Mis dias en la Pension I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jfe_1162.
En la Pensión
El relato que les traigo hoy se trata de cuando renté una habitación por primera vez.
Contaba yo con 19 años recién cumplidos y como siempre he aparentado menor edad parecía como de 15 años, buenos era la planta alta de una casa que estaba en construcción y solo alquilaban las habitaciones con derecho a cocina, lavandero y baño todo eso compartido con el o los inquilinos que estuvieran ahí, bueno solo había uno el cual me presentaron el mismo día en que me mude. Era un tipo de 30 años, de muy buen cuerpo pues andaba con una franelilla sin mangas y unos jeans gastados ajustados donde se le notaba un buen paquete – mmmm creo que voy tener problemas – pensé pues el tipo de cara, bien atractivo pero un poco tosca o por lo menos bastante serio y sin ganas de hacer amigos venia saliendo de la cocina con un plato en la mano con algo de comer, me lo presento la Sra. de la casa y con un fuerte apretón de manos me dijo.
– Mucho gusto soy Juan
– Encantado, ejem… mi nombre es Javier.
De la misma forma el tal Juan se desapareció tras la cortina de una habitación, la cual rentaba él solo, mi cuarto tenia puerta con llaves, la de Juan también tenía puerta pero siempre la dejaba abierta y solo cubierta por una cortina un poco corta pues se podía observar hacia adentro de su cuarto con solo agachar la cabeza y listo.
La señora termino de mostrarme el piso y se marcho a la planta baja donde vivía con su hijo y su anciana madre. El día transcurrió tranquilamente y mientras yo arreglaba mis cosas y me dispuse a prepararme algo para comer en la cocina salió Juan de su habitación que quedaba justo frente a la cocina envuelto en un paño a la cintura, un paño bastante corto pues solo cubría sus parte intimas, dejando ver su bien formado pecho con una finísima capa de pelos que bajaban en un camino oscuro donde se unían sus vellos negros hasta donde cubría el paño dirigiéndose a darse una ducha en el baño – que por cierto también tenía una cortina en la entrada pero esta si no tenia puerta.
Wow no sé si daría cuenta pero yo trague grueso al ver ese cuerpo casi desnudo cuando paso frente a mí y de solo escuchar la ducha me imaginaba bañándose completamente desnudo y sentí como ya comenzaba a erectarme…. Me dirigí a mi habitación con lo que había preparado rapidito antes de que Juan saliera del baño y pudiera darse cuenta de mi situación, pues yo andaba con un short y franelilla y de seguro me delataría mi actitud, que dicho sea de paso no estaba interesado en demostrarla aun, por lo menos por ahora, hasta conocer bien donde estoy parado.
Ya en mi habitación me entretuve terminando de ordenar mis cosas luego me dispuse a ver Tv y me quede dormido. Cuando desperté sentía un vacio y un silencio en la casa, me di una ducha al comprobar que yo estaba solo. Juan había salido y ni siquiera me di cuenta a qué hora salió.
Ya tarde en la noche, como a las 10:30 pm escucho que alguien viene subiendo por las escaleras pero como si no quisiera hacer ruido, me asomo por la ventana de mi habitación y veo a Juan que venía subiendo lentamente y creo que se había dado unos tragos, sentí cuando abrió y cerró la puerta con llaves – por lo menos es consiente – pensé, pues con la inseguridad reinante hay que ser bastante precavido, ok me dispuse a descansar cuando de nuevo escuche que Juan se estaba bañando de nuevo y así sin pensar más de la cuenta me fui quedando dormido.
A la mañana siguiente me desperté a las 05:00 am, me dirigí al baño a darme una ducha, me vestí y cuando fui a la cocina a prepárame un café con leche no pude resistir complacer mi afición voyeurista y me dispuse a observar por debajo de la cortina de la habitación de Juan que se notaba una luz encendida a través de la cortina y que grata sorpresa, la que conseguí…. De veras tenía un pene lo suficientemente grande, erecto y muy apetitoso que se dejaba ver desde mi ángulo de vista. La noche anterior se había quedado dormido con la lámpara encendida la cual dejaba visualizar con una luz tenue su cuerpo completamente desnudo sobre la cama y vaya que estaba excitado mi vecino, me levante y abrí la cortina para contemplar ese estupendo ejemplar masculino completamente desnudo y mis ojos devoraban cada parte de su bien formada anatomía como para que se quedara grabada en mi mente, como le había contado tenía una alfombra suave de pelos cortos en todo el pecho que dejaban al descubierto las tetillas de esos pectorales grandes, tenía un atrayente camino donde se unían los vellos y bajaban hasta alrededor de su estupendo miembro erecto apuntando hacia el techo con una cabeza que de verdad parecía un hongo hinchado y unas venas que brotaban y parecía que querían explotar, del medio de sus gruesas piernas colgaba en reposo sus testículos, que delicia la que me estaba dando uuffff . De pronto reaccione y me fui a terminar de arreglarme e irme directo a mi trabajo, todo el día y toda la semana estuve cerrando mis ojos y vislumbraba aquella escena de la primera mañana que amanecí en la pensión.
Juan y yo muy poco coincidíamos, aunque compartíamos en el mismo piso, él estaba en lo suyo y yo en lo mío, solo en ocasiones intercambiábamos apenas un saludo y nada más. Un fin de semana en que ambos estábamos en casa y por supuesto él en su habitación y yo en la mía, yo Salí a tomar agua bien fría pues hacia un calor sofocante, fui a la cocina y de pronto recordé aquella mañana en que lo observe durmiendo completamente desnudo y me dispuse como sin querer deje caer al piso un papel justo al frente de la habitación de Juan para recogerlo echar otra miradita discreta a su habitación. Si estaba acostado y desnudo aunque no excitado, tenía un brazo levantado colocado detrás de la cabeza y estaba viendo Tv y en lo que voltio hacia mi yo enseguida disimule y recogí el papel y me fui a mi habitación.
Ese mismo día pero en la tarde cuando yo me disponía a darme una ducha para salir y distraerme un rato entro al cuarto de baño y no sabía que estaba Juan dentro bañándose y Wow otra vez lo contemple desnudo y de espalda, sorprendido le digo
– Disculpa no sabía que….
– Tranquilo ¿Te vas a dar una ducha? Respondió él sin inmutarse y agrego – Yo ya estoy terminando si quieres, ve preparándote y te cedo la ducha
Yo intente huir pero con su voz suave y cordial me dejo ver que como que deberíamos tener más comunicación y más confianza entre nosotros que convivíamos ahí juntos, Juan se dio vuelta de frente y agarro su toalla para secarse yo por mi parte trataba en lo posible disimular que lo que estaba era reconociendo todo su cuerpo en mi mente y sobretodo observaba el enorme miembro que le colgaba entre sus bien formadas piernas, yo me arme de coraje y deje caer mi short y esperaba que no se diera cuenta de mi semi erección, colgué mi toalla y mientras él salía de la ducha envolviéndose en la toalla yo entraba desnudo y me dijo:
– Te deje el agua caliente yo me baño con el agua fría
– Ha que bien, gracias – respondí y pensé (yo lo que necesito es agua bien fría ahorita)
Juan salió del cuarto de baño y yo cerraba mis ojos visualizando su torso desnudo y sus nalgas firmes, duras y peluditas, ese hombre de verás me turbaba. El agua fría se fue tornando tibia y sin darme cuenta mi erección se hizo presente trate de concentrarme para no masturbarme ahí, al menos mientras estuviera Juan en casa y me descubriera en el baño dándome una buena paja. Hice lo meramente posible y no se bajaba mi erecto pene que aunque no es tan grande y grueso como el de Juan puedo decir que estoy bien dotado también y se hace notar cuando se le es necesario. De pronto Juan entro en el cuarto de baño aun envuelto en la toalla a buscar algo y se da cuenta de mi erección y con una grata sonrisa en sus carnosos labios se dirige hacia mí sin quitar los ojos de mi miembro diciéndome
– ¡Vaya vecino el agua caliente como que lo puso en su punto de ebullición!
– Ho disculpa – respondí tomando mi toalla un poco avergonzado y me disponía a irme cuando Juan me toma de un brazo y me dice
– Tranquilo amigo somos hombres y sabemos cómo reacciona nuestro cuerpo, ten más confianza en ti mismo, si te sirve de consuelo mírame a mi – y quitándose la toalla deja descubrir como su enorme pene iba levantando cuerpo y engrosando todo.
Mis ojos no cabían en mi cavidad, mi boca empezó a segregar mas saliva de lo habitual y Juan con cierta malicia que lo hacía más atractivo aun me dice:
– ¿Qué te parece?….pero dime la verdad –Susurro acercándose –
Acercándose más a mí quitándome la toalla y lanzándola al piso
– Dime, ya estamos igual…responde mi pregunta
– Es grande y gruesa – atine a decir
– ¿Te gusta?… Vi que estuviste espiándome
Al verme descubierto y sabiendo que él estaba esperando una reacción mía le dije:
– Para saber si me gusta primero debo probarlo…
– Vamos a mi habitación – sugirió él
Ya estando en su habitación nos entregamos en un apasionado beso donde él con sus manos acariciaba cada parte de mi cuerpo erizado y tembloroso de pasión y yo recorría igualmente su cuerpo con mis manos comprobando lo que ya me había imaginado tantas veces, un cuerpo de vellos suaves, rígido y macizo en cada musculo de sus cuerpo – Wow que delicia las que nos estábamos dando – Su lengua entraba y salía de mi boca húmeda y caliente una y otra vez envolviéndonos en un torbellino desenfrenado y yo hacía lo mismo con sus labios carnoso, sentía como su barba de dos días me lijaba mi cara y mi cuello provocando una excitación extremadamente deliciosa, nuestras manos se cruzaban entre si y seguían recorriendo los cuerpos cada uno el cuerpo del otro, yo sentía como separaba mis nalgas metiendo su dedo en la entrada de mi caliente culito dando círculos alrededor de mi ano e intentando penetrarlo y volvía con las caricias a mi cuerpo , yo hacía lo propio e intentaba complacerlo igual, nos estábamos fundiendo en aquel fuego y nuestros penes estaban a reventar estrujándolos contras nuestros abdomen y goteando a borbotones de semen producto de nuestra pasión, me voltio y me coloco hacia la pared y empezó a acariciarme la parte posterior de mi cuello rozando su barba rustica pero deliciosa que me enloquecía y provocaba en mi reacciones incontrolables de mi cuerpo lo cual a él le fascinaba porque no dejaba de hacérmelo, beso toda mi espalda y bajo hasta donde yo estaba esperando desde el inicio de este fogoso encuentro mi culo estaba esperando su lasciva lengua y el olía mi piel y besaba mis nalgas y yo deseoso vi su enorme pene como se erigía de entre sus piernas colgándole un par de colosales bolas repletas del néctar masculino que me hacia delirar el solo hecho de verlo como brotaba de la punta del uréter una gran cantidad se semen que recorría todo el cuerpo del mismo dejándolo brillante y lujurioso, sentí como su lengua húmeda hurgaba entre mis nalgas y mi culito caliente se iba abriendo solo, su lengua entraba y salía provocando en mi espasmo de pasión que mi voz no podía callar, gemía, me mordía los labios y él me lamia toda mi apertura anal deliciosamente , me daba nalgadas fuertes pero soportables y seguía lamiendo mi culo dejándolo enchumbado de su saliva que lubricaba para que el pudiera meter su dedo, primero uno , luego dos y tres yo creo que metió los cuatro dedos porque tenía que dilatarme muy bien para poder meter ese descomunal miembro en mi, mientras Juan se comía mi culito yo veía como estaba de excitado, intente bajarme hasta su pene para sentirlo en la entrada de mi orificio anal y sentía como sus líquidos me llegaban hasta la puerta trasera lubricándolo y yo empujando tratando de meterla, el con sus rodillas al piso dejaba que yo jugara a metérmelo hasta lo que yo soportara, volvió a colocarme de la misma manera y seguía lamiendo mi culo y dilatándolo con su saliva yo no podía dejar que el hiciera todo solo, me incorpore y lo tome de sus brazos, lo levante y comencé a besarlo sentía como sus labios tenían un sabor a su saliva y sus jugos seminales juntos que se entremezclaban con la mía y fui recorriendo su cuerpo chupe sus tetillas erguidas y carnosos, estruje sus pectorales, olía su pecho macho fui bajando oliendo cada parte de ese camino de pelos suaves que me dirigían hacia el enorme mástil erguido y venoso con un glande hinchado y color purpura borboteando líquidos deliciosos y saladito
Debo confesar que no me cabía pero intente darle la mejor mamada a su pene, comencé por admirarlo de cerca recorriéndolo como si fuera el más preciado tesoro que tenia entre mis manos oliéndolo pasándole la lengua humedeciendo más aun ese pedazo de trozo de carne caliente, mi boca empezó a segregar mas saliva de lo habitual y me introduje su glande dando pequeñas succiones en el e introduciéndome más dentro de mi boca, acariciaba sus colgantes bolas y sentía como sus líquidos seminales inundaban mi cavidad bucal ligándose con mi saliva y provocando en mi una lascividad que no conocía, tome su miembro en la base del mismo donde su abundante vellos púbicos y suave y comencé en un entra y sale, succionando cada vez mas he introduciéndomelo un poco más dentro de mi boca lasciva y húmeda, mientras mi otra mano acariciaba sus colgantes bolas y de vez en cuando me dirigía hacia su orificio anal e intentando acariciarlo ahí también, no opuso resistencia y seguí bajando chupe sus bolas una a una golosamente, lo veía y disfrutaba como lo estaba disfrutando el pellizcándose las tetillas y mordiéndose los labios humedeciéndolos me acomode y fui derechito a su culito y me dejo hurgar de entres sus paredes anales y también inicie mi parte de saborear sus orificio con mi lengua y mis dedos inquietos dejándome saber que le gustaba bastante, volví por su pene chorreante y lo introduje de un solo golpe en mi boca tratando en lo posible meterlo lo más que podía, sentí sus manos sobre mi cabeza y unos movimientos de sus cadera metiendo y sacando su pene de mi boca y con una mirada y una sonrisa picara me levanto, me beso fogosamente de nuevo y me chupaba el cuello yo enseguida me voltee y le ofrecí mi culito deseoso de él, de pronto Juan busco de entre sus cosas un preservativo, se lo colocó y se echo lubricante para lo inevitable dejé que me lubricara y se dirigió con su miembro apuntando hacia mi culito, hizo presión para intentar introducirle la punta, yo sentía un pequeño dolor y el volvía a dilatarme con su lengua introduciendo de nuevo un dedo luego dos dedos y cuando ya estaba listo se incorporo y metió la punta de su mástil en mí, me dolió pero nos detuvimos y el susurraba palabras dulce a mi oído diciéndome
– Ya papá, no te muevas,… relájate,… no pienso hacerte daño,…ya verás cómo lo vamos a disfrutar….
Me besaba la parte posterior de mi cuello suavemente y mi cuerpo reaccionaba arqueando mi columna vertebral y haciendo que mis nalgas se abrieran y por ende mi culito relajado al fin dejo introducir un poco más de su miembro viril en mi, al sentir eso respire profundo me relaje y deje que entrara mas y mas, luego Juan se abrazo a mi cintura y con movimientos suaves y delicados empezó a sacarlo y meterlo hasta estar bien seguro que ya yo lo soportaba y sí que lo estaba soportando y disfrutando, nos besábamos, el buscaba mi boca y yo le ofrecía mi lengua así estuvimos un buen rato poseyéndome como solo él y yo queríamos, ya para entonces estábamos acoplados y el con su liquido seminal lo sacaba y me lubricaba mi culito para embestirlo de nuevo, yo ya había sido penetrado pero jamás por un miembro así, sin embargo , me voltee me abrace a su cuello y subí mis piernas sobre sus caderas, el dirigió su pene hacia mi orificio abierto por él y para él, me aferre a su cuello, nos besamos y el tomo mis nalgas haciéndome movimientos firmes y desgarrándome placer cada vez más intensos, con una de mis manos baje para sentir que tan adentro lo tenía y pude comprobar que estaba todo dentro de mi pues pude acariciar sus bolas que se balanceaban del ajetreo que le estábamos dando, se dirigió a la cama conmigo encima, se sentó en el colchón y Wow sentí como se clavaba mas dentro de mí, de mi culo salía liquido que junto a la saliva y el sudor de nuestros cuerpos ya me era mucho más fácil disfrutar de ese trozo de carne viril, se colocó mas al centro de la cama y yo empecé a darle movimientos a mis cadera provocando en Juan un éxtasis pleno, cerraba sus ojos y los volvía abrir llenos de fuego y lujurioso lo estábamos disfrutando sobremanera, como nunca antes, me atrajo hacia sí , me beso y me dio la vuelta sin despegarnos…y cómo? si no daba para que se saliera, ya para entonces yo soportaba todo y es mas lo disfrutaba, me puso de espalda al colchón y el comenzó a penetrarme sobre mí y yo con mis piernas bien abiertas para darle mayor y mejor comodidad, su barba rozaba mi cuello y eso causaba en mi delirios de placer, penetraba mas y mas fuerte, yo tome sus nalgas firmes y las empujaba mas dándole caricias y aferrándonos más uno del otro con nuestros cuerpos desnudos y sudorosos envueltos en una pasión desquiciada y lujurioso con movimientos mucho más fuerte y entrelazándonos como si no quisiéramos despegarnos nunca, de pronto siento como se abrazaba mas fuerte a mí y su miembro dentro de mí se hacía más rígido y más fuerte, envolví el cuerpo de Juan entre mis piernas para que siguiera así y pude sentir como eyaculaba una y otra vez por espacio de un corto tiempo, él gemía hasta que termino, lástima que tenía el preservativo, pero es mejor así pues ahí que disfrutar pero también cuidarse, reposando sobre mi comenzó a besarme y decirme frases como …
– Wow que delicia tenerte pana- seguía besándome por toda mi cara.
Mi lengua lo buscaba y el accedía complaciéndome, sentí como su hinchado miembro iba deslizándose poco a poco hasta salir de mi cavidad anal, se quito el preservativo, que estaba a reventar de la cantidad de semen que broto de él, Juan comenzó a besarme el pecho succiono mis tetillas y bajo hasta mi pene dedicándome una mamada espectacular, también me olía, me besaba y chupaba mis bolas, se las introdujo y jugueteaba con ellas mirándome como yo disfrutaba esa mamada divina que me estaba dando, se introdujo luego mi pene en su boca y sus labios carnoso y color carmesí acariciaban todo mi miembro que estaba a punto de reventar, salían brotes de semen que Juan golosamente tragaba, su lengua jugaba con mi glande, seguía mamando y sus dedos estaban hurgando mi orificio recién penetrado, Juan se metía en su boca todo mi pene una y otra vez hasta que no podía mas y cuando quise apartarlo para acabar, él gentilmente aparto mi mano y espero hasta que yo acabara dentro de su boca dejando salir gemidos junto con mi esperma chorreante de su boca la cual saboreaba golosamente luego subió lentamente y nos fundimos en un beso apasionado nuevamente como dándole un final a nuestra primera relación sexual.
Estuvimos en la cama un rato así recuperando fuerzas y luego Juan se levanto diciéndome
– ¿Te gustaría una cerveza?
– Seria genial – Respondí
– Ya vuelvo entonces, no te muevas de aquí….
Ya de regreso Juan con dos cervezas frías, me dio una y brindamos
– Por nuestra amistad que recién comienza – dijo el
– Por nuestra amistad – le seguí yo y nos dimos un trago largo pues estábamos exhaustos.
Tirados desnudos en la cama de Juan, empezamos a charlar de nosotros
– A ver cuéntame algo…de ti por supuesto – comento Juan
– ¿Qué quieres saber? Acabo de irme de mi casa, a conocer mundo, a independizarme, a ser responsable de mis actos que es lo que siempre me han enseñado mis padres en mi casa.
– ¿Pero cómo? …¿Te corrieron?
– No vale para nada, yo hable con ellos y como estoy estudiando y trabajando en esta ciudad, decidí mudarme para que se me haga más fácil el trayecto. Ellos viven en el pueblo más cercano, se pusieron de acuerdo y me apoyaron en todo.
– Qué bien mi amigo…Ojala todos tuviéramos unos padres así, cuídalos mucho.
– Siempre he estado muy orgulloso de mis padres, son lo máximo y los adoro a ambos… A ver ahora tú cuéntame de ti….
– Bueno papá yo soy camionero, tengo 30 años, soltero, tuve una relación con una jeva bien divina por cierto, pero no funciono…en cuanto al sexo se refiere…la amaba de verdad, pero preferí dejarla ir….
Permaneció un tiempo en silencio y después reacciono diciéndome
– Dejemos eso para luego… ¿Sabes algo? Desde que te vi me causaste una muy buena impresión, una buena vibra como dicen….
– ¿Te guste?
– Si…definitivamente si me gustaste, aquella tarde cuando nos presentaron te di mi mano fuertemente pero tenía unas ganas de halarte hacia mí, no sé si te distes cuenta pero mi mirada era firme y directa a ti sin importarme la señora de la casa pero como tú estabas, me imagino que desconcertado, no quise incomodarte y me fui a mi habitación pero en el fondo sabia que esto iba a pasar entre ambos tarde o temprano…y te deje la iniciativa cuando me espiaste aquella otra mañana…¿Recuerdas?
– Como no recordarla, si te grabe completamente en mi memoria para disfrutarte dentro de mi ser – me fui acercando a Juan y lo bese. – ¿Que rol eres tu bichito?
– Bueno panita yo no soy muy experimentado en esto pero debido a mis cortas experiencias me he portado como versátil, aunque me conseguido a solos pasivos en ocasiones, muy escasa por cierto, si he sucumbido a la versatilidad, pues me gusta mucho disfrutar y dar disfrute también a mis parejas o por lo menos las que han compartido cama conmigo…
– Perfecto…eso me encanta…yo también soy versátil y soy como me ves, tímido pero varonil
Juan abalanzándose sobre mi me dice riéndose
– ¿Varonil?…varonil yo….no mentira panita, me gustas varonil así sea que yo te posea me gusta que siempre seas varonil – nos besamos nuevamente.
Entrelazados otra vez volvimos a despertar la pasión de nosotros y sentíamos como nuestros penes se erectaban nuevamente para otra sesión de sexo desenfrenado…
Envueltos en otro abrazo fogoso y besándonos, cuando la barba de Juan rozaba mi cara y mi cuello me excitaba mas y mas, esta vez yo quería saborear su ano completamente y comencé a acariciarlo por todo el cuello, sus tetillas y por uno de sus costados subí uno de sus pesados brazos y me dirigí a su espalda, besando y succionando cada parte de su piel erizada. Él se voltio ofreciéndome todo esa espalda cubierta de sus finos y suaves vellos, y esas nalgas blancas, pues se notaba el cambio de color debido a las marcas de su ropa interior, bese sus nalgas, olía sus piel y me dirigí hacia deseaba tanto llegar ahora, su culito caliente, abrí esas deliciosas nalgas y comencé a lamer la apertura anal, Juan por su parte levanto mas su pelvi facilitándome la entrada para saborear ese delicioso culo, mi lengua le daba latigazos suaves y certeros en el centro del ano el cual se contraía y yo con mis dedos junto con mi saliva iniciaba el periplo para penetrarlo, Juan gemía de placer y se aferraba a la almohada, sus enormes bolas colgaban invitándome a que las mamaras también, yo chupe sus bolas y su pene ya erecto también y junto con sus jugos y mi saliva volvía a su ano a seguir dándole placer, Juan estiro una mano y la coloco sobre mi cabeza como para que no dejara de mamar su culito y me dice
– Hazlo ya
– Espera, voy por un preservativo a mi cuarto – le dije-
Me tomo del brazo y con la otra mano abrió la gaveta de la mesita y pude comprobar que por preservativos no íbamos a parar, pues la tenia repleta de un buena cantidad de profilácticos, me dio uno y yo la abrí colocándomelo en mi pene erecto, aunque teníamos lubricante preferí untarlo con un poco de mi saliva que esa también tenia abundante y procedí a encularme a Juan.
– Despacito Rey – susurro-
– Si papi yo tampoco deseo hacerte daño…
Lentamente fui deslizando mi glande hinchado dentro de su ano y sentí la presión que ejercía su anillo rectal en mi miembro erecto y poco a poco en un mete y saca fui introduciéndolo mas dentro de Juan hasta quedar bien acoplado el uno del otro, con movimientos de cadera suaves y seguro fuimos soltando las riendas para disfrutar de nuevo del sexo furioso de dos hombres… Juan me sugirió cambiar de posición y entonces el procedió a poseerme , esta vez nos cogimos los dos porque de igual manera me pedía poseerme como que lo poseyera y yo gustosamente accedía a sus peticiones al final nos entrelazamos en un sesenta y nueve mamándonos los miembros, bolas y culos de ambos, masajeándonos nuestras nalgas y todo el ambiente destilaba un olor a sexo masculino de tantos líquidos que desprendía nuestros cuerpos entrelazado entre si hasta que de una mi cuerpo comenzó a descrebajarse produciendo una explosión de esperma en la cara de Juan a lo que este gustosamente lo disfrutaba revolviendo su cara contra mis bolas y pene mamándolos y rasgando mi entre pierna con su barba, eso me causaba reacción y seguí mamando su erecto pene y sentí como también Juan con un gemido fuerte se corrió entre mi boca, fue tanta la cantidad de espesa leche caliente en mi boca que no cabía y chorreante salia hacia afuera yo tomado de la base de su pene también seguía golosamente lamiéndolo y viendo como seguí saliendo semen caliente y divino de su ranura, lamia y succionaba suavemente ese glande y fui recorriendo todo el cuerpo del pene venoso con mi legua lasciva y lujurioso dejándole una estela de saliva que lo dejaba brillante, me concentre entonces en sus deliciosos testículos que para entonces ya estaban algo relajados y les dedique una buenas sesión de mimos y besos chupando cada testículo y jugando dentro de mi boca como si fueran una fruta muy preciada, nos incorporamos y nos fundimos en otro beso candente untando nuestros líquidos con nuestras lenguas, éramos un par de guarros sexuales aferrados entre sí, nos veíamos y nos besábamos continuamente…era delicioso estar así con Juan. Enseguida nos fuimos y nos dimos una ducha juntos y mientras eso sucedía Juan me enjabonaba la espalda y yo la de él, nos abrasábamos, nos besábamos y nos provocaba mas sexo entre ambos, yo sentía como su miembro se esponjaba mas y el mío hacia lo propio también, pero decidimos y vestirnos y salir a tomar algo fuera.
Debo acotar que tanto Juan y yo somos dos personas normales, ambos somos bisexuales pues yo también tengo mis encuentro heteros los cuales disfruto bastante bien y al igual que Juan, que con ser caminero me ha contado sus aventuras con amigas que encuentra en la vía de sus viajes a través del país,… ¡Vaya que aventuras!…Posiblemente se las contare algún día.
Por lo pronto seguiré viviendo en esta pensión junto a Juan y viendo que tanto dura esta relación amistosa.
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