papá y de mi hermano son muy parecidas en tamaño, no fue difícil que entrara, pues mi hermano si que me había dado por el culo tantas veces que solo recibía placer ahora por el culo mientras intentaba respirar con una verga en la boca.
Estuvo dándome un buen rato por el culo, era la primera vez que sentía la verga de mi papá dentro de mi, fue mentalmente una nueva sensación, pues era saber que mi papá me estaba culeando, y no mi hermano. Era una noche de sensaciones y situaciones nuevas. Cuando papá creyó que estaba listo, le indicó a su amigo que podía meterme la verga.
Esta vez, con un intento lento y satisfactorio, su verga empezó a entrar lentamente en mi culo, no deslizándose en un solo movimiento, sino en un entra y saca cada vez más largo, hasta el punto que ya entraba y salía su verga completamente. Algo me dolía dentro, pero la sensación de estar abierto y lleno era genial. Mi papá se alternaba entre chuparme la verga, que yo se la chupara, en abrirme el culo, mirar como me cogían, mientras que su amigo no paraba de embestirme lentamente pero constante. Era una situación tan caliente que cuando estaba cerca de acabar le dije:
Yo: quiero que me den la leche en la cara.
Papá: En la boca, la leche hay que tragársela
Yo: No, en la cara, me gusta la leche en la cara, sentirla caer caliente en mi cara mientras veo como acaban.
Amigo. Entonces acomódese ya, porque voy a acabar
Papá: espera, yo me acomodo también para darle la leche
Me arrodillé en el suelo de la sala, mi papá y su amigo se hicieron cada uno en un lado, y de repente empiezan a eyacular, primero mi papá, con la carga de leche más que conocida por mi, y de repente, una primera descarga, pesada y caliente, cae sobre mi frente, era el amigo de papá que estaba acabando, luego suelta un segundo chorro más grande y líquido, apuntándome a la mejilla, siguió soltando chorros de leche, fue demasiada leche que empezó a escurrirse por la frente, mis mejillas hasta llegar al cuello. Una vez terminado, nos organizamos para dirigirnos a casa.
Luego de ese día, lo llevé a casa aunque aún seguía borracho y mi mamá molesta porque una vez más él llegaba borracho a casa y yo terminaba trayéndolo, aunque esta vez a diferencia de las demás veces, era más tarde de lo normal, él y yo estábamos cogidos y deslechados.
Esa fué la única vez que vi a mi papá tener sexo con alguien más que no fuera conmigo y con mi hermano. También fue la única vez que tuve sexo con su amigo. Aunque en ocasiones veía al amigo de mi papá por el barrio e intentaba invitarme a solas a su casa, siempre lo rechazaba. Aunque ahora mirando con retrospectiva, me hubiera hecho feliz poder chupar su enorme verga todos los días. Con papá nunca hablamos sobre el tema, tampoco me volvió a penetrar, o siguiera lamerme el culo para que mi hermano me penetrara. Fue una sensación única que he guardado en mi mente, pues como decía, jamás se volvió a repetir, tener a papá dentro de mi. Por otro lado, con las charlas con mi hermano, jamás me contó que papá lo intentara penetrar. Así que parece que la única vez que cogió a uno de sus hijos, fue a mi, para ayudar a su amigo.
Los siguientes dos años fueron como los anteriores, sexo entre mi papá, mi hermano y yo, hasta que cumplí los 18 años. Mi mamá cansada de la situación de alcoholismo de papá, decide separarse, y sacarlo de la casa. Nuestra vida económica mejoro, pero la sexual declinó, ya no teníamos esos deliciosos momentos de sexo entre papá, mi hermano y yo, pues papá tenía prohibida la entrada a la casa. Mi hermano y yo empezamos a dormir en habitaciones separadas. Con el tiempo yo me declaré abiertamente homosexual, mientras que mi hermano lleva una vida heterosexual. Actualmente tengo 33 años, y en el siguiente relato ( el último) contaré mi reencuentro sexual con mi hermano.
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